SANGRE LUNAR
de
JOSÉ SANCHIS SINISTERRA
FOTOS BASE: MERCEDES RODRÍGUEZ |
Sangre Lunar es un nuevo espectáculo que produce el
Centro Dramático Nacional. Para Gerardo Vera tiene un
valor añadido: el que su autor sea José Sanchis Sinisterra.
- Todo espectáculo
– precisa Vera –
tiene importancia y un sitio en mi corazón. Este
tiene el de ser de
Sanchis, que se mueve en la línea de
las dramaturgias contemporáneas avanzadas, que es
una de las secciones del Centro Dramático Nacional.
La primera lectura tuvo lugar en casa de José Luis
Gómez – director del teatro La Abadía.
- Me la llevé a casa
y se la di a leer a
Isabel Navarro. Decidimos al unísono
hacerla
– añade Gerardo
Vera. Hablaba de cosas de las que
nunca se había hablado sobre un escenario y que
estaba basada en un hecho, el mismo de la película
de Pedro
Almodóvar: Hable con ella. No
tiene nada que ver con la película.
Desde el principio se buscó a Xavier Albertí como
director. |
JOSÉ SANCHIS SINISTERRA |
Xavier Albertí es músico, compositor y director de
escena. Desde 1990 sus montajes se han estrenado en
festivales como el Grec de Barcelona, el Festival Internacional
de Teatro de Sitges, Edimburgo, Perelada o Girona, o en teatros
como el Romea, Mercat de les Flors, Lliure, Malic, La Cuina del
Teatre Adrià Gual, Tantarantana, Sala Beckett o Moma Teatre.
Entre 1996 y 1999 fue director del festival Grec de
Barcelona.
Ha obtenido los siguientes galardones:
1991: Premio Extraordinario de Arte Dramático
del Instituto del Teatro de Barcelona;
1992: Premio Nacional Adrià Gual
Temporada 94-95: Premio Especial de la
Crítica
Temporada 1993-1994: Premio de la Crítica
Teatral de Barcelona como mejor director
Temporada 94-95: Premio Serra d’Or de Teatro
También obtuvo el Premio a la Joven Creatividad
otorgado por la Generalitat de Catalunya por la
ópera Schneider, con libreto de Sergi
Belbel. |
FOTO: MERCEDES RODRÍGUEZ |
-
Sanchis
nos presenta un cuento de hadas
– aclara Xavier
– que necesita de una solución
musical. Es un enorme placer el poder estrenar una
obra de mi maestro. Nos encontramos ante una gran
escritura dramática. De todos es sabido que
Sanchis
no deja bien parados a los directores de sus obras.
Por ello le llamé para saber que idea tenía de la
puesta en escena, porque la suele tener
- Sanchis además de
autor dramático es director de escena -
Su respuesta fue rotunda: Tú
eres el director.
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UN COMA PROFUNDO
Lucía cae en un coma profundo, tras un grave accidente de
tráfico. Los años pasan y sus allegados – padres, hermana y
novio en silla de ruedas por el mismo accidente – conviven con
ese mutismo de Lucía, entre el dolor y la esperanza. Un
acontecimiento cambia todo: Lucía está embarazada, después de
diez años. A partir de aquí comienza Sangre Lunar. ¿Qué hacer
con esa nueva vida?
- La gran virtud de Sangre lunar
– aclara
Xavier - es que nos
muestra los diferentes mecanismos que tiene el ser humano para
relacionarse con el dolor, las diversas máscaras que le permiten
ocultarlo y sus estrategias para relacionarse cotidianamente con
él. Y aquí, el dolor es un dolor perplejo, frío, latente, capaz
de contener y ser contenedor de la parálisis afectiva de una
familia destruida.
La textura narrativa que Sanchis utiliza bebe de los mejores
dramaturgos del siglo XX
- Se siente una
clara la influencia de
Kafka,
Beckett
y Pinter,
pero creando un mundo propio.
