GROOMING
CIBERACOSO SEXUAL A MENORES
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NAUSICAA BONÍN / ANTONIO DE LA TORRE
FOTO: ROS RIBAS |
A sus treinta y tres años, el almeriense Paco Bezerra ha obtenido varios premios teatrales. El más importante, el Nacional de Literatura Dramática. Autor de poco más de una decena de obras, una de ellas, Grooming, ha llegado al escenario de La Abadía de la mano de José Luis Gómez. Ha entrado con paso firme, pues, por la puerta grande del teatro, lo que no deja de ser todo un reto en su todavía breve trayectoria profesional. Todo apunta a que no defraudará.
La obra que nos ocupa es descrita por Irene Pardo, la prologuista del texto publicado, como un paseo a la velocidad de los megabytes por las tinieblas del ser humano , en el que, además de indagar en los conflictos telemáticos, las relaciones digitales y los nuevos tipos de delincuencia, en este caso el ciberacoso sexual, también se adentra en el mundo de las relaciones pervertidas, las identidades no socializadas y la gran complejidad de determinados aspectos de nuestra inquietante y desconocida sexualidad. El autor ha situado la acción en un parque en el que una joven de aspecto infantil y un hombre de mediana edad se han citado después de haber entrado en contacto a través de la red. Lo que sigue es un inquietante juego sembrado de falsas pistas que los confunde y nos confunde hasta el extremo de que resulta difícil discernir entre realidad y apariencia. Quién parece dominar la situación, un depredador sexual, acaba cayendo en las trampas que le tiende la supuesta víctima, que impone un cambio de papeles y acaba poniendo de manifiesto que su inocencia era fingida.
José Luis Gómez ha explicado los motivos que le llevaron a elegir esta obra. Son muchos, pero podemos resumirlos en unas cuantas palabras: soledad, deseo, culpa, castigo, libertad y esclavitud. También apreció en él un notable aliento poético, y eso es importante, porque, en su puesta en escena, se aprecia la voluntad de subrayarlo. Para conseguirlo no ha suavizado la dureza del texto, lo que hubiera resultado más sencillo, sino que ha envuelto el espectáculo es una inquietante atmósfera de matizado realismo. Hay detalles que enriquecen la propuesta del autor, deliberadamente escasa de indicaciones que orienten el trabajo del director. No significa eso que algunos no hayan sido sugeridos por una atenta lectura del libreto, pero abundan los incorporados por la imaginación de José Luis Gómez. Entre los esenciales, la breve y muda escena inicial, en la que, en el parque y al atardecer, un conejo de aspecto humano llama la atención de una niña minifaldera, que le sigue hacia la oscuridad que hay más allá de la farola que los ilumina. La acción nos remite al episodio inicial de Alicia en el país de las maravillas, en el que la joven protagonista sigue hasta el fondo de su madriguera a un atractivo conejo blanco de ojos rosados, elegante y sabio. Y todavía hay una clarificadora aportación más: la protagonista accede al parque descendiendo por una escala, como si, en vez de a un espacio abierto, llegara a un tétrico sótano o a un pozo pestilente.
El resultado es un espectáculo de sobria hechura, que apenas deja traslucir el concienzudo trabajo que ha supuesto su puesta en pie. No era fácil empresa para los actores, Nausicaa Bonnín y Antonio de la Torre. En el duelo que mantienen, el protagonismo no es compartido. El momento de lucimiento de cada uno se corresponde con los de dominio de la situación por parte de sus respectivos personajes. Él brilla en la primera parte, cuando es el acosador que chantajea a la niña atemorizada e incapaz de articular palabra. Ella, en la segunda, cuando toma las riendas de la situación y convierte a su parternaire en un pelele.
Título: Grooming
Autor: Paco Bezerra
Espacio escénico: José Luis Gómez
Vestuario: Ana López
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo (AAI)
Sonido: Luis Miguel Cobo
Video: Alfonso Nieto
Producción: Teatro de La Abadía
Ayudante de dirección: Carlota Ferrer
Intérpretes: Nausicaa Bonnín, Antonio de la Torre
Director: José Luis Gómez
Duración aproximada: 1 hora y 15 minutos
Estreno en Madrid: Teatro de la Abadía (Sala José Luis Alonso), 1 – II - 2012
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FOTO: ROS RIBAS |
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