LOS VERANOS DE LA CABRA 2008
DE NUEVO ANTE TI… FASCINADO
Irónico y poético
Título: De nuevo ante ti… fascinado.
Creación: Daniel Abreu y Roberto Leal.
Intérpretes: Daniel Abreu, Roberto Leal
y Mar López.
Estreno en Madrid: El Canto de la Cabra,
23 – VIII - 2008. |
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No es la primera vez que trabajan juntos. El bailarín Daniel Abreu y el actor Roberto Leal habían participado en varios espectáculos de Matarile, pero ahora adoptan una fórmula distinta. Componen un curioso dúo, al que se suma en las secuencias finales la bailarina Mar López, en el que la danza y la palabra se entrelazan caprichosa y sorprendentemente. Los ejecutantes, como sucede con los trabajos de Matarile y de algunos otros grupos, renuncian a la creación de un personaje ficticio y bucean en su propia memoria o recurren a su imaginación o a su técnica y creatividad artísticas y personales para ofrecer diversas facetas de sí mismos, a través de tentativas y reflexiones deliberadamente fragmentarias e inconclusas, pero incisivas y evocadoras.
Daniel Abreu ejecuta esbozos de coreografías, dispone la música o se dirige ocasionalmente a Roberto Leal, quizás para recabar su atención o para tratar de reconducir su trabajo o su discurso, sin demasiada confianza en esa eventual tarea de dirección u orientación. Presta oídos a su palabra y ojos a sus movimientos o se desentiende de él y se ensimisma en sus reflexiones o en su propia danza, siempre delicada, intimista e intensa, sugerente y abierta. Es memorable, por ejemplo, la imagen que ofrece una danza en que parece elevarse hacia la farola del patio y que transmite una singular sensación de levedad. Otras veces queda en un segundo plano o acude al encuentro de Leal, como sucede en una de las escenas iniciales, especialmente acertada por la sencillez y la depuración con la que se logra un raro sentido de la teatralidad.
Roberto Leal apoya su trabajo sobre la palabra, una palabra narrada, en ocasiones torrencial, no incompatible con una singular sinceridad, con una reflexión íntima y profunda, de resonancias históricas y existenciales, velada por el humor y en ocasiones por una calculada y cómica estridencia. Pero a la palabra narrada se suman el movimiento corporal, el ofrecimiento del desnudo, la canción y la danza, la mirada y la confidencia al público, mediante la ruptura de la cuarta pared, que se verifica sin transiciones ni señales previas, con fluidez y con ironía. Otras veces, Leal se olvida de los espectadores y también de su compañero de reparto, quien, a su vez, ejecuta sus pasos, ajeno cuanto sucede. Y se producen así, inopinadamente, los encuentros y desencuentros entre los actuantes, felices o levemente inquietantes.
Todo adquiere un aire poético, pero también humorístico, porque pronto entendemos que aquellas tentativas no constituirán un espectáculo cerrado, que han renunciado a ello de antemano y que la reflexión metateatral es también irónica, tiernamente indolente, respetuosa con un espectador - ¿implícito? - que ha aceptado de antemano el juego y que sabe encontrar en esos fragmentos dispersos la dramaticidad y la belleza estética faltas de pretensiones, pero, paradójicamente, no de legítima ambición artística.
Roberto Leal llega a dudar de la pertinencia del espectáculo. Y consigna que De nuevo ante ti… fascinado en un momento de la función decae, se muestra inconsistente. La irónica reflexión metateatral deja paso a la sorpresa. Emerge del público la bailarina Mar López, que se encuentra ahora con los actuantes que habían ocupado en exclusiva la escena hasta el momento. Y baila con ellos primero, para culminar, inmediatamente después, el espectáculo con un solo de gran belleza, plasticidad y sugerente lirismo ejecutado al fondo del escenario. |
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De nuevo ante ti… fascinado es un trabajo difícil de definir, pero puede describirse como delicado, audaz y generoso, tentativo e inquietante, irónico y poético íntimo y abierto, riguroso y bello. Y la circunstancia de que esté funcionando bien ante el público corrobora que hay espectadores que valoran proyectos como este.
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