VERDAD O CONSECUENCIA
Cena de parejas
Título: Verdad o consecuencia
Autora: Paola Matienzo
Escenografía: Paola Matienzo
Iluminación: Pedro pablo Melendo
Vestuario y maquillaje: Luis Almeida
Música y sonido: Gustano Sanmartín
Fotos: Diana Martín Lapeña
Diseño gráfico:
Javier Naval
Producción: Paola Matienzo Producciones
Intérpretes: Cristina Pons (Sofía),
Ramón Esquinas (Tomás),
Willy Villalba (Juan),
Paola Matienzo
(María)
Dirección: Paola Matienzo
Duración: 65 minutos
Estreno
en Madrid: Teatro Lagrada,
10 – IV- 2008 |
FotoS: Diana
Martín Lapeña |
Foto: Diana Martín Lapeña |
Ya no son tan
habituales en el repertorio. Durante algunas décadas la fórmula de la cena de
matrimonios invadió las carteleras y se convirtió, de hecho, en un
subgénero. Un grupo de parejas se reunía
a cenar, y tras la cordialidad inicial, iban emergiendo aspectos oscuros de las
vidas de algunos de los personajes (o de todos ellos) en un proceso de
progresiva destrucción de las aparentemente felices o ejemplares relaciones. El
género, naturalmente, admitía algunas
variantes, la más común estaba constituida por un grupo de
mujeres solas, que también aportó posibilidades al modelo. |
Paola
Matienzo
ha escrito, producido y dirigido ahora este Verdad
o consecuencia, que podría incluirse sin reservas entre las comedias de
parejas. Como tantas obras del género, resulta una propuesta atractiva, acaso
por la proximidad de las situaciones, por la fluidez de los diálogos y, en
definitiva, por la claridad y la genuina
naturaleza teatral del paradigma, pero, a su vez, lleva implícito el problema
de su previsibilidad. El espectador asiste al juego sabedor de que no quedan ya
desenlaces originales por explorar y que el dramaturgo habrá de
acogerse a alguna de las soluciones ya
empleadas en comedias anteriores. Y sabe también que el desarrollo tendrá que
ajustarse necesariamente a unas pautas que también conoce, lo cual,
posiblemente, resulte tranquilizador, pero, a cambio, se pierden las
convenientes capacidades de sorpresa e inquietud, la tensión o los cambios
inesperados en el transcurso de la acción. |
Foto: Diana
Martín Lapeña |
Foto: Diana
Martín Lapeña |
Así, Verdad o consecuencia, está escrita con
agilidad y pulcritud, con sus toques de humor y de ternura, con su
pequeña dosis de acidez, con su asomo de crítica social, con su
exploración psicológica y con su capacidad para reflejar situaciones, ambientes
y problemas contemporáneos reconocibles y no demasiado graves. El desenlace
apunta, como es preceptivo, hacia una mentira encubierta, o, mejor, a una
verdad no desvelada hasta el momento, si bien es cierto que el espectador tiene
pistas sobradas para descubrirla, aunque
la dramaturga recurra también
–hábilmente- al procedimiento
de las falsas pistas, que exigen del espectador un cierto grado de sagacidad o
de observación. La comedia, breve y sin especial complejidad, se sigue con
agrado y funciona con eficacia. La escenificación es sencilla y se apoya sobre
el trabajo de actores, unos actores que, quizás sin estar especialmente
brillantes, se encuentran cómodos con sus papeles y resuelven con solvencia. Si acaso, se le
puede reprochar una cierta lentitud en el ritmo, defecto que probablemente se
corregirá a medida que transcurran las funciones.
|