El Cántaro Roto. Reseña. Crítica Imprimir
Escrito por Manuel Castellano   
Miércoles, 01 de Septiembre de 2010 09:17
 
EL CANTARO ROTO
SEGUNDA ENTREGA DE MARÍN 
 En 1980 José Marín dirigió por pri­mera vez El cántaro roto de von Kleist. Se estrenó la obra entonces en el Fes­tival de Sitges donde pude verla.

RESEÑA 1991
NUM. 215, pp. 19

EL CANTARO ROTO
SEGUNDA ENTREGA DE MARÍN

 

El Cántaro Roto se estrenó en 1980 dirigido por José Marín. En 1991 volvía de la mano, al principio con dicrección de José Marín. Malos entendidos obligaron a que Marín se retirase del cartel y la dirección la firmó el actor Pedro María Sánchez uqe producía este nuevo montaje. 

 El CÁNTARO ROTO
AGUSTÍN GÓNZÁLEZ
FOTO: J. R. PUYOL

En 1980 José Marín dirigió por pri­mera vez El cántaro roto de von Kleist. Se estrenó la obra entonces en el Fes­tival de Sitges donde pude verla. Lluis Pasqual, que apenas presenció un ensayo de aquel espectáculo, quedó «impresionado por la luminosidad y limpieza», según sus propias palabras recogidas en el programa de mano de ahora. De aquel montaje a éste pocas cosas han cambiado. Se ha suprimido el descanso y se ha aligerado el texto. El montaje sigue siendo el mismo.

 

José Marín vuelve a incidir en los aspectos más puramente románticos del texto: el amor entre los jóvenes, la incomprensión de sus mayores, la libertad, etcétera. Está bien, pero cabría censurarle al director el que después de once años no haya aporta­do una nueva reflexión sobre otros aspectos que también contiene la obra, como la inoperancia de la justicia, la corrupción de un juez, la imposibilidad de juzgarse a sí mismo, etcétera. Son aspectos muy actuales que podrían haber acercado aún más la obra al espectador actual. Sin embargo, Marín rechaza nuevos compromisos y prefie­re repetir una fórmula inocente y romántica para dirigir esta pieza «con luminosidad y limpieza», El montaje conserva, pues, la agilidad en el movimiento que caracteriza su trabajo como director.


La oportunidad es para
Agustín Gon­zález. En el papel del corrupto juez Adán, un personaje clásico del teatro burlesco, se coloca a la altura de los grandes actores que lo han interpreta­do. Su compromiso es extraordinario, y tan sólo Juan José Otegui, en su papel del escribiente, consigue con él situar el texto al nivel que le corresponde. El resto de las interpretaciones del repar­to es desigual. Destaca la intervención de Blanca Sendino, que introduce el motivo del demonio con superstición y claridad.


Sucede que tras semanas de ensa
­yos y a cuatro días de este estreno el nombre de su director, el de José Marín, desapareció de los carteles y pasquines y fue sustituido por el del productor, Pedro María Sánchez (P.M,S, Proyecto Madrid Scena; Pro­ducciones, S, A.). Es extraño, pero tam­bién es cierto, que estando Heinrich von Kleist detenido en Francia acusado de espía (probablemente tan sólo por­que hablaba mejor francés que ale­mán), un amigo suyo envió El cántaro roto a Johann Wolfgang von Goethe. Goethe la aceptó, dividió la obra en tres actos, la amplió por encontrarla «invisible» y la estrenó él mismo. Terminada la guerra, mientras Kleist con­sideraba la posibilidad de reclamarle a Goethe por ello, dicen que Goethe afirmó: «achacarme a mí el fracaso de la obra... pretender por ello enviar a Weimar una reclamación indica, corno dice Schiller, una grave confusión de la naturaleza» .

 

Si ahora que la obra se representa en el Teatro Albéniz resultara un fraca­so, no sabemos si volvería a aparecer el nombre de José Marín como director en carteles y pasquines y se nos diría que <<todo ha sido una grave confusión de la naturaleza». Si, por el contrario, resultara ser un éxito, querría decir entonces que la naturaleza estaba en lo cierto, Paradojas del teatro. P.M,S, es una iniciativa muy digna que no mere­ce verse sometida a este férreo perso­nalismo o divismo, como ocurrió con von Goethe.

 

Título: El cántaro roto.
Autor: Heinrich van Kleist.
Versión: Susana Cantero.
Escenografía: Alfonso Barajas.
Vestuario:
Ivonne Blake.
Producción: P.M.S. Producciones, S. A.
Direc­ción: Pedro María Sánchez.
Intérpretes: Agus­tín González, Anna Lizarán, Nacho MarUnez, Juan José Otegui, Nuria Gallardo, Cherna De Miguel, Blanca Sendino, Julia Murillo, César Sánchez. Estreno en Madrid: Teatro Albéniz, 31-1-91.

 


Manuel Castellano
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Última actualización el Sábado, 04 de Septiembre de 2010 17:47