.:: Entrevista ::.

UN CUENTO DE INVIERNO

SHAKESPEARE CON OJOS DE MUJER

W. SHAKESPEARE

MAGÜI MIRA

FOTO BASE: JORDI PLA

No se prodiga mucho Cuento de Invierno (The winter’s tale), al que en la versión de Magüi Mira se le añade el artículo indefinido “Un”, como si con ello se quisiera expresar “¡y un cuento!” No es exactamente esto, en lo que tiene de peyorativo, pero por ahí van los tiros:
 

LUCÍA JIMÉNEZ/WILL KEEN
FOTO: JORDI PLA
  • Quisiera contar un cuento – declara Magüi el mismo que cuenta Shakespeare. Es un cuento de invierno triste. Triste, porque como pasa con los cuentos, no es de verdad: hoy ningún hombre maltratador se arrepiente de nada, las niñitas abandonadas no se salvan, y las mujeres asesinadas no resucitan.  

 

No, no se prodiga mucho. En el año 1993 la llamada Joven Escena – iniciativa del Departamento Dramático del INAEM – la montaba en el Teatro María  Guerrero (a simultanear con El Mercader de Venecia de Shakespeare), bajo la dirección de Juan Pastor. Dos nombres femeninos comenzaban: Blanca Portillo y Pepa Pedroche, hoy de reconocido prestigio como actrices. Después, al menos a niveles de grandes compañías, el título no era muy apetecible.  Sí lo ha sido para Magüi Mira que sedujo a Santiago Fisas – Consejero de Cultura y Deportes -, a la Generalitat Valenciana  y la Comunidad de Madrid. En la seducción no tuvo que recurrir a las “armas de mujer” para convencer.

  • Se me ha permitido acceder gracias al esfuerzo, inteligencia y trabajo para crear un lenguaje para este “cuento” – confiesa satisfecha Magüi. Se me han reconocido esos valores y no he tenido que luchar como mujer y ni conseguirlo como sucede a veces por las armas de mujer. No he sido sometida a calificaciones por ser mujer. Gracias.

FOTO: JORDI PLA

Este proyecto se encuentra dentro de la colaboración de comunidades. En este caso la Generalitat Valenciana, representada en su presidente Francisco Camps y la Comunidad de Madrid, representada por su presidenta Esperanza Aguirre.

  • Ya se ha hecho con otros proyectos declara Santiago Fisas. Con tales iniciativas pretendemos la promoción, difusión y fomento de las actividades de los diversos sectores culturales de ambas regiones, en ejercicio de sus respectivas competencias en el ámbito cultural.

El convenio entre ambas comunidades se firmó en abril de 2006 y por él se comprometían a mantener un contacto constante y una relación de cooperación, con el propósito de dar a conocer y acercar a los ciudadanos madrileños y valencianos las manifestaciones culturales que, en cada momento, se lleven a cabo por cualquiera de las dos administraciones.  

Dentro de este marco institucional la elección del proyecto de Magüi Mira, surgió de una relación directa entre Santiago Fisas y Magüi

  • Magüi me propuso hacer esta producción y me pareció la persona adecuada como actriz, directora y también el elenco de actores que propuso. Entre ellos está Will Keen, un actor inglés especialista en Shakespeare  y Lucía Jiménez.

LUCÍA JIMÉNEZ (HERMIONA)
FOTO: JORDI PLA
Lucía Jiménez se ha prodigado más en cine y televisión que en teatro. Debutó en el cine con La buena vida (1996) de David Trueba y fue nominada al Premio Goya como actriz revelación. Fue Premio Telón Chivas de las Artes Escénicas en la III Edición (año 2005), como mejor actriz revelación por la película Los dos la dos de la cama y nominada al Premio Fotogramas de Plata a la mejor actriz de teatro por la versión teatral de dicha película. El Festival Cinema Jove de Valencia le concedió el año 2001 el Premio Un futuro de cine por su “solidez interpretativa”.

En representación del presidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps, está la concejala de cultura de Valencia Inmaculada Gil Lázaro. Abunda en el aspecto positivo de esta colaboración, pero añade que en este caso en concreto:

  • La gran dinamizadora ha sido Magüi Mira. Ella fue la que sentó a todas las partes. Quisiera dar las gracias a la productora privada valenciana Tornaveu. Con ella iniciamos una gestión de productoras públicas y privadas. Nuestro deseo, desde el punto de vista de la Institución, es que podamos seguir con otros proyectos.

