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LA GEOMETRÍA DEL TRIGO
texto y dirección ALBERTO CONEJERO
intérpretes CONSUELO TRUJILLO EVA RUFO ZAIRA MONTES JOSÉ TRONCOSO JUAN VINUESA y JOSÉ BUSTOS
en el TEATRO VALLE INCLÁN (SALA FRANCISCO NIEVA) de MADRID
Del 6 al 24 de febrero de 2019
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"La geometría del trigo fue, en un primer momento, un recuerdo de juventud que mi madre compartió conmigo. ¿Por qué quiso entregarme entonces lo ocurrido a unos amigos en nuestro pueblo del sur justo antes de mi nacimiento? ¿Qué debía hacer yo con esas palabras y esos silencios? Con el paso de los años el recuerdo de mi madre, transformado por la imaginación, se convirtió en un recuerdo propio, tan real como lo contrario".
¿POR QUÉ DESVELAR UN RECUERDO OCULTO?
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ALBERTO CONEJERO FOTO: www.madridteatro.net |
Este es el punto de partida para una historia un tanto peculiar que hace dos décadas Alberto Conejero conoció de boca de su madre. Otra peculiaridad es que el texto definitivo tomó cuerpo en comandita con los 6 actores de los que se ha rodeado y una última es que tras muchos años al lado de directores y directoras y algunas incursiones se lanza a dirigirla él mismo.
Lo he hecho por tres razones. La primera porque sentía que ya estaba preparado y era el momento. La segunda es porque contaba con los actores para hacerlo, y esta razón sea, quizás, la fundamental. Esta obra no hubiera sido posible sin Juan Vinuesa, sin Eva Rufo, sin José Troncoso, sin Consuelo Trujillo, sin Zaira Montes, y sin José Bustos porque el proceso que hemos seguido ha sido un regalo como dramaturgo y como persona, que casi siempre son la misma cosa pero a veces no, porque hemos estado casi dos años de trabajo actoral. El texto llegó a ellos como un borrador muy frágil, con muchas fisuras y mucho trabajo por hacer. Los seis han tenido la generosidad de permanecer juntos estos dos años y darnos el tiempo necesario para esta función. Aunque yo firmo la función como director tiene mucho de siete direcciones. Los personajes no eran como son ahora, y son mucho mejores es por el trabajo de ellos seis. A veces nos metemos en lógicas de producción que pueden ser válidas para otro tipo de obras, pero ésta necesitaba tiempo, margen de experimentación y estoy muy satisfecho al punto al que hemos llegado.
La tercera razón es que Alberto sentía que debía
estar hasta el final con esta obra y acompañarla en sus encuentros con el público. Dice Juan Mayorga, que es un maestro para mí y para muchos, que la dirección es un tipo de escritura con los cuerpos, el espacio y con el tiempo. Yo siento que como dramaturgo soy mucho más ambicioso, una palabra fea creo, que antes de La Geometría del trigo. Siento de cómo el texto teatral es una promesa de teatro. He descubierto la obra que estaba detrás del texto literario. Ese descubrimiento como primer espectador privilegiado, no hubiera sido posible sin el trabajo de estos seis actores, insisto. Para mí La geometría del trigo, siempre será el vínculo con ellos seis.
EL PROCESO DEENSAYOS, UN ALBERGUE LUMINOSO
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JOSÉ BUSTOS / JOSÉ TRONCOSO FOTO: SUSANA MARTÍN |
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Alberto confiesa que llega a esta obra en un momento delicado en lo que respecta a su profesión.
Este proceso de ensayos, de creación, ha sido, para mí, un albergue muy luminoso: ir a un ensayo alegre, salir más alegre y que el teatro volviese a ser un lugar de alegría, un lugar vivo con la posibilidad de equivocarse, con la posibilidad del hallazgo y ante todo el ser honesto con lo que el trabajo que se propone. Falta el encuentro con el público y no sé lo que va a ocurrir, pero ocurra lo que ocurra, me siento muy orgulloso del trabajo de estas seis personas y con la tranquilidad de que lo que se muestra es algo honesto y con lo que yo soñé par mi teatro y está aquí.
