EL BALLET NACIONAL DE ESPAÑA
ABRE LA TEMPORADA DEL REAL

EL LOCO
(FÉLIX FERNÁNDEZ GARCÍA)

EL BAILARIN DESTROZADO POR LA PARAFERNALIA
DE LOS BALLETS RUSOS



EL LOCO, ABRE NUEVAS PERSPECTIVAS
AL BALLET NACIONAL
 

El 6 de Septiembre el Real abre sus puertas a la temporada teatral con un ballet: EL LOCO, una inquietante historia que cumple dos funciones: recordar al bailarín Félix Fernández García (Sevilla 1893 – Epson, Gran Bretaña, 1941), y abrir nuevos horizontes al Ballet Nacional de España, el cual últimamente parecía adormecido a nivel creativo.

El proyecto es anterior al recién nombramiento de José Antonio como director del Ballet Nacional de España, pero cuenta con “mi apoyo moral y personal”. Tras elogiar a todo el equipo responsable de El Loco y manifestar su “gran satisfacción por mi nombramiento y el reencuentro con el ballet”, fue alabando la aportación de cada uno de los integrantes y recordó su interpretación de este personaje junto a Carla Fracci, en un programa televisivo acerca de la danza.

En la programación del Real, El Loco, forma un “totum” - según Emilio Sagi, director del Teatro Real – con La Dolores, la ópera de Tomás Bretón, que abre la temporada operística. De este modo se presta atención a lo que puede llamarse la aportación española en danza y ópera en este Coliseo.

EL LOCO: PARÁBOLA SOBRE LA CREATIVIDAD

El responsable del libreto y la dirección escénica es Francisco López – Paco para José Antonio – que presentó el proyecto a la antigua directora del ballet, Elvira Andrés. Un proyecto un tanto revolucionario y complicado a nivel temático, coreográfico y musical.

Felix fue un bailarín que si no se le hubieran cruzado en su camino Los Ballets Rusos de Diaghilev para asesorar El Sombrero de Tres Picos (1919) de Manuel de Falla, probablemente hubiera caido en el olvido. También es cierto que este encuentro “no sé si fue importante – advierte Francisco López – pero fue cruel lo que se hizo con él al trasladarlo a otro mundo cultural sin referencia. Felix tenía su prestigio en su entorno cultural, pero todo lo que le viene encima no puede asimilarlo y es manipulado. A excepción de Tamara Karsavina, que interpretó a la molinera en la versión de El Corregidor de Manuel de Falla, los demás lo utilizaron”.

De la Karsavina queda su testimonio sobre Félix: “Diaghilev, con el fin de inspirarme en la composición de mi nuevo papel, me pidió que fuera a verle bailar al Savoy, de Londres. Era muy tarde cuando, después de cenar, bajamos al salón donde Félix se puso a bailar. Le observaba con admiración y estupefacción, boquiabierta, meditando sobre aquella aparente reserva detrás de la cual presentía el instinto impetuoso de un semisalvaje. Sin hacerse rogar, Félix ejecutó baile tras baile y cantó los cantos culturales de su país acompañándose a la guitarra. Me sentía entusiasmada, olvidé que nos hallábamos en la sala del gran hotel hasta que los camareros, en voz baja, nos hicieron notar que era demasiado tarde... Félix no les hizo caso, su espíritu volaba muy lejos. Con las luces apagadas siguió como un poseso ...”
 


La labor de Félix tuvo su importancia ya que consiguió que Leonidas Massine pudiera encarnar al molinero y bailar la farruca. Y aquí comienza el drama, porque algunos piensan que la farruca que Falla incorpora tras su encuentro con Félix, estaba destinada a ser bailada por el bailaor español. No obstante la bailó Massine y era lógico al interpretar al personaje. De ahí que, parece ser, la tal farruca nunca se le prometió a Félix, aunque fuese su,casi, su creador. Sea como fuere, este incidente y el ver que su nombre no aparece en los carteles le lleva al desquiciamiento y huye hacia la iglesia de St. Martín y danza hasta el agotamiento.

NO SE HA PRETENDIDO UNA HAGIOGRAFIA

Francisco López insiste en que no ha pretendido una hagiografía sino, a través del personaje, una reflexión sobre la “realidad del artista y del creador” Hay un itinerario biográfico que forma la columna vertebral de la coreografía: su aprendizaje del flamenco en su entorno, viendo y observando; la enseñanza de algunos maestros como Molina, el Estampío; su actuación en los Cafés Cantantes y su encuentro con Diaghilev para asesorar la obra de Falla: El Sombrero de Tres Picos.

