RESEÑA,
2003
NUM 349,
pp. 30 |
Miradas desde el presente
SOLDADOS DE SALAMINA |
Producción: Lola Films y Fernando Trueba PC
(España, 2002)
Guión: David Trueba, según la novela
de Javier Cercas.
Producción: Andrés Vicente Gómez y Cristina Huete.
Música: Varios artistas.
Fotografía: Javier Aguirresarobe.
Dirección
artística: Salvador
Parra.
Vestuario: Lala Huete.
Fotografía: Javier Aguirresarobe.
Música: varios temas clásicos.
Montaje: David Trueba.
Intérpretes: Ariadna Gil (Lola), Ramón
Fontserè (Rafael Sánchez Mazas), Joan Dalmau (Miralles), María Botto
(Conchi), Diego Luna
(Gastón),
Alberto Ferreiro (Joven miliciano), Luis
Cuenca (Padre de Lola), Lluis Villanueva (Miguel Aguirre), Ana Labordeta
(Empleada residencia), Julio Manrique (Pere Figueras), Eric Caravaca
(Camarero).
Dirección: David Trueba.
Duración: 116 minutos.
Distribución: U/P.
Estreno
en Madrid: 2 –
III - 2003. |
Ariadna Gil |
Poca
favor le hace a David Trueba - director
de sólo dos pero consistentes películas
vérselas con el éxito literario de las
últimas temporadas, aunque le abra camino en las taquillas. Y ello porque el
metarrelato de Cercas no es miel
para la pantalla y porque, con ser muy legítimo, cualquier intento de adaptación,
y el que hace Trueba en particular,
me parece que hubiera precisado más distancia para elaborar un guión menos
dependiente de la novela.
Soldados de
Salamina quiere
ser un documental sobre la creación del novelista necesitado de una buena
historia y de héroes para su relato, ya la vez superar este formato, presentando
el extraño suceso de la huida del falangista tras su fusilamiento
fallido (y, por supuesto, indagar sobre el valor de la vida, las sinrazones de
la guerra o el perdón, que sólo figuran como trasfondo). Pero esto no se consigue
del todo por la indefinición del personaje protagonista, una Lola
Cercas que se quiere
solitaria a su pesar, con mala conciencia por la relación con su padre,
dubitativa en sus afectos ... pero con quien el espectador no acaba de
conectar, a pesar del buen trabajo de Ariadna
Gil a la hora de encarnarla.
Esta
debilidad - que rebaja a un tono menor
la que estaba llamada a ser una gran
película - es patente en la relación que mantiene Lola con Conchi,
una astróloga lesbiana que distrae bastante y no aporta nada ni al tema de la
película ni, lo que es peor, a la construcción del personaje de Lola.
Por el contrario, las otras relaciones - particularmente con Chicho Sánchez Ferlosio y los testigos
auténticos Jaume Figueras y Danie] Angelatsson como un trámite en
la búsqueda de información, cuando deberían servir para hacernos vivir la
historia a través de Lola. La película presenta un
desequilibrio entre el transcurrir dela primera parte, premiosa en la medida
en que la reconstrucción visual del pasado ya es conocida por el espectador, y
una segunda - a partir del momento en que el personaje de Miralles centra el relato - mucho más ágil y emotiva, donde la anécdota alcanza niveles
de categoría al fundir literalmente la desmemoria del presente de Miralles (los viejos abandonados y faltos de cariño) con la del pasado (sus
recuerdos difusos u ocultados deliberadamente), pues la mirada ética y
compasiva que llevó al soldado a perdonar la vida del falangista es la misma
que lleva a Lola a abrazar a] viejo Miralles.
La
apuesta del guión por el punto de vista de la protagonista permite una fluida alternancia
entre el presente y el pasado de
la
Guerra Civil a lo largo de todo el metraje. Ello otorga
convicción a las imágenes del pasado, a pesar de algunas redundancias y
visualizaciones de lo ya verbalizado (como la innecesaria inclusión de los
planos del golpe de Tejero). Pero,
insisto, la falta de acabado en la construcción del personaje impide que el
espectador se solidarice con ese punto de vista o tarde en hacerla hasta la
segunda mitad (al menos ésa ha sido la sensación del abajo firmante). Bien
rodada, la soberbia fotografía de Aguirresarobe aúna con coherencia el color en tonos desvaídos del tiempo presente, con la
casi ausencia de color del pasado reconstruido y con el blanco y negro de las
imágenes de archivo.
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