PEP BOU

PRESENTA SU ÚLTIMO ESPECTÁCULO


FOTOS. ROBERT RAMOS

DIÀFAN
(DIÁFANO)

en el

TEATRO ESPAÑOL

Hacer pompas de jabón era uno de los mejores entretenimientos en la infancia de la postguerra - la del 1936, claro está. Digo de la postguerra, porque por aquel entonces tal menester, todavía, era muy artesanal. No había detergentes, sino agua y jabón El lagarto. Y el instrumento para fabricar las pompas en el aire eran o una pajita (de material paja) o bien uno de esos colgantes verticales que pendían de las lámparas de los años veinte.

En estas últimas décadas un avispado vendió ya el detergente bien mezclado y un artilugio con un redondel hueco en la punta, émulo del monóculo. Introducías el pseudomonóculo en la masa jabonosa, lo colocabas frente a tus labios, soplabas y juguetonas pompas de jabón – no una sino varias – ascendían y ¡pluf! estallaban una tras una. El falso monóculo evitaba un riesgo: el peligro de tragarse un poco de agua y jabón Lagarto, al absorber. El nuevo método “estaba chupao”, y el interés decrecía por las imprevisibles pompas.

Bueno, pues a lo que en realidad voy: Pep Bou ha vuelto al método antiguo: las pajitas son tubos de cristal de diversas medidas y la mezcla jabonosa la fabrica él mismo, pero no ha mencionado el Lagarto para nada.

  • “Compro detergentes. Unos laboratorios me han dejado que experimente con sus jabones. Uso también Fairy, pero esto no lo debería hacer porque la empresa no está por la labor y no colabora. No le interesa.”

LUIS BEVIÀ Y PEP BOU
Al final de su exposición Pep nos regalará un tarrito con la mezcla bien precisa y un corto canuto de metacrilato, para que nos solacemos en casa fabricando y contemplando las pompas de nuestra propia cosecha.

Si Fairy tuviera mejor visión del “marketing”, se pensaría dos veces eso de colaborar con el fabricante de las más insólitas pompas de jabón. En tal caso el tarrito de la mezcla podría ostentar algún logo de Fairy.

Para los nostálgicos del agua y jabón Pep Bou nos proporciona la receta:
  • “Sobre el agua se vierte una cantidad de jabón hasta que se vea que hace espuma. Eso acaece cuando hay entre un 4 y un 6% de jabón. Claro que depende de la calidad del jabón. Si es de mala calidad, entonces tendrá que ser de un 10%”.

Mire por donde ya tenemos un método casero para determinar la calidad del jabón que compramos.

¿NO ES YA MAYORCITO PARA ESTAR CON POMPITAS?

La mayoría de todos los que nos hemos dedicado a las “pompas de jabón”, las hemos abandonado llegados a cierta edad. Eso es lo que el padre de Pep le dice siempre:

  • Hijo, ya tienes edad para emprender algo serio.

En parte tiene razón, porque de adultos solamente volvemos a las pompitas para fascinar a los bebés y conseguir que sonrían sorprendidos. Hay quienes, con mala idea, prefieren hacerlas para mostrar a los infantes la fugacidad de esta vida.

No obstante Pep se ha quedado en la originaria fase de las pompas. Ese es su trabajo y su entrada triunfal la hace ventilando con la mano, y a cierta distancia, una pompa de jabón que flota en el aire y avanza delante de él reflejando las coloristas luces del ambiente. Hablar hablará pero cotemporáneamente sacará a escena a sus burbujas porque:

“UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS”

Pep mantiene siempre su sonrisa, tal vez herencia de sus años de mimo. Y él mismo se pregunta y se responde.

  • “Llevo 20 años soplando burbujas por todo el mundo. Se preguntarán que…

¿Cómo se me ocurrió lo de las burbujas
y cómo las burbujas dan tanto de sí?

  • “… En la segunda mitad de los años setenta yo formaba parte del ejército de mimos y actores de malla que caracterizaban la época. Tras mi maquillaje anidaba mi antigua preparación como arquitecto técnico y mi pasión por las artes plásticas y visuales. La fusión de estas dos facetas consolidaron mi connatural sensibilidad hacia los espacios efímeros y la ductilidad de las formas”.