Los escritos sobre el personaje más dependen de la fantasía o leyenda que de la realidad. Por eso, sobre estos puntales “me interesé por la idea de “el loco” como una esquizofrenia catatónica. Cuando decimos “amamos con locura” queremos decir “con pasión”. Pues bien la parte creadora es una especie de locura (de pasión). Sobre esta base y con una historia mínima he pretendido hacer una parábola sobre la “creación” (el acto creativo) y lo que sucede cuando un creador sencillo se mete en esa baraunda de Los ballets Rusos... es una narración a partir de la mente de Félix en 1941, poco antes de morir. Por lo tanto la historia que cuenta su mente es una historia distorsionada, paranoica y seleccionada de lo que define al artista”.

UNA MUSICA NO AL USO

El complejo mundo a caballo entre la locura y la creación obligaba a una música fuera del camino tradicional flamenco, sin que se perdiera su aire. Mauricio Sotelo es el responsable del “edificio sonoro”, como él lo llama. Un edificio que tiene un 50% de Música de este compositor, un 25 % de Manuel de Falla – lo referente al momento de El Sombrero de Tres Picos – y otro 25 % más ligado al flamenco que Juan Manuel Cañizares“guitarrista de los grandes y compositor por excelencia”, en palabras de Mauricio – compone pero “con una visión muy actual”.

La habilidad de Mauricio – según Francisco – ha sido aunar de tal forma las tres fuentes que no se “notaran tres partituras diferentes”. Al mismo tiempo se necesitaba una voz interior, la de Félix, que narrara su mundo interior y se encontró en la música. Esa voz interior de dejes flamencos que trae los aires del Café Cantante y define la personalidad de Félix, se encomienda al saxo de Marcus Weis
(Suiza), que en opinión de Mauricio “es el mejor saxofonista suizo y es nuestro “cantaor” sin palabras”.
 

El mundo sonoro que ha construido Mauricio Sotelo lo define como “muy flamenco, que se proyecta desde dentro de la mente de Félix el loco y ello me ha obligado a un trabajo de investigación de temas antiguos: el martinete, las bulerías ... al mismo tiempo que un análisis de voces antiguas”.

La partitura consta de cuatro bloques correlatos al desarrollo narrativo del libreto: El viaje de los orígenes; En el café Cantante; El Sombrero de Tres Picos; Félix, el loco. Preceden un prólogo y un epílogo: el Sanatorio de Epson en 1941.

Para El Sombrero de Tres Picos ha recurrido a la versión del director de orquesta Josep Pons, porque “es de las mejores versiones” e incluso el propio maestro ha consentido en dirigirla.

Otro de los momentos álgidos a nivel musical es el Réquiem final que posee una serie de referencias y guiños a la polifonía de nuestros antiguos maestros.

Ha supuesto muchas horas de ensayo - desde febrero – para conjuntar bailarines y orquesta. Una novedad es que se ha trabajado con una orquesta virtual, creada por sofisticados medios informáticos, pero que suena exactamente igual que una orquesta real. Ahora “tenemos que hacer que la orquesta en vivo suene igual”, advierte Mauricio.

COREOGRAFIA Y MUSICA DEL BRACETE

A pesar de que Javier Latorre, el coreógrafo, es el último en apuntarse al proyecto, ello no supone un añadido o un “bailar sobre la música” – apostilla el compositor – porque lo que había que crear era “un lenguaje flamenco de música y danza”. De ahí que haya tenido que trabajar muy conjuntamente con Javier.

“Si se habla sobre la locura es un proyecto muy sugestivo para mí y al mismo tiempo un gran reto – advierte Javier Latorre. He tenido que montar un manicomio y no ha sido fácil. De hecho, el prólogo (el manicomio) lo hemos montado de tres modos diferentes. Fue una continua búsqueda. Por otro lado el reto se concretaba en tener que utilizar lenguajes diversos: Uno para el manicomio en el que no se pretendía que aparecieran locos sin más, sino que eran locos que bailan. Un segundo lenguaje para la juventud y por lo tanto un flamenco rancio, antiguo. El tercer lenguaje venía obligado por el café Cantante y por lo tanto había que retomar el flamenco de los años veinte. Y venía lo más difícil El sombreo de Tres Picos.”

