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LOS DESVARÍOS DEL VERANO
VIVIR DE APARIENCIAS
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| FOTO: www.madridteatro.net |
Los desvaríos del verano de Carlo Goldoni, tras una gira de risas, se asienta en el Teatro Infanta Isabel durante los meses de verano de la mano de la compañía Venezia Teatro, que en esto de bucear en los textos de Goldoni es experta desde aquella sorprendente La hostería de la posta, en el Teatro Fernán Gómez.
Dos familias vecinas comparten vacaciones de verano. También comparten la ambición de ser los mejores en ese viaje, hasta el punto de boicotear las vacaciones de sus vecinos, y las suyas si hace falta, si no lo consiguen.
LA TRILOGÍA DE CARLO GOLDONI
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JOSÉ GÓMEZ
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Los desvaríos del verano, también titulada como Los afanes del veraneo es la primera de un trilogía que el propio Goldoni anunciaba: "He concebido simultáneamente las tres comedias consecutivas. La primera se titula Los afanes del veraneo; la segunda Las aventuras del veraneo; la tercera El regreso del veraneo. En la primera se describen los disparatados preparativos; en la segunda el comportamiento alocado; en la tercera las lamentables consecuencias que le siguen"
Venezia Teatro ha arremetido con el primer título de la Trilogía, y sueña en completar la Trilogía en los últimos años e incluso
- ofertar un día entero de teatro en diferentes espacios para contar esta frenética y divertida historia en torno a las vacaciones de verano - declara José Gómez, director del espectáculo. Con esto queremos poder experimentar como la fiesta del teatro se realizaba en Grecia o incluso en los corrales de nuestro siglo de Oro acompañando el hecho teatral al recorrido del sol. Los desvaríos del veraneo tiene su entidad propia como obra de teatro, pero enlaza en trama y personajes con las dos otras dos obras siguientes. Vienen a ser como una serie de televisión: mismos personajes que comienzan en la primera obra y resuelven sus conflictos en la tercera obra. Como si de un guionista de series americanas se tratase, Goldoni construye un mecanismo de reloj preciso, agitado e hilarante.
LOS CLÁSICOS, REFLEJO DE LA ACTUALIDAD
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Una de las características de Venezia Teatro es la de centrarse en los clásicos, lo cual lleva a preguntarse el por qué y si pueden decir algo al espectador de hoy.
- Este es el tercero que abordamos y nos sorprende lo contemporáneo de los conflictos, las acciones, las palabras. La Hostería de la Posta (CLIKEAR) fue nuestro primer montaje y hablaba de los derechos de la mujer dentro de un mundo dominado por los hombres. La isla de los esclavos (CLIKEAR) profundizaba en el poder estableciendo conexiones muy fuertes con la filosofía de Foucault. Los desvaríos del veraneo traza otro camino dirigido a hablar del mundo de las apariencias sociales: Yo tengo que ser más que mi vecino. Debo ser el mejor anfitrión. Poco hemos cambiado y lo muestran expresiones como "vivir por encima de sus posibilidades", o "el qué dirán". Estas expresiones definen las atmósferas de la sociedad que desea aparentar lo que no es y que viene como resultado de una comparación continua entre los miembros de la sociedad, comparación nutrida en gran parte por la publicidad.
TRILOGÍA CENTRADA EN UNA IDEA UNIVERSAL
La elección Los desvaríos proviene de esos recuerdos que quedan sepultados en algún lugar del pasado.