La emisión de sus palabras no entorpece su trabajo. Sobre la superficie metálica de un velador, como los de los café de siempre, ha espolvoreado agua.

  • “Entre esas formas están las creadas por las pompas de jabón e inicié mi aventura con ellas. Siempre he pensado que eso tendría un fin y que se llega a un techo, pero ves que no. Al trabajar en el espectáculo, debido al distinto ambiente climático, mis burbujas sufren diversos percances y adquieren diversas formas”.

Con el canuto de cristal de grueso calibre, ha creado una pompa semiesférica apoyada sobre la mesa que casi al nacer hace ¡pluf! y estalla. “¡Ohhhh!”

  • Esto es fácil que suceda, ya que depende del grado de humedad del ambiente. Por lo regular en un ambiente húmedo propicio la pompa viene a durar unos 2 minutos y si es menos húmedo no aguanta mucho más de los 40 segundos.

Con respecto a la humedad Pep no lo tiene fácil en Madrid debido a la sequedad de la meseta. (Los de otros sitios llaman meseta a esta parte). Pero eso no le inquieta. Hay posibilidades de preparar el ambiente mediante máquinas humificadoras, sólo que el ruido que producen hace que durante el espectáculo no se pueda contar con ellas. Este inconveniente hace que el propio espectáculo cuenta con un riesgo y con continua creación. Y en el peor de los casos, las pompas madrileñas durarán menos.
 
A medida que habla las pompas nacen y se asocian unas con otras para formar conjuntos; se elevan por el aire, reflejando los más variados colores que los proyectores ofrecen; vienen hacia nosotros amenazadoras y reflejan, deformándolos, nuestros rostros; Pep las llena de humo haciendo que las confundamos con globos opacos…

Este llenarlas del humo de los cigarrillos obliga a Pep a controlar el uso de ellos

  • “Como máximo, en un espectáculo enciendo diez cigarrillos. Aspiro el humo y no lo trago. Lo mantengo en la boca y lo echo. Sabe mal. Después de una sesión lo que hago es oxigenarme mucho. De este modo se compensa el malestar que el tabaco pueda producirme.”

El humo del tabaco es fundamental para crear opacidades y contrastes entre secciones de burbuja que maridan transparencia y opacidad. Como la liga antitabaco se ponga muy pesada, imagino que Pep tendrá que buscar otro sistema o bien dejar sin trabajo a las burbujas opacas.

LAS POMPAS TAMBIÉN TIENEN PIEL
Y REHUYEN EL ACOSO FOTOGRÁFICO.
 
  • “La pompa de jabón es la piel del agua – desvela Pep. Si se observan las gotas cuando caen sobre un pelo rizado se constata que son esféricas. Al echarle jabón se rompe la tensión superficial y se transforma en una película jabonosa muy delgada como si fuera la piel del agua que permite reproducir el arco iris. La luz que llega a ella, no le afecta sino que se refleja en ella, así como todo el entorno. Es en realidad un espejo esférico. Cuantos más reflejos hay más elementos reflejados y ello hace que tome las más diversas personalidades.”

La vida de la pompa, pues, nace al soplar el agua jabonosa y adquiere su personalidad – reflejos de objetos y colores – según el entorno que le rodea. Su vida, siempre efímera, termina cuando se seca el ambiente o se le aplica un dedo o tropieza con un objeto. Podemos prolongar su existencia gracias a una simple “vaporeta”, uno de los pocos elementos técnicos que Pep Bou utiliza y advierte que

  • “Prefiero utilizar elementos sencillos como son tubos, copas etc… la “vaporeta” es de lo más sofisticado que uso. Además de mantener un ambiente apto, la “vaporeta” sirve para introducir vapor en mayor cantidad dentro de la burbuja”.

Las pompas, en esta demostración, explotan con facilidad y les cuesta crecer.

  • “Posiblemente – advierte Pep el continuo disparar de los “flashes” fotográficos les afecta.”