La dificultad de esta coreografía radicaba en que venía a traducirse como el conflicto de Félix. Por un lado la coreografía tradicional recurre al clásico bolero y no al flamenco. Pero en esta narración había que “hacer hincapié en el estilo español y lo que se encuentra en Londres. Como resultado había que expresar la idea de que Félix no encaja en ese mundo. Por lo tanto paulatinamente se le va yendo la cabeza. Personalmente, yo que he bailado mucho esta coreografía en su tratamiento tradicional, me era muy difícil apartar de la cabeza ciertos esquemas. Por ejemplo la jota final tiene aquí un sentido totalmente diverso. En esta ocasión es su huída por Londres”.

Esta atípica historia, música y coreografía ha obligado a vaciar la mente de los bailarines de sus esquemas tradicionales. La Compañía se ha volcado a tope, porque a pesar de que son cuatro los personajes principales, la historia termina siendo coral y cada uno de los bailarines terminan por tener una propia personalidad. En opinión de Javier LaTorre el trabajo de coro es “valioso y un trabajo en el que los bailarines se han metido a fondo”

DIVERSOS AMBIENTES ESCENOGRÁFICOS

Jesús Ruiz se ha ocupado de una escenografía cuyo mayor desafío ha sido en recrear los diversos lugares, pero con la peculiaridad de que son espacios que anidan en su mente. De ahí que se transforme en un ejercicio de sugerencia que comporta al mismo tiempo un trabajo dinámico y etéreo. El vestuario esta ligado al propio movimiento como extensión. Tanto la escenografía como el vestuario han sido un desafío en cuanto al colorido, ya que sobre una base monocroma había que ir introduciendo el color de una época.

En opinión de Javier Latorre “la guinda la pone Jesús con una maravilla de decorado y vestuario”

NUEVAS FRONTERAS PARA EL BALLET NACIONAL

Una opinión generalizada es que este ballet marca nuevos aires y nuevos horizontes, y ese es el deseo del coreógrafo: “Espero que marque una época para el Ballet Nacional” De la misma opinión es José Antonio, el recién nombrado director, que piensa que El Loco va a cambiar la imagen del ballet.

ANTONIO GADES, ESPECTADOR DE HONOR


(Abril 1980) (Sede del Ballet nacional)
Foto: J.R.Díaz Sande

A pesar de que Antonio Gades ha sido recordado en la prensa en los primeros momentos de su fallecimiento, las vacaciones estivales han hecho que pronto se olvidase. Pilar López, su descubridora, se lamenta de que a su “niño” pronto lo hayan olvidado. Y se recomió por dentro cuando Alicia Alonso – la cual antes ya había expresado su condolencia hacia Gades en la prensa – no tuvo una palabra de recuerdo en el estreno de El lago de los Cisnes. Por eso se decidió a escribir una carta abierta a la propia Alicia, que Miguel Mora incluye en su entrevista: Pilar López.- Maestra de baile.
 


Antonio Gades (Abril 1980)
(Director del Ballet Nacional)

Foto: J.R.Díaz Sande

El motivo de esta carta es que el día 25 de agosto, fecha de su debut en el teatro Albéniz, fui invitada por usted, y estando encantada de poder saludarla me encontré tristemente sorprendida al no verla, antes de empezar el espectáculo, con su compañía en el escenario recordando al gran artista y amigo suyo Antonio Gades.
Antonio Gades nació en España, se crió, estudió, se hizo artista y formó su gran nombre, recibió infinidad de trofeos y distinciones y fue director del Ballet Nacional. Cuando fue a Cuba, todo esto lo llevaba. Fue uno de los más grandes e importantes pilares del baile español. Y fue expreso deseo de él que llevaran sus cenizas a Cuba.
Yo sé que todo esto usted los sabe y precisamente `por eso es por lo que me quedé tan tristemente sorprendida.- Pilar López
(El País, martes 31 de Agosto de 2004)


 


Javier Latorre al advertir que este LOCO marca una nueva época (también nueva época fue para el Ballet Español Gades y sus coreografías), subrayó: ”Dedico el trabajo a la memoria de Antonio Gades”.

Más información

     BALLET NACIONAL DE ESPAÑA EN EL TEATRO DE LA ZARZUELA - Información General

     AIRES DE VILLA Y CORTE, LA LEYENDA - Crítica Danza
     AIRES DE VILLA Y CORTE LA LEYENDA EL LOCO - Entrevista
     EL LOCO - Danza

 


José Ramón Díaz Sande
Copyrigth©diazsande 2004

 


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