LA DEL MANOJO DE ROSAS 24 AÑOS A LA ESPALDA SIN QUE SE NOTE
|
LUIS VALERA / RICARDO BERNAL / CARMEN ROMEU/ JOSÉ JULIÁN FRONTAL FOTO: TEATRO DE LA ZARZUELA |
Vuelve de nuevo la versión de Emilio Sagi de El manojo de Rosas. Fue una sorpresa en 1989, cuando se estrenó. Era un montaje novedoso, espectacular y con una escenografía apabullante, de claro tinte realista. Bebía un tanto del concepto de montajes que los Norteamericanos nos han servido desde la mitad del siglo XX, al tratar la comedia musical. Los bailes, con los que siempre ha contado el mundo de la zarzuela, poseían la novedad de integrarlos en el desarrollo de la acción y ampliarlos a nivel coral. Lo mismo sucede con el mundo de la figuración: ciclistas que cruzan la escena, paseantes bajo la lluvia...
La del manojo de Rosas transcurre en la Plaza Delquevenga, de un barrio madrileño. Emilio Sagi ha optado por una calle madrileña, paralela a la batería (el proscenio), con edificios de tres alturas plagados de balcones, los cuales se abren, de vez en cuando, para mostrar lo que sucede dentro. De este modo la historia va más allá del conflicto amoroso entre Ascensión y Joaquín, a base de pinceladas conocemos la vida de los vecinos. La vida de un barrio madrileño, incluida la casa de citas. La historia de aquel Madrid de 1934. Al tratar estas historias secundarias, mudas, Emilio lo hace con tal habilidad que sabe mantenerlas de fondo, sin alterar o distraernos de la historia fundamental. Esta escenografía de Gerardo Trotti, resulta fascinante.
Un cuidado especial es el que aporta una dirección de actores, en las que cada uno, hasta el último figurante, tiene sus movimientos y caracteres bien definidos. Son muchos los aciertos en lo que respecta a la puesta en escena.
Todas estas virtudes han hecho de esta versión que se reponga una y otra vez, y que salga al extranjero. El que en 2013 se vuelva a reponer lo pide la buena factura del espectáculo y la idea del Teatro de la Zarzuela de reponer versiones antiguas válidas, que, en estos años de recorte, parece que se hace más acuciante.
Yo la vi en 1989, y tengo que decir que sigue tan fresca y atractiva como en el día de su estreno. Es una versión incombustible.
Se han contemplado dos repartos. La peculiaridad del segundo reparto, para unos cuantos días, consiste en que son cantantes jóvenes, aunque ya profesionales, que han sido asistidos pedagógicamente por Teresa Berganza en un taller de emisión de voz creado "ad hoc".
En estas líneas el comentario parte del primer reparto, cuyos intérpretes principales son Carmen Romeu (Ascensión), José Julián Frontal (Joaquín), Ricardo Bernal (Ricardo, el Aviador), Luis Varela (Espasa), Carlos Crooke (Capó) y Ruth Iniesta (Clarita). La dirección musical corre a cargo de Miguel Ángel Gómez Martínez.
Musicalmente la partitura de Sorozábal juega con distintos estilos. Romanzas convencionales, ritmos más modernos (del 1934), coqueteos orquestales con un pie en Stravinsky, el inusitado pasodoble "Hace tiempo que vengo al taller" para el obligado dúo de los protagonistas, ritmo usado tradicionalmente para números más coreográficos, y lo que puede ser el centro más inspirado a nivel lírico de toda la habanera "Qué tiempos aquellos". Sobresalen las partes orquestales de modo especial. Tal variación musical, crea una riqueza rítmica y armónica en todo el conjunto de la obra.
Miguel Ángel Gómez dirige la orquesta con seguridad, delicadeza y cuidando los volúmenes de modo especial. El intermedio, de por sí vibrante, adquiere brillantez.
Carmen Romeu compone una Ascensión actoral y musicalmente muy válida. Destaca la coloratura de su voz y consigue una buena modulación en los pianos, así como limpieza en los graves. La partitura no es fácil, pues aunque está escrita para soprano, las notas graves, que abundan, justifican que en ocasiones sea interpretada por una "mezzosoprano", como fue, discográficamente, el caso de Teresa Berganza. Destaca su interpretación "No corté más que una rosa". llena de finura y contenido dramatismo. A su cualidad musical añade la interpretativa, y crea una Ascensión alegre, vivaracha, risueña y castiza, sin caer en el tópico. En el Teatro de la Zarzuela la hemos podido oír en El Puñao de Rosas (CLIKEAR) y en Marina (CLIKEAR).
A Joaquín lo interpreta José Julián Frontal, barítono habitual en el Teatro de la Zarzuela. La temporada pasada lo hemos podido escuchar en una brillante interpretación de El Gato Montés (CLIKEAR), en el papel de Juanillo, el Gato Montés. No es la primera vez que interpreta a Joaquín en esta misma versión. Es barítono de amplia tesitura. En el caso de El Gato Montés su voz resultaba contundente, profunda. En esta ocasión, a pesar de ser una partitura para barítono, posee unos agudos, que José Julián afronta con seguridad y delicadeza. Muy buena su interpretación de la habanera "Que tiempos aquellos", con una variada gama de matices. Actoralmente resulta muy eficaz, y compone un Joaquín creíble.
Ricardo Bernal lo oímos en El Gato Montés (CLIKEAR) y en La Tempranica (versión de concierto) (CLIKEAR) en el Teatro de la Zarzuela. Interpreta a Ricardo, el aviador. Un personaje que no sigue el esquema del tradicional tenor cómico, pues ya lo tenemos en Capó, pero, no obstante, tiene un punto de comicidad, y si se me apura "buffo". Ricardo Bernal sabe darle ese toque necesario que se mantiene entre la seriedad y la bufonada. Como tenor resuelve bien la escasa partitura musical, con respecto a los protagonistas. Sobresale el dúo de enfrentamiento con Joaquín tanto musicalmente como actoralmente.
