HABANA PASIÓN
ENTRE LA COMEDIA MUSICAL
Y EL CONCIERTO
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ROSARIO MOHEDANO / YURO LEYVA
FOTO: HABANA PASIÓN |
Quienes no hemos estado en Cuba, las referencias que tenemos de la isla, además del incombustible Fidel, son cabos sueltos: el mítico ballet de Alicia Alonso, el ballet de danza contemporánea cubana, las vacaciones en espléndidos hoteles a precio muy asequible, los cubanos que se casan con españolas tras un fogonazo de amor, el ritmo del baile en la mayoría de los cuerpos cubanos, la santería, los adictos a la revolución y los de Miami... Cuba también está relacionada con el 1898 cuando España la perdió en la llamada Guerra de Cuba, pero este último dato las nuevas generaciones lo aprenden en los libros de historia. Y después está la gente de a pie que pulula en la isla. De esta gente nos habla Habana Pasión. De esta gente que no pierde el ansia de ser feliz y del humor.
La historia es sencilla: una española en plena crisis existencial. Su madre le empuja a irse de vacaciones a La Habana. Ella es Belén (Rosario Mohedano), y desembarcada en Cuba, un buen mozo mujeriego, Juan (Yuro Leyva), le sirve de guía por toda la ciudad. Belén recupera el ansia de vivir y encuentra el amor.
Al título Habana Pasión le sigue un subtítulo: El musical. Quiere decir que se compromete con el género musical y más decididamante por la comedia musical. En principio es así, pues está plagado de canciones y bailes siguiendo la fórmula de Mamma Mía (CLIKEAR), en la que rescataba las melodías del grupo ABBA, las maquillaba con nuevas letras y las encajaba en una historia. Después siguió Hoy no me puedo levantar de Nacho Cano y más tarde otra historia, Enamorados Anónimos (CLIKEAR), recurriendo al mundo de la copla.
Habana Pasión sigue la misma fórmula, aprovechando melodías latinoamericanas: bolero, salsa y otros ritmos propios del Caribe. En los bailes abunda el ritmo afrocubano y algún localismo como es el de las "chancleteras". (1) Lo más positivo de esta Habana Pasión es el ritmo de los bailarines, creando números impactantes en lo que se refiere a sus localismos. El ya citado de las "chancletas" (CLIKEAR), por su originalidad arranca aplausos (2). Se trata de un claqueo sonoro rítmico con el golpear de las chanclas de madera. Es una técnica a dos aguas entre el claqué irlandés - explotado por EEUU - y el zapateado español. No puede faltar la sensualidad y movimientos de Tropicana, y tampoco la exquisitez del ballet clásico, seña de identidad de Cuba.
A través de bailes y canciones recorremos Cuba y conocemos a sus gentes. Si se me apura mucho viene a ser un "road movie" (película de carretera), guiados por Belén y Juan, que son los que nos llevan de la mano. Ver este musical es pasar un buen rato, ya que está plagado de ritmo y no hay que exigirle mucho más, pero sí se podría estar atento a algunos retoques.
Uno de los problemas que presenta Habana Pasión es el guión, puesto que de una comedia musical se trata. Aunque se diga que es solo un hilo conductor, tal hilo podría tener un poco de coherencia, pues hay momentos en que degenera en un concierto más del género.
Desde el principio no se entiende - al menos yo - el que a telón bajado y sobre el proscenio una pareja baila, con cierto alarde acrobático. Levantamos telón y asistimos a un número musical coral - Soy Cubano - en el que el pueblo jalea a Belén encaramada sobre una mesa. Terminado el número se da el primer encuentro de Belén con un cubano de a pie, y por ello conocemos la llegada de la españolita con "pasta". ¿No sería mejor levantar telón o estallido de luz con la coreografía rítmica, reflejo de una Cuba musical y casi al final que entrase Belén? Es cierto que es un número que canta ella, pero podría no cantarlo.
Otro dudoso acierto es cómo nos cuenta Belén su depresión existencial. Se recurre a un monólogo, en penumbra, en el que Rosario Mohedano recita melodramáticamente sus cuitas: la separación de su marido, su hijo que le han arrebato... No es necesario, sobre todo cuando en el segundo acto nos confiesa que ha superado el trauma por el que había venido a Cuba. Además tal melodramatismo no encaja bien en lo que puede ser una comedia musical y siempre está el riesgo de la interpretación. Hay algo más en este monólogo. Por lo que conocemos de Rosario a través de la televisión, ésta parece ser su historia personal. No hay que confundir persona con personaje. Es posible que tal monólogo sirva para encajar el Muera el amor, que interpretó su tía Rocío Jurado. Podría entrar tal canción sin necesidad del monólogo, ya que en el Muera el Amor se nos informa de la desgracia emocional de Belén.
