GOODBYE DOLLY!!

LA DESPEDIDA DE UNA DIVA
TRAS 40 AÑOS
SIN ÉXITO

en el
PEQUEÑO TEATRO GRAN VÍA 66
de
MADRID

A partir del 14 de mayo de 2009

• La vi actuar e intuí que tras aquellos sketchs había algo más. Así que nos pusimos a escribir el guión Dolly, Iñaqui Urrutia y yo. La gran diva Dolly, desconocida en el mundo entero, se despide de los escenarios tras cuarenta años sin éxitos. A través de la música y el humor, irá recordando, con ayuda del público los mejores y peores momentos de su trayectoria artística. Comedia, erotismo y mala leche, se mezclan en este divertidísimo cabaret. Con este espectáculo pretendemos recuperar y dar una vuelta de tuerca a un género como el cabaret, situándolo en el marco de un teatro y dirigiéndolo a todo tipo de público que busque en la Gran Vía de Madrid una alternativa cómica a los grandes musicales.

• Siempre quise imponer mi criterio. Claro que tuve algún éxito. Fui la primera que anunció un spot de Tampones, pero un poco tosco, la verdad. ¡Ah! Y también hice un anuncio de brandy, pero la marca quebró. Sólo lo pusieron una vez. También están todos los castings que hice. Es un poco de todo. Multidisciplinar.

• Si queréis conocer su biografía tenéis que venir – insiste Eduardo. Son una sucesión de “sketchs” que alternan texto y música.

• Sara Montiel, María José Cantudo, Concha Velasco, por supuesto – revela Dolly -, las cuales son amigas y grandes compañeras de profesión compañeras que han venido a despedirme.

• Y también Betty Misiego – recuerda Eduardo.

• ¡Betty Misiego! – exclama Dolly -, y Norman Desmond. Todas, todas están invitadas y sin acritud, en el caso de que no acudan.

Esta retirada después de 40 años sin éxito, declara Dolly, que la dedica:

• Para todo mi público. Con cariño y sin ningún tipo de rencor, ni de rabia, ni de resentimiento.

“Después de todo, mañana es otro día!”
(“After all, tomorrow is another day!”)

Que Dolly traduce:

• Ya me retiraré mañana.

• Como todas las grandes divas – corrobora Eduardo – se está retirando continuamente.

• A las nueve horas está Espinete no existe – recuerda Eduardo – y los fines de semana a las once le sigue Goodye Dolly con una duración de una hora y media, de modo que a las doce horas y treinta se puedan ir a tomar una copa.

Dolly se puede decir que es una mujer con principios. Por no querer que le cambiasen el nombre tuvo que renunciar a lo que podrían ser éxitos. Pero así son las ironías de la vida:

• No consigo que la gente escriba o pronuncie bien mi nombre. Me llaman Loly, Chonchi… ¡Por favor!, ¡Se escribe DOLLY!!!!!!