EL SUEÑO DE LA VIDA (COMEDIA SIN TÍTULO)
LORCA Y CONEJERO MANO A MANO
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FOTO: SERGIO PARRA |
La Comedia sin título es un texto, un primer acto dicen los investigadores, que Federico García Lorca escribió, antes de su asesinato en los albores de la guerra civil. Hay quien piensa que no iba a tener una sucesión de otros actos, y en tal caso no es una obra incompleta. En 1989 se estrenó sin añadidos en el Teatro María Guerrero con dirección de Lluis Pasqual. Ahora Alberto Conejero en la tesis de que es un primer acto de una obra incompleta se ha lanzado a completarla
- La Comedia sin título es una obra de teatro que siempre estará por escribirse. Ésa es su potencia y yo no he pretendido clausurarla. Pero durante años me asomaba a la última línea del manuscrito como quien se asoma a la marea porque oye una voz que lo llama desde adentro. El sueño de la vida no pretende dar fin a la Comedia sin título, tampoco es una reescritura. Es un nuevo texto escrito en un vacío infinito, un diálogo entre lo que fue y lo que no pudo ser.
Este nuevo texto Conejero lo ha titulado El sueño de la Vida, siguiendo la idea de que es posible que el propio Lorca lo hubiera sugerido, aunque no hay prueba explícita de ello, como guiño hacia su autor admirado Calderón de la Barca.
ALBERTO CONEJERO
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ALBERTO CONEJERO FOTO: www.madridteatro.net |
Como puede verse para este proyecto se han unido diversas Instituciones: Comunidad, Ayuntamiento y Teatro Español. Para con todas ellas Alberto Conejero tiene palabras de inmenso agradecimiento y alegre responsabilidad. El sueño de la vida tiene un historial anterior:
- En mis 15 años de carrera ha escrito tres obras relacionados García Lorca: La piedra oscura (CLIKEAR), El amor de Don Perlimplín con la Comunidad de Madrid, y El sueño de la vida. Me preguntan "¿No te cansas de Lorca?". Son 15 años, pero aún así, me pregunto si en el Reino Unido se preguntan "si tanto Shakespeare". Esa desconfianza hacia tanto Lorca habla de dónde venimos y hacia dónde vamos. En segundo lugar, la gente del teatro y vosotros los periodistas, ahora más que nunca, debemos ser cautelosos con las palabras. Estamos en una época muy crítica en la que cuidar el lenguaje y cuidarnos con el lenguaje es una urgencia para todos. Sé que yendo a la síntesis del periodismo, entiendo la función de un titular, como el que "Conejero completa la Comedia sin Título" es un titular que puede ser efectista, pero no refleja la complejidad y la verdadera naturaleza del proceso. La Comedia sin título siempre será la de García Lorca, una obra sin terminar. Hubiera sido una soberbia pretender terminar esa obra. Ni de lejos tengo el talento de un Picasso, pero Picasso con su Meninas no pretende terminar la de Velázquez. Es una muestra de admiración y de hacer público un magisterio, una deuda poética y personal. Ese ha sido mi empeño: escribir un texto a partir de la Comedia sin título que dialoga con ese vacío. Se podría decir que la continua, pero mirará la obra de García Lorca que siempre estará ahí. No pintará sobre un lienzo. Quien quiera conocer la Comedia sin título siempre estará sobre el papel, pero el teatro es una escuela viva. He pensado qué diría Lorca sobre esto. Posiblemente diría "es un botarate", y nos iríamos a tomar unos vinos. Creo que lo importante hablar de este proceso.
NO ES UN PULSO CONTRA LORCA
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EMMA VILARASAU FOTO: www.madridteatro.net |
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Alberto deja claro que no entiende su escritura como un pulso.