- Yo lo había leído cuando estudiaba interpretación. Yo soy de risa muy complicada y sobre todo leyendo. Recordaba que este texto me había hecho reír mucho. Hace tres o cuatro años volví a retomarlo. Tenía la duda: fue por una tontería momentánea o realmente me hizo reír. Me pasa con Goldoni y con Eduardo de Filippo. Al volver a leerlo me reí, solo, a carcajadas. Eso me atrajo mucho. Cuando leí la Trilogía completa entendí que había una estructura muy inteligente en torno a un solo concepto. Eso me atrajo aún más. Era muy difícil encontrar una Trilogía de comedia teatral, que se centrase sobre una idea universal y que podríamos definirla como las apariencias o la necesidad que tiene el ser humano de estar por encima del de al lado. La Trilogía me pareció maravilloso cómo hacía una primera obra desternillante de preparación; una obra, en medio, de desarrollo todavía conservando esa comedia, y una tercera obra muy dramática desde mi punto de vista. Conceptualmente era el "punch", que son las consecuencias de todo lo que se genera en la primera parte. Uno de mis sueños es hacer la Trilogía completa. La segunda ya la tengo en mente y sería una locura, y la tercer no tendría nada que ver ni con el color ni el movimiento de estas dos. La tercera es la lección y el público cuando ve Los desvaríos saca ciertas lecciones pero desde la pura comedia, y esas no calan. Creo que la lección hay que darla desde el contraste de la comedia al drama. Si te mantienes continuamente en la comedia la lectura no aflora en el espectador. En cambio si en 50 minutos de comedia, los diez últimos lo dices más dramáticamente, cala mucho más.
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VENEZIA TEATRO,
¿COMPAÑÍA DE REPERTORIO?
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José Gómez no descarta convertir a Venezia Teatro en una compañía de repertorio. De hecho han estado girando con los tres espectáculos producidos hasta el momento. La posibilidad de montar la Trilogía le lleva a desear un repertorio en el que se vayan alternando las tres obras.
- Sería fantástico tener un día la Trilogía seguida, programar un mes una y en los dos meses las otras. También programar la semana entera: Lunes, martes y miércoles la primera y el resto de los días las otras dos. Hay millones de combinaciones. Sería fantástico llegar al gran nivel de Miguel del Arco que sueña con una Compañía de repertorio (CLIKEAR). Es una idea estupenda y además considero que de Miguel del Arco me gusta como trata la personalidad del actor y el cuidado del trabajo del actor. Tiene el máximo respeto. En Venezia hemos hablado durante muchos años de crear una Compañía de repertorio y poder hacer las obras que queramos y cuando queramos. Ron La-La también lo hacen (CLIKEAR). El repertorio es muy bueno porque así salen Compañías con sello y se crean espectáculos buenos. ¿Por qué no repetirlos? Recuerdo a Pina Bausch. Yo vi Café Müller 40 años después de haberlo hecho y fue una suerte. Me encantaría el repertorio, pero para ello hay que ser bueno. No se puede tener repertorio de diez panes quemados. Hay que tener uno tostadito y rico y eso es lo que aún no sé. Eso lo dirá el trabajo.
PRODUCCIÓN DE 10 ACTORES,
¿UN MILAGRO? LOS ACTORES
TIENEN LA NÓMINA ASEGURADO
Amén de la obra en sí, el fijarse en los clásicos, lo que llama la atención de Venezia Teatro es el amplio reparto que tiene - los tiempos no están para ello -, que casi parece un milagro o que tiene algún truco para ello.
- El milagro no existe sin mucho trabajo y sin muchos amigos y sin mucha esperanza en la profesión teatral - corrige José Gómez. Venezia Teatro nace en la RESAD y el primer montaje es mi proyecto de tercero con Eduardo Vasco. Estudié interpretación y dirección, y cuando acabé interpretación empecé a hacer ayudantías de dirección con Josep María Flotats y comencé la carrera de dirección. Mi primer proyecto que apadrinó Josep María era un Goldoni: La hostería de la posta. Era un caramelito de los textos de Goldoni que se queda un poco acumulando polvo y era revisable. Muchas veces pensamos que hay una parte del teatro clásico que no vale la pena revisar, pero vamos encontrando textos que nos viene muy bien al día de hoy. A Ángel Martínez Roger, que era el director de la Real Escuela Superior, le gustó el proyecto y estableció la conexión con el Teatro Fernán Gómez. Ángel es un director que establecía muchas conexiones tanto con centro nacionales como internacionales. De hecho nosotros fuimos a Colombia y a Varsovia a interpretar La Hostería. A raíz de ahí, el Fernán Gómez nos invitó a representar el segundo montaje de Venezia como compañía que fue La isla de los esclavos. Los desvaríos surge de unión de la necesidad de Venezia de generar un tercer espectáculo, con mi necesidad de licenciarme como director, bajo la tutoría de Eduardo Vasco. Es el espectáculo que más alegrías me ha dado y con el que me licencié. Luego me he enterado que Ernesto Caballero- director artístico del Centro Dramático Nacional - se licenció, en su momento, en la dirección con Los Desvaríos. He estado intentando rastrear el video, no por maldad, sino por curiosidad, pero no lo pude encontrar.
