EL SUR
de
Victor Ullate, los Morente y Mario Gas

EL SUR ES LA VIDA Y LA MUERTE
DE UN HOMBRE Y UNA MUJER.
EL SUR ES AMOR

Esta fue la primera noticia que tuve de El Sur, cuando en Julio de 2005 entrevistaba a Piotr Czubowicz, bailarín del Ballet de Víctor Ullate. Pero los datos eran escasos: tema andaluz y el flamenco de por medio. Algo no casaba, tras las declaraciones de Piotr, a la pregunta de si sería capaz de bailar flamenco:
 

Lo que no casaba era que estuviese ensayando El Sur, para bailarlo, una vez que todo sonaba a flamenco. Pero es la misma pregunta que nos hicimos cuando Víctor se descolgó coreografiando El Amor Brujo (1994), con sus bailarines, avezados en el clásico y neoclásico.

• El tema es muy andaluz. – confirma Víctor Ullate ( 9 de Mayo de 1947, Zaragoza) - Siempre he estado muy vinculado al sur: por sus raíces, por su folklore, su música. Me gusta mucho Lorca. De niño estaba en un grupo de jota en el que también actuaba Fernando Esteso, pero yo quería bailar flamenco.

No obstante, el flamenco quedó en el deseo, porque sus padres lo metieron en la Academia de María de Ávila, en Zaragoza y se adelantó a la película Billy Eliot

• Era una escuela de niñas bien. Y allí estaba yo, a mis 12 años, el único chico, rodeado de tutes.

El paralelismo con la película, de alguna manera, es hasta con su padre que no acababa de ver claro la orientación del chico. En alguna ocasión Víctor ha revelado cual fue el detonante que decidió a su padre apoyarlo. Eran épocas en que los feligreses se dejaban aconsejar por el elemento clerical. Mi padre escribió a un cura para consultarle, pero cuando el cura le dijo: ”¡Cómo va a dejar a su niño ser bailarín!”, mi padre decidió llevarle la contraria.

El flamenco comenzó a quedarse en el horizonte. Cuando Víctor tenía 16 años, la llegada de Maurice Béjart con su compañía del S. XX, terminó por ocultarse tras ese horizonte. Rumores hablaban de que Béjart buscaba bailarines españoles.

• Bailarines para su Bolero de Ravel, pero yo no lo sabía. Me presenté en el Teatro de la Zarzuela y dije que estaba allí para hacer una clase con ellos. ¿Sabes que hora es? – me dijo Béjart -. “Pues no tengo ni idea”. “Es la hora de comenzar el espectáculo” Me respondió que no tenía tiempo y que yo era muy pequeñito. Mi desesperación fue enorme. Me planté delante de él y le dije que yo le podía demostrar cuánto valía el pequeñito y me permitiese hacer una pirueta y jugar si tengo condiciones o no. “Sube al estudio y si tengo tiempo te veo”. Subió, me vio y me dijo: “No te canses, vuelve a bajar al escenario”. Delante de toda la compañía del Siglo XX bailé todo lo que sabía. Me tuvieron que decir tres veces que me parase porque parecía una peonza

Contratado por Béjart (1964), el flamenco se fue alejando cada vez más en su mundo interpretativo. Tomadas las riendas de su propia compañía (1988) y metido a coreógrafo encontró un nuevo lenguaje para el flamenco y surgieron títulos como Arraigo (1988), De Triana a Sevilla (1992), El amor brujo (1994), Solea Taleta (1998), Seguiriya (2000). Casi podría decirse que ha creado un lenguaje, por donde también puede transcurrir el flamenco. En El Sur ese acercamiento al mundo andaluz y al ritmo flamenco es como más consciente y novedoso:

• No he querido meterme en la escuela bolera – aclara Víctor -, en la castañuela y la pandereta a secas, sino que he pretendido ofrecer a través del baile una España moderna y elegante. Se trata de una fusión de ballet, danza española y contemporáneo. Así que se caracteriza por una forma especial de elaborar los pasos de cada uno de estos estilos.

LORCA, LA ACTUALIDAD DEL TEMA,
EL CANTE Y LO NEOCLÁSICO

En diversas ocasiones Víctor ha manifestado su admiración por Lorca y su mundo. Algo de eso hay en este SUR, que, por otro lado, parece ser un homenaje al estilo que deseó y no interpretó a lo largo de sus 14 años como primer bailarín en el Ballet del Siglo XX de M. Béjart.

