.:: Entrevista ::.

LA ILUSION

PIERRE CORNEILLE

TONY KUSHNER

Tony Kushner está por partida doble en Madrid: una como autor – Homebdoy/Kabul en el Teatro Español – y otra como traductor-adaptador con La Ilusión de Pierre Corneille (Ruán, 6 de junio de 1606/ París, 1 de octubre de 1684) en el Teatro de La Abadía.
 

FOTO: ROS RIBAS
José Luis Gómez – director del Teatro de La Abadía – ha depositado toda su confianza en Carlos Aladro, director de esta versión de La Ilusión y miembro desde 2001 del equipo artístico del Teatro de La Abadía, donde ya ha dirigido Garcilaso, el cortesano y Terrorismo.

  • No he visto los ensayos, pues me encontraba de gira – su interpretación de Playstrindberg -, pero he confiado en Carlos. Y es un placer que él la haya dirigido. Desde 2001 ha asistido a todos los espectáculos de esta casa y ha resultado un gran ayudante en la dirección. He venido para el estreno.

Carlos agradece la asistencia de José Luis y declina su responsabilidad:

  • En su inconsciencia no se ha pasado por los ensayos. El lo sabrá. A lo mejor, tras el estreno, esto da al traste con mi carrera.

Carlos y su “troupe” han gozado de total libertad. De todos modos, la confianza de José Luis depositada en Carlos, en principio, no es temeraria porque Carlos ha mostrado su eficacia en este coliseo.


FOTO: ROS RIBAS

LA ILUSIÓN,
PARTE DE UN PROYECTO LÚDICO

La Ilusión es la tercera producción del Teatro La Abadía en esta temporada y forma parte de una línea de trabajo.

  • El texto de Pierre Corneille está en la línea que nos hemos trazado de descubrir el aspecto lúdico del teatro – aclara José Luis -, a través de espectáculos que no sólo eran lúdicos. Bajo estos textos late la zozobra de vivir de un modo existencial y la de las relaciones humanas desde el ángulo del humor, el cual tiene una gran presencia, como lo tenía en El Portero y en Playstrindberg. La Ilusión es uno de los grandes textos de la literatura francesa como lo es La Vida es Sueño en España. Trata de las relaciones padre/hijo, que son muy afines a las de Tony Kushner, con lo cual casi termina por ser autobiográfico.

FOTO: ROS RIBAS
Los ingredientes que cocina Pierrre Corneille son padre arrepentido de su severidad; hijo díscolo y enamoradizo; amada y sirvienta que intercambian sus papeles; el eterno rival y el lunático Matamoros. Todos ellos se mueven en una visionaria cueva bajo la batuta de un hechicero. A partir de ahí la ilusión del amor/desamor, del teatro y la ilusión.
  • La Ilusión – precisa José Luis -, es un texto que muestra la fragilidad del hombre, según expresó Giorgio Strehler. El tema es el amor en su dimensión profunda y oscura, pero bajo esa ilusión que es el amor, existen una serie de intereses que hace que la ilusión sea turbadora. Con este texto Corneille se adelantó a su época al utilizar registros varios al mezclar géneros. Queríamos abordar un gran texto de partida lúdico y dentro de la dramaturgia europea, pero accesible. Esta accesibilidad la consigue Tony Kushner. Esta es una de las obras más representadas de Kushner.

TONY KUSHER,
EL CONTEMPORANIZADOR
DE TEXTOS CLÁSICOS

Tony Kushner es deudor de Betold Brecht y se confabula con Corneille para contarnos esta historia en la que un padre, abogado, acude al mago Alcandro para encontrar a su hijo huido de casa. El mago ante los ojos del padre hará aparecer una serie de visiones que muestran las peripecias de la vida de su hijo sus amores, intrigas y hazañas.