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Los desvaríos han tenido una historia contraria e La Hostería de la Posta y La isla de los esclavos en lo referente al modo de girar.
- La Hostería se estrenó en Madrid y luego girar y tuvo su mejor plaza en el Corral de Comedias de Almagro. La isla de los esclavos también se estrenó en Madrid y luego girar, siendo su mejor plaza el Festival de Olmedo. Los Desvaríos fue al contrario, se estrenó en el Matadero de Madrid, dentro del Festival Frinje y empezó a girar desde teatros de la Comunidad de Madrid y por España. Luego hicimos algunas funciones sueltas en Madrid, como fue en el Fígaro, Parque Calero pero esta es la primera vez que hacemos temporada aquí. Estamos muy contentos porque va a ser la primea obra de Venezia que esté tanto tiempo en cartel. Cincuenta y cuatro funciones seguidas que nunca hemos hecho en estos t res años de vida que tiene la compañía. Vamos a cumplir las 100 funciones de Venezia. Estamos muy orgullosos de que en tres años hayamos activado un tren como es el de 10 actores contratados, asumir un espectáculo de un elenco de 9 actores, que podamos girar y seguir produciendo.
Tal cantidad de actores se traduce en un montante económico importante y de riesgo. Las fórmulas suelen ser cooperativas, cobro a tenor de la taquilla… En este caso no es así. La figura de producción es también José Gómez ya que es el representante de la empresa.
- Asumo las nóminas de los trabajadores y soy yo el que está invirtiendo. Los actores tienen un sueldo asegurado, y la producción es la que va a taquilla.
CONTRADICTORIO QUE UN ESPACIO PÚBLICO,
SE NUTRA CON UNA PROGRAMACIÓN DE UN TEATRO PRIVADO.
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ALEJANDRO ALBARRACÍN |
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MACARENA SANZ
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José Gómez comenta que toda esta fórmula de producción en que, dentro de los teatros públicos, las compañías contratadas vayan a taquilla supone una contradicción.
- Cuando vas a un teatro público te pagan, por ejemplo, la publicidad. En noviembre-diciembre tengo mi cuarta producción y es en un teatro público. Tienes la publicidad pagada pero vas a taquilla. Es un poco contradictorio el que un espacio público, que se gestiona por unos impuestos, que se nutra con una programación de un teatro privado. Sí que es verdad que el porcentaje de taquilla que te llevas es muchísimo mayor, pero tienes los mismo inconvenientes como es el IVA, la asistencia al teatro…No se va anotar mucho la diferencia del porcentaje. La decisión de no seguir insistiendo en un teatro público es porque el máximo de exhibición son cuatro semanas. Lo ideal es que el teatro público es que en vez de tener montajes de presupuestos desorbitados durante su programación, y tener el resto de la programación ocupada con compañías que van a taquilla y que no van a tener unos sueldos dignos, lo más lógico es que se rebajen los presupuestos de los cuatro o cinco montajes propios. Cuando el teatro público se aventura a producir todos los espectáculos que entren, o, por lo menos, a garantizar los sueldos de los actores, y ya no digo cubrir la producción. Si se encarga de cubrir los sueldos y yo de la producción y escenografía, podría girar con mi obra sin ningún compromiso de coproducción con el teatro público. Se tienen cubiertas unas necesidades humanas, que a día de hoy no las cubren. He estado en teatros públicos durante meses a taquilla y como nómina no llega a los 500 euros. Esto es lo que hay. Yo como empresario tengo el sueño de que cava vez sean mejor las condiciones de los trabajadores, siempre que se dé un teatro de calidad. La duración de Venezia como compañía nos da la calidad de su trabajo.