- No es un pulso porque mi escritura sería derrotada. Esto es así. Todo lo que yo pueda escribir va a palidecer al lado de García Lorca. Sin embargo no he podido dejar de hacerlo, aún sabiendo que iban a venir estas voces de incomprensión, pero yo sentía que en la Comedia sin título había una pregunta que las gentes de teatro nos tenemos que hacer ahora, y es urgente que nos la hagamos. Lorca se plantea, entre otras muchas cuestiones, porque reducir una obra de teatro, además de un autor de teatro como es García Lorca, a una sola idea, es siempre reducirlo. Cada espectador puede encontrar en El Público o la Comedia sin título mil historias, pero plantea una pregunta que a mí me parece capital ahora. En estos tiempos tan críticos del mundo cuando fuerzas oscuras reaccionarias, excluyentes están asomando, de nuevo, lo peor de lo que fuimos con una nostalgia de lo desconocido, porque si lo hubieran conocido, quizás no estarían así, porque es una nostalgia desde la ignorancia, Lorca se pregunta ¿Qué hacer con el teatro? El teatro no puede estar de espaldas a la realidad. Ha de abrir sus puertas al dolor del mundo, pero también hade protegerse de la oscuridad del mundo. Esa tensión que quizá no tiene una respuesta fácil, entre proteger la ficción para, precisamente, hacer algo sobre lo real, o, al revés, abrir las puertas de par en par , esa pregunta me la hago como dramaturgo, para escribir los dos actos después de la Comedia sin título, sé que es un proceso bastante singular, pero, aun sabiendo que podría generar críticas e incomprensiones, la he hecho, porque no vengo al teatro a esperar el aplauso fácil y esperar el beneplácito de todos. Sería un impostor para conmigo mismo. Sentía que debía hacer esto, y si este deseo no me lo han quitado todas estas prevenciones es que El sueño de la vida tiene que ser.
El punto de partida para enrolarse en este experimento son, según Alberto
- unos indicios que hay sobre el segundo y tercer acto. A partir de ahí escribo sonámbulo, enfebrecido. Si me paro a pensar sobre lo que estoy haciendo, no lo hago. Me echo a escribir como quien se echa a reír o llorar. He seguido esa invitación que ocurre en el foso del teatro que se ha convertido en una morgue, que la ha de reconstruir el espectador y no los actores en el planteamiento escénico de Lluìs. El tercer acto transcurre en un cielo, un poco más oscuro, con ángeles flamencos y querubines.
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FOTO: SERGIO PARRA |
La obra se zambulle en una serie de cuestiones filosóficas que supone el teatro y que Alberto califica de
- complejas entre lo real y lo verdadero, la realidad, la ficción, la capacidad que tiene la ficción de operar sobre la realidad para llegar a lo real. Son asuntos complejos sobre los que he reflexionado, pero entiendo siempre que debía dárselo al espectador desde un lugar poético, al menos como yo entiendo mi trabajo. Hay algo que es ser intuitivo, que tienen que ser preguntas que se abren no desde un lugar intelectual, que quizá, para mí, habría sido más de aparentar que yo no soy. Yo lanzo las preguntas que está lanzando García Lorca, pero que tampoco, precisamente, tengo las respuestas. Este debate es muy complejo, y no hay síntesis apaciguadora en eso. Emma Vilarasau dice yo creo a la actriz y estoy de parte de la actriz en el primer acto. Yo también, pero también estoy del lado de la actriz en el segundo acto. Incluso para hablar de la destrucción y refundición de un nuevo teatro, Lorca elige el teatro para hacerlo. Esa es la paradoja brillante de la Comedia sin título. El único modo de refundar un nuevo teatro es desde el propio teatro. Eso es un acto de amor tan profundo al teatro, y todo lo que se ama con tanta pasión, pues unas veces lo detestas, te cansas, sientes fatiga, y no puedes dejar de estar. Creo que García Lorca no podía dejar de estar en el teatro, pero hace una pregunta: la relación entre la ficción y la realidad para llegar a lo real. Filosóficamente es muy complejo, y espero que los espectadores que vayan, cada uno haga sus respuestas. No entiendo que el público sea una cosa con una sola cabeza. Cada espectador que venga a ver El sueño de la vida, saldrá con una imagen sobre lo que es El sueño de la vida. Esa imagen está ahí. Creo que un mal dramaturgo es el que sabe lo que va a provocar en el espectador concretamente. Si sabe lo que está haciendo, ¿para qué lo hace? ¿Para qué hace teatro y no otra cosa? Por ejemplo un ensayo.
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FOTO: SERGIO PARRA |
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LLUÌS PASQUAL ESTÁ SIENDO MÁS JOVEN Y ARRIESGADO QUE YO
Un segunda pieza en este proyecto es Lluis Pasqual al cual Alberto agradece enormemente su colaboración como director.
