EL ESTRENO DE UNA ARTISTA
y
GLORIA Y PELUCA
¡INTRIGAAAAA!
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FOTO: JESÚS ALCÁNTARA |
En la línea de extraer del baúl de las zarzuelas añejas partituras se inscribe este doble programa. En realidad la recuperación es El estreno de una artista de Joaquín Gaztambide, puesto que Gloria y Peluca de Franciso Asenjo Barbieri ya la rescató del olvido este mismo Teatro de la Zarzuela con dirección de José Luis Alonso. En aquella ocasión Gloria y peluca se presentaba junto a La Verbena de la Paloma. Si algo tenían en común para unirlas era, no solamente por ser obras breves, sino porque, en ambas, la historia recurría a personajes del pueblo y no tanto por la similitud de estilo musical, ya que, pertenecen a épocas diversas: Gloria y peluca a 1850 y La Verbena de la Paloma a 1894.
No siempre es fácil esgrimir una razón congruente para justificar de por qué programo dos títulos específicos de “género chico”. En su época no existía el problema, puesto que se programaban en el llamado teatro por horas y eran funciones aisladas de una hora. El problema es nuestro. Cualquier criterio que, siempre podemos justificar, es un tanto aleatorio. No obstante, en esta ocasión, el unir ambas zarzuelas ha sido un acierto, hasta el punto de que, prácticamente se consigue, una continuidad de historia y de estilo musical, lo cual se explica por la cercanía de Gaztambide y Barbieri en el tiempo así como por la intención, en ambos, de crear el género lírico propiamente español, aunque siempre sostenidos por la mano de la ópera lírica italiana llámese Bellini, Donizetti o Rossini.
A pesar de tal cercanía, Ignacio García Fernández ha tenido que construir una dramaturgia para darle unidad argumental a las dos zarzuelas y lo consigue con éxito. También él mismo se ha encargado de la dirección escénica, que resulta espléndida.
Ignacio García – Nacho para el entorno amical-, a estas alturas, se ha revelado como un experto en la dirección del mundo lírico, tanto de zarzuela como de ópera. Impactó con los montajes de Sorozábal – La eterna canción y Black el payaso - en el Teatro Español, pues daba un aire nuevo y atrayente a un género que, a veces, se tiene el pudor de no manifestar un gran entusiasmo para evitar aquello de que le acusen a uno de “zarzuelero”. La sorpresa era mayor, puesto que debido a su juventud y el pertenecer a una generación teatral que prefiere líneas teatrales más lanzadas, no casaba con eso de dirigir zarzuelas. En más de una ocasión se ha expresado como el tener “naturaleza zarzuelera y he querido mucho al género. Soy el más antiguo de mi generación en gustar de la zarzuela”.
Gloria y peluca (1850) y El estreno de una artista (1852), pertenecen a un momento en el que se va a iniciar el nuevo género lírico español con ínfulas de crear la ópera española como, en otro tiempo anterior, se formó la ópera italiana, de gran predicamento en toda Europa. El período anterior español, desde Calderón de la Barca, ya ofrecía títulos de zarzuela o comedias de corte clásico con partes musicales, pero con un estilo musical que arrastraba huellas de la música renacentista. El nuevo invento era apoyarse en la ópera italiana del siglo XIX y ver de aportar aires españoles pasados por el filtro de la lírica. Estos dos primeros textos musicales se encontraban en esta línea. De una hora de duración tomaron el nombre genérico de “zarzuela chica”. Todavía no se había inventado los conceptos “teatro por horas” y de “género chico”. De todos modos para estos títulos es mejor el concepto de “zarzuela chica”, puesto que, en realidad, poseen todos los ingredientes musicales de los que después será la “zarzuela grande”. Curiosamente Barbieri tras este asomarse al mundo lirico operístico con una “zarzuela chica” en 1850 y comprobar sus posibilidades como compositor de música teatral, al año siguiente el 6 de octubre de 1851 estrenaba Jugar con fuego, título que pone los cimientos de lo que será la Zarzuela grande.
Barbieri es compositor conocido y celebrado, pues muchas de sus obras se han mantenido en el repertorio y han encontrado su traducción discográfica. La temporada pasada pudimos ver un atractivo montaje de José Carlos Plaza: Los diamante de la corona. Gaztambide fue más olvidado y para muchos no es más que una calle de Madrid - Joaquín Gaztambide que arranca desde la calle Alberto Aguilera y termina en Cea Bermúdez -, y de otras ciudades. Ha sido el gran olvidado en el repertorio y en el mundo discográfico, a pesar de haber tenido éxito en su tiempo. El Teatro de la Zarzuela lo recuperó en el 2000 con una zarzuela grande: El Juramento y pudimos apreciar la calidad de su música.
