JOSE VICENTE MOIRÓN
PREMIO MAX
PARA EL MONTAJE DEL TEATRO NOCTÁBULO
EL BÚFALO AMERICANO (David Mamet)
MEJOR ESPECTÁCULO REVELACIÓN
“Un regalo merecidísimo a la Artes Escénicas de
Extremadura”, responde José Vicente
Moirón (Badajoz, 1966) cuando se le felicita por su
premio Max. Y es que José es extremeño
aunque matiza “no me considero
chauvinista, ni llevo a gala proceder de aquí o de allá,
los actores somos nómadas por esencia”. |
Hoy de
Extremadura ya conocemos mucho. Antes la relacionábamos con los
conquistadores de las Américas. Más tarde los zarzueleros se
familiarizaron con ella, gracias al compositor Moreno Torroba,
por aquello de “Por los encinares de la
mi dehesa, los vareadores van a la faena… ¡Ay mi morena, morena
clara , ay mi morena… “, de Luisa Fernanda.
Después están los jamones y los vinos, entre ellos el “Lar de
lares”, el tabaco y... En estos últimos tiempos las célebres
opiniones de Ibarra, su inamovible presidente autonómico,
que es político situado por encima del bien y del mal y reacio a
casarse políticamente incluso con los de su partido.
Y ya más relacionado con el personaje que nos toca está el
Festival de Mérida, que nos remonta al teatro de muchos años
atrás. Teatrero es él desde – afirma dudoso
“creo que debuté profesionalmente en el
año 85”.
Y ya actor desde entonces.
- No. En realidad fue a partir del año
88/89 cuando puede decirse que mantengo una continuidad en el
trabajo.
Son 17 años. Todo un veterano.
- Si, muchos años.
José Vicente Moirón. |
¿No echas de menos nada?
- Echar, echar de menos… Verás, siento no haber dedicado parte
de mi tiempo a otras cosas. Creo… no. Estoy seguro de que habría
tenido también muchas satisfacciones y me sentiría como liberado
y no estar encerrado en una sola cosa. Es duro vivir única y
exclusivamente de esta profesión tan inestable.
Casi todos los trabajos se están poniendo inestables.
- Sí, pero no es lo mismo. Aquí la inestabilidad es por esencia
y en los otros por accidente: quiebra la empresa, o no sé… hay
un mínimo de estabilidad que el actor no tiene. De todos modos
no me imagino mi vida de otro modo. No tengo ni la más remota
idea de lo que hubiera podido haber sido. |
La muerte de un Viajante
J. Vicente, Mª Jesús Valdés,
J. Sacristán, A. Maneiro
Foto: Chicho |
O sea que no te arrepientes del camino elegido.
- No. Soy inquieto, aunque inmerso en la duda y en la
inseguridad. Tengo un gran tesón y sigo ilusionado a pesar de lo
injusta que es esta profesión.
Lo de la ilusión suena a ingenuidad.
- No va por ahí mi idea de la ilusión. La vida me ha enseñado
mucho. Ilusión no va unido al concepto de ingenuidad o de ser
iluso. La ilusión, en mi caso, consiste en seguir batallando en
este mundo del arte… Se trata de pelear por conseguir vivir y
disfrutar de y con la interpretación. Fruto de mi ilusión ha
sido crear Teatro del Noctámbulo.
El logotipo de
Teatro del Noctámbulo es una luna menguante tras
el apelativo. Nacida en 1994 de la mano del propio José Vicente
y Leandro Rey, marcaron unas directrices.
-
Abordar textos contemporáneos
-
Textos espejo de los problemas de nuestra sociedad
-
Textos de denuncia
-
Enfrentarnos a personajes que requieren una gran elaboración y
que nos devuelven las ganas de seguir en el mundo de la
interpretación.
El primer espectáculo fue Mi Rival de Helder Costa. Se trataba
de una coproducción con A Barraca de Lisboa dirigido por el
propio Helder Costa. La historia va de una relación entre un travestí, Linda (Leandro Rey) y un policía (José Vicente). Los
dos escapan de un mundo que no les gusta. Linda huye del barrio
de latas para conquistar la gloria y la paz, así como su sueño:
el transformismo. El policía deja atrás el pastoreo y la pobreza
para vestir el uniforme que le abrirá las puertas hacia el poder
y la seguridad.
Mi rival.