EL GRAN PLANO GENERAL DEL TEATRO

Cuando uno es el que fabrica las burbujas, las contempla de cerca. Si es la cámara de televisión quien las recoge, los primeros planos se ceban en la burbuja multicolor y multireflectante. No obstante el escenario, ese enorme espacio que a veces queda lejos, no parece el más adecuado para las señoras burbujas.
 
  • “También se ve el mundo reflejado aunque más pequeño. Es un problema del escenario y con ello se cuenta, ya que es un espectáculo pensado para la escena. Una burbuja danzando por el escenario se transforma en un microcosmos en el que se refleja el conjunto. Por eso se crea un lenguaje entre las diversas burbujas. Algo imposible si trabajásemos en solo primeros planos.”

Son varios, ya, los espectáculos teatrales de Pep Bou a base de burbujas.
 

Bufaplanetes (1982), año en que comienza su contubernio con el mundo de las burbujas y las transforma en entes dramáticos con plena efectividad.

Sabó Sabó (1990), año en que le atrae la película plana de materiales sensoactivos y nace un nuevo tipo de teatro visualy poético.

Ambrossia (1998) las burbujas se asocian con la poesía de Joan Brosa y el vapor las arropa y las fecunda, trasformándolas en opacas, émulas – gracias al colorido circundante – de los globos rojos, amarillos, azules … Unos globos que olvidan su rigidez y tientan con sus sinuosas formas.

Bombolles amb Orquesta (2002). Las burbujas se han cansado del silencio del claustro que les impone su creador, y se llenan de emoción y movimiento al son de una orquesta sinfónica o de cámara. La idea nace de la asociación de Pep y Gintaras Rinkevicius, director de la Orquesta Sinfónica de Lituania.

Su último espectáculo es Diàfan (Diáfano) en comandita con el actor Luis Beviá, el cual, desde 1998, colabora con Pep. El arranque fue la necesidad de unir las burbujas, la poesía de Joan Brossa para la citada Ambrossia y la música.

Parece imposible que las tales burbujas den para tanto y sobre todo conseguir la variedad.
 
  • “El que se trabaje con un material tan frágil como son las burbujas, nunca se hace igual. Eso mismo obliga a que tienes que conocer muy bien el oficio como base. No me duermo en los laureles, sino que sigo investigando tanto a nivel técnico como teatral. El mundo de las burbujas sólo ha aparecido sobre el escenario esporádicamente y formando parte del mundo de la Magia, para adornar pero en un tiempo limitado. Yo trabajo con ellas durante una hora y media de espectáculo sobre el escenario. El trabajar sobre el escenario no quiere decir que mi espectáculo se puede ubicar en un género teatral propiamente dicho. Digamos que es “parateatral”. Hay un tratamiento teatral sobre la base de las burbujas, pero ellas son las verdaderas protagonistas. Lo más importantes es el hacer las burbujas y contemplar la belleza de ellas. Todo lo demás, texto, música, luz etc… es algo que las arropa. Dicho de otra forma. No parto de los textos o de la música, sino que esas artes se incorporan en el “show” de las burbujas.”

Pep entra en relación con las burbujas, además de ser su demiurgo, mediante una serie de gestos cotidianos como son mover la mano para levantarlas o moverse en torno a ellas según las corrientes de aire que circulan y obligarlas a esquivarlo y tomar diversas formas.

  • “Las burbujas terminan por poseer vida propia: se mantienen flotando, suben o bajan, explotan cuando menos lo esperas por corrientes de aire o ambientes menos húmedos. Voy integrando todas esas variables. Por un lado se comportan imprevisiblemente, pero hasta cierto punto porque las conozco y puedo prever sus comportamientos”.

Las burbujas no tiene sindicatos ni posibilidad de hacer una huelga a Pep, pero tienen una venganza mayor: no siempre le obedecen en la primera instancia. Pep dice que es por el ambiente menos húmedo. Yo creo que es porque tienen vida propia y de esto no se ha enterado Pep Bou.

 

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José Ramón Díaz Sande
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