.:: Entrevista ::.

LA CASA DE BERNARDA ALBA

Antes se decía “menudo mujerío”, cuando todo era mujer. En esta Bernarda se podría decir lo mismo. De todos es sabido que La casa de Bernarda Alba es obra de mujeres y para mujeres: Bernarda y sus cinco hijas, a las que se les añade la abuela, Poncia y la criada. El hombre, Pepe el Romano, se queda entre cajas, aunque su presencia fantasmagórica es constante.

En esta representación el “mujerío” aumenta, porque una mujer, Amelia Ochandiano, es quien la dirige. La presentación del espectáculo coincidía con el Día Internacional de la Mujer – el 8 de marzo. Todo hecho a la medida de la Mujer.

Mora Apreda – directora del Centro Cultural de la Villa – recordaba el meollo de la obra lorquiana:


MARGARITA LOZANO
FOTO: JESÚS VALLINAS
  • El nudo de la obra de Lorca es la falta de libertad de la mujer y el maltrato, a través de un poder masculino que en esta ocasión lo ostenta Bernarda, la madre, siguiendo los cánones masculinos de la época. Una vez más asistimos a la reflexión sobre lo que pasa con las mujeres. Aunque el tema de la discriminación de la mujer lo escuchemos muchos, no debemos perder la sensibilidad sobre este tema.

Este montaje viene de la mano del Teatro de la Danza de Madrid y a este colectivo, desde 1982, pertenece Amelia Ochandiano, cuyos últimos montajes como directora han sido: La Gaviota de Antón Chéjov y Los días Felices de Samuel Beckett.

Amelia destaca el subtítulo que el mismo Lorca puso a su obra: Drama de mujeres en los pueblos de España. Él es el que le da la clave para abordar un texto, que ha tenido capacidad de ser un caleidoscopio para sucesivos montajes. Bernarda ha sido tratada como dictador, verdugo y víctima de su época. Bernarda ha llegado a ser interpretada por un hombre (Ismael Merlo) y la “casa”, escenográficamente, ha terminado por ser un útero materno.  
VERSIÓN DE ÁNGEL FACIO (1976)
FOTO: MARIO PACHECO

LA “BERNARDA” UN LARGO PEREGRINAR

Terminada de escribir el 19 de junio de 1936, el asesinato de Lorca el 19 de agosto de ese mismo año en Viznar (Granada) hizo que él no la viera representada. Tras el 1939 exilios de muchos, y la obra de Lorca siguió reposando sobre los folios hasta que la exiliada Margarita Xirgu la estrena en el Teatro Avenida de Buenos Aires el 8 de marzo de 1945 con decorados de Santiago Ontañón, escenógrafo que trabajó con Lorca durante la época de La Barraca.

En realidad la obra se iba a estrenar en octubre de 1936. Lorca viajaría a América con el manuscrito para la Xirgu. Asesinado Lorca todo cambia y tendrá que esperar hasta ese 1945.


MARGARITA XIRGU Y LA COMPAÑÍA
LA CASA DE BERNARDA ALBA (1945)

El 20 de marzo de 1945 la compañía La Carátula la representó en España por vez primera. La prensa la silenció. En los años posteriores España no podría ver las obras lorquianas por decisión de la familia de Lorca, dolida y ofendida por la trágica muerte del hijo y el hermano.

En 1958 Ángel Gutierrez - un niño de la guerra civil española que llevaron a Rusia con tantos otros – lo montó en el teatro Stanislawsky de Moscú.  Alberto Sánchez, que realizó varios decorados en la época de Lorca para obras representadas por el Teatro Universitario, realiza la escenografía, vestuario y cartel. Se mantuvo en cartel durante 1 año.

Siguieron varias representaciones en América y la URS

 

CARTEL PARA LA VERSIÒN RUSA 1958
LA CASA DE BERNARDA ALBA
ALBERTO SÁNCHEZ

Será en 1964 cuando sube al Teatro Goya, dirigida por Juan Antonio Barden. En años posteriores se recurrirá en varias ocasiones a este título.

LA CASA DE BERNARDA ALBA (1964)
COMPAÑÍA MARITZA CABALLERO
DIRECCIÓN: JUAN ANTONIO BARDEN
TEATRO GOYA DE MADRID

DESPUES DE 60 AÑOS VUELVE BERNARDA
Y EL SACRIFICIO DE ADELA

Han pasado 60 años y Amelia Ochandiano  justifica el subirla al escenario para…

§  ….constatar la vigencia de la misma. Quizás los años de luto ya han pasado para nuestro país, pero la lucha de las mujeres por salir adelante, el grito de rebeldía de los oprimidos y los peligros de los grupos o sociedades encerradas en sí mismas, están a la orden del día. Haciendo una lectura de la función a día de hoy, quisiéramos hacer hincapié en el peligro de los grupos y sociedades represoras,  en el cual las mujeres y hombres cómo el personaje de Adela, no dan su vida en balde; su sacrificio sirve para que hoy todos y todas vivamos un poco mejor.

