ROBERTO ZUCCO
de
BERNARD – MARIE KOLTÉS
en el
CENTRO DRAMATICO NACIONAL
de MADRID
de la mano de
LLUIS PASQUAL
FOTOS: ROS RIBAS |
”ROBERTO ZUCCO, UN PERSONAJE COMPLETAMENTE AMORAL, PORTADOR DE
LA AMORALIDAD QUE CARACTERIZA NUESTRA ÉPOCA”. |
Bernard-Marie Koltés fue un autor familiar en España, cuando se
abrieron las puertas a una cultura más amplia. Se estrenaron
varias de sus obras:
Combate de negro y de perros (1990)
En la soledad de los campos de Algodón (1990)
De noche justo antes de los bosques (1992)
Muelle oeste (1994)
Roberto Zucco
Si se atiende a los años de su estreno en nuestra nación, hay
que barruntar que otro motivo obligaba a familiarizarnos con
Koltés. Su prematura muerte – tenía sólo 41 años – en 1989, daba
pie, por la actualidad, a que se recurriera a él.
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Roberto Zucco es su obra póstuma. La dirigió Peter Stein en
Berlín, poco tiempo después. Lluis Pasqual la abordó en su etapa
del Lliure y ahora vuelve a ella.
- “Desde la primera lectura me sentí fascinado por
Koltés. Como
los grandes autores, Koltés nos deja acuñada en su texto una
implacable metáfora: el mundo es una cárcel, después de un muro
hay siempre otro muro; uno sólo se puede escapar hacia arriba,
hacia lo alto.
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El propio Koltés, parece ser que se quedó fascinado por la
personalidad de Zucco: un asesino en serie sin escrúpulos que
mata gratuitamente. El personaje real surgió de la crónica
negra. En torno a él un mundo de marginación: chulos, putas y
demás gente del gremio… lo que sucede es que Koltés como hizo
Lorca con aquella crónica negra del asesinato de una novia a
punto de casarse - que tituló Bodas de Sangre - , trasciende la
mera crónica y le inyecta una intensa poesía en un descarnado
realismo. De ahí surge un héroe de nuestro tiempo. Koltés no
trata de justificar o de buscar una explicación a los
reiterativos crímenes de su protagonista. Roberto Zucco se
convierte en un poema “de rabia y desesperación de un personaje
que huye de sí mismo y de la sociedad que lo enajena”
- “Zucco es
una búsqueda permanente de la verdad como su
antecesor Hamlet.
– puntualiza Lluis
- Quiere realizar sus actos sin ningún
escollo y al mismo tiempo desaparecer, “ser
transparente”. Es la neurosis de nuestra época:
somos conscientes de todo lo que ocurre en este
mundo, y al mismo tiempo el querer no saber nada,
desaparecer. En este fulgurante poema Koltés
ha conseguido crear el último gran personaje del
teatro contemporáneo. No es un héroe, no es un
antihéroe. Y es este extraño equilibrio el que da su
carga emocional al personaje y a toda la obra. Un
personaje completamente amoral, portador de la
amoralidad que caracteriza nuestra época”.
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La puesta en escena de Lluis Pasqual la define como una
“aventura por no hacer nada. Ante un poema tan grande, lo mejor
es no molestar”
UN ZUCCO DETRÁS DE OTRO
Del Lliure al 2005 han llovido muchos años. Lluis admite que,
indudablemente, han cambiado los montajes de Zucco.
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- “Uno no puede
pasar indemne al pasar por Genet, Zucco
y autores o títulos de similar calibre. Son como
puertas que se van abriendo y nos quitan engaños,
cataratas en los ojos… Es lo mismo que pasa con
Chejov,
que siempre sorprende. Son autores que ponen en boca
de sus personajes frases, en principio inapropiadas
pero que consiguen ir más allá de la vulgaridad,
aunque lo que diga es una trivialidad. Siempre
recordaré la frase de Liubov Andreevna en
El jardín de los Cerezos de
Chejov.
Todos intentan que no vea al preceptor de su hijo,
hijo que se ha ahogado. No pueden evitarlo.
Cualquiera de nosotros pondría en su boca una
desesperación, un reproche o no sé…
Chejov
simplemente le hace decir algo inesperado
“¡Que feo te has puesto, se te
ha caído el pelo!” Esto nunca lo diría un
personaje de cartón piedra. Con Zucco sucede
igual, suelta frases que uno no se las espera. Esto
es lo que produce esa sensación de movimiento, algo
que también lo da la música”.