• No soy flamenco, pero soy un coreógrafo que ama el flamenco. Desde hace años he querido hacer algo con mi pasión por el sur. Es fruto de mi pasión por el Mediterráneo, por el sol, por el fuego, por su gente, por sus costumbres, por su carácter, por su alegría, por su arte, por su sentir… Fruto de mi pasión por el sur nace este Ballet.

La historia rondaba por la cabeza y, en estos últimos años, es tema habitual en los periódicos, teatro, cine y televisión: la violencia de género, pero con una esperanza.
 

FOTO: JESÚS VALLINAS

Esta es una historia de amor y de entrega. Pero también es una historia de miedos, lamentos y odio. Es la vida de una mujer y un hombre unidos bajo una alianza eterna. Y de cómo esa unión se deteriora hasta alcanzar un agonizante estado de infelicidad, deseos no cumplidos, esperanzas perdidas, sueños rotos. Es también la ruptura de esa alianza para conseguir el renacer de una mujer, la recuperación de su propia vida, de su felicidad. Es el resurgir de sentimientos adormecidos, de emociones muertas, es el éxtasis en estado puro… Pero en brazos de otro hombre. Es a la vez la furia desatada de una persona contra el mundo que le rodea y el lamento de una vida llena de mentiras y odio; es la más clara representación del rencor, los celos y la pérdida de identidad. Y esta historia simboliza cómo ese estado puede acabar con la vida de lo que más se quiere y se desea.

Si se quiere resumir:
 

En la trastienda de la mente acudía el cante flamenco que terminó por concretarse en un apellido: los Morente, Enrique (padre) y Estrella (hija).

• Ambos me fascinan – confiesa Víctor. En general el flamenco me entusiasma: la voz, el cante, la música,… Mi admiración por Enrique y Estrella es enorme. Deseaba hacer algo con ellos, les conozco desde hace tiempo. Así que hablé con Enrique y le dije que quería hacer un ballet con él y con la voz de su hija. Así empezó todo.

EL FLAMENCO DE LOS MORENTE
PARTITURA Y CANTE PARA EL SUR

Tras esa primera charla, Víctor escuchó una y otra vez la música y el cante de los Morente. El convencimiento de crear un ballet sobre esos cantes fue cada vez mayor y no hubo duda acerca de “el viajar a Granada”, residencia de los Morente.

• Eduardo Lao – bailarín de la compañía de Víctor y Director artístico de la misma desde el 2001 – y yo viajamos juntos a Granada. Nos personamos en casa de Enrique y fue allí, hasta las cuatro de la madrugada, hablando sin parar de danza, donde saqué muchas ideas, Me dio muchísimo material.

Un mes y medio de intenso trabajo, a razón de 2 ó 3 horas y surge la historia bailada por más de veinte bailarines.

LOS MORENTE:
INVESTIGACIÓN SOBRE EL FLAMENCO
 

Enrique Morente (Granada 1942) es un compositor inquieto, artística y socialmente, y siempre abierto al diálogo con otras corrientes musicales. De ahí su marcada tendencia evolucionista que lucha por traer el flamenco al público del siglo XXI. Ha actuado, entre otros, en el Teatro Real de Madrid, Palacio de Bellas Artes de México, Teatro Olimpia de París, Lincon Center de Nueva York, Festival Internacional de Granada, Teatro Romano de Mérida, Palau de la Música Catalana... y ha realizado giras por Francia, Holanda, Alemania, Japón, Estados Unidos, Ibeoramérica y Rusia. En 1995 recibe el Premio Nacional de Música, que por primera vez se concedió a un artista flamenco y recibe el Galardón de Honor de los Premios de la Música en 1998.

Estrella Morente es esperanza del flamenco hacia una evolución.

• Reúne todas las condiciones necesarias: voz, afición, un sentido genial del ritmo, corazón e inteligencia, – precisa Víctor. Su voz dulce y privilegiada, arranca del flamenco puro y se empasta a la perfección con los acordes de jazz, blues o fado portugués.

