EL TIEMPO Y LOS CONWAY
VIVIR EL FUTURO EN EL PRESENTE
En el Pub O'Clok de la calle Juan Bravo 25 de Madrid se detenía un automóvil de 1919. De él desciende la Señora Conway y parte de su familia. Poco después toda la familia se acomodaba en el Pub para dar cuenta de su llegada y sus intenciones. Es el 17 de enero de 2012.
Este desfase de tiempo tiene su explicación. La señora Conway y familia todos los días en los Teatros del Canal comparten fechas dispares. Cuando se levanta el telón nos encontramos en 1919, celebrando el cumpleaños de Kay. Cuando cae el telón la señora Conway y demás, cuelgan sus ropas y se va a su casa cada una por su camino. A estas alturas ya habrán adivinado que la mencionada familia es una familia teatral, la que John Boyton Priestley ha concebido para hablarnos sobre el tiempo.
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FOTO: PÉREZ DELAFUENTEPRODUCCIONES |
En el Acto Primero estamos en 1919. En el Acto Segundo hemos llegado a 1937. En el Actor Tercero hemos vuelto a 1919. El espectador ya conoce el final de esa familia, ella no. Según Priestley: "el tercer acto puede ser sumamente conmovedor en su dramática ironía".
LIARSE LA MANTA A LA CABEZA
EN TIEMPOS DE CRISIS
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Quien oficia de maestro de ceremonias para hablarnos de este trastoque temporal es Juan Carlos Pérez de la Fuente, director de teatro de amplio curriculum - antiguo director del Centro Dramático Nacional - y que tras ese paso oficial, se ha dedicado a la producción y dirección de muchos de sus espectáculos. Su última hornada ha sido : Angelina o el honor del brigadier, La Vida es Sueño y La Revoltosa.
· Es hombre de famosa versatilidad - declara Amado Giménez, director de Promoción Cultural. Los que somos de pueblo desarrollamos una creatividad asombrosa.
Juan Carlos Pérez de la Fuente (Talamaca del Jarama, Madrid), funda en 1980 una compañía de teatro independiente y allí se inicia como director. En 1985 se titula como actor y director por la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid). A partir d entonces dirige múltiples producciones: teatro privado, teatro público y vuelta al teatro privado. Una de sus montajes aparatoso fue en el 2008 con motivo del aniversario del Dos de Mayo: Puerta de Solo (CLIKEAR) a partir de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós con dramaturgia de Jerónimo López Mozo (CLIKEAR). Toda su carrera ha sido galardonada con diversos premios. Ahora se ha liado la manta a la cabeza y ha montado El Tiempo y los Conway.
· Hay que estar loco para montar en estos tiempos de crisis una obra con 10 actores y 8 técnicos. Para esto tienes que creer mucho en lo que haces. Después necesitas que un teatro público te lo acoja. Y éste ha sido el caso de los Teatros del Canal y por ello quiero manifestar mi gratitud a Albert Boadella - director artístico de los Teatros del Canal - por tener su casa abierta para nosotros. Es importante que el Teatro Público colabore con el Teatro Privado en proyectos grande como éste.
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"LOS CONWAY" DE JUAN CARLOS
NACEN EN UN SÓTANO
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LUIS A. DE CUENCA / JUAN C. P. DE LA FUENTE / ALICIA MARIÑO |
Los Conway comenzaron en la mente de José Carlos, muchos años antes:
· La primera experiencia de El Tiempo y los Conway nació en la librería teatral de La Avispa - librería puntal para el mundo del teatro y actualmente desaparecida. Topé con el texto allí y no tenía dinero. Julia - la dueña de la librería - me dijo: "Léela aquí". Bajé al sótano y la leí de cabo a rabo. Le dije a Julia:"Me la llevaré cuando tenga dinero y la montaré".
El texto quedó en la trastienda cerebral de Juan Carlos. En ese entreacto Mario Gas la montó con el título El Temps i els Conway (CLIKEAR), pero la primera vez que entró en España fue de la mano de Luis Escobar bajo el título La herida del tiempo en 1945. En 1984 la Compañía Alcava la montó bajo el título La herida del Tiempo, utilizando la verisón de Luis Escobar.(CLIKEAR) La obra se había estrenado el 26 de agosto de 1937 en el Duchess Theatre de Londres.
En la trastienda de Juan Carlos seguía el título de Priestley y en enero de 2010, cuando se representaba en los Teatros del Canal Angelina o el honor del Brigadier...
· invité a Alicia Mariño y a Luis Alberto de Cuenca a cenar después de la representación. Madrid estaba nevada. Le propuse que hicieran la versión de El Tiempo y los Conway. Luis Alberto había hecho la versión de La Gran Sultana para Adolfo Marsillach. La única versión que hay hasta ahora. Desde entonces el teatro le tentaba y en otras ocasiones cuando yo le tanteé me dijo : "haré una versión de teatro cuando tengamos un texto que te vaya". Ha llegado el momento, pensé, pues es una obra compleja, complicada y Luis Alberto podía hacerla muy nuestra. Me preguntó: "¿Te parece si Alicia está en el proyecto? Alicia la traerá a ras de la tierra".
