CHIRIGÓTICAS
UN CARNAVAL DEPURADO Y
CRÍTICO
Título: Chrigóticas
Dramaturgia: Antonio Álamo
Letras: Ana López Segovia, “
La Chirigota De Las
Niñas”
Música: Luis Navarro, Javier Mora, Ana López
Segovia
Vestuario: Carmen Sánchez
Diseño de Iluminación: David Linde
Coreografía: Paloma Díaz
Ayudante De Dirección: Charo Sánchez
Fotografía: Agustín Hurtado
Diseño Gráfico: Pablo Caravaca, Fuen Salgueiro
Vídeo
Promocional: Nacho Piñar, Sergio Muñoz
Manzano
Producción: Verónica Sosa, Daniel Cascales
Intérpretes: Arantzazu Garrastázul (Jerena, Emigrante, Debo), Alejandra López Segovia (María Tsunami, Emigrante, Toñi),
Ana López
Segovia (Samara, Emigrante,
Esperansi), Teresa Quintero
(Amalia,
Emigrante, cari)
Dirección: Antonio Álamo
Estreno en Madrid:
Teatro Alfil, 5 – VIII - 2008 |

FOTOS: AGUSTÍN HURTADO |

FOTO: AGUSTÍN HURTADO |
El título del espectáculo nos transporta al
carnaval gaditano. Su característico humor y su tono se perciben en muchos
momentos de Chirigóticas, en los que
el desenfado, el ingenio, la inagotable vena satírica y los peculiares ritmos de enunciación propios del
habla gaditana y singularmente de su carnaval, impregnan diálogos, acciones y
personajes. Pero las escenas que
componen Chirigóticas no se
limitan a la estampa cómica
o al retrato satírico, sino que son plenamente situaciones
teatrales, elaboradas en lo que a la trama se refiere, perfiladas en cuanto al
dibujo de los personajes y ponderadas en lo que atañe a un diálogo, que
resulta inequívocamente dramático.
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Chirigóticas consta
básicamente de tres historias distintas, ensambladas con acierto, en las que al
humor, la observación perspicaz de la realidad y la sátira se suma un cierto
discurso crítico y una aguda introspección en comportamientos y conductas,
siempre desde un lenguaje teatral irónico, que evita cualquier pretensión de
gravedad, pero que no renuncia a sus posibilidades dramáticas. Sin embargo,
tras la evidencia de algunos motivos y hasta de algunos
lugares comunes, ha de advertirse la presencia
de un lenguaje teatral depurado e incisivo, ágil y eficaz. La elección de la ligereza como criterio y la
preferencia por un humor dislocado e irónico –hay momentos muy conseguidos e hilarantes-
no lleva consigo la falta de rigor en el trabajo compositivo, ni mucho menos en
el escénico. |

FOTO: AGUSTÍN HURTADO |

FOTO: AGUSTÍN HURTADO |
Antonio
Álamo
se ha ocupado de la dramaturgia y de la dirección, a partir de las letras de Ana López Segovia. Álamo,
uno de los autores teatrales más interesantes de su generación, ha sabido
compaginar a lo largo de su trayectoria un lenguaje de fuerte dramaticidad y
densidad intelectual con lenguajes satíricos y entrañables, emparentados
con la farsa y géneros afines. Aquí parece haber encontrado una magnífica
referencia en las propuestas festivas y plenas de imaginación procedentes de la
compañía. Es presumible que corresponda a Álamo la tarea de selección y
organización de los materiales, unos materiales que no están muy lejos de
algunas de sus propuestas últimas, pero que insuflan vitalidad y frescura
en su lenguaje. El resultado ha sido armónico y teatralmente estimable. |
La escenificación, limpia y austera, se
apoya casi exclusivamente en los textos y en el trabajo interpretativo. Las
cuatro actrices se mueven con soltura y fluidez en un tipo de lenguaje actoral
en el que se encuentran cómodas y que les permite poner de manifiesto los
aciertos de la propuesta. Su trabajo se muestra eficaz e incisivo, pero también elegante y pulcro, sobrio y limpio. No han recurrido en ningún
momento, y es digno de reconocimiento, a
excesos
o a soluciones fáciles o a complicidades
innecesarias con el público. En
suma, un espectáculo modélico en su estilo.
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FOTO: AGUSTÍN HURTADO |
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