- Lluis es hombre que es escuela viva del teatro en nuestro País, en España, desde el primer momento haya elegido El sueño de la vida y por tanto me ha elegido a mí también. Siento que soy un gran privilegiado por estar al lado de Lluis Pasqual, aprendiendo de él. He visto ensayos de El sueño de la vida y he pensado: Lluis Pasqual está siendo aquí mucho más joven y arriesgado que yo en algunas decisiones que ha tomado de la puesta en escena que me sorprenden y eso es bueno. Hay cosas sorpresivas para mí y eso tiene que ser el teatro, y no de la confirmación de lo que uno ya sabía.
Alberto dirige unas palabras a Lluis
- Estoy profundamente agradecido a Lluis que esté capitaneando El sueño de la vida por tu confianza y por tu afán. Ocurra lo que ocurra ahora, gracias a Lluis a y a todo el equipo, pues el texto queda ya en sus manos.
LLUIS PASQUAL ESTAMOS HABLANDO SÓLO DE UNA OBRA DE TEATRO
A los estrenos precede una rueda de prensa, por lo regular. Otras no. Las ruedas de prensa tienen más o menos audiencia a tenor de la expectación y muchos otros motivos. En esta ocasión se han reunido representantes de la Comunidad y el Ayuntamiento y se ha hablado del teatro, el arte y la cultura, como agentes de unión, más allá de las diferencias ideológicas. Todo esto que puede sonar a solemnidad, Lluis Pasqual la desmitifica un tanto:
- quisiera recordar que estamos hablando sólo de una obra de teatro. De repente ha aparecido una solemnidad en el aire y estamos hablando de un juego, de una obra de teatro, de una cosa que nos juntamos todas la tardes y jugamos a ser otros. A hacer llegar las palabras de otros, las que nos gustan, las que nos emocionan, y hacerlas llegar a un posible espectador que aparecerá dentro de muy pocas horas. Lo digo porque da como miedo de que todo eso que hemos contado, es lo que después alguien va a encontrar en el escenario.
NO LO SABES, PERO LO HAS ESCRITO PARA MÍ
Por parte de Lluis este proyecto comienza de un modo muy sencillo.
- Tuve la suerte de que la familia de Lorca me pusiera en las manos ese texto en 1989, y poderla estrenar. Muchos años después, hace tres años, abro el periódico y veo que la Comunidad había tenido la buenísima idea de pagar a fondo perdido, sin saber lo que iba a ocurrir, una aventura de alguien que, a partir de las notas y su conocimiento y de su ensoñación, había decidido continuar lo que se había llamado Comedia sin título. Creemos que pertenecía a El sueño de la Vida. Digo "creemos" porque Lorca era muy mentiroso. Su hermana me decía siempre:"Tiene mucha fantasía". Era una manera tierna de una hermana de llamarle "mentiroso" a un ser. Quiero decir que Lorca era capaz de inventarse una obra de teatro para ligarse a alguien en un camerino. Una obra de teatro que no había existido nunca y no existiría nunca. Eso lo cuentan sus amigos. Es decir que ¡vaya usted a saber! cómo eso habría echado para adelante, si es que echaba para adelante. Vi la noticia y pensé "tengo que hacer esto". Llamé a Conejero. Creí que me estaba mintiendo porque me dijo "tengo gripe horrorosa (Lluis interpreta un estado griposo), no puedo hablar". Pensé "eso es que los derechos los tiene alguien". La gripe era cierta, en cualquier caso yo le dije "esto creo que lo has escrito para mí. No lo sabes, pero lo has escrito para mí. Necesito hacer esto. Mándamela. Es muy osado lo que te estoy diciendo, pero si me veo capaz, pienso que puedo dar algo a eso, pues esa obra es para mí".
AQUEL PRIMER ACTO: LORCA
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FOTO: SERGIO PARRA |
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Aterrizando esta propuesta sobre el escenario, Lluis siente que este Primer Acto de Lorca de 2018 tiene otros actores y las circunstancias son otras, por lo cual
- si es verdad que, si cada siete años cambiamos las células de nuestro cuerpo, yo soy otro, y otro, y otro completamente distinto. También lo es estaedición. En la edición de 1989, el primer acto, era mucho más violenta. La gente se encontraba con una gran violencia al entrar en el teatro y durante el espectáculo. Terminaba con una explosión que se caía el María Guerrero y toda la gente quedaba manchada y teníamos que repartir vales para ir al tinte, todos los días. Era más violenta, pero hace 30 años. Después de haber visto en televisión desde el Teatro de Palmira, en el que había una gente arrodillada y otros que les cortaban la cabeza, eso lo podíamos haber visto en directo, ya, desgraciadamente, una cierta violencia la tenemos asumida porque si no, nos tiraríamos por el balcón, con lo cual es más un recuerdo de esa violencia.