Sinisterra
crea un lenguaje en busca de una forma, lleno de
contradicciones conscientes donde se revela lo
agresivo de lo cotidiano, planteando recorridos
hacia preguntas sin respuesta. Sitúa la lupa
sobre la estructura que engloba a los
personajes, más interesado en sus puntos de fuga
y en lo que está oculto en ellos que en la
fábula en sí. Es una obra que nos muestra un
itinerario de vuelta al origen, trazado en una
narración no lineal donde no hay
jerarquizaciones del espacio ni del tiempo,
alejado de una conciencia convencional de las
emociones.
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FOTO: MERCEDES RODRÍGUEZ |
Sangre lunar plantea una pregunta ética hacia el espectador. Le
pregunta qué haría él en una situación como ésta. Por lo tanto
para Xavier
- La aventura de esta obra no es sólo cómo se relacionan los
personajes con el dolor ni cómo sobreviven, sino que en el
epílogo, con la voz de Lucía, se nos recuerda cómo nos
relacionamos con las diversas presencias ausentes que nos rodean
en nuestras vidas: personas con enfermedades terminales, en
coma, con Alzheimer, autismo, etc..., ya que pueden tener una
vida inteligente detrás de esa aparente vida inerte.
LA MUSICA
LATENTE EN SANCHIS SINISTERRRA
La música tiene un papel importante y según Xavier
- El recurrir a una solución musical es porque es una dimensión
que está latente en Sanchis. En este caso forma y contenido son
dos realidades intercambiables. De ella se ha ocupado
Alberto
Llanas, un compositor descomunal que ha utilizado la escena para
hacer una altísima composición musical. Ha sido un colaborador
de lujo.
FOTO: MERCEDES RODRÍGUEZ |
Alberto Llanas (Barcelona, 1957) se ocupa de la música. Es uno
de los compositores más significativos de la nueva música
catalana. Tras una carrera fructífera en 1991 la orquesta de la
RAI estrena en Roma su obra orquestal Filosonia, dedicada al
filósofo Juan David García Bacca, y aparece su primer disco
monográfico. En 1996 recibe el Premio Reina Sofía de Composición
Musical que concede la Fundación Ferrer Salat. |
- Mi relación con el teatro
– confiesa
Alberto – se debe el 100%
a Xavier. Fue el primero que me propuso para un Festival
escribir paralelamente texto y música con
Luisa Cunillé.
Teatralmente soy hijo suyo. Cuando pienso en el escenario mis
esquemas musicales se resuelven de otra manera que cuando no
escribo para el teatro. Es distinto el modo de componer. Tras
esta confesión freudiana, quiero hablar de mi impresión con
respecto a Sangre Lunar. Ha sido fascinante trabajar con
Xavier
y con los actores. Yo ya había trabajado con actores, pero aquí
ha sido el conocer a nuevos actores y trabajar en el
María
Guerrero, un teatro lleno de historia y tradición. Es la primera
vez que trabajo teatralmente en Madrid. Tengo que agradecérselo
a Xavier y al Centro Dramático Nacional porque ha sido un
gustazo. Quiero manifestar mi más elevado elogio hacia el equipo
técnico. Da gusto trabajar en Madrid con todos estos medios.
Musicalmente Alberto reconoce el interés de acudir a lo
operístico.
- Entiendo que haya ese interés, pero el trabajo ha sido muy
próximo a los items de los compositores: formalismo y
sensibilidad. En el texto hay esta simultaneidad de líneas.
Existen tiempos superpuestos, saltos, registros diversos y lo
hemos intentado desde el referente del texto. Por ejemplo
utilizamos una Canción de Cuna de
Strauss, que no es muy
conocida y de ahí una serie de materiales. Música
electroacústica y que puede parecer alejada, pero tiene
referente con la Canción.
La mezzosoprano Thais de la Guerra y la pianista Cristina Alonso
colaboran en el aspecto musical.
-
Quiero mencionar
– añade
Alberto – la intervención espléndida
de la jovencísima Rosalía Cabanillas como acordeonista. Hace un
trabajo maravilloso. En la música hay dos planos distintos: una
estructura en forma de fuga tipo bachiano
–
Bach - que es mía y
luego otros elementos de complemento sonoro a base de efectos en
la dialéctica de la música contemporánea.