Joan y Laia, una joven pareja de arquitectos, viajan desde Barcelona hasta un pequeño pueblo del sur para asistir al entierro del padre del primero, del que nada ha sabido en toda su vida. Cruzarán un país, tanto su territorio como su pasado reciente, para tratar de unir las piezas de un relato del que inevitablemente forman parte, y así poder comprender y comprenderse. Como las figuras sepultadas en Pompeya, allí en la tierra rojiza del sur esperan otros hombres y mujeres para contarnos su historia Emilia, Antonio, Beatriz y Samuel.
UN VIAJE MÁS ALLÁ DE LA FICCIÓN
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CONSUELO TRUJILLO / ZAIRA MONTES FOTO: SUSANA MARTÍN |
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EVA RUFO / JOSÉBUSTOS FOTO: SUSANA MARTÍN |
Alberto Conejero interpreta esta historia como
Un viaje de norte a sur, de sur a norte, de ahora a entonces, y de entonces a ahora. Una historia de tránsitos y transiciones entre tiempos, espacios, lenguas y formas de amar. Y de fondo las últimas minas de plomo entre los olivares. Un intento de empezar de nuevo y de seguir juntos. Porque el vínculo nunca desaparece y siempre estamos a tiempo de cuidarlo.
El viaje de ficción de La geometría del trigo va más allá de la mera ficción. Alberto Conejero nació en Vilches, aunque a los dos años llegó a Madrid. Por circunstancias familiares todos los veranos volvía a Vilches, donde, además, están enterrados todos sus familiares. Su vínculo es tal que este viaje en el que Joan busca sus raíces, es un paralelo a los viajes de Alberto a Vilches.
Desde hace unos años me siento vinculado a mi tierra. He tenido la oportunidad de ir más. Ese viaje de la ficción también tiene que ver con mi reencuentro con mis raíces que cada vez más se va acentuando. La obra no es autoficción, pero tiene algo de autobiográfico. El personaje de Consuelo se llama como mi abuela paterna, Emilia; el personaje de José Bustos dice que nació un 8 de julio, que es la fecha en que yo nacía; los espacios son los de mi infancia y pare de mi adolescencia. Además, con el tiempo, siento algo muy curioso y es que Joan y Laia tienen algo de mis relaciones de pareja vividas o de ahora, de modo que los personajes son como visitadores del Yo, pero que parten del Yo. Es como si el Yo se desplegase y volviesen a peguntarte algo de modo distinto. En este caso es tan bonito que algo que podría quedar en algo privado, de repente es algo universal. Algo de eso se ve en el uso de las lenguas. Joan y Laia es una pareja de catalanes que viajan al Sur, y aunque, en la obra, el castellano es la lengua vehicular, el catalán tiene una presencia recurrente en la obra y me emociona profundamente que siendo un autor andaluz esté en Madrid en el Centro Dramático Nacional haciendo una obra escrita en castellano, pero dicha en andaluz, y me alegro de que ese acento no se amague, y la ficción refleje la riqueza de identidades de nuestro país. Además habla de transiciones transcurre en la llegada de la democracia, 1977/78 hasta el 2010. Es una encrucijada de encuentros y para mí lo está siendo. Cliff (acantilado)- ganador del IV Certamen LAM 2010 -, curiosamente un monólogo sobre Montgomery Clift, un actor de Hollywood, era quizá la obra donde yo me exponía más y sí que era autoficción. En La geometría del trigo, están todos mis recuerdos de la infancia y de la adolescencia y también del presente. Hay un momento en que el personaje de Samuel, interpretado por José Troncoso, habla de un lugar en el pueblo en el que una calle se abre y hay un pantano y un mar de olivos, ese espacio, para mí, es el más importante por razones de infancia. Cada vez que se habla de ese espacio en la obra, a mí acude algo telúrico. Parece pedante pero es eso. Siento que es una obra que partiendo de reservas familiares e íntimas, a la vez es mi obra más universal y que va a alcanzar al público de lugares más distintos.
