|
|
En la última década se han desarrollado nuevos modelos de gestión teatral que han introducido la iniciativa privada en el sector público, han buscado la optimización económica de los espectáculos, y han potenciado la presencia en los grandes teatros de unos autores y profesionales de la escena en detrimento de otros... |
|
Teatro y sociedad en la España actual.
WILFRIED FLOECK
Y
Mª FRANCISCA VILCHES DE FRUTOS (EDS.).
|
Teatro y sociedad en la España actual
WILFRIED FLOECK
Y
Mª FRANCISCA VILCHES DE FRUTOS (EDS.).
.
Frankfurt am Main/Madrid,
Vervuert Verlag/Iberoamericana,
2004, 391 pp.
ISBN: 84 – 8489 – 140 – 2
ISBN: 3 – 86527 – 119 - 7
|
|
|
En la última década se han desarrollado nuevos modelos de gestión teatral que han introducido la iniciativa privada en el sector público, han buscado la optimización económica de los espectáculos, y han potenciado la presencia en los grandes teatros de unos autores y profesionales de la escena en detrimento de otros. El sistema de los teatros públicos ha optado por buscar la máxima rentabilidad reduciendo el número de espectáculos, coproduciendo con otros centros, apostando por los autores consagrados, aunque sea con carácter de reposición, fomentando la labor de los escritores que trabajan en Comunidades Autónomas donde existe una estructura sólida de producción y distribución teatral de carácter público, recurriendo a conocidas caras del mundo del cine y de la televisión, y propiciando las lecturas dramatizadas y la publicación de textos teatrales (Mª Francisca Vilches de Frutos).
Frente a las críticas dirigidas a los modelos de gestión mixta, se ha valorado el modelo semipúblico del Teatro de la Abadía de Madrid, dirigido por José Luis Gómez, cuya labor de formación de actores, calidad en la programación y eficacia en el funcionamiento administrativo le han convertido en diez años en un referente indiscutible de la vida teatral europea y española (Antonio B. González).
Como en otras épocas, el teatro ha seguido siendo fiel reflejo de la evolución de la sociedad. La existencia de importantes cambios de naturaleza científica, tecnológica y social ha dejado su impronta en unos textos, cuyas temáticas abordan los problemas generados por los nuevos modelos sociales de identidad, en especial, en aspectos tan significativos como la redefinición de los roles sexuales. En el libro se analiza la respuesta de autores teatrales de distintos grupos generacionales - Alonso de Santos, Ignacio Amestoy, Sergi Belbel, Benet i Jornet, Ernesto Caballero, Domingo Miras, Alberto Miralles y Pedro Víllora - a las consecuencias de la masiva incorporación de la mujer a la vida profesional (Pilar Nieva de la Paz) o la pervivencia de prácticas machistas en la sociedad española, reflejadas en algunos de los textos de Borja Ortiz de Gondra, Paloma Pedrero y los citados Benet y Belbel (Dieter Ingenschay).
Muchas de estas creaciones muestran los efectos que para el individuo han tenido los cambios experimentados por una sociedad urbana que todavía en los sesenta era predominantemente rural: la soledad, la ruptura del tejido familiar, la marginación social, y el aumento de la drogadicción y del paro. Los textos de creadores como los gallegos Gustavo Pernas y Raúl Dans, los catalanes Carlos Batlle, Belbel y Lluïsa Cunillé, el aragonés Alfonso Plou, los valencianos Francisco Sanguino y Rafael González, y el colectivo de autores pertenecientes al Teatro del Astillero, José Ramón Fernández, Luis Miguel González, Guillermo Heras, Raúl Hernández Garrido y Juan Mayorga, presentan unos espacios específicos, unos no-lugares, que definen la identidad del hombre urbano contemporáneo: son hoteles, estaciones, calles, autopistas, campos de refugiados, etc., que implican la idea de movimiento, de tránsito, metáforas de la ausencia de referencias (Anxo Abuín).
Por otra parte, la pérdida de las grandes ilusiones ideológicas de los años cincuenta y sesenta, que ha llegado, como ha señalado Giddens, al cuestionamiento de nociones como “derecha” o “izquierda”, no ha acabado con el compromiso político de los autores españoles. En el libro se aborda la visión de las complejas relaciones entre los intelectuales y los poderes públicos ofrecida por autores que, como Ignacio Amestoy, han recurrido al género histórico para analizar el fenómeno (Antonio Fernández Insuela) y se plantea la denuncia del racismo surgido ante los flujos migratorios procedentes del tercer mundo realizada por escritores como Jerónimo López Mozo (John P. Gabriele), Paloma Pedrero y Juan Mayorga (Phyllis Zatlin).