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FOTO: MERCEDES RODRÍGUEZ |
El recurrir al acordeón como instrumento fue idea de Xavier:
- Pensé que el acordeón tiene un efecto mecánico que imita las
respiraciones mecánicas de las salas de respiración con ese
sonido pssssss…. Le pedí a
Alberto que articulase una doble fuga
de banda sonora en un diálogo con el acordeón en directo.
Un tema importante es el resolver la voz de la mente.
FOTO: MERCEDES RODRÍGUEZ |
-
Lo he hecho como lo hace la
propia dramaturgia. El
espectáculo es como un gran
mosaico de impresiones. De
cerca no se sabe lo que es.
Al alejarnos sí se ve. En el
teatro romper lo lineal es
terrible. Pero el espectador
verá cómo esas líneas
sueltas las puede
reconstruir. Para ello se
necesitan tres momentos:
comprender, asumir la
técnica narrativa y una
percepción diáfana. No
quiere decir que sea un
texto críptico sino
técnicamente complejo. Es
altísimo en emociones. Sí se
necesita que el espectador
venga con los deberes
hechos: Saber escuchar.
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Sangre Lunar es un texto de 2001, y es ahora cuando se estrena
por vez primera. Cinco años de retraso.
- No sé exactamente por qué ese retraso
– confiesa
Gerardo Vera.
Imagino que Sanchis no encontró director o centro. El texto
estaba libre, aunque estaba a punto de hacerse en el teatro la
Abadía. Al ver José Luis Gomez que me había entusiasmado con él,
me dijo: “hacerlo vosotros”. Creo que
Sanchis pensó que este
texto era más propio de La Abadía, pero no llegó a puerto.
El texto está lleno de dificultades escénicas.
-
Yo lo vi muy difícil y por eso no me atreví a montarlo
–
confiesa Gerardo Vera.
Xavier estaba más cerca de
Sanchis y
podía abordarlo mejor. Es como un caledoscopio con diversas
emociones y con una realidad muy fragmentada emocionalmente y en
el espacio y en el tiempo.
Lucía, el personaje en coma, tiene dos intérpretes: uno sonoro –
la voz de Lucía - y otro visible – una
Lucía inmóvil sobre la
cama. Este último aparece en el programa como figuración.
FOTO: MERCEDES RODRÍGUEZ |
-
La obra dura 1 hora
y 30 minutos.
Carmen Santorno
es la que interpreta
a la Lucía
visual. Aunque
aparece como
figuración, va más
allá de ese
concepto. Tiene que
estar todo ese
tiempo sin moverse y
no es muy difícil.
Ha tenido que
recibir clase de
técnicas de
movimiento con una
profesora. Ha tenido
que componer una
energía de
credibilidad
absoluta, porque el
estar en coma no
impide mecanismos de
pensar. Estar en
algún sitio
|
La voz de Lucía es la de la actriz Lucía Quintana. Se trata de
un monólogo.
-
No es nada fácil
– revela
Gerardo. Lo hemos grabado en dos
mañanas. Lo hace espléndido y hemos acertado con lo que
queríamos desde el principio.
Lurdes Barba es
Estela, la madre de
Lucía. Una actriz que ha
trabajado con Xavier durante 12 años.
-
Es una
satisfacción muy
grande el
trabajar en
Madrid, ya que
yo empecé aquí
con
Miguel Narros,
hace más de 30
años. Después
seguí en
Barcelona. Para
los actores es
una obra de gran
complejidad, por
las historias
fragmentadas en
que el espacio y
el tiempo nos e
corresponden.
Hay que hacer
auténticos
saltos mortales
emocionales
dentro de uno.
Es muy
enriquecedor
este material.
Se aprenden
nuevas formas de
hacer teatro. Al
ser la madre de
una hija en
coma, se plantea
una cantidad de
contradicciones
en confrontación
con las otras
personas que
tienen que
decidir sobre su
hija. Ha sido
muy difícil de
hacer y aunque
estamos a las
puertas del
estreno, todavía
sigo luchando y
descubriendo
cosas.
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FOTO: MERCEDES RODRÍGUEZ |
En general el resto de los actores coinciden en la complejidad y
riqueza de un texto que nunca se agota al nivel emocional.
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