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Lo de " a ras de la tierra" tiene su explicación, puesto que Luis Alberto es un poeta que se acerca al teatro.
· Luis Alberto y Alicia escribieron una primera versión, y luego yo con ellos delante, nos dedicamos al "trabajo fino". Es decir cotejamos esa versión con la puesta en escena. Ello nos llevó dos meses. Una mañana de domingo Luis Alberto apareció con "mala leche" y exclamó: "No he trabajado tanto en mi vida".
Este exacerbar a los colaborados es una marca de fábrica de Juan Carlos, porque siempre insiste en esto o aquello o perfila de tal modo los montajes que parece que nunca se va a acabar.
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"LOS CONWAY" APTA PARA
LOS TIEMPOS QUE CORREN
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En la actualidad El Tiempo y los Conway parece venir al pelo a los tiempos que corren.
· Remueve las entrañas por el paralelismo que pueda tener con los tiempos actuales. En general, el teatro nace en tiempos de crisis, no en tiempos de bonanza. Es cuando tiene algo que decir y ésta es la capacidad que tiene Priestley para tratar un tema filosófico a partir de las teorías sobre el tiempo de J. W. Dunne. Para él, el tiempo es un eterno presente. Siempre vivimos lo mismo.
J.B. Priestley es autor también de Esquina Peligrosa y Yo estuve aquí, las cuales junto a El tiempo y los Conway tienen en común el problema del tiempo y su relación con él.
· Todas ellas tratan del tiempo de un modo insólito pero no el mismo - declaró en su momento Priestley. Todas rechazan la concepción común del tiempo, pero cada una ofrece una solución particular del problema (...)
Cuando escribe El Tiempo y los Conway, Priestley está fascinado por las teorías sobre el tiempo de Dunne, expuestas en varios libros. Tales publicaciones aparecen en el libro que menciona uno de los personajes: Alan. Según Dunne, añade Priestley:
· cada uno de nosotros somos una serie de observadores en series correspondientes de tiempos y solo en cuanto “observador uno” puede decirse que morimos, pues los observadores subsiguientes son inmortales. Dunne llegó a esa teoría por el descubrimiento, que por mi parte creo válido, de que con frecuencia el futuro se nos revela en sueños.
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EL SUEÑO, REVELADOR DEL FUTURO
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FOTO: PÉREZ DELAFUENTEPRODUCCIONES |
En el sueño no somos el "observador uno", sino el "observador dos" y puede tener una atisbo de lo que sucederá al "observador uno". Al tratarse de "atisbos". éstos son fragmentarios, lo propio de los sueños.
· De este modo, en un sueño, el “observador dos” enfoca a menudo sucesos que pertenecen al pasado y al futuro del “observador uno; y como ese “observador dos” tiene una visión tetradimensional, completamente distinta de la del “observador uno”, nuestras experiencias del sueño son sorprendentemente distintas de las de la vigilia, y Dunne, con su teoría del serialismo las ha explicado con extraordinario ingenio - concluye Priestley.
El experimento de Dunne, Priestley lo expresa través Kay (Nuria Gallardo).
· Kay se duerme y a través del sueño se da un salto veinte años en el tiempo, en los albores (1937) de la Segunda Guerra Mundial. Después volveremos al 1919. Uno de los problemas prácticos es cómo saltar en 40 segundos esos veinte años - advierte Juan Carlos.
Esta teoría de Dunne sobre el tiempo y que Priestley expresa en la ida hacia el futuro, aunque suena a una elucubración de ciencia ficción, de algún modo se ha dado en la realidad. El Tiempo y los Convay se edita por vez primera en 1930. Se estrenará en 1937.
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· Priestley habla de la Segunda Guerra Mundial cuando no había comenzado - recuerda Juan Carlos.
· Esto tiene que ver con ese inexplicable misterio de lo que es el tiempo y que fascina - añade Alicia Mariño. Dunne tenía ciertas premoniciones y lo mismo Huxley y Eliot. El tiempo no es lineal, aunque lo percibimos como tal. El tiempo es presente y ahí es donde está la premonición.
VERSIÓN ENGENDRADA EN LA ESCENA
Luis Alberto de Cuenca, califica el colaborar en este proyecto como
· un privilegio al poder asistir a la planificación de la función. Alicia y yo hemos aprendido la mecánica del teatro. Cuando colaboré con Adolfo Marsillach en La Gran sultana, trabajé en la parte literaria pero no en la planificación escénica. He quedado sorprendido de cómo Juan Carlos trabaja en el ordenador de un modo febril. No duerme.