Estrella Morente ha ofrecido recitales en solitario en las principales capitales españolas; ha colaborado en la compañía de Joaquín Cortés, y ha intervenido en las bandas sonoras de las películas Sobreviviré y Buñuel y La mesa del Rey Salomón. Además ha ganado un Ondas a la mejor creación flamenca y ha sido candidata a un Grammy y a dos Premios Amigo. Su andadura profesional despegó de forma meteórica y sigue la misma trayectoria, dejando boquiabiertos a crítica y público.

Al proyecto se añaden dos consagrados: Pedro Moreno en el vestuario y Mario Gas como director escénico.

SIN LUNARES Y VOLANTES

Desde hace unos años los ballets flamencos han ido abandonando o estilizando los trajes de faralaes o los obligados lunares. Aquí el abandono es más llamativo. Pedro Moreno se encarga de crear un nuevo estilo para los personajes de El Sur
 

Pedro conoce mucho el tema flamenco, de la danza y el teatro – aclara Víctor. Es un fantástico profesional que se pone a disposición del bailarín y de sus movimientos. Para mí, los trajes tienen que bailar junto con el bailarín; por lo que los trajes estáticos no valen, deben tener movimiento. Pedro con la Compañía ha trabajado varias veces y lleva muchos años en esto. La verdad es que tiene unas ideas estupendas. Me encanta su trabajo, los colores que utiliza, los cortes. Hace que los trajes bailen solos.

FOTO: JESÚS VALLINAS

PEDRO MORENO

En el mundo de la danza Pedro Moreno ha desarrollado una creativa labor con sus trabajos de escenografía y vestuario: Compañía Nacional de Danza, Ballet Nacional de España, Ballet de Cuba, Ballet Víctor Ullate y Ballet de Antonio Gades. Sabe por lo tanto lo que necesita un traje para que pueda bailar. En el baile manda el movimiento – confirma Pedro – y eso es lo que he hecho. Aunque Víctor es muy amable cuando dice que mis vestidos bailan solos, nunca habrían existido sin no hubiera visto a los bailarines en el estudio trabajando. En cuanto al color, viene obligado por el drama de la narración.

Pedro no solo se ha limitado ha hacer que los trajes bailen, sino que también es el creador de la escenografía.
 

La coreografía de Víctor Ullate – advierte Pedro - es la síntesis de muchas cosas y tiene un aire de originalidad y elegancia que ha inspirado mi trabajo tanto en el vestuario como en la escenografía. Mi labor consiste en subrayar la armonía y la elegancia de los personajes, en un espacio en el que se va fraguando una tormenta. Ese es el «leit motiv» de la obra».

FOTO: JESÚS VALLINAS

EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
EN LOS BAILARINES

Mario Gas – actual director del Teatro Español y con un fructífero haber como actor y director – ha dirigido escénicamente la coreografía de Víctor.

• Es una idea – revela Víctor - que venía madurando desde hace mucho tiempo y, por fin, Mario Gas, tras ver un ensayo de mi nueva corografía, me confesó que no podía dejar escapar este proyecto y que estaría encantado de formar parte de él.

Es la primea vez que Mario se acerca al mundo de la danza y ello le ha tentado, además de la admiración que siente por Víctor.
 

MARIO GAS

Y me acerco con una gran humildad, porque la danza tiene su propio lenguaje. La propia coreografía ya muestra un mundo muy expresivo y con momentos líricos y trágicos, entonces mi labor ha sido transmitir a los bailarines que además del cuerpo tienen un rostro. Otro de mis trabajos ha sido armonizar la puesta en escena con la iluminación y el vestuario y buscar la emotividad y expresividad de los intérpretes.

Mario al asumir la dirección del Teatro Español (febrero 2004), ha abierto el coliseo a diversos géneros y entre ellos la danza.

• Pienso que un teatro no debe limitarse a un género. Lo he abierto a diversos géneros, planteamientos, nacionalidades y públicos.

El balance desde ese 2004 ha sido: 23 títulos diferentes sobre el escenario y un porcentaje de asistencia de más del 90%.

Al Teatro Español todavía no ha subido la Compañía de Víctor, pero parece ser que lo hará en breve, pues Mario manifestó:

• Como el Teatro Español tiene abiertas sus puertas a diversos géneros, también los tiene abiertos a la danza. Estoy manteniendo conversaciones con Ullate para que estrene en este escenario una nueva producción en la temporada 2006/07.

