EL CRIMEN DE LORD ARTHUR SAVILE
UNA GRAN CAJA DE MAGIA
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FOTO: EGOS TEATRE |
Egos Teatre apareció la temporada pasada en Madrid con cierta discreción. Al grupo no lo conocíamos, era, casi, recién salido del Institut del Teatre de Barcelona. Un grupo de licenciados en esto del musical y con ganas de crear algo nuevo en esto del teatro. Con las armas y presupuesto - más bien escaso - que contaban, se adentraron - en la comedia musical - producciones de precios prohibitivos: Rudiggore o La estirpe maldita (CLIKEAR). Fue una agradable sorpresa y, en Madrid, colgaron, en la Sala Pequeña del Teatro Fernán Gómez, eso de "No hay localidades".
Esta temporada vuelve con El crimen de Lord Arthur Savile, después de crear otro espectáculo: La casa soto la sorra (La casa bajo la sombra). Para cometer este Crimen ha contado con mayor presupuesto. Viene con el éxito cosechado en el Teatre National de Catalunya, quien le pidió la creación de este montaje.
El cerebro de este "Crimen" se debe a Oscar Wilde. Lo desveló en una narración breve, que Egos Teatre ha adaptado a musical, sazonándolo con otras sentencias de Oscar desperdigadas por varias de sus obras y artículos. Ruddigore era una comedia musical con música compuesta por Sir Arthur Sullivan. En esta ocasión se ha dado un paso más: Francesc Mora ha compuesto la partitura. Otro paso más: hemos pasado de un músico a 9 músicos que se conviertan en 12, porque tres de ellos tocan otros instrumentos. Y, por último, el presupuesto les ha permitido no ir a buscar materiales por los contenedores, sino que son de fabricación propia, encomendados a especialistas. Todo esto quiere decir que como grupo se ha consolidado.
Más presupuesto les ha llevado a un espectáculo bien concebido, dinámico y divertido, así como a una puesta en escena brillante.
No conviene desvelar la trama, pero sí apuntar que el tal Lord Arthur, por prescripción adivinatoria de un mago, el Gran Séptimo está predestinado a tener que matar a un familiar suyo. La incógnita para él es quien puede ser. Eso le lleva a una angustia por tener que matar a alguno antes desposarse - que ya está en vías de - con su novia. De este modo evitaría que el familiar suyo sea su propia esposa.
La adaptación de Rubén Montañá y Toni Sans - también de ellos son las letras de las canciones - es buena, siguiendo los cánones de la comedia musical anglosajona, estructurada en escenas breves, que resuelven con gracia y un diálogo ágil e ingenioso. En nada se denuncia su origen literario. El género teatral bebe de muchas fuentes: la opereta, el vodevil, la farsa y todo ello rociado de un humor absurdo con salpicaduras de humor negro e ironía.
Esto de las diversas escenas de cambiante espacio, actualmente el teatro lo tiene muy asumido sin tener que levantar y bajar telón para la mutación. Al ser el centro el fatídico vaticinio, escénicamente éste será el punto focal de todo el espectáculo. Se ha construido, ingeniosamente, un teatrillo con alzas, aureolado de dos serpenteadas escaleras que mediante giros y cambios de luz - David Bofarull es el responsable de una iluminación adecuada - nos trasladarán a otros lugares. El resto del escenario aloja a músicos, aquí y allá y a otras escenas. Un ingenioso espacio escénico de Enric Planas y EGOS teatre, cumple bien su función de ambientar evocadoramente, y no entorpecer el ritmo de la narración.
La obra sigue ambientada en la época de Oscar Wilde. Los tipos de la narración, los vemos a través de un deformante espejo de feria y un adjetivo que les une a todos el ser "pícaros" a excepción del inocentón, Lord Arthur. Menos él todos son personajes de torcida intención. A través de la farsa asistimos a una sociedad de apariencias.
La partitura musical sigue, en buena parte, estilo al que las última comedias anglosajones nos han acostumbrado, abundando los concertantes, lo cuales son los más logrados tanto a nivel de composición como de interpretación. Todos los intérpretes combinan muy bien su parte vocal con la actoral. En la música no hay florituras vocales, sino que se tiene mucho cuidado de que la acción no se vea interrumpida por los números musicales, los cuales forman parte intrínseca de la narración. Los músicos no solamente se ocupan de que sus instrumentos suenen armónicamente, sino que en ciertos momentos forman parte de la narración.
El crimen de Lord Arthur es un buen entretenimiento, sin grandes pretensiones conceptuales, al que asistimos con agrado, intriga y admiración por un trabajo de conjunto muy bien realizado. Siendo el punto focal el Gran Quiromántico Séptimo, todo el espectáculo es como una gran caja de magia de la que sale todo: las inesperadas escenografías, las triquiñuelas de los personajes, la sorpresa de voces bien conjuntadas, manteniendo vivo el continuo interés para ver cómo Lord Arthur consigue matar a su víctima y así cumplir el destino de las rayas de su mano.
Título: El Crimen De Lord Arthur Savile
(a partir de un cuento de Oscar Wilde)
Texto y Letras de las canciones: Rubèn Montañá - Toni Sans
Música: Francesc Mora
Coreografía: Lali Camps - Joan Maria Segura
Escenografía y atrezzo: Enric Planas y EGOS teatre
Iluminación: David Bofarull
Sonido y Espacio sonoro: Damien Bazin
Vestuario: EGOS teatre
Caracterización: Sònia Montañá y EGOS teatre
Sombreros Sybil y Mrs Percy: Nina Pawlowsky
Asesor de magia: Enric Magoo
Ayudante de dirección musical: Albert Mora
Ayudante de escenografía: Jordina Salvadó
Construcción de escenografía: Arts-Cenics
Construcción de vestuario: Goretti Puente
Diseño gráfico: Rubén Montañá
Músicos: Francesc Mora (piano).Vassil Lambrinov (violín y sierra), Elisabet Garrigosa (viola), Francisco Amor (violonchelo), Oriol Mula i Forné (flauta y piccolo), Gener Salicrú - Oriol Codina (clarinete y duduk), Pedro Blanco (trompa), Enric Monfort (percusión)
Intérpretes: Anna Alborch (Sybil Merton), Lali Camps (Salomé/Lady Windermere), Rubèn Montañá (Lord Arthur Savile), Albert Mora (Mr Percy), Toni Sans (El Gran Séptimo), Maria Santallusia (Mrs Percy)
Dirección musical: Francesc Mora
Dirección escénica: Joan Maria Segura Bernadas
Duración: 2 horas 30 min. aprox. (con intermedio incluido).
Estreno en Madrid: Teatro Fernán Gómez (Sala Guirau), 20 - III - 2012
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FOTOS: EGOS TEATRE |
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