Tornaveu, en boca de su representante Jean Carles Dauder (Joan), valora también positivamente esta colaboración:

  • Ha sido interesante producir  Un cuento de invierno, el último texto de Shakespeare. Se recupera un texto clásico. Es también interesante por la lectura y modelo artístico creado por Magüi y por la versión de Sanchis Sinisterra.

PROSA POÉTICA PARA
EL VERSO DE SHAKESPEARE

Primero fue el proyecto y posteriormente fue el convencer a Sanchis para que la emprendiera con la versión que ha preferido la prosa poética al verso. Por lo general a Shakespeare, en España, se ha representado en prosa.

  • Y en Europa también – apostilla Magüi pues el verso de Shakespeare no funciona en otros idiomas. Es difícil una traducción en verso, debido a la musicalidad. Sanchis ha construido una prosa poética de gran riqueza y al no utilizar el lenguaje actual, tiene, también su propia música.
     
Will Keen, el actor inglés que encarna al rey Leontes, rey de Sicilia, precisa acerca del verso último de Shakespeare.
 
  • Hay que tener en cuenta que el verso de los últimos textos de Shakespeare, está más fracturado y más loco. En esta obra que habla de la locura, sigue esa línea. la traducción es excelente y correcta al no intentar mimetizar el original, mediante un verso traducido literalmente. Lo que se ha hecho es limpio y claro, siempre utilizando las imágenes de Shakespeare. No hay confusión lingüística.

WILL KEEN

La realidad es que las obras extranjeras en verso, al traducirlas al castellano, pasan a prosa poética. No suele suceder así en catalán, porque según Calixto Bieito con motivo de su montaje de Peer Gynt, texto que mandó traducir en verso:

  • Ibsen en catalán – aclara Bieito - suena muy bien, pues el catalán se adapta muy bien al verso corto. El castellano lo tiene peor pues es un idioma de frases más largas.

EL ÚLTIMO SHAKESPEARE
A TRAVÉS DE LOS OJOS DE UNA MUJER

Lo que llevó a Magüi a fijarse en este peculiar “cuento” ha sido el meollo de la historia que, en realidad, se reduce al maltrato y entronca con la violencia de género.

  • He querido contar un cuento – revela Magüi -, el mismo que cuenta Shakespeare: un cuento que el genial autor leyó en un viejo libro, novela Isabelina, que alguien escribió de una vieja historia, y que a pesar de todo y de todos, hoy parece sacado de una página del periódico que recogemos a la salida del metro cada mañana.
     

WILL KEEN / LUCÍA JIMÉNEZ
FOTO: JORDI PLA
Una mujer embarazada acusada de adulterio, maltratada físicamente y emocionalmente por un hombre, su marido, muere inocente. Su bebé, una niñita preciosa nacida en prisión, es entregada a los cuervos y a las fieras para que la devoren. El hijo adolescente muere de pena. Pero el final es feliz. El marido se arrepiente, su mujer vuelve y perdona a su marido, la niñita se ha salvado…, y el marido se ha arrepentido.

La primera parte de la historia pertenece a la crónica negra de la vida misma. El desenlace es propio de los cuentos de “colorín colorado”.

  • Como he dicho antes, es un cuento – corrobora Magüi -, porque no es la realidad como sucede en todos los cuentos. Los hombres no piden perdón. Este es el único que Shakespeare llama “cuento”. Sus otras obras también parten de “cuentos”, pero no lo dice. Esta es una obra de madurez, trasgresora y libre. Me golpeó tanto que tenía que contarlo hoy y desde un escenario. Después estaba el hecho de dirigirlo que consistió en convencer para que todos contásemos la misma historia. A ello se añadió el contar con un actor inglés. Nada mejor.
 

MAGÜI MIRA

WILL KEEN: EL AROMA DE SHAKESPEARE


WILL KEEN (THE CHANGELING)
FOTO: KEITH PATERSON
El actor inglés es el ya mencionado Will Kleen. Está considerado como un uno de los actores de más prestigio en el Reino Unido. Ha sido protagonista en montajes de diversas compañías y teatros británicos: Royal Shakespeare Company, National Theatre, Shakespeare’s Globe Theatre, Almeida Theatre. Su fama se ha consolidado por las excelentes interpretaciones de personajes shakesperianos. En España lo hemos podido ver en The Changeling, producción de Declan Donnellan para la compañía Check By Jowl en los Veranos de la Villa de Madrid de 2006, en el Teatro Español. Con anterioridad había pasado por Barcelona y el Festival de Almagro.

