INTUICIONES SIN "TEMPO"
El Ballet Nacional de España estrena director y ésta es su carta de presentación: un estreno absoluto, Ángeles Caídos, y una recuperación, Suite Sevilla. Lo que más llama la atención es la altura balletística y calidad a la que ha llegado el conjunto de los bailarines, atreviéndose con otros tipos de lenguaje.
ÁNGELES CAÍDOS
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FOTO: BNE |
Ángeles Caídos es un conjunto de coreografías, cuya primera intención es buena. Estructurada en cinco secuencias, cada una de ellas se le ha encomendado a diversos coreógrafos, que ya poseen una garantía reconocida tanto a nivel de solistas como de dirección de compañías privadas. Trabajan sobre un argumento común, que se encarga de coser Hanset Cereza - miembro de la Fura dels Baus -, autor de la idea original y de la dirección de escena, que, según sus declaraciones, el punto de partida es la película Cielo sobre Berlín de Wim Wenders, la cual elucubra sobre el mito de los ángeles caídos. Tales ángeles, según Hanset, fueron expulsados del paraíso y están "confinados a vivir en cautividad". Enviados al destierro "han vagado durante tiempos indefinidos entre los humanos con la misión de escuchar sus pensamientos descubriéndose a sí mismos como seres inmortales entre los mortales".
A partir de esta idea, la coreografía está estructurada en cinco capítulos: 1 Captivus (Cautivos de la Humanidad).- 2 Statera (El equilibrio del bien y el mal, una simbiosis liberadora).- 3 Concentus (La naturaleza en armonía, alma liberadora del ser).- 4 Sublimatio (La pureza del ser: sublimación de la belleza interior).- 5 Inmortalis (El don de la Mortalidad invita a soñar a la humanidad).
La primera y la última abarca todo el elenco de la compañía. Statera insiste en las dos solistas y Concentus y Sublimatio, partiendo del solista se extiende a un reducido cuerpo de baile. En todas hay grandes intuiciones y un perfeccionismo de movimientos y baile. Sin embargo no acaba de entusiasmar. Las intuiciones son el partir de elementos muy flamencos y vistosos como son la bata de cola o el aireo virtuosista del mantón. En muchos espectáculos flamencos la bata de cola no falta. Es vistosa tanto como solista, como en una coreografía del cuerpo de baile. Por lo general adquiere un tinte decorativo y virtuosista, así como da empaque a la bailaora. Hay también un elemento acrobático: saber dominar con elegancia tanto la bata como el mantón. Lo que sucede es que su utiliza como pinceladas en el marco flamenco, sin pretender un protagonismo en sí misma, salvo cuando se hace alarde del bueno manejo de ella. Rafaela Carrasco crea una coreografía conjunta de batas de cola - en blanco y negro, ¿símil de alas? que, al final, ascienden al cielo - de gran efecto en sus continuas evoluciones, pero que se alarga en exceso. Algo similar sucede con la genial intuición de Rubén Olmo en Sublimatio. Parte de otro de los virtuosismos que antes he mencionado: el aireo en volandas del mantón de manila. La intuición está en concebir el mantón, al extender los brazos y girarlo en el aire, como alas. Crean imágenes muy sugerentes y bellas. Es un alarde del manejo un mantón que termina por ser un bailarín más. A ello se une la perfección balletística de Rubén, sin embargo volvemos a tener la sensación de que se alarga y de que no da más de sí. A mi entender, el error de ambas coreografías citadas está en convertir en protagonistas unos elementos que son pinceladas en otras coreografías. Quiere decir que es un problema de "tempo".
Statera de Olga Pericet en comandita con Rocío Molina para el baile, expresa bien el contraste de bien y mal. Sin perder de vista el lenguaje flamenco, introduce, con acierto, elementos espúreos tomados, en parte, de la danza contemporánea. Algo a lo que estamos acostumbrados en lo que se ha llamado "flamenco fusión". Probablemente, como coreografía es la que mejor juega con el "tempo" adecuado y cautiva el baile de Olga y Rocío.