ALEJANDRO ALBARRACÍN, NUEVO FICHAJE
PARA EL PROTAGONISTA LEONARDO
Quienes forman ese nutrido grupo de actores son: Alejandro Albarracín (Leonardo), Andrés Requejo (Paolo), Esther Isla (Vittoria), Juanma Navas / Javier Lago (Filippo), Macarena Sanz (Jacinta), Kevin de la Rosa / Kike Hinojosa (Ferdinando), Borja Luna / Íñigo Asiaín (Guillermo), Helena Lanza (Brígida), Vicente León (Fulgencio)
Alejandro Albarracín Mateos es Leonardo el protagonista, y sustituye a Antonio Lafuente, que es quien la estrenó.
- Leonardo es el hermano mayor de dos. Tengo una hermana, Vittoria (Esther Isla), y estamos a punto de salir de veraneo, pero no tenemos todos los medios que necesitamos para hacerlo por todo lo alto como nos gustaría y necesitamos, pues queremos mantener nuestro nivel social. Está profundamente enamorado de Jacinta (Macarena Sanz) que es la hija de nuestros vecinos, y sí se puede permitir un verano mejor. Estoy dispuesto a tirar la casa por la ventana y gastar el dinero que no tenemos. Leonardo es bastante caprichoso, enamoradizo y muy emocional.
El que Alejandro entre a formar parte de Venezia Teatro lo aclara con una declaración un tanto desconcertante
- Tenía muchas ganas de hacer teatro. Había trabajado en televisión y he estado fuera de España. Siempre hacía un Auto Sacramental, alguna función suelta,
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DEL AUTO SACRAMENTAL
A LA COMEDIA DE GOLDONI
No deja de ser insólito el que su labor interpretativa se centrase en el Auto Sacramental. Tiene su lógica
- Cuando salí de la Escuela trabajé mucho con Ricardo Pereira que es un experto en Arte Sacro y en Autos Sacramentales. Cada Semana Santa nos pedía colaborar en un Auto Sacramental, en Málaga y también en Madrid. Era lo último que había hecho en teatro. Me apetecía hacer algo más fresco y más actual. Le dije a mi representante que se pusiera las pilas con el teatro. dimos con Los desvaríos, que justamente estaba buscando mi personaje, porque el resto del elenco ya estaba. La verdad es que ha sido maravilloso.
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ALEJANDRO ALBARRACÍN
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En relación al modo de trabajar del grupo Venezia, le ha cogido un tanto virgen en cuanto que no conocía las obras anteriores de Venenzia Teatro. No obstante
- el modo de trabajar de José Gómez es especial, porque tiene una delicadeza, una intuición impresionante. Trabaja con los actores con mucha libertad aprovechando cada momento y sacando el mejor jugo de cada ensayo. Realmente me ha sorprendido encontrarme con algo así, y coincido con sus ideas y propuestas. Gracias a él Venezia Teatro consigue mantener esta esencia.
Alejandro entra cuando ya la obra ha tenido su recorrido y con lo que se llama "sustitución". De todos modos no es la típica sustitución de reproducir lo que el actor anterior ha creado.
- Me lo he tomado como un montaje nuevo, y "Jóse" ha ensayado conmigo como si fuera una obra nueva. Se ha adaptado a mi forma de hacer las cosas, a sacarme lo que yo como actor puedo y quiero ofrecer. Ha sido un mano a mano muy interesante y necesario para llegar a donde hemos llegado, y sé que el trabajo que ha hecho conmigo ahora, lo ha hecho anteriormente con los otros actores. Tiene una capacidad muy buena para transmitirte lo que él quiere. Te cuenta pequeñas historias que le han pasado, pequeños sucesos que podrían ser inventados, pero que te transmiten la intención de lo que quiere contar en ese momento. Entonces es muy fácil entenderle y comunicarse con él. vi el espectáculo una vez y no lo he vuelto a ver más. Había un trabajo maravilloso, pero yo he querido hacer mi propio trabajo. Teníamos tiempo para hacerlo y he disfrutado en el ensayo.