El dúo cómico es para Ruth Iniesta (Clarita) y Carlos Crooke (Capó). Ambos componen unos personajes vivarachos, que no tienen miedo a los bailables. Carlos es ya un veterano en esta de la Zarzuela, y se percibe su profesionalidad. Ruth, soprano de las últimas hornadas, posee una naturalidad interpretativa digna de mención. Es una gran promesa.
Quien siempre hace las delicias del público es Luis Valera en el papel de Espasa. Luis es un veterano todo terreno y con frecuentes incursiones en la Zarzuela. Se le califica como actor cómico y sus partes cantadas, más reducidas, se mantienen en la tesitura del tenor cómico, barnizado por lo que se llama actor cantante, el cual musicalmente no tiene muchas exigencias vocales. Una vez más triunfa ante el público, el cual agradece su interpretación con fervoroso aplauso al final.
La del manojo de Rosas es una partitura para solistas. Quiere decir que los coros están ausentes. A lo más hay una intervención coral de los cuatro obreros del garaje donde trabaja Joaquín como mecánico. En esta versión se ha ampliado tal intervención a un coro más nutrido, así como otras partes de la partitura a lo que podrían ser los viandantes.
Similar sucede con los discretos bailables del original, que optan por una coreografía más amplia, también de los viandantes, la cual proporciona brillantez a la obra.
A nivel de libreto posee la originalidad de abordar el sainete, por lo general breve, con una historia de mayor duración en el tiempo, que le equiparan a lo que podría ser la comedia musical. Los tipos castizos, todos, y un tanto esquemáticos dan pie a que los libretistas aborden temas de aquellos años treinta: la ironía hacia el psicoanálisis freudiano, el espiritismo, el hecho del primer vuelo transoceánico, el modernismo en bailes como el fox-trot, la discreta alusión a la lucha de clases, que en esta versión se potencia con el número coral del enfrentamiento de obreros contra señoritos etc... Sin embargo siempre hay algo que me ha extrañado del libreto. Nos encontramos en 1934, dos años antes del nefasto 1936, despunte de la guerra civil española. Años de la República con continuas convulsiones callejeras. De esto no hay alusión alguna, salvo el equívoco de una explosión, que resulta del estallido de un neumático.
Algo de alabar es el haber reducido el madrileñismo en el habla. Creo recordar que en 1990, éste se acusaba más. Tal reducción acerca más el sainete.
El público del viernes 20 de diciembre mostró cierta discreción durante la representación, y los aplausos fueron dosificados. La romanza "No corté más que una Rosa", y la habanera "Qué tiempos aquellos" desencadenaron el aplauso deseado. Otros momentos que arrancaron los aplausos fueron los bailables, acierto coreográfico de Goyo Montero. Al final los aplausos fueron más generosos y reforzados con los protagonistas y el director musical,
A pesar de los 24 años que soporta esta versión sobre sus espaldas, sigue igual de fresca e interesante.Ha terminado por ser un clásico.
|
FOTO: TEATRO DE LA ZARZUELA |
|
CARLOS CROOKE /RUTH INIESTAS FOTO: TEATRO DE LA ZARZUELA |
|
CARMEN ROMEU / JOSÉ JULIÁN FRONTAL FOTO: TEATRO DE LA ZARZUELA |
Título: La del Manojo de Rosas (Sainete lírico en dos actos y seis cuadros)(Estrenado en el Teatro Fuencarral de Madrid, el 13 de noviembre de 1934) Libreto: Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño Música: Pablo Sorozábal Escenografía: Gerardo Trotti Vestuario: Alfonso Barajas Iluminación: Eduardo Bravo Coreografía: Goyo Montero Ayudante de la dirección de escena: Javier Ulacia Realización de escenografía: Gerardo Trotti Realización de vestuario: Sastrería Cornejo Utilería: Hermanos Mateos Orquesta de la Comunidad de Madrid Titular del Teatro de la Zarzuela Coro del Teatro de la Zarzuela Producción del Teatro de la Zarzuela 1990 Figuración-Bailarines: Cristina Arias, Celia Bermejo, David Bernardo, Fermín Calvo, Eduardo Carranza, Primitivo Daza, María José López, Silvia Martín, David Martin, Antonio Martínez, Mar Moreira, Encarna Piedrabuena, José Carlos Quirós, Luis Romero, Diniz Sánchez, Cristian Sandoval, Macu Sanz, Victoria Torres, Gloria Vega, Rosa Zaragoza Intérpretes: Carmen Romeu/ Belén López (Ascensión); José Julián Frontal/David Lagares (Joaquín); Ricardo Bernal/Héctor García (Ricardo); Luis Varela (Espasa); Ruth Iniesta/Inés Ballesteros (Clarita); Carlos Crooke/ Juan Manuel Padrón (Capó), Ricardo Muñiz (Don Daniel); Pilar de la Torriente (Dona Mariana); César Sánchez ( Don Pedro); Andrés Crespo (un inglés); José Carlos Quirós (Camarero); Daniel Huerta* (Parroquiano 1); Juan Ignacio Artiles* (Parroquiano 2); Javier Alonso* (El del mantecao) Director del Coro: Antonio Fauré Dirección musical: Miguel Ángel Gómez Martínez Dirección de escena: Emilio Sagi * Miembro del Coro del Teatro de la Zarzuela. Reestreno en Madrid: Teatro de la Zarzuela, 18 - XII - 2013
|