  • Estoy superagradecido de estar aquí – confiesa Will, que habla perfectamente el español y si, prácticamente, acento -,  y gracias por haber puesto vuestra fe - la de Magüi, Tornaveu y las instituciones valenciana y madrileña - en un “guiri”. Espero no ser molesto. Esta obra es de las últimas obras de Shakespeare, cuando Inglaterra salía de una guerra religiosa muy violenta. Habla de la reconciliación a través de los jóvenes. La hija de Shakespeare era católica y se   casó con un protestante. Shakespeare creía en las posibilidades de reconciliación y eran las nuevas generaciones las que podían superar las rencillas de sus mayores. Magüi tiene razón cuando dice que los hombres no piden perdón, pero el artista, en este caso Shakespeare, creía que era posible y que valía la pena luchar por la superación a través del arte.

WILL KEEN / LUCÍA JIMÉNEZ
FOTO: JORDI PLA

El haber elegido a Will Keen aparte de su gran experiencia como actor es según Santiago Fisas:

  • Un ligero acento que viene bien a su personaje Leontes. Pero lo que importa es su experiencia teatral en la línea de lo que vimos en el Festival de Otoño de 2005 con Royal Company, cuando nos brindaron los clásicos españoles. Recuerdo una anécdota con José Luis Gómez. Yo salí eufórico de la representación. A José Luis le vi tristón. “¿No te ha gustado?”. , me respondió, lo que sucede es que es triste que tengan que venir los ingleses a enseñarnos cómo debemos hacer nuestros clásicos.
     

WILL KEEN
FOTO: JORDI PLA
 
  • Es un acento – completa Magüi -, en doble sentido. Uno el lingüístico y otro su manera de hacer, que a veces nos pone contra las cuerdas. Después está el lingüístico, inevitable, pero maravilloso en un Rey. Al fin y al cabo las monarquías al no ser de los lugares en que gobiernan tienen un acento. Lo tienen nuestros borbones. No desentona.

 

  • Y es lógico – añade Will. Es un rey educado en otro país y por lo tanto esa lengua es un segundo idioma. Yo no lo haría si fuera un hombre que ha sido educado en su propio país. Espero que el acento no choque sino que define mejor al personaje. Está perdido en su propia isla.

Tanto el trabajo actoral de Will Keen como el expresarse en otro idioma que no es el suyo es lo que le tiene fascinada a Lucía Jiménez.

  • Admiro profundamente su trabajo y la verdad del texto, el cual nos llega perfectamente. Lo cual es muy difícil cuando no es tu idioma. Yo he tenido que hacerlo en inglés en cine y es muy difícil. Y eso que en el cine se para y se repite. Para mí es alucinante cómo maneja el lenguaje y su poder de comunicación. Su trabajo como actor es brillante.

Lucía se dirige a Will, después de lo dicho:

  • Quería que lo supieras.

EN VEZ DE COHIBIRME
KEEN HA POTENCIADO EL MONTAJE

Tras tantos elogios la consideración es obligada. Genios así pueden intimidar o cohibir.
  • No, no me he sentido cohibida responde Magüi. Ha sido fascinante. Ha potenciado el montaje. Lo que sí es cierto es que es implacable, cabezota y sabe más que nadie. Esto me ha hecho que pasase noches sin dormir, pero esta experiencia no la cambiaría por nada del mundo. Me gusta el riesgo y esto ha sido un gran riesgo. No nos conocíamos. Fui a Londres y ahí comenzamos a tantearnos preguntándonos mutuamente. Ha sido un gran riesgo.

 


JORDI BRUNET/LUCÍA JIMÉNEZ
FOTO: JORDI PLA

El ser cabezota es confirmado por el propio Will.

  • En efecto, lo soy y esto para bien y para mal. Pero estoy encantadísimo y siempre es un gozo trabajar con un director o directora que es actor o actriz. Cuando se da esta unión de roles, quien dirige tiene interés en el proceso que es lo que nos interesa a los actores y no tanto a los productores. Y hay otro gozo, el haber sido dirigido por una mujer, lo cual no es habitual en Inglaterra.