  • Kushner introduce un lenguaje fresco – advierte Carlos Aladro -, alejado del verso alejandrino de Corneille, que hace el texto más asequible. También introduce un enigmático personaje nuevo, el sirviente del mago, y una visión en la que resuenan las escenas de amor entre Calixto y Melibea, las cuales nos suena muy cercanas y al mismo tiempo son completamente nuevas. Kushner propone 8 actores en lugar de los 20 de Corneille, al mismo tiempo que aligera la trama que en el original es muy barroca. Kushner consigue hacerla más contemporánea.

LIDIA OTÓN/REBECA VALLS
FOTO: ROS RIBAS
  • Por nuestra parte – añade José Luis -, es una apuesta arriesgada. La simultaneidad de planos, en los que conviven realidad e imaginación, hace que sea un texto delicado en el que no es fácil encontrar el tono adecuado.

FOTO: ROS RIBAS
  • Esta contraposición del pragmatismo real y de la imaginación es, por otro lado, lógico en Corneille - aclara Carlos Aladro. Era abogado, pero se pasó toda la vida en el teatro. No se puede casar con la chica que ama y se va con otra que tiene más dinero. Era tacaño.

En la obra hay una doble relación: padre/hijo y padre/mago. El núcleo es una historia de amor contada en tres épocas: Primavera, otoño, invierno. Las tres épocas son de  Kushner, ya que Corneille pone dos.

  • Kushner añade el tema español de Calixto y Melibea, - añade Carlos -, lo cual está en consonancia con su formación de profesor de literatura, profesión en la que pensaba quedarse. La historia es una historia de amor en la que hay que elegir: el casarse por amor o por dinero. El conflicto es, pues, elegir a la persona que manda el corazón o elegir las cosas que manda la cabeza.  

La adaptación de Kushner es de los años 80, recién licenciado como profesor de literatura. Según Carlos:

  • En Ángeles en América ya hay mucho de esta Ilusión. Conviven ángeles y personas. Dos personas se encuentran en un sueño, una situación que es muy parecida a la de la Ilusión, aunque son dos registros diferentes. 

La virtud de Tony Kushner en las adaptaciones es que inserta elementos específicos y los contemporaniza. Subraya los aspectos interesantes para el público actual, hasta tal punto que consigue impregnarlas de su propia personalidad y hacerlas suyas sin perder las virtudes del original e incluso reforzarlo. El éxito de Kushner lo ha alcanzado tanto con sus propias obras como con las adaptaciones.

LA TRADUCCIÓN ESPAÑOLA,
EN LA LÍNEA DE KUSHNER


Miguel Sáenz
La traducción es de Miguel Sáenz, un experto ya que ha traducido todo el teatro de Thomas Bernhard y el de Bertold Brecht. Otros dramaturgos alemanes traducidos por el son: Weiss, Schwab, Dorso, Grass, Jelinek, Jonigk, Kroetz, Odón von Horváth. También los libretos de ópera están en su currículo: Mozart, Wagner, Berg, Henze. En 2006 se le otorgó el Premio María Martínez Sierra de la Asociación de Directores de Escena, por sus traducciones de Thomas Bernhard. Con anterioridad ya obtuvo otros premios: Premio Nacional a la Obra de un Traductor (1991) y Premio Europeo Aristeion (1998).
  • No es la primera vez que colabora con La Abadia – precisa Jose Luis. Lo hizo con su traducción de Urfaust de Goethe, dirigido por Götz Leopelmann, El señor Puntila y su criado Matti, dirigida por Rosario Ruiz y en esta temporada Play Strindberg de Dürrenmatt/Strindberg, dirigida por Georges Lavaudant y con la que estamos de gira.
  • La traducción de Miguel es muy buena y en consonancia con el estilo de Kushner – refrenda Carlos Aladro. Corneille compuso versos alejandrinos que son duros. Kushner recurre al verso inglés blanco y a la prosa. Miguel ha traducido el verso inglés blanco a nuestro verso libre, también, y a la prosa. Lo más curioso es que el lenguaje se va modificando y progresa según va evolucionando la historia. Al principio, para mostrar la inocencia se trabaja con versos que son ripiosos y a medida que avanza el dramatismo los versos son endecasílabos.