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Roberto Zucco, en realidad, es una obra oscura, tétrica con un
gran tremendismo. No obstante el montaje de Lluis irradia
luminosidad. Esto lo consigue porque los poetas, en opinión de
Lluis:
- “son lúcidos. Saben que no tienen la verdad y por eso no son
pedantes y sobreviven con sentido del humor. Koltés es un poeta
y tiene ese sentido del humor, como sucede en la escena de dos
guardias de seguridad que se ponen a hablar de pollas. O bien la
frase de la hermana de la chiquilla (Carmen Machi) cuando dice:
“Lloro a la misma hora para llevar ventaja”
Esta frase que subraya Lluis, es curioso que, de modo similar se
encuentra en Enrique Jardiel Poncela, cuando su Francisca en
Usted tiene ojos de mujer fatal (1931) dice algo parecido:
“Yo lloro todas las tardes de cinco a seis”
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- “Zucco tiene una parte lírica, pero intentando que no se
pierda el sentido del humor”.
UN DESCUIDO Y ZUCCO
SE TRANSFORMA EN UN SAINETE
Uno de los valores que destaca Gerardo Vera -
“soy el que ha
visto el espectáculo más veces” - y que le llena de asombro en
este montaje de Roberto Zucco, es que:
- Es una obra con un tipo de personajes (chulos, putas,
borrachos…) que si se leen superficialmente bordea el sainete.
Lluis lo ha leído con gran modernidad y nunca te remite a una
comedia de costumbres, en lo cual sería muy fácil caer. El
aliento poético que Lluis le da, sobrecoge. En esta línea los
actores están espléndidos.
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UN AMPLIO REPARTO
Extenso es el reparto (24 actores) a pesar de los “dobletes”. Y
variopinto por lo que respecta a las generaciones. Rostros de
toda la vida en el teatro y otros que han entrado en nuestras
casas a través de las series televisivas.
Muy veterana, retirada del teatro hace tres años y al que sólo
acude como espectadora en los estrenos con sus flameantes
cabellos de un escandaloso rojo artificial, a punto de ser
peluca, quiere aclarar su presencia en este Zucco. Es
María
Asquerino:
MARIA ASQUERINO |
- “Quiero
aclarar que me he retirado y el haberlo
dicho y hecho en estos tres años no es
solamente un modo de hablar o porque no me
ofrecían nada que valiese la pena. Me he
retirado de verdad, lo que sucede es quién
se resiste al
María
Guerrero, a Zucco, a la
Compañía, a Lluis Pasqual y a
Gerardo Vera. Es demasiado acoso. Y
después está este actor guapísimo, que me
hace unas cosas… ¡eh! ¡Cuidado… me las hace
en escena! Hago un papel muy pequeño y es
una suerte porque en esta ocasión son las
otras damas las que tienen que estudiar. El
papel es tan pequeño que soy la única que
puedo ver toda la función desde el patio de
butacas. Y cuando la veo, lloro. Es una
función maravillosa”.
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Sobre Lluis Pascual, con el que “nunca había trabajado”, lo
define como regañón, pero que también
sabe gastar bromas.
Ese ser tan “guapísimo” que le
“hace unas cosas” a la
Patrona
(María Asquerino), se llama Roberto Zucco y en la vida de a pie
Ivan Hermes. Su rostro es familiar en el mundo televisivo a
través de series como Al salir de clase, Policías, Hospital
Central, Cuéntame… También el cine le ha fotografiado y el
teatro ha acudido a él con el monólogo de Martí Pera Ferrer
La
última silla; Panorama desde el Puente de A. Miller (versión de
Miguel Narros) y El amor de Fedra de Sarah Kahn (versión de
Carlos Marchena). Posee una personal idea de lo que es ser
actor:
- “Me metí en esta profesión porque tenía ganas de gritar”.
Una señora elegante es
Mercedes San Pietro (no necesita
presentación). Sin entrar en su elegancia de todos los días,
aquí está obligada a serlo porque así lo requiere el autor
Koltés.
- “Estoy muy contenta y feliz de estar en esta casa, donde he
vivido los dos mejores años de mi vida. Mi personaje es
fantástico. Pocos textos contienen formas que te hablen tan
lúcidamente de la vida real. Roberto es una víctima de este
mundo tan absurdo”.
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IVAN HERMES
MERCEDES SAN PIETRO |
Un rostro harto conocido y que hace caer en el garlito a
cualquiera que la vea es Carmen Machi. Ya saben “Siete Vidas” y
ahora “Aida”. También 5 mujeres. Com. Y si no lo saben pues
asómense al televisor en busca de sus series. Ha entrado en
nuestras vidas a través de la comedia de situación televisiva en
un papel cómico, a pesar de que su Aida televisiva es el
resultado de una sociedad que le ha dado pocas oportunidades. Es
como antes se decía en los repartos: la “cómica”. Aquí se tantea
la ropa porque tiene que cambiar de registro:
CARMEN MACHI
AIDA FOCH |
- Estoy
supercontenta de hacer esta función
extrañísima. Es un regalo el hacer la
hermana – hermana de la chiquilla
– pues es un personaje muy rico y me
permite sacar mi perfil dramático de mi
faceta como actriz. Agradezco a Lluis
este regalo. No es fácil ese papel
porque si te pasas… pues te pasas y si
no llegas haces la “mamarracha”.