José Vicente Morón (Policía)
Leandro Rey (Linda) |
- El día del estreno de Mi Rival suponía el haber llegado a un
proyecto que colmaba todas mis ilusiones. Tras todos estos años
he podido encarnar a personajes que me han secuestrado y que por
las circunstancias que fueren no he llegado a ellos a través de
ninguna otra productora con la que he trabajado. Nunca podré
pagar el poder trabajar y apostar por aquello que más te gusta.
Todo eso es muy bonito, pero embarcarse un proyecto de ese
calibre es arriesgado.
- Me lo vas a decir a mí. Claro que conlleva riesgos, fuertes
responsabilidades que adquieres dentro de tu carrera y no
digamos el caos en que, a veces, desemboca. Seguir adelante con
una compañía profesional supone mucho esfuerzo y una entrega al
cien por cien. El mero hecho de ver acabado el proceso de
creación ya te compensa y no digamos si los resultados son
buenos.
Pedro y El Capitán.
José Vicente y Leandro Rey |
Y no tardaron en serlo con Pedro y el Capitán de Mario Benedetti.
- Sí, eso da ánimos. Era en 1998. Ganó el Premio Honra, que es
el Premio de la Crítica Europea, en el Festival Internacional de
Almada en Portugal. |
Pedro y El Capitán.
José Vicente y Leandro Rey |
Después siguió otro montaje para el
Festival de Teatro Clásico
de Mérida y en coproducción con “La Estampa Teatro”.
Denis
Rafter, actor y director irlandés afincado en España y gran
conocedor de Shakespeare, dirigirá este montaje: El sueño de una
noche de verano.
Un parón voluntario de Teatro del Noctámbulo y en el 2003 se
enfrenta con El Búfalo Americano de David Mamet, un texto que ya
en el 1990 se estrenó en el Teatro Alfil con versión y dirección
de Fermín Cabal y con Mario Pardo, Santiago Ramos y Jorge Roelas
como intérpretes.
¿Por qué El Búfalo?
- Hay muchas razones pero una de ellas es porque seguimos el
ideario que Leandro y yo nos marcamos al formar esta compañía.
El texto cubre los requisitos. Hay otra razón, el propio David
Mamet. Sé que es un autor con muchas obras y representado, pero
yo di hace poco con él al toparme con Verdadero o falso, que es
una reflexión sobre los métodos teatrales. Me gustó y me alivió
tanto… Esto fue hace dos años.
Esto hace suponer que no viste la versión del teatro Alfil.
- Pues no. Además mi admiración por David Mamet, no fue en
principio por el Búfalo. Era por él mismo, su obra y su modo de
pensar. Me puse a leer todo lo que pude y por fin me decidí por
El Búfalo. En ese período de lecturas imaginaba poder
interpretar cualquiera de sus personajes, cualquiera de sus
obras. A cada lectura acudía el mismo pensamiento ¿por qué no
hacer más este tipo de teatro? No esperé la respuesta y busqué
otros creativos. Había que meterse en faena y pronto.
Y os salió bien el invento.
- Pues sí. Todos estamos muy contentos.
No vamos a hablar del montaje de Fermín Cabal…
- La versión nuestra también es de Fermín Cabal, pero la dirige
Paco Carrillo.
Yo, la verdad, aunque la vi en su día me acuerdo poco del aquel
montaje. ¿En qué línea se mueve vuestro montaje?
- ¿Cómo te lo definiría? Es el corazón el que manda en nuestro
montaje. Está hecho desde dentro. Sin trampa ni cartón. Hemos
intentado una interpretación diáfana sin efectismos. A ello ha
ayudado mucho la dirección de Paco que es limpia, sin truco. Y
lo mejor para nosotros, no te sientes encorsetado. También es
verdad que Mamet es un maestro de la construcción dramática y
queda muy reflejado en este texto en concreto que es ágil, claro
y agresivo. No te deja indiferente. Por otro lado es un texto
cuya fuerza está en la interpretación, por eso es muy apetitoso
para cualquier actor.
Es, entonces, obra de poca acción y sí mucho texto.
- Yo diría que es obra no recomendable para quienes gusten de
los efectos especiales. No los hay. Quienes asistan van a pasar
una buena velada con unos seres que sufren y sienten el rechazo
total de una sociedad capitalista dividida en ganadores y
perdedores. Son los “perdedores” a los que homenajeamos. Se
trata de tres perdedores que están entre nosotros y no sabemos o
no queremos ver. En realidad viene a ser una metáfora de la
ambición humana, de esa falta de solidaridad debido a la
competitividad que se da en la comunidad masculina. Y esto, como
ves, es un espejo de nuestra cotidianidad.
|
Los premios Max han sido creados para estimular y premiar el
talento de los artistas y profesionales de las Artes Escénicas
en España. Sus principales objetivos son:
- Reconocer el trabajo realizado
- Procurar la máxima difusión del homenajeado
- Una máxima implicación en la sociedad
|
El Búfalo Americano de David Mamet, producido por el Teatro del
Noctámbulo ha conseguido el premio Max al Mejor Espectáculo
Revelación – 2003. |
Juan A. Lumbreras, José Vicente y Javier Magariño |
¿Habeis notado un mayor interés del público después del Premio?