MI AMBICIÓN TEATRAL ES
DISFRUTAR CADA VEZ MÁS DE LO QUE HAGO
Iniciado este camino del teatro más allá del Auto Sacramental, Alejandro confiesa que sus ambiciones teatrales son
- muy en el presente. No pienso mucho en el futuro, la verdad. Mi ambición es disfrutar cada vez más de lo que hago. En esta función sucede en cada instante. Yo eso con 17 años no lo conseguía tan fácilmente. Lo sufría un poco y tenía que luchar contra cosas y deseos que tenía. Ahora, de repente, me doy cuenta de que cada vez disfruto más. Para mí esa es mi ambición actualmente. También es verdad que quiero que se me reconozca como un actor serio. cuando digo "serio", quiere decir que se toma en serio esta profesión. En este país, por determinados motivos, a veces confundimos la cultura con otro tipo de entretenimiento. Lo que es un artista con un famosillo. Empezamos a mezclar términos que no nos vienen muy bien a los que confiamos en la calidad y necesidad de la cultura. No quiero ser un actorcillo de la tele. Estudié en la RESAD y soy director de teatro.
NO DESPRECIO PARA NADA LA TELEVISIÓN,
PERO NO ME GUSTA QUE POR SALIR EN LA TELE
SE TE CONSIDERE UN ACTOR DE SEGUNDA.
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En ambientes teatrales y en las consabidas ruedas de prensa suelen salir pequeñas pullas hacia el dudoso "bien hacer" de los actores de la "tele" y sobre todo les acusan de no "saber hablar". Por otro, es ya inmemorial, desde los tiempos del gran Holywood, el consideras al actor de la tele como de rango menor. Las grandes estrellas no se rebajaban a hacer televisión, ni anuncios. Hoy todo eso ha cambiado gracias a series televisivas de prestigio como el descubrir que un contrato en televisión te soluciona el necesario sustento. Hay otro factor más: la popularidad que da la televisión ante el gran público no te lo da el teatro, siempre de público más especializado. Referente a lo de "actorcillo de la tele", Alejandro precisa:
- no veo el actuar en la tele como algo negativo, en general, sino que se tiende a etiquetar a los actores. No denigro contra la televisión, como tal. De hecho yo he hecho siempre televisión y cine. Me encanta y he aprendido muchísimo. Para mí teatro y televisión son dos cosas totalmente diferente. La base es la misma. el trabajo de mesa que hace un director es muy similar, pero, luego, a la hora de expresar es totalmente diferente, así como el contacto con los compañeros y con el director no tiene nada que ver. Yo he aprendido cosas con la televisión y sé cuáles son, y con el teatro he aprendido otras. Todas son buenas y maravillosas, y, para mí, necesarias. No desprecio para nada la televisión, pero no me gusta que por salir en la tele se te considere un actor de segunda.
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Otro de los "handicaps" del actor televisivo al enfrentarse al teatro es la posible desilusión del público, ya que el teatro es un directo total, y no hay posibilidad de enmienda. A veces, este público televisivo fervoroso espera demasiado de su actor favorito.
- No he pensado mucho en este problema. Siempre tengo la tranquilidad de que doy lo mejor de mí en cada momento. El resultado no puedo manejarlo más. Es verdad que al principio de mi carrera el paso al teatro lo sentía con más intranquilidad. De este espectáculo estoy muy seguro, porque José me lo hace sentir. Tengo ya 33 años, no es que sean muchos, pero voy cogiendo las tablas y me siento bien con lo que estoy haciendo. Por otro lado, no es lo mismo estar representando durante dos meses seguidos como estamos aquí en el Infanta Isabel, que una vez al año como sucedía con el Auto sacramental.
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