Antes he hablado que parece confundirse comedia musical con Concierto. Tal confusión se hace más patente por el vestuario elegido parar Rosario Mohedano. Sin mucha justificación, se le viste - con gusto y enhorabuena a Sagrario Ruiz, la figurinista - como si de un concierto se tratara con abundante cambio. Se rompe el personaje ¿Qué hace una chica de a pie con tanto traje de noche, como se llamaba antes a tales galas?
A nivel interpretativo el mundo coral en bailes e intervenciones es más que aceptable, adentrándose también en el flamenco. Otro de los números con más consistencia es Canto a la diosa Oshún, interpretado por Isdel Mori - director y guionista de Habana Pasión - el cual es brillante en sus dos intervenciones. Es de agradecer la música en vivo.
Los dos protagonista Rosario Mohedano y Yuro Leyva, son suficientemente solventes en la parte musical. Yuro Leyva sorprende por su voz y su labor interpretativa. Rosario Mohedano resulta desigual - al menos el día que asistí - en el desarrollo de las canciones. Mejor en los solos que en las partes corales o dúos. A nivel interpretativo hay que tener en cuenta que es la primera vez que, como actriz, se sube a un escenario. Promete, pero necesitaría un mayor entrenamiento actoral. Tiende a hacer de sí misma, al menos en lo que conocemos de ella a través de televisión, y no acaba de crear lo que en teatro se llama "persona dramática" o personaje.
La escenografía recurre a un fondal y patas (3) que reproducen, pictóricamente, el famoso malecón de Cuba. Sobra la prolongación del malecón sobre las patas. Resulta mejor la escenografía de la segunda parte, más conceptual y abstracta. Es más, cuando al final se levanta el fondal y volvemos a ver el malecón, todo resulta más armonioso y etéreo.
Habana Pasión es un agradable musical sin más pretensiones que recorrer la isla de Cuba, sus costumbres y sus gentes. Como he insinuado antes, necesitaría unos retoques de guión. Es de agradecer la música en directo. Se pasa un buen rato, ya que el ritmo de aquellas tierras levanta el ánimo.
Ese ánimo optimista irradia del mundo cubano y esta es la moraleja de fondo: Con menos, se puede ser feliz. La desgracia de la "españolita", que, en el fondo, aparece como una "pija capitalista" resulta ridícula. Lo que ya no sabemos es si los ritmos cubanos optimistas y llenos de vida, son el reflejo del día a día de sus gentes y no arquetipos de opereta.
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FOTO: HABANA PASIÓN |
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(1) La chancletera proviene de la palabra "Chancla" que son sandalias cómodas con una sola tira en la parte delantera del pie. Al andar produce un sonido característico, que Cuba ha transformado en ritmo. El término Chancla nos lleva a la persona y en algún país se aplica a aquellas mujeres que vagan por la casa sin hacer nada y en "chanclas".
(2) En la Zarzuela de Ernesto Lecuona (Guanabacoa, Cuba, 1895) María la O (1930), dedica un número musical a esas chancleteras: Las Chancleteras.
(3) patas, son las telas negras verticales en los laterales de un escenario. Suelen reproducir la escenografía del ambiente. Sirven para ocultar los elementos no deseado que se acumulan en los hombros del escenario y las entradas y salidas de los actores.
Título: Habana Pasión (El musical)
Autor: Isdel Mori
Coreógrafos: Manuel Garzón, Greechen Rodriguez Y Marta De La Villa
Diseño de Luces: Alain Tomás
Estilismo y Vestuario: Sagrario Ruiz
Maquillaje y Peluquería:Manuel Zamorano
Sonido y Canciones: Marga Lauder
Fotografía y Asesoría: De Imagen, Sunflower
Regidor: Osma Pita
Marketing y Patrocinios: Ana Mª Pérez
Asesoría Jurídica:Ana Molina Lebrón
Asesoría Artística: Amador Mohedano
Dirección Musical: Gito Maletá
Asistente Dirección Coreográfica:Manuel Garzón
Producción: De Calipsoballet
Ballet Habana Pasión
Yulia Herrera, Rosa Izawla, Marianela López, Vivec Llera, Celia Me-Dina, Olga Moreno , Yaima Santana, Edriel Cala, Donet Collazo, No-El Contreras, Ednis Gómez, Raudel Martiato Y Axe Peña
Cuban Ensamble Orquesta
Gito Maletá (Piano Y Teclados), Anabel Fundora (Bajo Y Guitarra), Hidelvis Fernanado Cabrera (Batería), Amed Torrecilla (Flauta Y Saxofón), José Luis González (Trompeta), Yuvisney Aguilar (Percusión) Y Juan Pablo García (Guitarrista)
Intérpretes:Rosario Mohedano (Belén), Yuro Leyva (Juan)
Dirección Musical: Gito Maletá
Dirección Artística y Puesta En Escena: Isdel Mori
Duración aproximada: 90 minutos, con un descanso de 15.
Estreno en Madrid: Nuevo Teatro Alcalá, 27 - VI - 2012
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FOTOS: HABANA PASIÓN |
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NUEVO TEATRO ALCALÁ
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