FOTO: ROS RIBAS

La traducción es muy fiel al texto de Kushner.

  • Sólo ha habido que adaptar los chistes o el refranero inglés al nuestro, en el contexto de la cueva que es lugar escénico. Alguna vez, pocas, hemos vuelto al original de Corneille, para ajustar algunas situaciones. 

LA ESCENOGRAFÍA
LA REALIDAD QUE NO ES

Para vestir la escena escenográficamente se ha recurrido a Dietlind Konold (Hamm, Westfalia) cuya residencia actual es Düsseldorf. Dietlind es valorada por José Luis Gómez:


FOTO: ROS RIBAS
  • Es de las grandes. Como escenógrafa posee una carrera profesional colmada. En Alemania trabaja en la ópera. Yo la tuve en La Velada de Benicarló (1980) y para el espacio escénico y vestuario de un Woyzeck (Teatro de la Plaza, 1976) que monté en América Latina.

Otros trabajos en España han sido: Espacio y vestuario para Coriolano de Shakespeare con dirección de Tony Roberston en el Festival de Mérida, 1986, y el espacio y vestuario para El libertino de Eric-Emmanuel Schmitt con dirección de Joaquín Hinojosa en el Teatro de La Abadía, 2003.

Desde el principio Dietlind quiso trabajar en la sala pequeña (Sala José Luis Alonso).

  • La Sala pequeña – advierte Dietlind -, traía dificultades pero las hemos ido remediando. Para mí siempre es una ventaja y un desafío el trabajar con un texto tan sofisticado como éste en el que hay que jugar con dos o tres planos al mismo tiempo. Ilusiones que aparecen y desaparecen. Ha habido que encontrar imágenes que enseñan la situación al espectador y que lo engañan. Mostrar una visión de la realidad que no es.
  • La gente entra en el teatro – desvela Carlos Aladro -, con una luz especial. Es como un rayo de luz que se ha colado por una rendija.

Dietlind Konold

Dietlind advierte:

  • No nos gusta explicar demasiado todo. Lo mejor es que la gente venga y lo vea.

LORENZO CAPRILE
DE LA MODA AL TEATRO

El vestuario lo firma Lorenzo Caprile, que últimamente se ha apuntado al carro de los teatreros. Suyo es el vestuario de la última versión de  Don Gil de las calzas verdes que ha estrenado el Teatro Clásico la temporada pasada y con el que obtuvo el Premio Adrià Gual. De aquella manifestaba su entusiasmo por poder trabajar en el campo del teatro y no solamente en la pasarela.
FOTO: ROS RIBAS
  • Lorenzo ha construido un vestuario mezcla entre lo contemporáneo y lo antiguo – especifica Carlos. Al desarrollarse la historia en tres épocas, el vestuario refleja esas tres épocas.

LORENZO CAPRILE
Lorenzo Caprile se formó como modisto en Nueva York y Florencia. Sus primeros trabajaos fueron para grandes firmas italianas. Diseñador de moda de renombre, su firma va ligada a los vestuarios de la Familia Real española y de sus séquitos. Premio de Honor a la Carrera del Instituto Politécnico Della Moda de Florencia, en el 2004 fue Premio Telva al mejor diseñador del año.

Comenzó su contacto con el mundo de las artes escénicas colaborando en el vestuario de cine, televisión y teatro. Su primer trabajo con más compromiso escénico fue para La Dama boba cinematográfica de Manuel Iborra. Con este vestuario obtuvo el Premio Biznaga de Plata en el Festival de Málaga 2006.

Vestuarios ajenos a la moda y al teatro han sido: el traje goyesco del torero Pepín Liria y la reproducción del uniforme  del siglo XX del Real Bibliotecario para el Museo de la Biblioteca Nacional.