EL AMOR, POTENCIA TRANSCENDENTE
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JOSÉ TRONCOSO / JUAN VINUESA FOTO: SUSANA MARTÍN |
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EVA RUFO FOTO: SUSANA MARTÍN |
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Si se quisiera resumir la esencia de la obra, podría sintetizarse en que
hay que cuidar del vínculo con los que nos rodean. Siempre estamos a punto de protegerlo, como se dice en la obra. Proteger ese vínculo como país, en este momento políticamente tan delicado. Que España cuide su vínculo con el pasado, que aún estamos a tiempo de cuidar de nuestros muertos. Siempre estamos a tiempo. Aquellos muertos que no son cuidados están sufriendo violencia después de muertos. Estamos a tiempo de cuidar los unos con los otros. Entiendo que aunque se habla de problemas de la pareja, del paro, de la culpa, de las identidades sexuales no asumidas fácilmente, al final lo que hace estar juntos a los seis personajes es la necesidad del amor como una vivencia transcendente. Estamos en un tiempo tan líquido, en el que el neocapitalismo feroz nos quiere tan móviles, tan serviles, sin raíces, tan fungibles, casi como que si el amor tuviera una un obsolescencia programada. Te compras una impresora y sabes que se va a estropear antes de los cartuchos. Creo en el amor como una potencia transcendente y me da igual si una mirada cínica dice que esto es cursi. Cuando amamos tenemos más vida. Eso puede sonar un poco cursi, pero creo que estamos más cerca de la inmortalidad cuando amamos, y el recuerdo también es amor. Toda las heridas y traumas que tienen estos personajes con no saber de dónde se viene, no conocer la generación del pasado, haber roto vínculos como el personaje de Beatriz de modo muy traumático…, creo que siempre estamos a tiempo de cuidar el vínculo.
NECESITABA CONTARLO, PORQUE EL TEATRO ES PARA HACER ALGO JUNTOS
Si bien el final no es un "happy end" (final feliz), y quizá porque voy cumpliendo años y he visto desaparecer a gente que amaba y porque ya me he separado de un amor que pensaba iba a ser indemne. Cuando vives todo eso, lo asumes y lo compartes, pero siento que al final La geometría del trigo, literalmente, arroja luz sobre nuestras grietas. Esto necesitaba contarlo, porque el teatro es gente que se reúne, pese a todas las dificultades del día a día y sus miedos, y dice "entro en una sala de ensayos y trato con otras personas estar apostando mucho para hacer algo juntos". Eso da esperanza. Es verdad que esta obra es una colección de traumas, pero que tiene que ver con la orfandad, con el desamor, con cómo demonios amamos en el 2018, en la obra en el 2010, porque tiene que ver con una educación emocional del franquismo que ha sido un desastre. Por ejemplo de la violencia doméstica pocas veces se habla. Eso viene de una educación franquista. Parece que ha surgido de la nada y viene de 40 años de considerar a las mujeres un elemento secundario innoble. Siento que aún no tenemos una educación emocional de lo que en las escuelas se habla muy poco. De que si te separas tampoco es el fin del mundo. La gente es libre para ir, para venir y que hay que habitar el amor desde un mundo menos sacralizado y menos romántico. En parte esos seis personajes están averiados. Siento que están cercanos a la familia chejoviana (Chéjov) porque son enormemente torpes. Al final nos hacemos daño por cosas tan chiquititas, como país, como sociedad, como parejas. Si nos enseñaran a "vamos a sentarnos y a estar juntos"…Consuelo dice una frase "nos hacemos mucho daño y cualquier día nos morimos". Parece una frase pequeñita, pero es verdad. Tanto daño nos hacemos para acabar todos en el mismo sitio, que si lo pensáramos…
LA ELOCUENCIA DEL SILENCIO
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JUAN VINUESA / ZAIRA MONTES FOTOS: SUSANA MARTÍNt |
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ZAIRA MONTES / JOSÉ TRONCOSO FOTO: SUSANA MARTÍN |
Algo importante para Alberto es tener un relato de las familias y de los países. Conocer el pasado y no olvidarlo.
