LA BANQUETA RESPETA MI ESPACIO
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PEP FERRER / RICARDO BORRÁS |
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PEP FERRER |
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RICARDO BORRÁS FOTOS: www.madridteatro.net |
Dos famosos concertistas de piano, Vladimir (Ricardo Borrás) y Pablo (Pepe Ferrer), tienen que interpretar a cuatro manos un concierto en Japón. La interpretación conjunta les ha llevado a ser algo así como hermanos siameses, y, en principio, uña y carne. El uno sin el otro no tiene sentido musicalmente. El éxito les ha coronado en repetidas ocasiones.
La acción de esta comedia que encajaría en la llamada comedia de "boulevard", comienza en los idílicos Alpes, en un pueblecito que su agente ha contratado para que ensayen, más allá del mundanal ruido y de los compromisos. Una banqueta, la del piano en la cual se sientan, será el desencadenante de la tensión entre ambos personajes. El idílico apartamento además de dar alojo a Vladimir y a Pablo, también lo da al violonchelista Rostropovich, en la mente de Vladimir. Y cómo no, a la banqueta.
Hay dos formas de tocar el piano a dúo: compartir el mismo instrumento y es lo que denominamos "a cuatro manos", y una segunda en la que ambos tocan en pianos distintos, pero sincrónicamente. La primera abunda en la música para entretenimiento en familia, y la segunda para una interpretación pública. La diferencia fundamental es que si se usa un solo piano no se pueden desplegar todos los recursos pianísticos. A dos pianos cada concertista puede abarcar un amplio número de frecuencias y demás recursos.
En la comedia que nos ocupa parece ser, por la presencia de la banqueta, la cual funciona como metáfora, que tocan sobre un solo piano. De todos modos esto es irrelevante, para todo lo que va a suceder entre ellos. Podría darse también entre dos concertistas en dos pianos. Sin embargo a Gérald Sibleyras, el autor de la comedia, le viene muy bien la "banqueta", para reflejar la proximidad y lejanía física de ambos, lo cual es la metáfora visual de lo que va a ocurrir en las relaciones de ambos. A medida que la acción transcurre la banqueta va empequeñeciéndose hasta desaparecer.
Del ensayo proyectado por la agente mejor olvidarnos, porque la relación, que se va envenenado paulatinamente, no hace posible algo indispensable: la sintonía entre ambos. Se trata pues de un análisis de la pareja, que podría extenderse a cualquier otro tipo de pareja. Basta que esa pareja necesite vivir junta habitualmente, sea por profesión, como en este caso, o por amor. La proximidad física diaria, tan absorbente cuando se comienzan los idilios amorosos, lleva a una lejanía emocional, a medida que transcurre el tiempo, durante el cual se han silenciado muchas cosas, desde lo más nimio hasta lo más importante. Y como siempre, un detalle nimio desencadena todo un mundo de silencios y reproches reprimidos. Aquí es una banqueta, pero podría ser el dejar la pasta de dientes abierta.
Vladimir y Pablo son dos caracteres opuestos: pesimista el primero y optimista el segundo. Maniático el primero - coge los objetos con dos pañuelos - un "fuera de la ley" el segundo. El día a día, el encerramiento en aquel apartamento mina poco a poco la relación de ambos, a veces por cosas intrascendentes. La obra termina por ser una reflexión sobre el deterioro de la relación, que sin saber por qué iniciamos por cosas pequeñas. Es también una advertencia de "déjame mi espacio", que no está reñido con el amor y la amistad. Demasiado dulce empalaga. Todo esto muy salpicado de humor, ese humor discreto que lleva a la sonrisa y a sentirse cómodo.
Ricardo Borrás (Vladimir) y Pep Ferrer (Pablo) interpretan con eficacia y soltura estos dos estrambóticos personajes, con los cuales comulgamos desde el principio. Curiosamente estamos reconciliados, en todo momento, con ambos, como un padre que comprende la disputa de sus hijos pequeños. Paco Mir, el director, inyecta acción y movimiento a un texto construido sobre los diálogos. La palabra es la protagonista. Hay una ventaja en el propio texto. Las referencias al pasado de ambos personajes entra con fluidez y naturalidad. Vienen motivadas. Esto lo menciono, porque es frecuente, en comedias y dramas, que los personajes que ya conocen su pasado y nosotros no, se ven obligados a contárnoslo. La pregunta es: si ya lo saben para qué se lo cuentan entre ellos. El artificio literario no se consigue sortear. Hay que alabar la ingeniosidad de los diálogos, para que la conversación no entre con calzador.
La estructura dramática es a base de escenas cortas, lo cual ayuda al ritmo total. El peligro de las transiciones, la pausa en oscuro, se salva con eficacia. Esta estructura se acerca bastante al guión cinematográfico, que salta espacios y tiempo. Aquí salta tiempos.
El espacio único, el apartamento, prefiere el minimalismo - esto de los recortes nos ha llevado a escenografías minimalistas, en general y redescubrir el valor del actor -, y está bien resuelto. Protagonista visual es el paisaje alpino tras el ventanal, resuelto con una asombrosa perspectiva fotográfica en tres dimensiones, obra, según ficha técnica, de Let's Go Print. Posee un gran poder evocador, más allá de la información realista. Las sucesivas banquetas, además de ser otro personaje más, están reproducidas con un alto grado de calidad.
La Banqueta es una obra, en la que el tiempo pasa con rapidez y mantiene un continuo interés y una buena dosis de humor, así como de reflexión acerca de nuestra relaciones cotidianas con los que tenemos confianza y los queremos. Una llamada de atención para practicar eso de "respeta mi espacio".
Esos días de encerramiento para ensayar, Vladimir y Pablo los desaprovechan. La fecha del Concierto se les echa encima sin darse cuenta. No está la relación para sentarse en una banqueta, ésta se ha esfumado. Y ahí viene el final que no conviene contar.
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PEP FERRER / PACO MIR / RICARDO BORRÁS FOTO: www.madridteatro.net |
Título:La banqueta Autor:Gérald Sibleyras Traducción:Ricardo Borrás Adaptación:Paco Mir Diseño escenografía:Paula Bosch Diseño de iluminación:Justo Gallego Vestuario:Anna Güell Smokings:Smoking Muebles:Hogardecora.com Construcción banquetas:Hidaru Model Construcción escenografía:Taller d'Escenografía San Cugat Confección ciclorama:Let's Go Print Fotografía:Ariel Bercovich Diseño gráfico:Pixel Dirección de arte:Sergio Gordones Cartelería:Multicopy Grafic Atrezzo violonchelo:Xavier Vidal i Roca Luthier Atrezzo partituras:Cas Beethoven Producción ejecutiva:Lia Frediani Producción:Botarga y Vania Ayudante de dirección:Gilbert Bosch Intérprete violonchelo:Manuel Martínez del Fresno Intérpretes: Ricardo Borras (Vladimir), Pep Ferrer (Pablo) Duración:1hora y 15 minutos (sin entreacto) Espectáculo estrenado:Teatro Poliorama de Barcelona, 25 de junio 2013 Estreno en Madrid:Teatro Galileo,12 - XI- 2013
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GALILEO TEATRO Aforo: 260 DIRECTOR: ENRIQUE SALAVERRÍA C/ Galileo, 39 28015 - Madrid Tf: 915910106 -915932310 Metro: Quevedo y Moncloa Bus: 2/16/21/61 Telentrada: Caixa Catalunya 902 101212 |
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