- El público ya había reaccionado muy bien antes del premio.
Lógicamente el premio le da mayor difusión e interés por parte
de los espectadores. Lo mejor que nos ha dado es que nos alienta
y, de alguna manera, parece como si el público se sintiera
involucrado y, en parte, merecedor también del premio por el
apoyo que nos brindó desde que comenzamos a girar con el
espectáculo.
GIRA
HASTA FINAL DEl AÑO 2004 |
7:
Coimbra (Portugal).- Teatro Académico Gil Vicente.
9:
Villanueva.- Teatro Cine Las Vegas.
17:
Palencia.- Teatro Principal. XXV Festival de Teatro
Ciudad de Palencia.
2:
Parla (Madrid).- Teatro Jaime Salom. 20:00 H.
9:
Almendralejo.- Teatro Carolina Coronado. |
16:
San Fernando de Henares (Madrid).- Centro
Cultural Federico García Lorca. Teatro Auditorio. 20:00
H.
23:
Navalmoral de la Mata.- Casa de Cultura.
24:
Getafe (Madrid).- Teatro Auditorio Federico García Lorca.
20:00H.
30:
Ciudad Rodrigo (Salamanca).- Teatro Nuevo.
6:
Ponferrada.- Teatro Bergidium.
7:
Villafranca del Bierzo.- Teatro Villafranquino.
12
y 13: Segovia.- Teatro Juan Bravo. |
16:
Ávila.- Teatro Caja Ávila.
20:
Salamanca.- Teatro Liceo.
27:
Alcañiz (Teruel).- Tearo Municipal. 22,30 H.
10:
Miranda de Ebro (Burgos).- Casa Municipal de Cultura.
11:
Alcorcón (Madrid).- Teatro Municipal Buero Vallejo.
20,30H.
16:
Cáceres.- Gran Teatro.
27:
Torrejoncillo (Cáceres).- Casa de Cultura.
|
Los profesionales del teatro
¿Cómo han reaccionado?
- Muy bien. Nos han felicitado y se
sienten orgullosos, tanto los de la región extremeña como los de
fuera.
¿Y los programadores?
- Ellos incluidos. Pero, con todos los
respetos, en el tema de la programación no basta solamente la
felicitación. Eso tiene que plasmarse en los contratos. Sé que
no siempre es fácil porque hay muchos imponderables, pero la
felicitación del programador, como ya te he dicho, es la firma
de un contrato.
Imagino que este premio repercute también en la valoración de
la región extremeña, desde el punto de vista teatral.
-
Sí. El premio ha sido un hito para el teatro extremeño y no es
por lo que yo diga, sino por el modo en cómo ha sido acogido.
Viene a ser una gran recompensa ante el esfuerzo realizado y un
gran regalo para las Artes Escénicas de Extremadura. Ya sabes
que soy extremeño y soy consciente del relevo que nos han dejado
otros profesionales de esta comunidad. En el fondo es también
para aquellos que fueron pioneros y lo tuvieron más difícil
porque no había tanto desarrollo teatral como ahora. Pero ellos
roturaron el terreno. Lo allanaron. Son los que soñaron lo mismo
que nosotros y no vieron reconocido su trabajo. Este Max es la
culminación de todos esos esfuerzos anteriores. Va por ellos.
Y ahora viene el después y el despertar
- Que ha de ser bueno, muy bueno,
excelente.
Entonces
ha valido la pena la empresa.
- Volvería a montar la función con o
sin Max.
Vamos a mirar hacia el futuro. ¿Seguirás con más proyectos en
la misma línea?
- Soy rebelde. No es que quiera ir en
contra porque hay que ir en contra, pero de lo que estoy
convencido es que no existe un único camino para conseguir el
éxito. Y desde luego un éxito no quiere decir que hay que
repetirlo para mantenerse seguro en este mundo del teatro. La
moda no es, para mí, el baremo a seguir. Si puedo aportar algo
distinto ¿por qué no hacerlo? Aposté, en su momento, por la
calidad y el público parece que nos da la razón.
JOSÉ RAMÓN DIAZ SANDE
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