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Alicia Mariño añade:
· Yo tampoco dormía. Era fascinante ver los cambios: Esto lo podemos quitar. Después venía nuestra réplica ya continuación la contraréplica de Juan Carlos. Con Luis Alberto y o había colaborado en "cosas" literarias, pero colaborar en una versión teatral es la primera vez. hacer la traducción y llegar a la primera versión son dos realidades distintas. Lo novedoso de todo este proceso es que te entra el gusanillo del teatro: cómo serán los decorados, el vestuario... Cuando se pone tanta pasión y entrega, todo sale bien.
· Veinte versiones hemos hecho - ataja Luis Alberto. Al principio te indigna, pero después valores el trabajo hecho. Si publicásemos la primera versión y la del teatro se ven las diferencias. Con Marsillach tuve que inventar unas quintillas y un soneto al estilo de Cervantes, pero esa es mi profesión. Aquí entra hasta participamos en la elección de los actores y hemos encontrado el más idóneo. No encontraríamos mejores intérpretes.
Uno de los "handicapps" es haber traído el texto a nuestro entorno.
· Siempre que veo una obra inglesa - confiesa Juan Carlos - observo que hay frases y conceptos que no son nuestros. Es un "handicapp". El desafío era acercarlo, sin caer en vulgaridades. No hay que olvidar que nos movemos en clase madia alta londinense. Ha habido que hilar muy fino para que cualquier público no diga que no es para él. El Primer Acto es una gran fiesta en la que se mantienen las grandes formas. El Segundo Acto la familia tiene problemas: "Estamos en la ruina". Nos escupimos y decimos todos lo que no nos habíamos dicho y queríamos decir. Es la hora de la verdad. Se trata de seres cercanos a la amistad. Es la gran escena de la obra. La ventaja es que nuestro idioma es muy rico, más que el inglés.
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OBRA DE ACTORES
Juan Carlos advierte que es
· una obra de actores. De ahí la necesidad de contar un buen reparto. José Luis Alonso, el director maestro en el mundo del teatro, decía que el reparto era un 80% de la obra. El reparto lo encabeza una mujer a la que había llamado para Historia de una Escalera (Antonio Buero Vallejo)- montaje de Juan Carlos cuando regentaba el Centro Dramático Nacional - pero se quedó embarazada...
· No de tí - apostilla con toda dignidad la señora Conway (Luisa Martín)
LUISA MARTÍN, HA LLEGADO SU HORA
ADEMÁS DE LA DEL TÉ
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LUISA MARTÍN
FOTO: PÉREZ DELAFUENTEPRODUCCIONES |
Luisa Martín es más que conocida tanto en teatro como en televisión. A nivel del gran público fue conocida por el personaje de la Juani en Médico de familia, cuya filosofía era al "pan, y al vino, vino". A partir de entonces se han escrito series para ella y ha protagonizado proyectos teatrales de envergadura.
· Es la madre - aclara Juan Carlos - y se trata de un personaje complejo que proviene de la época victoriana. Es cínica pero no está preparada para los nuevos tiempos.
· Me he sentido dirigida en estado de gracia, pues he sido feliz con el elenco. llevamos años y medio y hemos formado una familia paralela a la del escenario. En Los Conway, todos son piezas de un mismo "puzzle" que desembocado en todo un mundo.
Luisa Martín conoció la versión de hace veinte años, dirigida por Mario Gas.
· Ví la función, pero no he tenido referente ninguno par la construcción de mi personaje. Nunca pensé que la haría. En aquel momento, era más joven y a lo más pensaba en los papeles de las hijas. Ha llegado el momento de hacer la madre y me ha encantado. Tuve confianza de que la podría hacer. El vestuario y la actitud me da seguridad. Algo que es difícil es resolver el paso del tiempo, pero lo hemos conseguido.
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La señora Conway es un personaje que Luisa califica de...
· muy feliz y yo también lo soy. Es una mujer que no quiere hablar de dinero, eso se lo deja para el administrador, que será quien tiene que comunicar "Estamos en la ruina". Ella está por encima de todo eso y piensa que todo está muy bien. De algún modo la señora Conway, con su postura, nos advierte que en tiempos de crisis hay que tener mucho ánimo.
LOS CONWAY |
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LUISA MARTÍN
(SRA. CONWAY) |
NURIA GALLARDO
(KAY) |
ALEJANDRO TOUS
(ALAN) |
JUAN DÍAZ
(ROBIN) |
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CHUSA BARBERO
(MADGE) |
DÉBORA IZAGUIRRE
(HAZEL) |
RUTH SALAS
(CAROL) |
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ALBA ALONSO
(JOAN HELFORD) |
ROMÁN SÁNCHEZ G.
(ENRNEST BEEVERS) |
TONI MARTÍNEZ
(GERALD THORNTON) |
La valoración de Luisa acerca de este montaje es alta:
· Nos sentimos orgullosos de este montaje y quisiera dar las gracias a Juan Carlos y Rosario - productores - por tener, valor en estos momentos, de montar una obra con 10 actores. El público lo va a pasar bien así que - toma el cínico y gélido aire de la Señora Conway -: "Vengan con nosotros a tomar el té cada día".
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