LA MUSA DE EL SUR: ANA NOYA

Lorca, los Morente y el maltrato a la mujer no sólo fue la inspiración, también hay una figura a la que Víctor le está especialmente agradecido: Ana Noya, primera bailarina de la compañía, aunque he comprobado que en la ficha técnica de la Compañía de Víctor Ullate, tales títulos no aparecen.
 

Tamara Rojo, Angel Corella, Joaquín de Luz, Lucía Lacarra, María Jiménez, Igor Yebra, Rut Miró… fueron alumnos aventajados de Víctor. Bailaron en su primera compañía (1988) y en la que después fue Ballet de la Comunidad de Madrid (6 de enero de 1996). Mientras esos grandes solistas levantaron el vuelo y triunfan fuera de España, Ana Noya ha permanecido en la Compañía de Víctor y El Sur ha sido para ella:

IGOR YEBRA Y ANA NOYA GISELLE (1995) FOTO: JESÚS VALLINAS y JESÚS CASTAÑAR

ANA NOYA como MERCEDES (DON QUIJOTE) (1997)

El Sur es un regalo para ella - revela Víctor. Desde el principio pensé en Ana por su expresividad, sus movimientos y dotes especiales. Cuando creas una obra como ésta lo haces pensando en unos bailarines que están presentes. Es un regalo que he querido hacerle en agradecimiento por estar en su país luchando, algo que es muy difícil.

También termina por ser un homenaje a su bailarines, porque, aunque todo coreógrafo siempre piensa en unos bailarines concretos para idear pasos y movimientos, en esta ocasión El Sur también ha sido construido para ellos y sus posibilidades.
 

COMPAÑÍA VÍCTOR ULLATE (2006) FOTO: JESÚS VALLINAS

UN SUEÑO

Para Víctor el ideal es que esos grandes solistas hubieran permanecido en su Compañía pero

• Si quieren ser reconocidos, tener mucho nombre y hacer carrera internacional tienen que salir fuera, aunque España sufra el hecho de no tenerlos. Cada uno piensa diferente, hay quien quiere seguir estando aquí y gente que prefiere salir, no por eso se es mejor ni peor. Creo que si tienes la necesidad de hacerlo, debes hacerlo. Y luego volver, como ha hecho Trinidad Sevillano o Tamara Rojo. También hay que respetar a otras bailarinas, que se han quedado con nosotros.

La nostalgia de la ausencia se compensa con una labor bien hecha:
 

FOTO: J. R. DIAZ SANDE (1983)

Es una gran satisfacción que mis alumnos estén triunfando en el mundo. Por donde voy siempre encuentro gente, y eso es muy halagador para mí. Es la recompensa para todos estos años de esfuerzo, de sacrificio, y por ello no me canso de repetirme: “tengo que enseñarles bien, porque de ello depende su futuro en la danza”... La docencia es algo que me apasiona y seguiré haciéndolo, porque es mi vida.

El ballet clásico es una asignatura pendiente en España y es una queja recurrente en boca de Víctor en casi todas las ruedas de prensa. En estos momentos no podría ser menos:
 

Si no se hace clásico en España no es por falta de talento sino por falta de dinero. El ballet clásico requiere muchísimo dinero, porque tiene que estar muy bien hecho y porque necesita unos bailarines – solistas y cuerpo de baile – maravillosos. En España los bailarines sobran. Llevo más de veinte años preparando alumnos. España sí tiene una Compañía de Danza Clásica, pero que no siempre hace repertorio clásico, porque supone un esfuerzo económico muy grande.

FOTO: J. R. DIAZ SANDE (1983)

En Ballets clásicos de gran envergadura Víctor se ha metido: Giselle (1995) y Don Quijote (1997). En noviembre de 2006 volverá al clásico con Copelia y en el intermedio tiene preparada Samsara para el Festival de Madrid en danza
 

VÍCTOR ULLATE (1983) FOTO: J. R. DIAZ SANDE (1983)

Con respecto a sus alumnos que hoy triunfan por el mundo, se consuela de su ausencia con el pensamiento de que…

• Creo que están agradecidos por haberles dado la base y la experiencia para ello. No todas las escuelas te ofrecen la oportunidad de bailar en una compañía.

Con todo, hay un sueño que le gustaría poder realizar:

• Mi sueño en esta vida sería poder reunir a las grandes figuras de la danza que hoy triunfan en las principales compañías del mundo y que han sido discípulos míos.