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PEER GYNT
PURA ENERGÍA


Título: Peer Gynt.
Autor: Henrik Ibsen.
Traducción: Joan Sellent y Anne-Lise Cioetta
Dramaturgia: Xavier Zuber.
Iluminación: Xavi Clot.
Escenografía: Alfons Flores.
Vestuario: Mercè Paloma.
Música original: Ermetikka (Marc Álvarez y Javier Gamazo).
Banda sonora: Òscar Roig, Javi gamazo, Dani Klamburg, Marc Álvarez
Diseño de sonido: Jordi Ballbé, Albert Ballbé
Caracterizaión: Samuel Fernández
Dirección adjunta: Josep Galindo
Coproducción: Teatre Romea, Festival internacional
de Bergen, 30 Festival de Barcelona Grec y
Ajuntament de Viladecans

Intérpretes: Joel Joan (Peer Gynt), Roser Camí (Solveig), Carles Canut (Sr. Haegstad/hombre flaco), Javier Gamazo (Baard), Miquel Gelabert (Trond), Dani Klamburg (Mads Moen), Amparo Moreno (Kari), Victòria Pagès (Ingrid), Mont Plans (AASE), Mingo Ràfols (Aslak/fundidor de botones), Boris Ruiz (Rey de Drove), Ana Salazar (Anitra) y Lluís Villanueva (Guttorm/mujer deverde).
Dirección: Calixto Bieito.
Estreno en Madrid: Teatro Albéniz, 26-10-2006.



FOTOS: DAVID RUANO

Con motivo del primer centenario del fallecimiento del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, Calixto Bieito presenta la puesta en escena de uno de sus textos más ambiciosos, Peer Gynt. Finalizada en 1867, durante su autoexilio en Italia, cuando contaba treinta y nueve años, Ibsen inicia su periodo de madurez dramatúrgica, que se completará en años sucesivos con la aparición de textos como: Casa de muñecas (1879), Espectros (1881), Un enemigo del pueblo (1882), El pato salvaje (1884) o Hedda Gabler (1890).

Esta metáfora sobre la búsqueda de la propia identidad del individuo y las posibilidades de su desarrollo a través del personaje de Peer Gynt, un joven soñador, eterno adolescente, ingenuo e irresponsable, ha sido estrenada por la Compañía del Teatro Romea, este mismo año, en el Festival Internacional de Bergen (Noruega).
 


FOTOS: DAVID RUANO
La versión de Xavier Zuber consigue trasladar los aspectos más sustanciales y relevantes del titánico texto de Ibsen, con sus cinco actos, multitud de personajes, y de cambios espacio-temporales: desde la aldea de Peer Gynt, a Marruecos, Egipto, o la travesía en barco que le conducirá de vuelta al hogar. Quizá lo más logrado desde la dramaturgia y dirección en cuanto a la adaptación del texto han sido los tres primeros actos, que coinciden con las vivencias de Peer Gynt con los trolls, y la llegada de Solveig a su hogar en el bosque donde Gynt vive exiliado. Son los momentos del personaje antes de iniciar su etapa de hombre adulto y de enriquecimiento económico a través del tráfico de esclavos, trasladado aquí al tráfico de armas y proxenetismo. Esta primera parte del espectáculo, la más dinámica de la propuesta, cuya duración total fue de tres horas, se desarrolló antes del intermedio. Al iniciarse la segunda parte, el espacio escénico se trasladó al vestíbulo de entrada del Teatro Albéniz. Así, la reunión en la costa de Marruecos de Peer Gynt con sus invitados: un alemán, un inglés, un francés y un sueco, a los que les manifiesta las causas de su enriquecimiento y su intención de prosperar apoyando la causa turca en su conflicto con Grecia, se transforma aquí en una especie de cumbre de la Unión Europea esperpéntica en la que Peer Gynt se nos presenta como un magnate que se ha enriquecido gracias a actividades ilícitas señaladas anteriormente, y que va a sacar partido del conflicto árabe-israelí. Después, la puesta en escena prosiguió dentro del teatro. Esta segunda parte, que coincidía con el cuarto y quinto acto, resultó un tanto más densa y el ritmo general del espectáculo se ralentizó, lo cual parece lógico, si tenemos en cuenta que es el momento de los grandes monólogos de Peer Gynt.