Esa ausencia del "tempo" adecuado también se detecta en las coreografías corales del principio y del final. La perfección de todo el conjunto es impecable y sus líneas de desplazamientos son perfectas. Nada que objetar al respecto. Pero cae en el mismo pecado: tales evoluciones pueden alargarse o acortarse sin límite. Quiere decir que la coreografía es un tanto arbitraria a nivel narrativo-emocional.
Ángeles Caídos necesitaría de más unidad y encontrarle el tiempo adecuado.
Mención merece la imaginación en la concepción escenográfica de las gigantescas alas móviles, sello de la Fura dels Baus, que poseen un gran carácter evocador. Más dudosas son las proyecciones en Video. Añaden poco.
SUITE SEVILLA
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FOTO: BNE |
Suite Sevilla es coreografía creada por la Compañía de Antonio Najarro. La recupera para el Ballet Nacional con un aliciente musical: la partitura original de Rafael Riquelme, Miguel Rivera y Diego Losada, a partir de dos guitarras se ha transformado en una versión orquestal de Arturo Tamayo, respetando parte del grupo musical flamenco y la cantaora Argentina, cuya voz es sobresaliente en el género.
La coreografía de Najarro es un homenaje a Sevilla, puesto que intenta mostrar el perfil de una ciudad que tiene bastante de magia en sus procesiones, feria, toros y perfume. Con nueve coreografías: Feria, Calle del infierno, La Alfalfa, Esperanza, Maestranza, Puerto de Triana, Bailaor, Paseo de ensueño y Júbilo. A lo largo de las diversas coreografías, como puede verse en sus títulos, no sólo recorre aquellos ambientes de la ciudad, sino que termina por ser una antología de los bailes del sur: Danza española, Escuela Bolera, flamenco y un sucedáneo de Fiesta flamenca en la coreografía Júbilo. Digo "sucedáneo", porque recoge el espíritu de lo que es la fiesta flamenca, pero introduce ritmos bailables que suenan más lejanos: tierras de allende los mares. No sé si a ello nos lleva el colorista vestuario -dudoso para mí, pues no lo consigo integrar - que nos recuerda el vestir del Caribe. Otra cosa es la bien ejecutada coreografía de conjunto en el desplazamiento coral de los grupos y su agilidad.
A destacar el inicio, telón poco alzado, en el que vemos las manos de los bailarines repiqueteando las castañuelas al golpearlas sobre el suelo. En conjunto, las sucesivas coreografías no muestran especial interés en el mundo de la danza española y flamenco. Preciosista, siempre lo suele ser, la danza bolera. También llama la atención: Maestranza, tanto en su concepto como en la interpretación de Aloña Alonso y Miguel A. Corbacho. Está bien traducido ese inexplicable amor-muerte que ligan al toro y al torero, y que los antitaurinos no acaban de entender al propalar una imagen de crueldad por parte del torero, como si se cebara en su muerte. Relación que no deja de ser incomprensible para los que nos somos toreros. Najarro desarrolla una apasionada historia de amor entre toro (Aloña Alonso) y torero (Miguel A. Corbacho).
Otro de los números, en principio atractivo, es la alusión a la Semana Santa Sevillana. Costaleros y hembras de mantilla negra. Acierto en el dar con dos brochazos las imágenes más llamativas de la Semana Santa: los pasos y las mujeres de peineta, mantilla de blonda y de elegante luto. De sobras es conocido el peculiar baile de los pasos, baile de sobrio ritmo de los costaleros que transmiten sus pasos a los de las imágenes. La imagen y el movimiento que Najarro crea son de una gran sugerencia. Más dudoso es la concepción balletística de las damas "amantilladas". No reflejan el espíritu de la Semana Santa Sevillana, sino más bien el del Medio y norte de España. Con trajes de negra longitud que forman un todo con la mantilla, se asemejan más a la estética de El Relicario que al sacro espíritu sevillano. Se suele decir, por ignorancia, que la Semana Santa Sevillana es menos seria que la del Norte de España. A mi entender, es una opinión indudablemente, Sevilla celebra la Pasión, leyéndola desde la Resurrección. Crea una estructura de fiesta. No solamente toda la ciudad es una fiesta, sino que las mismas imágenes transmiten este "Cristo ha resucitado". El Cachorro - Cristo en cruz -, con los brazos ascendentes se asemeja más a un resucitado y ascendente al cielo que a un Cristo en el patíbulo. La Vírgenes - Macarena, Esperanza de Triana y demás - no visten de luto, salvo alguna procesión del viernes santo - sino que sus trajes utilizan la paleta del blanco y del color, y sus apiñados velones son radiación de luz. Así como el baile de los costaleros llama la atención, pasa desapercibido el de las mujeres con mantilla, más cercanas a unas rancias plañideras.
