PROMETEO ENCADENADO
PROMETEO ES UNA MUJER: CARMEN ELÍAS.
A un Prometeo encadenado, procedente de Esquilo y de Heiner Müller, lo encarna Carmen Elías. No es frecuente este travestismo. Dani Nel-lo, compositor de la música para esta versión nos lo aclara:
Prometeo nace de la tiranía de Zeus para con los hombres. Pretende quitarles la vida a los humanos y volver a convertirlos en una especie de animales. Pero Prometeo roba el fuego para dárselo a los mortales, les enseña las letras, los números, el uso del fuego para la industria, el uso de las plantas para tratar enfermedades... Se ha levantado contra el poder para convertir a los humanos en seres conscientes y cultos. Por eso será castigado a sufrir eternamente, aislado del mundo, como muestra de lo que sucede cuando alguien se rebela contra un superior
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· El que Prometeo lo interprete una mujer - Carmen Elías -, se debe a que los mitos no tienen sexo. Prometeo es quien da la conciencia al ser humano. Antes el mundo era de los hombres y ahora es de los dos, por lo tanto puede ser hombre o mujer.
La propuesta a Carmen Elías viene de lejos:
· Recuerdo que hace dos temporadas – confirma Carmen – nos sentamos Carmen Portceli y yo en un banco y pensé “¿Qué estará tramando?” Me entregó el texto. Mi pregunta fue “¿Por qué yo?” y la respuesta “¿Por qué no?”. Me invadió una gran responsabilidad y vértigo ante este texto.
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HEINER MÜLLER |
El texto procede de la versión de Heiner Müller que, en su día, desveló lo que quiso hacer con el texto original de Esquilo:
· Me interesaban las incongruencias en el antiguo texto, pulidas o borradas por las traducciones corrientes, aunque no tanto en la versión de Voss, realizada ante las puertas de la revolución burguesa. Las contradicciones del protagonista entre logro y vanidad, conciencia y sufrimiento, inmortalidad y temor a la muerte. Las contradicciones geográficas y temporales en la profecía a Ío, etcétera. La tradición penetra en el texto, los errores señalan la «obra» como trabajo. No se trata de apropiarse (propiedad), sino de usar (trabajo). Esto motiva la renuncia a la explicación (aclaración de pasajes oscuros, traducción = interpretación de nombres propios), que estrecha el círculo de los posibles significados. El texto de Prometeo no puede leerse palabra por palabra, salvo si se lee en voz alta. Consiste, como todo texto hablado, en frases, no en palabras. La lectura es un privilegio, el libro como transporte de literatura una transición. La pregunta por la calidad sensible del lenguaje (que supera la información) es de carácter político. El Manifiesto comunista pertenece a otra arma que El capital; la importancia de la música pop para el movimiento antiautoritario no residía en su contenido informativo. Aunque el capitalismo convierta a los clásicos en pasta de papel, porque no quiere dejar nada, no es ese nuestro trabajo.
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CARMEN ELÍAS
FOTO: DAVID RUANO |
La responsabilidad y vértigo que experimentó Carmen Elías en un primer momento, lo fue superando ante la experiencia profesional de Carme Portaceli.
· Admiro su carrera a lo largo de todos sus espectáculos – confiesa Carmen Elías -, y coincido con sus actores cuando dicen que con ella te sientes muy arropada. Prometo es un reto y sigue siendo un vértigo. Es bonito tener un personaje tan importante entre las manos y ante una propuesta así una tiene que decir: Sí. Me gusta cómo Carmen trata el teatro y busca más y más. Esto me gusta y me divierte. No para nunca y todo el rato está dispuesta a que pase cualquier cosa con el texto. Estoy contenta y agradecida.
Dentro de su carrera Carmen Elías, Prometeo supone una interpretación compleja, además de tener que mantenerse todo el tiempo en escena:
· Requiere una concentración tremenda. Algo más que otras veces. Te tienes que mantener muy ágil mental y emocionalmente. Ambas dimensiones tienen que estar muy unidos y hay que procurar que no decaiga la energía.