Además, se estudia el malestar experimentado por varios autores ante un sistema económico que prima un desarrollo sin restricciones y fomenta la práctica de relaciones de servidumbre, como la prostitución, denunciada por Lourdes Ortiz en El local de Bernardeta A., una parodia posmoderna de La casa de Bernarda Alba, de García Lorca (Dru Dougherty), y se hace hincapié en la necesidad de recuperar la memoria histórica, incluso, a partir de procesos de dramaturgia sobre textos narrativos, como El Lápiz del carpintero, de Manuel Rivas, llevado al teatro por el grupo gallego Sarabela y al cine por Antón Reixa (García-Abad).
Se analiza también la postura política y la defensa de la dignidad individual y los derechos humanos durante la democracia de escritores canónicos de distintos grupos generacionales como Buero Vallejo (Derek Gagen), Alfonso Sastre (Silvia Monti), Rodríguez Méndez (Cerstin Bauer-Funke), y Alonso de Santos (José Rodríguez Richard y Antonia del Amo), cuyas obras reflejan los cambios sociales operados por la sociedad española.
Esta firme opción por el compromiso no ha estado reñida con la búsqueda de renovación de los lenguajes escénicos, perseguida por los autores canónicos españoles del siglo XX (Pörtl).
Teatro y Sociedad en la España actual muestra a grupos como Els Joglars que, para transmitir un mensaje eficaz de compromiso ético y estético, han indagado en las posibilidades expresivas de una teatralidad basada en la consideración del espectador como elemento activo y creador, en la importancia del actor, y una concepción del espacio donde el arte dramático confluye con otras artes como la pintura, la música, la coreografía (Óscar Cornago). Siguiendo la estela marcada por Joan Brossa, Ricard Salvat, Albert Boadella y Albert Vidal, entre otros, artistas como La Ribot, Olga Mesa, Mónica Valenciano, Rodrigo García y Óskar Gómez han profundizado en la construcción de dramaturgias a partir de la imagen y de sus cuerpos (José A. Sánchez).
De hecho, un alto porcentaje de los textos están concebidos desde la práctica escénica, como muestra la experiencia proporcionada por Ernesto Caballero. Influidos por una estética posmodernista, muchos autores de los grupos generacionales más jóvenes están trabajando en la deconstrucción de la representación naturalista de la realidad, un camino en el que indagaron antes escritores como Alonso de Santos, Fermín Cabal y Sanchis Sinisterra. Sus creaciones muestran estructuras y acciones fragmentadas, una ruptura de los límites espacio-temporales, la disolución del personaje, la influencia de técnicas cinematográficas, una mezcla de planos irreales con otros basados en la experiencia cotidiana, la preferencia por lo onírico y lo irracional, el juego frecuente con referencias intertextuales, y una reflexión metateatral sobre el propio género (Wilfried Floeck).
Sirvan como ejemplos la preferencia por la fragmentación de la acción de los textos de los alumnos de la RESAD de Madrid (Susanne Hartwig), la experimentación con los lindes temporales de las obras de Sanchis Sinisterra (Monique Martínez), la búsqueda de un ritmo musical en las obras de Luis Araújo, Itziar Pascual, Yolanda Pallín y Lluïsa Cunillé (Yvette Sánchez). Paradójicamente, al dirigir películas basadas en textos teatrales, los directores de cine tienden a ignorar estas técnicas desarrolladas por los autores teatrales contemporáneos y se decantan por lenguajes de carácter realista, como se puede apreciar, por ejemplo, en ¡Ay, Carmela!, la película de Carlos Saura basada en el texto homónimo de Sanchis Sinisterra (José A. Pérez Bowie). Tampoco han estado reñidas estas creaciones con la práctica de cierto humor negro aplicado al tratamiento de la muerte, que emparenta con el teatro del absurdo a autores como Sergi Belbel, Ernesto Caballero, Ortiz de Gondra, Ignacio del Moral y Rodrigo García (Isabelle Reck).
La lectura de este ensayo confirma la directa conexión entre nuestra escena y las cuestiones más candentes que preocupan a la sociedad española actual. Estos textos no son únicamente el resultado de una inclinación general a la experimentación y al juego estético, sino que responden, al mismo tiempo, a la complejidad de las condiciones sociales de nuestra época.
Los ensayos incluidos en este volumen fueron presentados en el Coloquio Internacional “Teatro y Sociedad en la España actual”, que, bajo la dirección de los Profs. Floeck y Vilches de Frutos, tuvo lugar en el Castillo de Rauischholzhausen, entre los días 20 y 24 de septiembre de 2003. La convocatoria de este simposium se realizó dentro de las actividades programadas en el proyecto de investigación Teatro y Sociedad en la España Contemporánea, subvencionado por la Comunidad de Madrid, y contó con la colaboración económica de varias entidades alemanas y españolas: la Deutsche Forschungsgemeinschaft, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, a través del “Programa de Cooperación Cultural” (ProSpanien), la Justus Liebig Universität Giessen, y la Giessener Hochschulgesellschaft.
(Nota informativa enviada por la editorial).
|
|
|