Un "toque" desconcertante y nunca mejor dicho esto del "toque". La orquesta "toca" (suena), demasiado fuerte como si estuviera amplificada, que le resta matices. ¿Lo estaba?
Y para terminar conviene insistir en los bailarines: hoy por hoy forman un conjunto muy bueno en todos los estilos.
Título: Ángeles Caídos
Idea original y dirección de escena: Hansel Cereza
Coreografía: Rafaela Carrasco, Rocío Molina, Olga Pericet, Javier Latorre, Manuel Liñán, Rubén Olmo
Música: Salvador Niebla, Joan Albert Amargós
Diseño de Iluminación: Lluis Martí
Diseño de Escenografía: Alberto Pastor
Diseño de Imágenes: Juanjo Díaz
Diseño de Vestuario: Macarena Mico
Ayudante de dirección: Mar Eguiluz
Realización de vestuario: Petra Porter
Pintura: Marisa Echarri
Cinturones, gorros y adornos de vestuario: Gonzalo
Calzado: Gallardo
Artistas invitados: Rocío Molina, Olga Pericet (excepto 30,31 marzo y 1 abril)
Rubén Olmo (excepto 27 y 28 de marzo)
Título: Suite Sevilla
Idea original y puesta en escena: Antonio Najarro
Coreografía: Antonio Najarro
Música: Rafael Riqueni, Miguel Rivera y Diego Losada
Director Musical de Orquesta: Arturo Tamayo
Asistente Director Musical de Orquesta: Jose Antonio Montano
Director Musical y adaptación musical de Músicos Flamencos: Omar Acosta
Orquesta: Orquesta Escuela de la Orquesta Sinfonica de Madrid
Adaptación musical Orquesta: Omar Acosta, Arturo Tamayo
Textos: Gerardo Diego
Diseño de Iluminación y Escenografía: Felipe Ramos
Diseño de vestuario: Antonio Najarro
Diseño Sonido: Javier Álvarez
Diseño de Imágenes: César San Bruno
Ayudante de diseño de vestuario: José Antonio Arroyo
Realización de vestuario mujeres: Pipa y Milagros en escena
Realización de vestuario hombres: González
Chaquetilla torera y capote: Maestra Naty
Tintura de tejidos: María Calderón
Calzado: Gallardo
Artista invitado: Francisco Velasco (excepto días 27 y 28)
Cantaora invitada: Argentina
Ballet Nacional de España: (CLIKEAR)
Director: Antonio Najarro
Asistente de Dirección: Azucena Huidobro
Bailarines Principales: Elena Algado - Miguel A. Corbacho
Primeros Bailarines: Jessica de Diego - Cristina Gómez - Sergio García - Eduardo Martínez
Solistas: l Alona Alonso - Esther Esteban - Tamara López - José Manuel Benítez - José Manuel Buzan
Cuerpo de Baile: Maribel Alonso - Alba Aranzana - Mercedes Burgos - Lucia Campillo Carmen Mª Coy - Laura Daganzo - Lola Maeso - Debora Martinez
Miriam Mendoza Sara Nieto - Ma Jose Ramon - Inmaculada Sanchez Francisco Javier Caraballo - Jaime Cava - Antonio Correderas - Pablo Egea Jose Manuel Garcia - Raul Gonzalez - Jonathan Guijarro - Antonio Jimenez Angel Lara - Alvaro Marban - Alfredo Merida - Carlos Sánchez
Estreno en Madrid: Teatro de la Zarzuela, 22 - III- 2012