Cuántas cosas no se hablan en la familia, porque venimos de un tiempo en que no se podía hablar. "¿Por qué no se casó tu tío?" "¿Por qué se fue tu hermana fuera de España?" Hemos construido nuestro país con silencios y la elocuencia del silencio es terrible. Estar en una casa donde no se puede hablar, a veces, es mucho peor que estar en una casa en la que se grita. En este país hemos pensado que el silencio iba a esconder las cosas, pero nos ocurre ahora: No decir las cosas o no decirlas a la cara. "¡Sientensen a hablar!" La obra lo que propone es "por fin vamos a estar los seis juntos y de ese combate van a saltar chispas y surgir heridas, pero vamos a entender quiénes somos". Los seis personajes van buscando su identidad, que, en parte, está huérfana porque algo del pasado está oculto. Siento que todos estamos a tiempo de hacerlo y como país, parte de nuestro problema es que no hemos consensuado un mínimo de relato del pasado. Hemos dejado pasar mucho tiempo sin consensuar un relato. Lo que nos está ocurriendo ahora tiene que ver con la necesidad de sentarnos a conversar, porque aunque ahora parece que se habla mucho, en realidad nadie está hablando con nadie. De eso habla La geometría del trigo.
ALBERTO, UN ANDALUZ-MADRILEÑO-CATALÁN
Alberto con una identidad similar a la de muchos residentes desde hace años en Madrid, que acuden a sus raíces en los veranos, siente que no es solamente alguien que va los veranos y no ha vivido las virtudes y defectos del pueblo.
un andaluz de Madrid o un madrileño de Jaén. Esa es mi identidad. Además por cuestiones del amor habla catalán. Entiendo la identidad como un camino y no como un lugar estancado. Ceo que la geometría habla de eso: de un país con encrucijadas. Vilches, para mí, no es un país de vacaciones. Voy todos los años dos o cuatro veces. Allí está mi familia, mis padre casi todo el tiempo. Insisto el teatro de permite visitar lo real desde lugares más hondos. Cuando fuimos a Vilches, actuábamos en el Teatro Miguel Hernández, frente a mi casa, pero que los actores estuvieran en el cementerio, juntos, siento que ellos también son vilchenos. Lo que sí es que yo en mi pueblo soy un forastero a ratos, porque los que nos hemos ido somos forasteros. Nos hemos ido la mitad del pueblo, entonces la mitad del pueblo somos forasteros. Es un estar dentro y fuera. España, como país, siempre tiene algo de extraño en un sitio y de pertenencia. Ocurre igual en Cataluña Yo, ahora, estoy allí la mitad del año, prácticamente, y en parte soy de allí, en parte andaluz, en parte de Madrid. Es lo que soy y creo que hace falta mucha gente que no sepa muy bien lo que es.