Calixto Bieito, ofrece una versión contemporánea del personaje de Peer Gynt. Los referentes históricos se han actualizado, así como el vestuario y la música, donde se nos presentan temas de los Rolling Stones o George Michael. La búsqueda de la propia identidad se contextualiza en nuestra sociedad de la globalización a través del viaje de este Ulises, cuya iniciación se nos presenta en el intento de Peer Gynt por introducirse en el mundo de los trolls, el mundo del inconsciente, de nuestro lado más oscuro. Los trolls aparecen caracterizados como personajes que nos recuerdan al mundo del sadomasoquismo; además, el director escoge a un actor para interpretar a la mujer de verde. Durante su periplo por la búsqueda de sí mismo, hay una inteligente comparación del Profeta Peer Gynt en Gyntania con los telepredicadores norteamericanos. Otro aspecto digno de destacar, ya en el regreso al hogar de Peer, lo encontramos en el momento en que va desempaquetando diferentes regalos, cuyas capas de papel, como las de cebolla del texto original, responden a las diferentes etapas de la vida, cuyo núcleo central no se alcanza.
 
Hay que mencionar el trabajo de Alfons Flores en la escenografía, basada en un andamiaje de hierro a varias alturas, tres retretes trasportables, y dos estructuras más de hierro con las que se juega en diferentes momentos para trasladarnos a los cambios del espacio donde se desarrolla la acción. Estructuras que pueden llegar a presentar riesgos, pero en las cuales los actores se desenvuelven con una facilidad sorprendente. El espacio se llenaba en ocasiones con un conjunto de música rock. Esta propuesta escénica recuerda al montaje del Rey Lear, que se presentó en el mismo Teatro Albéniz, hace un par de temporadas, firmado también por Calixto Bieito. A diferencia de la anterior, que no se encuentra, quizás, entre las mejores del director, la propuesta de Peer Gynt permite la transmisión del universo de Ibsen de una manera clara, acertada y estéticamente bella.
FOTOS: DAVID RUANO

Con todo, lo más relevante del trabajo ha sido la interpretación actoral, a la que sin duda ha contribuido tanto la escenografía, con la que se han integrado perfectamente, como la propia dirección de Bieito que tiene un gran sentido de la teatralidad y del trabajo actoral, al que ayuda con sus propuestas de diversas acciones físicas. Bieito exige mucho al actor, pero también le da mucho; éste ha sido un trabajo de auténtica entrega personal, que implica una gran energía, que ha llegado, sin ninguna duda, al público. Todos los actores han realizado un trabajo impecable, comprometido, desde Roser Camí, Carles Canut a Boris Ruiz y Amparo Moreno, por citar a parte del elenco; pero hay que destacar el trabajo de Joel Joan, que se ha entregado a Peer Gynt en el momento justo de su madurez como actor.

La elección de mantener el idioma catalán en el montaje presentado en el Teatro Albéniz dentro de la veintitrés edición del Festival de Otoño de Madrid ha sido acertada. La musicalidad del catalán y el hecho de que los actores estén familiarizados con el mismo, se hubiera perdido al ofrecer el espectáculo en castellano. Sólo un pero para la organización del Festival de Otoño, el montaje de Peer Gynt estaba anunciado para los días 26, 27 y 28 de octubre; por motivos técnicos se suspendió la última función. Parece que el despliegue escenográfico requería un mayor tiempo de montaje y desmontaje, lo que ha privado a un mayor número de espectadores de la posibilidad de disfrutar con este trabajo, un error que la organización del Festival no debería haberse permitido.


Javier Zabala
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