El argumento de las dos zarzuelas tiene su hábitat en las entretelas intrigantes del mundo del teatro operístico. El estreno de una artista – argumento trasladado por Ventura de la Vega, muy peculiar en él, a partir del original francés Concert à la cour, o La Débutante (1824) – narra las ilusiones de una joven y debutante cantante de ópera Sofía, de nombre artístico Corina, y las trampas que le tienden para que su debut no se lleve a cabo y de este modo no suplantar a la gran “prima donna” Marietta. Un antiguo amor de Sofía, tenor él, también acude al palacio del Gran Duque para ser contratado. Tras varias peripecias y equívocos los dos enamorados en la vida real conseguirán triunfar en la corte del Gran Duque.
Quienes serán degradados por ser autores de malas artes es la gran “prima donna” y su marido Astucio el director de orquesta.
En el original de Gloria y peluca, el autor de libreto José de la Villa del Valle, se mete en el departamento de pelucas de un teatro de ópera. Marcelo, su encargado, compone en secreto una ópera de rancio argumento, y sueña con estrenarla. Más realista es María su mujer. Tiene facultades vocales, pero se mueve en el terreno de la canción española y su aspiración como cantante no es más que alegrar el día mientras trabaja. Cada uno seguirá su camino.
Ignacio García hilvana coherentemente las dos zarzuelas: la joven pareja de cantantes consigue su fin, y el director musical y su mujer son degradados a ese departamento de peluquería. El elemento de continuidad lo consigue al ubicar ambos argumentos en el mismo espacio: el teatro de ópera del Gran Duque. Se crea así una escenografía coherente y atractiva, que es mejor verla y no desvelarla aquí para que mantener la sorpresa.
A la par que asistimos a estas historias se ponen de manifiesto dos prejuicios. Ya en la época, y que siguen vigentes: la necesidad de ser extranjeros para poder triunfar, y la valoración de nuestra música popular.
Sorprende musicalmente este Gaztambie que, curiosamente en algunos momentos, recuerda a Barbieri en Jugar con Fuego, estrenada un año antes. La partitura de El estreno de una artista nos muestra una buena calidad musical con momentos importantes. Cabe destacar el preludio orquestal de gran efecto musical, así como escénico al presentarnos una segunda orquesta en el Salón del Gran Duque. La protagonista musical es el personaje de Sofía. Sonia de Munck lo interpreta. Es soprano de líricas calidades, que muestra una gran delicadeza. El tenor José Manuel Montero posee un potente timbre que transmite seguridad. Tanto Sonia de Munck como José Manuel Montero, añaden a sus calidades musicales una buena capacidad interpretativa, que en esta ocasión transcurre por el lado cómico. La pareja oponente a nivel argumental la protagonizan Marcos Moncloa y Marisa Martins. A nivel musical supone menor lucimiento, que pueden recuperar en Gloria y peluca. El miércoles 23 de Febrero – aniversario del 23 F -, Marisa Martins interpreta también el personaje de María en Gloria y Peluca. No todos los días es así, pues cuando María Ruiz de Orduña interpreta a la Marietta de El estreno de una artista, Dolores Lahuerta es la María en Gloria y Peluca. ¿Qué supone esto? No tanto la falta de continuidad física del actor en esta dramaturgia unitaria, sino que el personaje de Marietta no posee las virtudes musicales del personaje de María y por lo tanto a la cantante se le priva de un mayor lucimiento. Se me ocultan las razones de esta decisión. Algo similar sucede con el personaje de Astucio, que musicalmente se desliza por la línea bufa y con menores exigencias vocales. En este caso tanto Fernando de la Torre como Marco Moncloa prolongan su interpretación en las dos zarzuelas y pueden desplegar sus facultades vocales.
Marisa Martins es una mezzosoprano, cuya coloratura recuerda a la antigua mezzo de zarzuela, menos profunda que a lo que estamos acostumbrados hoy día. Ella misma ha declarado ese matiz, de ahí su ausencia en el mundo de la zarzuela y se confirma al oírla, pero sería de desear más su presencia, justamente porque en el mundo de la zarzuela las tesituras de voces permiten un espectro más amplio. Su voz responde bien al papel de María, así como al de Marietta. En Gloria y peluca nos ofrece un personaje entrañable que despunta en sus seguidillas.
A Marco Moncloa lo oí por vez primera en el 2009 en Zarzuelas y Revistas, La mejor música del maestro Alonso, una especia de Antología sobre la obra de Alonso dirigida por Ángel Fernando Montesinos en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, por la Compañía Dolores Marco, madre de Marco. Impresionaba su chorro de voz, que, en aquel momento, me resultó poco matizada, aunque de impronta segura. En este montaje suena más elaborada. Como ya he anotado antes su lucimiento es claro en Gloria y Peluca. Es celebrado en todos sus números musicales, arrancando los aplausos del público por su cómica interpretación, a la vez que despliegue de tesituras - tenor, barítono y soprano - en el famoso terceto de su exótica ópera.
