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SAINETES
de
DON RAMÓN DE LA CRUZ
VISTOS POR
ERNESTO CABALLERO
en el
TEATRO CLÁSICO NACIONAL
Del 19 de abril al 11 de junio de 2006 |
Pensar en Don Ramón de la Cruz es asociarlo a un teatro menor y
a una serie de obritas aptas para representarlas en los colegios
y así salir del paso o iniciar en el teatro a los chicos. Los
Sainetes del Teatro Clásico lo desmienten.
Aquellos sainetes servían para amenizar los entreactos de las
comedias largas. De cara a subirlas – solas - al escenario había
que buscarles una forma, ya que actualmente la tal costumbre de
interrumpir la comedia larga no se lleva. El Teatro Clásico ha
lanzado su mirada ha encomendado el tejer la “forma” a
Ernesto
Caballero.
-
Ramón de la Cruz
– especifica
Ernesto – tiene más de 200
sainetes. Estas obras se construyeron para amenizar
los entreactos de las obras serias y a requerimiento
de los propios actores. Esto quiere decir que está
escrito con ese hábito de la inmediatez y de que
funcionara en escena. Una de las críticas a
D. Ramón
era porque rehuía el carácter moralizante o
didáctico que se exigía al dramaturgo del s. XVIII.
Ahora vemos que estas pequeñas obras poseían una
libertad, ya que abre un camino hacia el teatro
costumbrista, realista, musical y molieresca.
Trabaja desde la comedia y de ahí su mirada
indulgente. Otras veces se mueve desde el gracejo de
las primeras pinturas de
Goya
hasta el esperpento valle-inclanesco como sucede con
el sainete Manolo.
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ERNESTO CABALLERO |
DIFICIL ELECCIÓN
ENTRE UNA INGENTE OBRA
Y DAR UNIDAD AL ESPECTÁCULO
FOTO: CHICHO |
No ha sido fácil el trabajo de ofrecer un espectáculo a base de
estas obras cortas, tanto por la cantidad como por la forma de
hilvanarlas.
- Mi primer empeño
- aclara Ernesto – ha sido destacar la
diversidad de unas obras que gozaron en su día del éxito y la
aceptación popular.
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Los cuatro sainetes elegidos son:
La ridícula embarazada
El almacén de las novias
La República de las mujeres
Manolo, tragedia para reír o sainete para llorar.
El siguiente paso era dar una cierta unidad a todo el
espectáculo y que no aparecieran como obras sueltas.
- Había que buscar un adecuado marco dramatúrgico
– continúa
Ernesto. La solución la encontré en el propio
Don Ramón. Recurrí
a presentar una compañía de actores ilustres del s. XVIII. Así
pues aparece una compañía teatral con sus vivencias y
particularidades, empleándose en el ensayo de un estreno en
ciernes. Es una compañía de entonces que también resulta ser una
compañía de ahora.
ALICIA LÁZARO,
LA MUSICA DEL S. XVIII
El nombre de Alicia Lázaro se está convirtiendo en un clásico
por su especialidad en música del renacimiento y del barroco.
- Esta vez he tenido que acercarme al teatro del s. XVIII. Se
trata de una paleta musical muy diversa de colorido. Semejante a
la paleta de Goya que va desde el colorido de los majos a sus
pinturas negras.
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FOTO: CHICHO |
Ha habido un trabajo de investigación en los Archivos.
- He trabajado sobre la música de esos sainetes (1757) y sobre
otras como la tonadilla. También he recurrido a las músicas de
Bocherini que escribió 22 zarzuelas y colaboró con
Don Ramón.
Hay música de Antonio Rodríguez Hita que se utiliza en
La
República de las Mujeres. Otro autor es
Blas de la Serna, que es
de los grandes músicos del s. XVIII podrías ser el
Mozart
español.
Existe el canto, lo cual ha obligado a cantar a todos los
actores.
UN VESTUARIO COMPLEJO
FOTO: CHICHO |
Javier Artiñano, veterano en eso de vestir a los personajes, es
el encargado de dibujar escénicamente a los personajes
- Mi trabajo es de tipo evocador. Al ser una representación
teatral he intentado diseñar un vestuario con pocos elementos
que sirva para todos los sainetes.