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ZAIRA MONTES / JOSÉ TRONCOSO / CONSUELO TRUJILLO FOTO: SUSANA MARTÍN |
AGRADECIMIENTOS OBLIGADOS
Aunque La geometría del trigo es producción propia de Alberto Conejero, recalca que
hubiera sido imposible sin la colaboración del Centro Dramático Nacional, están conmigo la colaboración de La Estampida, Producciones Teatrales Contemporáneas, Padam Producciones, y el apoyo del Ayuntamiento de Vilches y la Diputación de Jaén. Toda esta gente ha estado conmigo en una obra que está hecha por esa atracción de sangre, atracción de voluntad por hacerla. No hubiera podido hacerla aún arriesgando lo que se ha arriesgado y volvería a arriesgarlo. También ha sido muy importante la ayudante de dirección Alicia Rodríguez. Es una actriz espléndida que se ha podido ver en Las Princesas del Pacífico (CLIKEAR), su mirada y su ánimo es fundamental. Tener como ayudante de dirección a una actriz ha sido un acompañamiento. David Picazo ha hecho las luces; Alessio Meloni la escenografía; Mariano Marín la Música; Miguel Ángel Milán el vestuario; en los Audiovisuales Bruno Praena; en la parte técnica Leticia L. Karamazana y Kike Gómez en la producción ejecutiva que me ha acompañado. Lo agradezco profundamente, así como a la Residencia artística desarrollada en Cuarta Pared.
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(1) Vilches es un municipio español de la provincia de Jaén, Andalucía, situado a 80 km de la capital, Jaén, en la comarca de El Condado. Tiene 4.646 habitantes (INE 2016) repartidos entre la villa y las pedanías de Guadalén y Miraelrío, que está más cercana a la vecina Linares. Su extensión superficial es de 274 km² y tiene una densidad de 18,31 hab/km². Se encuentra situada a una altitud de 548 metros. Puede accederse por las carreteras comarcales nº 3217 de la Carolina a Úbeda y nº 3210 de Linares a Orcera. Cuenta también con una estación de ferrocarril de la línea Madrid-Cádiz.
Fiestas: 17 de enero: San Antón, durante la cual se llenan las calles de hogueras de ramas de olivo. Semana Santa: actos religiosos y por sus procesiones desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua. 9 de mayo: Festividad de San Gregorio, celebrada en la conocida barriada de los Mesones. 25 de julio: Festividad de Santiago Apóstol, celebrada en la popular barriada de la Estación. 15 de agosto: Festividad de la Virgen del Castillo, patrona del pueblo, durante la cual, del 14 al 18 de agosto, es celebrada la feria más importante para el pueblo. 31 de octubre: Vísperas de Todos los Santos. Se celebra una costumbre denominada "hacer las gachas", consistente en reunirse los amigos en torno a este popular guiso a base de harina , agua, azúcar y tostones para ser digerida entre charlas y recuerdos de los ausentes.
FUNCIÓN De martes a domingo: 18:00 h.
Encuentro con el equipo artístico Jueves 14 de febrero
PRECIO 25 €
Descuentos Fam. Numerosa / mayor 65 años:50% Cert. disc / Menores 30 años:30%
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ZAIRA MONTES / CONSUELO TRUJILLO / EVA RUFO / JOSÉ BUSTOS / JUAN VINUESA / JOSÉ TRONCOSO / ALBERTO CONEJERO FOTO: www.madridteatro.net |
Título: La geometría del trigo Dramaturgia: Alberto Conejero. Trabajo de Objetos: Xavier Bobés. Diseño de Iluminación: David Picazo. Espacio Escénico: Alessio Meloni. Vestuario: Miguel Ángel Milán. Fotografía y Vídeo: Susana Martín. Espacio Sonoro: Mariano Marín. Visuales: Bruno Praena. Coordinación Técnica: Leticia Karamazana. Producción Ejecutiva: Kike Gómez. Comunicación: Lemon Press Una producción de Teatro del Acantilado. Con la colaboración de La Estampida, Producciones Teatrales Contemporáneas y Padam Producciones, y el apoyo del Ayuntamiento de Vilches, y la Diputación de Jaén. Residencia artística desarrollada en Cuarta Pared. Ayudante de dirección: Alicia Rodríguez Intérpretes: Consuelo Trujillo, Eva Rufo, Zaira Montes, José Troncoso, Juan Vinuesa y José Bustos. Dirección: Alberto Conejero Duración: 80 mins (sin intermedio) Estreno en Madrid: Teatro Valle Inclán (Sala Francisco Nieva), 6 - II - 2019
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