Una novedad digna de mención es el intérprete del Gran Duque. Se le ha encomendado al actor Edu Soto, que tanta gracia nos hizo con su estrafalario personaje en los lares televisivos del programa de Buenafuente. Aquí, además de simpático y apartándose de aquel cliché que algunos podrían esperar, muestra sus dotes de buen actor en la línea de esos personajes líricos que transitan entre el realismo y la discreta bufonería. Pero hay algo más que nos sorprende favorablemente: canta y lo hace más que bien. No es el consabido actor al que le perdonamos que las notas musicales las emita cómicamente o soportamos que la voz se le raje en esta u otra nota superior. Su voz no desentona en el conjunto y, a su favor, tiene el donde de caer bien al público.
Este nuevo montaje del Teatro de la Zarzuela que podría titularse unitariamente Intriga entre cajas retomando la advertencia del Maestro Toscán, interpretado por el siempre eficaz Emilio Gavira, es una delicia. Posee la virtud de ofrecernos un todo unitario, sin cercenar la peculiaridad de cada una de las zarzuelas. Al juntarlas sorprende la unidad de estilo musical de ambos compositores. Ignacio García ha movido bien toda la escena, que resplandece con la excelente y vistosa escenografía de Juan Sanz y Miguel Ángel Coso. Quiero subrayar el excelente nivel interpretativo de todos.
José Miguel Pérez-Sierra dosifica bien la orquesta, y arranca brillantes sonidos en el preludio de El Estreno de una artista. Consigue algo no siempre posible en este Teatro: que la orquesta no apague a los cantantes.
Un espectáculo que vale la pena ver por sí mismo, pero también por recuperar del olvido a un válido compositor: Joaquín Gaztambide. De Barbieri no digno nada porque, además de ser uno de mis compositores de zarzuela favoritos, a él lo conocemos con creces.
Título: El Estreno de una Artista
Música: Joaquin Gaztambide
Libro: Ventura de la Vega, basado en la ópera cómica Concert à la cour, ou La débutante de Eugène Scribe en colaboración con Mélésville
Estreno: El Teatro del Circo de Madrid, el 5 de Junio de 1852
Edición: Ramón Sobrino (Ediciones Arteria Promociones Culturales, SRL 2011)
Título: Gloria y Peluca
Música: Francisco Asenjo Barbieri
Libro: Jose de la Villa del Valle
Estreno: Teatro Variedades de Madrid, el 9 de Marzo de 1850
Edición: Enrique Mejías García (Ediciones Arteria Promociones Culturales SRL, 2011)
Los fragmentos de I Capuletti e i Montecchi de Vincenzo Bellini corresponden a la edición de Kalmus Orchestra Library
Dramaturgia: Ignacio Garcia
Escenografía: Juan Sanz y Miguel Angel Coso
Vestuario: Javier Artinano
Iluminación: Francisco Ariza
Ayudante de dirección: Antonio C. Guijosa
Ayudante de Escenografía: Marianela Morales
Ayudante de vestuario: Jose Miguel Ligero
Maestro de Luces: Manuel Munoz
Sobretitulación: Gloria Nogue/Irene Albar
Orquesta de la Comunidad de Madrid. Titular del Teatro de La Zarzuela
Coro del Teatro de La Zarzuela
Realización escenografía: Proasur
Utilería: Antiqua Escena e Hijos de Jesus Mateos
Realización vestuario: Sastreria Cornejo
Pelucas: Mario Audello
Nueva producción: Teatro de La Zarzuela en coproducción con el Excmo. Ayuntamiento de Oviedo
Intérpretes: (por orden de intervención)
El Estreno de una Artista: Marco Moncloa/ Fernando Latorre (Astucio)
Marisa Martins/ Maria Ruiz de Orduña (Marietta), Jose Manuel Montero (Enrique), Emilio Gavira (Maestro Toscán), Sonia de Munck (Sofía), Edu Soto (El Gran Duque), Miguel Huertas (Un pianista),
Gloria y Peluca: Marco Moncloa/ Fernando Latorre (Marcelo Pelusa), Marisa Martins/Dolores Lahuerta (María), Miguel Huertas (Un pianista), Selma Garcia (Un arpista),
Figuración: Antonio Albujer, Mª Jose Barroso, Sergio Castelar, Helena Duenas, Miguel A. Eduardo da Silva, Ruth Franganillo, Morgane Jaudou, Joaquin Mancera, Xavi Montesinos, Patricia Muriel, Felix Navarro, Celia Nunez, Alvaro Puertas, Marcos Rivas y Marcela Yurfa
Director del Coro: Antonio Fauro
Dirección musical: Jose Miguel Perez-Sierra/Santiago Serrate
Dirección de escena: Ignacio Garcia Fernández
Reestreno en Madrid: Teatro de la Zarzuela, 11 – II - 2011
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EMILIO GAVIRIA/SONIA DE MUNCK |
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MARCO MONCLOA/ MARISA MARTINS
FOTOS: JESÚS ALCÁNTARA |
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José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande
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