El vestuario no es óbice para que los actores rueden por el
suelo, el cual parece ser el lugar connatural de los divertidos
personajes.
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LOS PERSONAJES TIRADOS POR EL SUELO
El que tenga tirados por el suelo a los personajes lo justifica
Ernesto Caballero:
- Este teatro como contraste a la tragedia, se pedía que al
actuar se tirasen por el suelo, se mezclasen en la cazuela. El
propio género es muy corporal y el verso está dicho para ser
actuado y no simplemente dicho. El suelo entra como un elemento
más y es el punto de apoyo. Hay un juego más coreográfico y por
lo tanto el actuar es como si fuesen bailarines.
EL COLOR DE GOYA Y LA MINIATURA,
BASE DE LA ESCENOGRAFÍA
José Luis Raymond traza la escenografía.
- He partido de dos ideas
– desvela
Raymond – La primera era
utilizar el color de la época de Goya, y la segunda concebir el
conjunto como si se tratara de miniaturas. Pero todo ello con
una visión del 2006 y de una compañía teatral que va a un
espacio nuevo.
Se utiliza la fórmula del teatro dentro del teatro y por ello la
segunda embocadura. |
FOTO: CHICHO |
Uno de los elementos fundamentales es el acercamiento del actor
al público.
- Por eso hemos roto la cuarta pared a través de una escalinata
y de ese modo público y actores quedan muy cercanos.
LOS DOS RAMONES
DOS ALMAS GEMELAS
Se ha comparado Don Ramón de la Cruz y Don Ramón María de Valle
Inclán. Manolo es el sainete-tragedia que más les une.
FOTO: CHICHO |
-
Los dos
– aclara
Ernesto – deciden
dar cuenta de la realidad. Se abajan
a la plaza y toman de ella un cuadro
de costumbres. Hay un 50% de
realidad y otro 50% en el que
inventan una realidad teatral.
Recurren al casticismo en los
personajes.
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Aunque hay coincidencias entre el De la Cruz y el Valle Inclán,
según Ernesto Caballero, una fisura les separa: el modo de mirar
a los personajes que ha creado.
- La mirada de
D. Ramón, aunque se reía de sus personajes,
quería a sus criaturas. En cambio
Valle tenía una mirada más
puñetera.
En ese ir y venir de siglos acabamos sin saber si hemos estado
viendo actores del s. XVIII que dan el salto al s. XXI o bien al
contrario.
FUNCIONES
De miércoles a sábado: 20:00 horas
Martes, domingo y festivos: 19:00 horas
Lunes: Descanso |
HORARIO
18 EUROS
Jueves: 9 euros |
Título: Sainetes.
Autor: Ramón de la Cruz.
Versión: Ernesto Caballero.
Asesor literario: Fernando Doménech
Escenografía: José Luis Raymond.
Vestuario: Javier Artiñano.
Iluminación: Juan Gómez Cornejo (A.A.I.).
Coreografía: Pilar Andújar
Música: Alicia Lázaro.
Intérpretes: Cecilia Solaguren (Granadina), Juan Carlos Talavera
(Ribera), Natalia Hernández (Polonia), Rosa Savoini (Pereira),
Victoria Tejeiro (Guzmana), Ivana Heredia (Mariana), Iñaki
Rikarte (Ponce), Carles Moreu (Ayala), Mª Jesús Llorente
(Cortinas), Carmen Gutiérrez (Garcesa), Jorge Martín (Garrido),
David Lorente (Chinica), Susana Hernández (Mayora), José Luis
Alcobendas (Ibarro), José Luis Patiño Espejo) y Eduardo Mayo
(Campano).
Músicos: Melissa Castillo (Violín), Luzma Fernández
(Fortepiano), Marta González (Violín) y Gartxot Ortiz
(Violoncello).
Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Dirección: Ernesto Caballero.
Estreno: Teatro Pavón, 16 – IV - 2006. |
FOTOS: CHICHO |
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