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PROMETEO MUJER, UN PASO MÁS HACIA LA LIBERTAD
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FOTO: DAVID RUANO |
Este aspecto femenino, a nivel de interpretación, para Prometeo lo relaciona Carme Portaceli con la libertad y para ello recurre a su adolescencia:
· De pequeña tenía que pelear con mis padres cuando salía de noche. Allí aprendí a ejercer mi libertad. Tenía que soportar broncas si llegaba a la una de la madrugada. Con eso tuve que meditar sobre muchas cosas. La conciencia te sirve para ser libre.
Gerardo Vera – Director del Centro Dramático Nacional – completa esta idea:
· Hablo como espectador. Cuando colocas las cámaras en otro sitio como es en este caso Prometeo-mujer, se entiende al ser humano en un concepto más amplio, pues no transmites la idea de una mujer al uso. Hablas de otra cosa. Es una apuesta profunda, aunque hay para todos los gustos. Produce un motivo de extrañeza y se intenta descubrir la vida desde otro ángulo. El que sea Carmen Elías suscita una actitud emocional que no me lo suscitaría un hombre.
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UNA VERSIÓN FIEL A MÜLLER
A partir de una traducción del húngaro Adan Kovacsis (Santiago de Chile, 1953 e hijo de inmigrantes húngaros) – Premio Nacional de Teatro 2010 -, Pablo Ley y Carme Portaceli han creado la dramaturgia.
· La versión de Müller – aclara Carme Portaceli – toca muy pocas de Esquilo que tiene poca acción. No hace una versión innovadora. Comienza cuando acaba la acción. Prometeo ya está atado y recibe las visitas para que diga lo que sabe. Prometeo, en su obsesión por el materialismo, el conocimiento y la ciencia es un dios perfectamente marxista. Nuestra versión recoge las contradicciones que Müller encuentra en el texto de Esquilo y que trata de entender, sin intentar solucionar el enigma, el mito en su versión clásica.
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FOTO: DAVID RUANO |
El texto de Heine Müller comienza tras un prólogo.
· Se trata de un monólogo que pone en previo aviso de lo que ha ocurrido: la guerra entre los Dioses que es semejante a la guerra entre los hombres. Repiten nuestros esquemas – desvela Carme Portaceli.
Según Pablo Ley:
· Este prólogo procede del maravilloso cuento mítico que Jean Pierre Vernant narra en El universo, los dioses, los hombres. La enemistad de los dioses no es una enemistad cualquiera. Hay que situarla en el tiempo de la guerra entre los Titanes y los Olímpicos. Una guerra que supone casi el retorno al Caos primigenio. Prometeo ayuda a Zeus a alcanzar el poder. Pero se enfrenta a él por causa del fuego que ha entregado a los mortales. Y el castigo es adecuado a la brutalidad del momento. Zeus se muestra con los enemigos como un tirano terrible.
Sigue el texto de Esquilo/Múller prácticamente íntegro. Lo que se ha pretendido en esta versión según Pablo Ley es
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FOTO: DAVID RUANO |
Que la puesta en escena haga del texto lo más comprensible posible. Hacer que los parlamentos adquirieran, a través de los actores, un sentido transparente. El espacio, la música, el vestuario, el trabajo de los actores, todo está orientado a hacer que la palabra llegue nítida a los oídos de los espectadores. Nos hemos permitido algunas licencias para facilitar la interpretación de un texto nada fácil.
La tercera parte lo ocupa un epílogo
· Nos preocupaba dar la visión que de los dioses y, quizá aún más, del hombre tiene Heiner Müller en su obra. Del hombre, Müller no tiene, en efecto, una gran opinión. En este sentido nos hemos centrado en dos aspectos importantes: En su obra, marcada, entre otras cosas, por la II Guerra Mundial y el nazismo, la palabra fuego sale muy a menudo asociada a la palabra guerra. Por lo que respecta a la esperanza, el otro gran don de Prometeo a los humanos, tampoco considera Müller que sea un gran motor.