MÚSICA PARA UBICAR EL ESPACIO
MÚSICA UN POCO LOCA

José Manuel Artero es el compositor de la música.
  • Están inspiradas – aclara Carlos -, en composiciones barrocas, otras de tipo contemporáneo, pop y, a veces, un poco gansa, porque el espectáculo tiene un punto de gamberrada. José Manuel ha colaborado con varios espectáculos del Teatro de La Abadía.

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Sus colaboraciones han sido: Garcilaso, el cortesano (2003) con dirección de Carlos Aladro ; El rey se muere (2004) de Ionesco con dirección de José Luis Gómez y Comedia sin título (2005) de F. García Lorca con dirección de Luis Miguel Cintra.

Sus obras han sido estrenadas en diversas ciudades y festivales españoles, así como en Hungría, Austria, Alemania, Italia y Estados Unidos. Las más destacadas son:

  • 2000:  Paisaje con incendio, para orquesta
  • 2004:  Epílogo a la ausencia II, para dos tríos en eco
    (Premio Encuentro de compositores del INJUVE
  • 2005:  El respirar de las estatuas, con textos de R.M.Rilke
  • 2005:  Sobre lo inútil perpetuo, para el centenario de Manuel Altolaguirre
  • 2006: Stanza del venti, para cuatro instrumentos.
    • Lo sonoro sirve para ubicar un espacio particular y onírico – aclara Juan Manuel Artero -, donde vive el mago y sus fantasmagorías. He compuesto una música distinta para cada escena y de un modo un poco loco. Oscila entre el realismo y lo espectacular.

José Manuel Artero

UN EQUIPO DE ACTORES
FRUTO DE AÑOS TRABAJANDO JUNTOS

Los ocho actores son: Mario Vedoya, Jorge Gurpegui, Jesús Barranco, Ernesto Arias, Rebeca Valls, Lidia Otón, Daniel Moreno y Luis Moreno.

  • Los actores – confirma José Luis -, son compañeros entrañables de esta casa, con los que llevamos años trabajando y espero que los sigan haciendo.

Mario Vedoya
FOTO: ROS RIBAS
Hay dos caras nuevas Mario Vedoya, una de cuyas ultimas actuaciones ha sido Sangre lunar y Jorge Gurpegui, cuyas últimas interpretaciones han sido La entretenida (2005) dirigida por Helena Pimienta, y las dirigidas por Eduardo Vasco: Amar después de la muerte (2006) y Don Gil de las calzas verdes (2006). Las tres obras son montajes para la Compañía Nacional de Teatro Clásico

La incertidumbre  ante este montaje que no ha podido tener el visto bueno final de José Luis Gómez, no es un riesgo para el director de La Abadía:


  • Uno puede confiar cuando la obra está avalada por los datos de la realidad del bien hacer de todos estos años y que resulta hermoso el que culmine en este montaje sin supervisión. Este teatro se ha ido haciendo con los años mediante los actores habituales. Todos nos hemos ido haciendo a lo largo de los años. En el caso de Carlos no he asistido a los ensayos en parte por la confianza que tengo depositada en él y porque intuía que era necesario un proceso de intimidad entre los 8 actores y el director. Pensé que no era bueno que yo apareciera por allí. Esa intimidad es algo generacional. Lo más importante del equipo es que Carlos sabía que se enfrentaba a un texto extraordinariamente difícil y que no tiene agarres como Ángeles en América.

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El que José Luis no haya estado presenta en el proceso de ensayos, no quería decir que su pensamiento no estuviera puesto en el mencionado proceso.

  • Intuía que podía salir pese a que mi impaciencia me pedía recibir información sobre el espectáculo, pero me contuve para pisar el escenario.

El montaje ha levantando el telón y Carlos Aladro sólo tiene palabras de agradecimiento:

  • Para con el equipo de actores sólo puedo tener palabras de agradecimiento. Ha sido un trabajo muy especial. No puedo hablar de cosas concretas por esa peculiaridad. Lo que sí estoy es muy orgulloso y satisfecho. Sí debo decir que ellos son un gran regalo para el público.


José Ramón Díaz Sande
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