ESTE SEGUNDO ACTO: LORCA - CONEJERO
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FOTO: SERGIO PARRA |
Lluis describe el segundo acto como la fusión entre Federico García Lorca y Alberto Conejero.
- Es el punto de encuentro en el que se encuentran los dos. Hay textos, poemas y frases de García Lorca, y hay un punto en el que habla de fiebre, que lo ha escrito como en un estado de sonambulismo. Es un texto por una parte surrealista, por otro cubista, de la misma manera que uno mira el Guernica y puede ver toda la Guerra Civil a través del Guernica, todo eso se puede leer a través del segundo acto en el que se encuentran Alberto y Lorca. Luego hay un tercer acto que es Alberto Conejero.
TERCER ACTO: CONEJERO
El tercer acto dura 9 minutos y Lluis lo clasifica como
- Haikú (originariamente tipo de poesía japonesa, basado en el asombro y la emoción ante la naturaleza). Es un pequeño poema japonés donde se encuentran dos personajes. Tiene una brevedad y es lo que Lorca pone en el Paraíso.
LA MANO DE PASQUAL SOBRE EL TEXTO
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FOTO: SERGIO PARRA |
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Lluis Pasqual ha añadido un elemento al segundo acto que no estaba en el texto:
- No ocurre lo que ocurre. Lo que ocurre es un ensayo en el cual ocurre lo que ocurre. Eso por dos motivos. De la misma manera que Alberto no ha pretendido suplantar, yo tampoco puedo hacer creer que eso es una obra de Lorca. Es una prueba, un ensayo, una posibilidad, la cual es cambiante, como en un ensayo. En una etapa de un ensayo, casi final, en el que la gente aún está, alguno con el ejemplar en la mano, alguno está sentado, y otros ya están haciendo la escena. Es una manera de contar de que eso no es. Lo mismo que Alberto, eso es una acción de que podría ser de alguna manera.
Otro motivo es que ese ensayo permite mostrar lo que
- convive en Lorca constantemente: el Sol y la Noche. La Luz y la Sombra. Lorca era eso. Todos sus amigos explican que cuando Lorca estaba al piano tocando, las canciones que tanto le gustaban y estaba todo el mundo jaleando feliz, de repente, escomo si una nube le pasara por delante de los ojos y decía"¡Ay, qué lamento"! no es que quisiera que le quisieran, porque ya le quería, o llamar la atención. No. Era la herida como la de otros seres, por ejemplo Camarón, esa herida que, de repente, se abría y le venía la Noche, la Sombra. Yo he visto en un papel de carta de La Habana, un trozo de El Público y un trozo de Bernarda Alba, el amor por el teatro y el odio más absoluto por el teatro. Esta forma de ensayo permite ver el amor por el teatro, visto que en el primer acto lo que hace es desear que se hunda, que se queme, que se destruyan esas formas anquilosadas donde hasta el espectador tiene forma de espectador.
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FOTOS: SERGIO PARRA |
Para Lluis, Lorca hermana todo:
- Convierte las compañías y cofradías, como si fuéramos andaluces. Hay algo absolutamente necesario, para esta obra, que es la compañía de gente que se desconocen antes de llegar ni conmigo , ni con otros compañeros, y se convierten en un grupo. Para que la mayonesa cuaje, tiene que haber un aceite que la aúna. Ese aceite se llama Federico García Lorca. Ese aceite se llama fe en lo que uno hace. En esta obra, aparte de tener oficio y talento, hay que tener fe en las palabras que nos van a conducir a explicarle al espectador lo que le queremos contar. Esa fe es lo que ha producido esa Arca de Noé. El zoológico en el que todos hablamos el mismo lenguaje, pareciendo sabiendo lo que decimos, aunque, a veces, el lenguaje sea críptico o misterioso, y delante del misterio, pues uno tiene que pararse.
¿TEATRO IMPOSIBLE? EL ESPECTADOR CERCANO AL LECTOR DE POESÍA
De siempre se ha catalogado El Público y la Comedia sin título, Así que pasen cinco años de teatro imposible. Tal aceptación afectaba al mismo texto en sí mismo por la dificultad de representación, si se comparaba, técnicamente, con el teatro al uso y por la dificultad de comprensión para el espectador. En El sueño de la vida el interrogante, en principio, subsiste. Lluìs Pasqual recuerda, en este contexto, su prevención con respecto al estreno de su montaje de El público en el María Guerrero.