Este ser dirigido por una mujer, en opinión de la propia Magüi le confiere una visión distinta de si lo hubiera dirigido un hombre:


ISIDRO RODRÍGUEZ
/JAIME LINARES
FOTO: JORDI PLA
  • La diferencia está en los propios referentes. Hombre y mujer somos diferentes. Hay un coktail hormonal diverso. Como también lo es con respecto a los homosexuales. Cada uno de nosotros es un ser humano, con independencia de nuestro estado hormonal, pero las mujeres nos asomamos a la vida de modo diferente. No es ni mejor ni peor, sino diverso. Un corazón femenino capta y transmite este texto de un modo diferente. La diferencia existe. Hay que sumar esas diferencias de hombres y mujeres de modo adecuado para luchar en esa guerra.

La guerra se llama violencia de género.

Magüi confiesa haber visto otras versiones, lo cual no le preocupa, como sucede con otros directores que no gustan de tener influencias.

  • Me gusta conocer todo lo que pueda y no me preocupa si me influye o no. Si puede aportar algo a la dirección eso es lo bueno que tiene. El oficio lo estoy aprendiendo. Es la séptima dirección desde que comencé el año 2000. Lo que yo puedo aportar siempre es lo personal.

Magüi Mira (Valencia) es niña de posguerra. Estudia en la Universidad de Valencia y como actriz en Barcelona. Como intérprete lleva 25 años y llega un momento en que la dirección le tienta y a partir del 2000 la emprende con diversos títulos:

  • 2001:  Top Girls (Caryl Churcill)
  • 2002: El Perro del Hortelano (Lope de Vega)
  • 2003:  Morocco Bar (Carles Mira)
  • 2003:  Master Class (Terence Mc Nally)
  • 2004:  El Censor (Anthony Nielson)
  • 2005:  La luna de lluvia (Colette)

LUCÍA ES HERMIONA Y PERDITA

Lucía Jiménez interpreta dos papeles Hermiona, reina de Sicilia y Perdita, hija de Leontes y Hermiona. Por lo tanto, madre en la primera parte e hija en la segunda. No es frecuente este doblete. Lucía encarna pues a la antigua y la nueva generación. 

WILL KEEN/LUCÍA JIMÉNEZ

 JORDI BRUNET/LUCÍA JIMÉNEZ

HERMIONA

PERDITA

FOTOS: JORDI PLA

  • Es uno de los retos hacer los dos papeles – reconoce Lucía -, pero es muy interesante. Son dos papeles que nada tienen que ver, a pesar de que sean madre e hija, porque han tenido una educación diversa. Hermiona es una mujer muy enamorada de su marido, a pesar de ser un tirano. Le quiere tal como es. Leontes no se porta muy bien con ella. Lo que me llama la tención es que en el siglo XVII ya se hablase de este tema. Nosotros creemos que habíamos descubierto la pólvora y no es así. El personaje de Hermiona resulta muy actual  y tiene que ver con Perdita, su hija, y con su hermano que es un payaso, vive feliz. Al tener que interpretar a Hermiona en la primera parte y en la segunda vestirme de Perdita, es como jugar. Me gusta mucho la función.

JULIO SALVI
FOTO: JORDI PLA

Estos dos papeles los califica Lucía de magia:


PACO VILA/ BALBINO LACOSTA
PACO ALEGRE
FOTO: JORDI PLA
 
  • Me llegó de forma mágica. Tenía ganas de hacer teatro. Una vez que lo pruebas lo deseas. Deseas el directo. Sentí en un momento concreto el deseo de hacer teatro, y en ese momento me llama Magüi y ya hablamos. Me gustó mucho el modo cómo quería contar la historia y después estaba Will Keen. Estábamos como locos. El proceso de trabajo ha sido precioso, pero no ha acabado, pues hay miles de funciones con las que seguir. Cada noche será un regalo para el público, ya que Magüi ha hecho una función preciosa que pone los pelos de punta.
  • Los pelos de punta los ponen ellos, los actores – ataja Magüi que son lo que la hacen.

LA VOZ Y EL VESTUARIO PROTAGONISTAS

El teatro de Shakespeare era más bien un teatro de actores. Importa la voz y el vestuario. Se potencia menos la escenografía. Aquí el tratamiento ha sido similar.

  • Domina el actor y el texto -  precisa Magüi. Es dejar fluir un texto brillante con una maravillosa versión de Sanchis. Hay unos vestidos excelentes de Helena Sanchis y una fantástica iluminación de José Manuel Guerra, que es la mejor escenografía.
     

FOTO: JORDI PLA

No es casual este tema sobre la mujer en manos de Shakespeare y para ello Magüi se apoya en una de las frases de Hermiona:

“La verdad de una mujer
tiene tanto valor como
la verdad de un hombre”


José Ramón Díaz Sande
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