ALBERT BOADELLA DEL JARDÍN DE MI CASA AL PARKING DEL AVE
ALBERT BOADELLA APARTADO DE LA TRIBU
De sobras es conocida la relación de Albert Boadella con lo que denomina "la tribu"
Mi relación con la tribu es nula. Vivo allí exiliado. Podría decir que soy un madrileño exiliado en Cataluña. Realmente la ciudad, lo que es la "civitas", es Madrid. Vivo allí. Tengo una casa muy bonita pero nada más. Como siempre digo voy del jardín de mi casa al parking del AVE, y del parking del AVE a mi casa. Es una categoría que no existe. Para mí es una cosa muerta, ni me interesan. Está en un estado de decadencia total que no me interesa para nada.
LA ACTUAL, UNA SOCIEDAD LLENA DE TABÚS
Ante la sociedad en la que vivimos, piensa que es
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ALBERT BOADELLA FOTO: PABLO LORENTE |
una sociedad llena de tabús. Yo viví la sociedad de la dictadura en los inicios de mi juventud, y trabajando con la censura incluida. Había sus tabús, porque toda sociedad marca sus tabús, pero eran tres o cuatro: el tabú sexual, no se podía enseñar el culo en una obra ni hacer ciertas insinuaciones; el tabú del régimen que, naturalmente, si le atacabas acababa la historia; habían ciertos tabús religiosos, pero más o menos aquí se acababan. Ahora hay 25 o 30 tabús. La propia sociedad ha ido creando tabús, tales que si te pasas un milímetro en cualquier cosa automáticamente estás crucificado y, si puede ser, convertirte en un ser asocial de la noche a la mañana. Un ejemplo es cuando hicimos ¿Y si nos enamoramos de Scarpia?
Había un conflicto:una visión irónica y mordaz de las intrincadas relaciones entre géneros a través de la ópera
lo tratábamos con humor a través de las arias de ópera. Un éxito total en los Teatros del Canal. Nadie ha contratado esta obra. Es un caso que no me he encontrado en la vida. Ni en la época de la dictadura. ¿Por qué? Porque los programadores tienen miedo del Concejal de Cultura, del Consejero, de no sé qué… Este tema mejor no tocarlo, mejor no enredarse. Considero esto un auténtico ataque a la libertad. Gravísimo, y me parece estar viviendo en una sociedad mucho menos libre, sin lugar a dudas, que la de los años ochenta y noventa. Eso hay que vigilarlo. Es muy fácil decir que en un trabajo donde la relación entre los sexos es tan estrecha como es el teatro, la música, pues pueden surgir caso de acosos o como queramos llamar. Diría que eso está a la orden del día y los límites son difíciles de establecer. Cuando una mujer o un hombre se siente en una situación que no es la correcta, pues tienen que reaccionar o pegando un mamporro o a denunciar, pero al instante, no esperar 20 años.
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José Ramón Díaz Sande Copyright©diazsande |
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