LA VENTANA ROJAS
Un espectáculo pedagógico
de Morboria
Título: La
ventana Rojas (Antología de las comedias: Entre bobos anda el juego, Donde hay
agravios no hay celos, Abrir el ojo)
Autor:
Francisco Rojas Zorrilla
Dramaturgia:
A. Arnel
Espacio
sonoro: Eva del Palacio
Espacio
escénico: Eva del Palacio,
Fernando
Aguado
Música: Matteis,
Mudarra, J. Dowlan,
M. Marais, Corelli...
Iluminación
y sonido: Javier Botella
Vestuario:
Ana del Palacio & Eva del Palacio,
Fernando Aguado
Caracterización
y Máscaras: Álvaro Aguado,
Eva del
Palacio, Fernando Aguado
Diseño
Gráfico:
Miguel
Brayda
Realización
escenografía:
Artefacto
S.L.
Realización Vestuario: Ana del Palacio.
Realización Zapatos y Sombreros:
Fernando Aguado
Realización Atrezzo: Fernando Aguado,
Ana del Palacio
Asistencia en escena: Ira Holm
Maquinaria: Paco Sánchez
Gerencia: Javier Puyo
Oficina: Julia Aguado Sancho
Fotografía: Carlos Bandrés, Ana del Palacio
Intérpretes:
Fernando Aguado (El autor),
Diego Morales
(Pedro, Don Juan, Criado),
Alejandra Lorente (Isabel, Doña Ana,
Marichispa),
Eva del Palacio (Andrea, Doña Clara),
Santiago Nogués
(Luis, Sancho, Cartilla),
Félix Casales (Lucas, Don Lope, Don Clemente),
Malena
Gutiérrez (Alfonsa,
Beatriz, Doña Hipólita),
Francisco Sánchez (Artista,
Criado),
Ana Burrell (Doña Inés, Doña Beatriz)
Dirección:
Eva del Palacio
Estreno
en Madrid: Teatro Galileo, 2 – IV -
2008 |

EVA del PALACIO
MALENA GUTIÉRREZ

FÉLIX CASALES
FOTOS: CARLOS BANDRÉS
y ANA del PALACIO |

SANTIAGO NOGUÉS/ANA BURREL
FOTO: CARLOS BANDRÉS/
ANA del PALACIO |
Vuelve Morboria con un clásico, aunque, en
esta ocasión, de una manera fragmentada. Al impulso del cuarto centenario de la
muerte de Francisco Rojas Zorrilla,
conmemorado durante el pasado 2007, la compañía ha preparado un
espectáculo sobre el poeta basado en fragmentos de sus más significativas
comedias, enmarcadas en una acción metateatral en la que el propio poeta
explica las circunstancias de su dedicación al teatro. Como anotan en el
programa de mano, la empresa responde a un encargo del Patronato del Teatro
toledano que lleva el nombre del insigne dramaturgo. Ahora exhiben el resultado de
su trabajo en la sala Galileo, un lugar en el
que ya mostraron su anterior espectáculo, El
enfermo imaginario, de Molière. |
La ya veterana
compañía sigue fiel a su línea de trabajo en la escenificación de los
clásicos, que basan en una actuación farsesca y acentuadamente cómica, y en un
cuidado vestuario y una elaborada caracterización. La ventana Rojas responde a estos mismos principios, aunque el
espectáculo parezca más sosegado que en otras ocasiones, más claro y más
metateatral, sin duda por su propósito
pedagógico.
Aunque el relato
autobiográfico de Rojas Zorrilla
contiene elementos destinados a explicar a los jóvenes espectadores las
condiciones en que se escribió su teatro, el personaje no es un mero narrador,
sino que se integra pirandellianamente en la acción teatral, discute con sus
personajes, recibe reproches de estos o se muestra abrumado con sus visitas,
que lo impulsan a escribir sus historias y a
darlas a la escena como vía de salida para sus sueños y
obsesiones. |

ALEJANDRA LORENTE/
ANA BURREL
FOTO: CARLOS BANDRÉS
y ANA del PALACIO |

DIEGO MORALES
FOTO: CARLOS BANDRÉS
Y ANA del PALACIO |
Morboria
continúa así su gusto por la metateatralidad, por el discurso sobre el teatro
dentro del teatro, formulado desde la ironía y el humor, pero no exento de una
reflexión rigurosa y de una acendrada personalidad propia en el tratamiento de
la comedia clásica. El reproche que desde una perspectiva didáctica podría hacérsele sería el uso del
término autor para quien en el siglo de Oro era denominado poeta, ya que la
palabra autor designaba al primer actor y empresario de la compañía. Por
lo demás, la exposición es amena y eficaz, medida en los tiempos y
suficientemente variada, y coherente a la vez, para que funcione el propósito
educativo y la voluntad de atraer y divertir al joven
espectador. |
El primer acierto
está constituido por un espacio escénico en el que se ha colocado en el centro
una plataforma con escaleras a ambos lados, lo que permite soluciones ágiles y
diversas, logradas con aparente sencillez. Como contrapunto, a la derecha del
proscenio, se sitúa el poeta, que reclama la atención para sí o la remite a las
acciones de sus personajes. Y no hay que insistir en el acierto – seña
de identidad de Morboria - en lo relativo a caracterización y vestuario,
imaginativo y bello siempre.
La interpretación
actoral es también eficaz y coherente, siempre al servicio de la labor conjunta
del grupo, dinámica y con los rasgos cómicos muy acentuados, pero sin que ello
signifique un intento de singularización personal o una falta de recursos para
resolver las situaciones, sino que responde a un estilo del grupo,
suficientemente acreditado ya a estas alturas de su trayectoria. En cualquier
caso, merece destacarse el sólido trabajo de Fernando Aguado y la extraordinaria capacidad humorística de Malena Gutiérrez, que de nuevo vuelve a
mostrarse como una espléndida y deliciosa actriz cómica.
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FERNANDO AGUADO
FOTO: CARLOS BANDRÉS
y ANA del PALACIO
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