ARMENGOL
de
MIGUEL MURILLO



PREMIO LOPE DE VEGA 2002
 

En el 2002 obtenía el Premio Lope de Vega, un texto en el que un entrenador, Armengol, y un grupo de jóvenes intentan alcanzar un sueño: ganar la medalla deportiva en las Olimpiadas de Barcelona. Pero estamos en 1936 y España arde en llamas.

Su autor, Miguel Murillo (Badajoz), ha dedicado su vida al teatro, tanto desde el punto de vista pedagógico como desde la escritura. Al final de los años setenta se traslada a Tenerife, donde desarrollará campañas de teatro escolar. Será a partir de 1980 – fin de su trabajo en Tenerife - cuando comience a escribir y una serie de Premios de premios avalan sus textos:
 

La historia de Armengol, que ahora nos ofrece, está relacionada con Badajoz y algo de historia del propio Miguel Murillo:
 

Me contaron la historia de Armengol (que es un pedazo de la historia de Badajoz, y un pedazo de mi propia historia) – confirma Miguel Murillo - algunos que vivieron con él la aventura de aquella Olimpiada de los Pueblos Libres del Mundo, en la Barcelona de 1936. Conforme fui escuchando esa historia, comprendí que ese documento oral, ese conjunto de experiencias, ese sacrificio personal que le llevó a la muerte, no debía perderse para el teatro porque reunía los elementos esenciales de todo conflicto escénico.

FOTO: PEDRO GATO

La guerra, al ser un pequeño monstruo en la vida del ser humano, siempre es difícil de aceptar como realidad. La mente del ser humano procura apartarla de sus recuerdos:

• Armengol creyó, como millones de seres humanos hemos creído siempre, que la guerra era algo más cercano a la ficción, a la rivalidad deportiva, a las exóticas aventuras de nuestros abuelos, que a las fuentes del odio, tan próximas, tan familiares (Sarajevo, Badajoz, Troya o Bagdad...), tan desbordadas de sangre, tanto, que terminan siempre por arrastrar a los ingenuos, como fue arrastrado Armengol hasta las murallas en las que enseñó a correr y a saltar a sus jóvenes atletas, para recibir el disparo de quienes lo tenían como enemigo y como adversario deportivo.

La historia de Armengol posee otras dimensiones como es el amor y el homenaje de quienes ponen en marcha un sueño.
 

FOTO: PERO GATO

Armengol es, sobre la escena, un homenaje a todos los hombres y mujeres que son capaces de poner en marcha un sueño. Es, también, el homenaje a quienes siguen creyendo que la paz no es, únicamente, el descanso del guerrero, sino el final de todos los guerreros. Armengol es también una historia de amor en medio de una tormenta de odios, de aquellos odios que se cebaban, sobre todo, en quienes querían cambiar el gris destino de una tierra atrasada.

ESTEVE FERRER: ARMENGOL ES UNO DE
LOS TEXTOS MÁS POÉTICOS

El director catalán Esteve Ferrer ha consagrado su vida a las artes escénicas – teatro, cine y televisión - como director, productor o actor. Como director comenzó en diciembre de 1999 con la obra: Te quiero, eres perfecto, ya te cambiaré.

• Es uno de los textos más poéticos que ha caído en mis manos. Los personajes son muy creíbles y poseen una gran emoción. Por otro lado la historia mantiene una gran vigencia hoy día.

Se trata de la historia de un gimnasta de Badajoz, Pollito Sánchez y de su entrenador, Armengol. El personaje de pollito es real. Corre el año 1936 y el gobierno de la República insta a los gobiernos civiles de las Comunidades Autónomas que participen ne la Olimpiada popular de los Pueblos Libres de Barcelona. La tal Olimpiada nunca se llegaría a celebrar.
 

Sobre ese fondo de preguerra y de ilusión por la participación en la Olimpiada, surge una historia de amor, de sueños y de anhelos de Armengol y sus atletas, que sudan verdad y sentimientos por todos sus poros. Es también un homenaje a todas aquellas personas que podrían haber sido “alguien” si en su camino no se hubieran cruzado circunstancias extrañas. En este caso la Guerra Civil española.

Esteve Ferrer ha trabajado como actor en 20 obras de las cuales cabe destacar…
 

Ello le permite entender de modo especial a los actores con los que trabaja.

• Cuando has trabajado como actor entiendes muchas cosas de los actores. Debería ser obligatorio para los directores pasar por esa faceta, porque ello te facilita el saber exactamente lo que necesitan los actores y hace que tú puedas transmitir más claramente lo que quieres.

FOTO: PERO GATO

Pepe Viyuela es Armengol. Su rostro es últimamente familiar para los espectadores por la serie Aida. Ha desarrollado una carrera ecléctica como actor pues ha recorrido todos los registros. Desde lo cómico a lo dramático. En opinión de Esteve Ferrer El gran público conoce de Pepe su lado cómico pero quienes acuden al teatro saben de su trayectoria teatral, que demuestran que es un excelente actor. No es la primera vez que Pepe se pone bajo las órdenes de Esteve. En la pasada edición del Festival de Mérida interpretó Rómulo el grande, de Dürrenmatt.

• Desde que lo conocí me ha sorprendido su versatilidad, su humildad y sinceridad. Puede interpretar dignamente cualquier papel.

FOTO: PERO GATO

La obra se anuncia con un elenco de 18 actores y orquesta en directo. La orquesta tiene su protagonismo. Toca alegremente entre cajas y por los pasillos del teatro. Al final celebra irónicamente la victoria.

Aunque Armengol y sus atletas se basan en un hecho histórico, el final parece apartarse de la realidad:

• Posiblemente el final de Armengol – afirma Miguel Murillo - no sea exactamente el que esta historia cuenta, como tampoco lo fueron los finales de Perfume de mimosas o el Pájaro de plata, dos piezas que, con Armengol, se inscriben en una trilogía de la memoria. Pero ese final, según me contó un familiar de nuestro protagonista, llegó a ser más horrible porque estuvo desprovisto de nombres y pretendía sumir en el anonimato a quien murió, precisamente, porque se “significó”, tomó postura y supo elegir la palabra “libertad” como santo y seña.