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CÁMARA NEGRA
PUREZA FLAMENCA PARA NO ENTENDIDOS
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FOTO: TONELLI/OLSEN |
Título: Cámara negra (Flamenco)
Elementos escenográficos: Gerardo y Toni
Iluminación: David Pérez.
Vestuario: Antonio Belart
Diseño de sonido: Manolo Camacho
Sastrería femenina: Petra Porter
Sastrería masculina: Luis Espinosa.
Producción: Liñán – Pericet
Ayudante de Producción y regiduría: Silvia Melero
Coreografías:
I.-
Flash Back Caña: Coreografía: Olga Pericet; Intérpretes: Toda la Compañía.
Tarriá: Coreogra´fia: Manuel Liñán; Intérpretes:
Daniel Doña y Manuel Liñán.
Fandango: Coreografía y baile: marco Flores
Composite: Coreografía y baile: Daniel Doña
Las carboneras (zapateado): Idea oriinal y coreografía: Manuel Liñán; Intérpretes: Marco Flores y Manuel Liñán.
Petenera: Coreogra´fia e interpretación: OlgaPericet; Colaboración en la dirección de escena: Claudia Facci.
Madame Soledad: Coreorafía e interpretación y voz en off: Manuel Liñán; Texto: Fernando Calleja y Elisa Aguilar.
II.-
Suite en cámara negra. Coreografía: Olga Pericet, Intérpretes: Marco Flores y Olga Pericet
Paréntesis: Coreografía: Daniel Doña; Intérpretes: Toda la copañía; Música: Jesús Pimentel.
Cante: Rafael Jiméntes “Falo” y Miguel “Picuo”.
Músicos: Fernando de la Rúa, Jesús Pimentel, José Luis Montón y Antonio Jiménez (Guitarras); Jesús Pimentel (Bouzuky); Eduardo Ortega (Violín); Nacho Arimany (Percusión); Ana Romero y tacha (Palmas).
Música: José Luis Montón, Fernando de la Rúa, Jesús Pimentel y Acadio Marín.
Coreografía y dirección: Manuel Liñán & Olga Pericet
Duración aproximada: 1 hora y 30 minutos (con intermedio)
País: España (Comunidad de Madrid)
Estreno en la Comunidad de Madrid
Estreno en Madrid: Teatro Madrid, 30 de marzo de 2006.
Tanto Manuel Liñán como Olga Pericet, poseen a sus espaldas un fructífero currículo como solistas. Juntos han formado compañía: Manuel Liñán & Olga Pericet. A ellos se unen, en esta ocasión, dos bailaores/bailarines: Daniel Doña y Marco Flores, con los cuales ya había formado en 2003 la Compañía ESS3 Movimiento. Es por lo tanto un cuarteto que se conocen bien y que muestran una buena integración. La prueba de ello se da en la primera coreografía Flash Back Caña de la propia Olga Pericet y que abre el programa
FOTO BASE: TONELLI/OLSEN |
El título Cámara negra alude a lo que escenográficamente se considera una “cámara negra”: trabajar sobre un fondo y laterales negros. Con tales tratamientos se pretende destacar los módulos, iluminación o personajes que se planten ante ella. El oscuro de la cámara crea un espacio sin límites. Este es el caso. No hay escenografía, como tampoco hay hilo argumental narrativo. Se trata de cincelar al bailaor en su movimiento y dejarlo sólo o acompañado con su baile.
El programa tiene dos partes muy delimitadas – un intermedio las separa – en cuanto el estilo. La primera parte es un recorrido por los palos del flamenco, llevándolos a su estilo original y a una pureza de líneas y sobriedad. Se trata de palos que no se prodigan últimamente en los espectáculos de flamenco sobre un escenario como son: la petenera, el fandango, la caña, el zapateado. |
El cuarteto parece confiar en la pureza del flamenco y en su sobriedad. Abunda el zapateado, pero lleno de buen gusto, pasión y concentración - huyendo del virtuosismo circense, muy aplaudido en los últimos tiempos – en el que todos parecen confiar como medio balletístico de expresión.
Destaca la coreografía Madame Soledad que alterna el texto de Fernando Calleja y Elisa Aguilar. “De pequeño me metía piedras en los bolsillos para que no pudiese andar…” con la música. Coreografía, interpretación y voz en off del recitado es del propio Manuel Liñán. Se trata de un baile que da valor a la sonoridad del recitado por sí mismo y construye los desplantes, las traslaciones y el zapateado basándose en el ritmo y melodía de la propia palabra. Un feliz descubrimiento, capaz de transmitir emociones sin límites.
La Petenera de Olga Pericet obliga al elegante juego del mantón, que nos remite a Blanca del Rey. Tanto en esta coreografía como en Suite en cámara negra, muy bien acompañada de Marco Flores, Olga es bailaora que muestra una gran elegancia y pureza de líneas en el uso de los brazos, la bata de cola – enroscada elegantemente a través de su acompañante - , el mantón y todo su cuerpo que estalla en un rítmico zapateado, puesto al servició de la emoción y la expresividad.
Daniel Doña y Marco Flores, muestran también una concepción del baile muy similar, en el que impera la contención flamenca.
A pesar de no existir una unión argumental, sí se consigue la transición de un palo a otro con agilidad, fluidez y sin pérdida del ritmo.
Paréntesis en la segunda parte con coreografía de Daniel Doña, es un divertimento con toques de cabaret, que muestra las posibilidades histriónicas y de nuevos rumbos de danza del grupo. Es como querer demostrar que el flamenco puro no está reñido, en estos bailarines, con otras posibilidades. Tras la admiración por una sobriedad flamenca, accesible incluso a los profanos, el grupo abre su horizonte como pare decir: “Somos divertidos y podemos hacer muchas cosas en el baile”.
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