Existe un final que para Pablo Ley es el verdadero final y que define como
· El grand final. Se trata del monólogo de Prometeo. Es el maravilloso texto del Prometeo liberado, que identificamos absolutamente dentro del estilo de Heiner Müller. Una prosa poética de una calidad excepcional. Muestra de forma radicalmente iconoclasta la destrucción de los dioses del clasicismo griego. Al fin y al cabo, un juego de espejos, una aproximación poliédrica a un mito inabarcable.
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· Prometeo queda liberado por Hércules y se convierte en un ser vivo pequeño que se hace igual al ser humano – concluye Carme Portaceli.
Aunque la versión, aparte del prólogo y epílogo, sea fiel a Müller, Carme Portaceli aclara que:
· Nuestra versión hace a Müller más contundente, a pesar de que ha acabado la acción. Lleva mucha tensión emocional y por eso no te deja intervenir en el texto, cosa que me gusta. No te deja pues su poesía y texto es tremendo. Es un texto complicado, poético y muy bien escrito. No puedes saltarte la palabra. El monólogo final que es un monólogo de liberación con una mirada muy crítica al comunismo.
EL ESPACIO ESCÉNICO Y LA MÚSICA
SUSTANCIALES
Carme Portaceli resalta dos elementos importantes en esta puesta en escena: el espacio escénico de Paco Azorín y la música de Dani Nel-lo.
· Paco Azorín es colaborador mío – declara Carme Portaceli -, y ha creado un Faro, porque hemos llegado al fin del mundo en pleno desierto. Algo semejante a Finisterre en España. Un Faro puede ser una guía con su luz, pero termina en él. El otro elemento importante es la música en vivo de Dani Nel-lo, que también ha colaborado en otros espectáculos míos. La música en vivo le da cierto toque brechtiano que te distancia.
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ESCENOGRAFÍA: PACO AZORÍN
FOTO: DAVID RUANO |
Dani Nel-lo define su música como “evocadora. Con sólo dos notas te vas al sitio”.
· Con Carme llevo colaborando desde el 2004 – prosigue Dani – y hemos credo un lenguaje músico-teatral. Encontramos más variedad y una paleta de sonidos amplia. Es este caso subraya la acción y potencia los elementos dramáticos. Fue jodido, difícil puesto que no había referencias temporales y geográficas: la música de los dioses. Tiramos de lo intuitivo y hemos quedado muy contentos. La hemos ido haciéndola en equipo y la interpretamos con un cuarteto: batería, contrabajo, piano, saxo y guitarra. Resumiendo puedo decir que la función de la música aquí es ilustrar y subrayar. Espero que guste.
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CUARTETO MUSICAL
FOTO: DAVID RUANO |
El cuarteto lo forman: el propio Dani Nel-lo, Anton Jarl, Ivan Kovacevic, y Jordi Prats.
Los personajes restantes son Hermes (David Bagés), Ío (Lluïsa Catell), Fuerza (Llorenç González), Océano ( Pepa López), Hefesto (Albert Pérez) y Coro (Gabriela Flores)
Carme Portaceli recuerda que todos los personajes son “como pequeños protagonistas” y en cuanto al Coro – figura capital en las tragedias griegas – “es un personaje tan desgraciado como Prometeo. Hemos conseguido que tenga alma y humanidad. Viene a ser un refugiado. El gobierno está apartado de la vida cotidiana. Es un gobierno de terror y esto es lo que hemos querido dar. El Coro aparece como un ser humano de mierda y ve lo que sucede a Prometeo y critica ese mundo de terror”.
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Prometeo está herido de gravedad por una bomba nuclear. Según Carme nos movemos en el mundo de la gran política.
· El Coro elige la solidaridad con Prometeo. Hermes le dice que sea prudente, pero le da igual – añade Carme. Prometeo es un personaje eterno e imprescindible para entender al hombre.
José Ramón Díaz Sande
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