- Fue lo que en el teatro llamamos un éxito. Yo me iba, todos los días, mal a mi casa, y pensaba: " Esto ¿lo ha escrito Federico García Lorca para que fuera un éxito? ¿Para que la gente se vaya a mitad defunción cabreada? ¿Para que le silbe al final?" No sé si está bien haber hecho un éxito de eso. Habían pasado muchos años y lo del "teatro imposible" había sido una manera que se le puso, pero lo del teatro imposible es algo que se ha podido hacer. Nosotros hicimos El público y Comediasin título, y no he hecho Así que pasen cinco años porque me gusta mucho menos, pero sí se puede hacer. Lo que sí es cierto es que tanto en uno como en otro se necesita que el espectador esté lo más cercano posible a un lector de poesía. En la poesía no todo te entra por el mismo canal. No todo entra por la cabeza, el estómago o el corazón. Siempre pongo el mismo ejemplo: "Verde que te quiero verde" (Romance del sonámbulo de F. García Lorca) no quiere decir nada si lo analizamos gramaticalmente. En cambio uno dice "Verde que te quiero verde" y todos entendemos algo. Algo nos evoca algo nos produce, algo nos hace…y no quiere decir nada. Pues es lo mismo. El espectador se tiene que dejar penetrar como una esponja, por lo que le llega del escenario. Unas veces será visualmente, otras por la palabra…Son esas palabras como tizones que se ponen incandescentes apenas se le acerca una llama. Ese s nuestro trabajo acercarles la llama, pero no todo se entiende por la cabeza.
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FOTOS: SERGIO PARRA |
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A Lluìs no se le oculta la dificultad del texto en sí mismo y por lo tanto no es fácil llevarlo a cabo. Reconoce que
- sí sé cómo hacerlo, seguro que no lo hago, porque pienso "Me voy a aburrir, Ya sé cómo hacerlo". Lo que tiene que tener un texto, para mí, es misterio. El teatro tiene una cosa muy buena: todo lo que uno no se puede contestar solo, lo puede contestar con los actores. Es ahí donde siempre se habla de colectivo como si fuera una obligación para hacer el bien. No es verdad. En el teatro nadie tiene todas las preguntas, nadie tiene todas las respuestas. Es una cosa que se genera en el grupo y todos los días. Yo necesito un reto y este Lorca, para mí, era desconocido. No el inicio, pero si después era un material completamente desconocido. Trato de que todos tengamos la misma respiración. La respiración es una palabra que se usaba mucho y cada vez menos. El poeta respira de una manera y eso lo pone en negro sobre blanco. Esa respiración la tenemos que tener todos. No tenía idea y, de hecho, la retrasé un año de puro terror, de puro miedo por no saber cómo engancharla. A partir de un momento la puerta se abre porque empiezan a haber otras personas, otras caras. Cada un dirige como Dios le da a entender. Hay un famoso artículo de Billy Wilder, donde dice "los actores tienen que saber interpretar. Punto. Los directores tienen que saber…" y hay tres páginas: psicología, fontanería,..absolutamente de todo. Hace ver que sabe de todo y hacer ver que se lo cree, y se hace, pero con mucha pasión y mucha fe.
LA MÚSICA DICTA EL TEATRO DE LORCA
Estos textos, hoy menos teatro imposible, comparados con otros muestra el teatro cambiante del teatro lorquiano. Lluìs Pasqual ve que en su teatro tiene que ver mucho con la música.
- Lorca escribe su primer poema a los 21 años. Todo el mundo pensaba que iba para músico. Nadie pensaba que iba a escribir, porque era mejor músico que escritor. Pensamos a Lorca en el flamenco, pero Isabel, su hermana, me contaba la cantidad de veces que Don Manuel de Falla venía a buscar a Federico a su casa para ir a correos y recibir la última partitura de Debussy que les había llegado. Es decir su formación musical era muy grande, pero si en el Romancero Gitano podemos decir que el "jondo" está detrás, creo que Poeta en Nueva York no se hubiera escrito nunca sino hubiera descubierto el jazz. La cultura de los negros es justamente el jazz, y lo que hace es romper, de alguna manera, la música. Luego Santiago de Cuba, de modo más corto, tiene, también, esa música del Caribe que Lorca descubre. Es la que él llama la música caliente y tiene, también una traslación en su escritura.
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