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De Reus es Lluis Pasqual y de Reus es Aida Folch. Hace “la
chiquilla”,
- “Es la
primera vez que hago teatro. Le tenía
bastante miedo de no llegar. Pero me
siento muy contenta con mis compañeros.
Me encanta el texto y espero que guste
la obra. Y en cuanto a mí, pues a
seguir”.
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AIDA FOCH |
“NO HE QUERIDO ILUSTRAR EL TEXTO”
Quien respira así es Frederic Amat, el escenógrafo. Tiene una
larga trayectoria teatral junto a Lluis Pasqual. Su trabajo
escenográfico lo define como el de:
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- “Un
francotirador. Yo soy pintor. Me
estimula más poder crear una poética y
la escenografía también la concibo bajo
ese punto de vista. Roberto Zucco
tiene un gran peligro desde el punto de
vista escenográfico: limitarse a
ilustrar el texto. En cada Zucco
que hemos montado
– tres
en total –
Lluis Pasqual descubre un
nuevo halo poético. Así que en cada obra
hay una visión diferente. Apenas si hay
escenografía, pero sí ha habido un
trabajo muy complicado, ya que hemos
intentado no ilustrar el espacio sino
sugerir ese espacio”.
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A KOLTÉS LO CONOCÍ EN PARÍS
La vocación teatral de Koltés (Metz (Francia) 9 de abril de 1948
– 15 de abril de 1989) le surge a través de María Casares.
Hija de Casares Quiroga que, junto a su familia, con el régimen
de Franco tuvo que exiliarse. Allí desarrolló una gran carrera
como actriz y volvió a España, cuando se abrieron las puertas de
la democracia. Interpretó El adefesio de Rafael Alberti, bajo la
dirección de José Luis Alonso, y lo que llamaba curiosamente la
atención es que, a pesar de tantos años en el exilio francés, al
hablar en castellano denunciaba su origen gallego. La cantarina
melodía galaica adornaba sus palabras.
Pues bien, tras esta digresión, María Casares fue la que
introdujo a Koltés en este mundo de los cómicos.
Bertand-Marie Koltés |
“Fui por primera vez al teatro ya muy tarde:
tenía veintidós años. Vi una obra que me
emocionó mucho, y que he olvidado,
- se trataba de Medea, bajo la dirección de
Jorge Lavelli -
pero con una gran actriz, María
Casares. Me impresionó, y enseguida
me puse a escribir una obra a partir de
"Enfance" de Gorki
y la monté con unos compañeros. Fue en
Estrasburgo. Hubert Gignoux
la vio y me propuso que entrara en el TNS
(Escuela del Teatro Nacional de
Estrasburgo). Allí seguí escribiendo obras y
montándolas con alumnos actores. Así pasaron
ocho años, sin que ninguna de mis obras
fuera estrenada en un verdadero teatro.
(entrevista a B-M Koltés por Jean-Pierre
Han, Europe, 1983). |
No obstante no entrará de lleno en este mundo sino hasta 1977,
cuando estrena su primera obra: De noche justo antes de los
bosques. Se atreve también con la dirección ayudado por Yves
Ferry. El estreno fue en el Festival de Aviñón. Éxito como nuevo
autor y director y gira por París, Edimburgo. Múnich, Londres y
Copenhague. A partir de entonces se suceden los títulos a
estrenar:
1982: Combate de negro y perros
(Nueva York y dos meses después
en París).
1986: Muelle Oeste
1987: En la soledad de los campos de algodón.
1988: Regreso al desierto (le consagra definitivamente
como
dramaturgo a nivel internacional).
1989: Muere dejando escrita Roberto Zucco. |
En tan sólo 12 años de vida como dramaturgo, Koltés consiguió
una producción teatral interesante. Lluis Pasqual lo conoció en
París:
- “Lo conocí en una cena. Yo estaba un poco fuera de lugar y
durante la cena
no hablé con él. Llegado un momento topé con él y me dijo.
“¿Te aburres”?
“Sí”, respondí
Salimos por la noche y estuvimos paseando hasta
las siete de la madrugada por París. No hablamos nada de teatro,
sino de multitud de cosas de la vida. Posteriormente volví a
encontrarlo y me dijo algo que me resultó curioso:
“me gustan más mis obras en mexicano y en brasileño que en
francés. El francés es una lengua muy académica y mis obras
tienen mucho de meridionales. Poseen esa música meridional de un
francés mal hablado, pero eso no se permite en francés. El
mexicano y el brasilero, poseen esa musicalidad. Y mis obras sin
esa música meridional pueden resultar banales”. |
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