Bernarda, causante del drama de las hijas, ha tenido diversos tratamientos. Entre ellos el ser considerada como una víctima del propio entorno. Para Amelia no es así:


M. LOZANO
NURIA GALLARDO
MARIA GALIANA
FOTO: JESÚS VALLINAS
  • Yo no la he visto bajo esa perspectiva. Las hijas ante Bernarda reaccionan como personas que están bajo una dictadura. Hay quien se rebela y le pasa lo que le pasa. Hay quien tira la toalla. Se plantean todas las respuestas ante el abuso del poder. Bernarda, por otro lado, podría ser más valiente y convertirse en un auténtico dictador. Lorca construye un personaje sin fisuras. Cuando se retuerce el tacón, se levanta. Cuando Lorca se va a Grana no piensa lo que le va a pasar. Más bien en él está la esperanza. Al leer posteriormente a su muerte, Bernarda es posible que los estudiosos interpretasen que Lorca intuyese un poco lo que se le avecinaba. El sacrificio de Adela va  a salvar la situación. En boca de Bernarda Adela ha muerto virgen, pero nadie se lo cree… No, no veo a Bernarda como una víctima.

MARÍA GALIANA
TRES VECES PONCIA

María Galiana, ya es un tópico presentarla como que saltó a la fama con Solas y que se coló en los hogares españoles con la serie televisiva española Cuéntame, piensa que habar de victimismo en Bernarda es…

  • Exagerado. Algunos lo piensan que es la encarnación de la sociedad en la que vive. El vivir en nuestras cuevas. De todos modos el espíritu y modo de ser de Bernarda perdura hoy en el pueblo. Lorca se inspira, para esta historia, en la vecindad de su familia, los Lorca, con los Alba en Valderrubio. Compartían pozo. En la actualidad siguen viviendo los Alba, familia en la que se basó Lorca, en la misma casa y en Valderrubio los Alba son los más fachas y conservadores del pueblo. Por generaciones se ha ido trasmitiendo, imagino los genes, y se perpetúa lo que Federico oía a través del pozo.

MARÍA GALIANA
FOTO: JESÚS VALLINAS

Entre todo ese mujerío de luto destacan dos nombres Margarita Lozano – años ha residente en Italia -  como Bernarda y María Galiana como Poncia. Margarita está ausente en la rueda de prensa. María es, entonces, la jefa del grupo. No tiene mucho que decir, son sus palabras, pero espoleada se lanza al ruedo:

  • Estoy contentísima de estar aquí.

El “estar aquí” es el estar en Madrid. La obra lleva una amplia gira con una constatación de que esta Casa llega al público. Los motivos de la Galiana por aceptar a Poncia, amén de las ganas habituales  de subir  a un escenario – ya lo había expresado en su Monólogo hace unos años en la Sala Princesa del Teatro María Guerrero – el que…

  • …ya había interpretado a la Poncia en dos ocasiones. La conozco y me era cómodo.

Una primera versión fue hace 15 años con el CAT (Centro Andaluz de Teatro) dirigida por Pedro Álvarez Osorio.


RUTH GABRIEL/NURIA GALLARDO
FOTO: JESÚS VALLINAS
  • Se trata de dos versiones muy distintas. Personalmente no creo mucho en eso de las versiones y, tras mis años viene el dicho: se sabe más por vieja que por diablo. Creo que esta versión que presentamos es la que le gustaría a Federico. Es muy clásica, muy de acorde con lo escrito. Hemos respetado el texto en el más mínimo detalle. El escenario es sobrio y muy acertado. Lo mismo sucede con el escenario.

María confiesa que no se introduce ningún aspecto novedoso ni revolucionario.

  • La Casa de Bernarda Alba es un clásico que se debería poner periódicamente. La gente joven la conoce. Sabe de qué va, porque la estudian en el bachillerato. Aplauden al final de los actos. Dentro del público es curioso que la han visto los padres de estos chicos, pero no tanto los abuelos, ya que la propia familia de Lorca prohibición su representación en España, salvo alguna representación aislada.  

DOCUMENTAL Y MINIMALISMO

Las premisas, según Amelia, sobre las que se ha trabajado parten de la advertencia del propio Federico:

El poeta advierte que estos tres actos tienen,
la intención de un documental fotográfico.

La misma descripción del escenario sigue las líneas de un máximo minimalismo:

ACTO PRIMERO


BOCETO 1965
Habitación blanquísima del interior de la casa de Bernarda.
Muros gruesos.
Puerta en arco con cortinas de yute rematados
Con madroños y volantes. Sillas de anea. Cuadros con paisajes
Inverosímiles de ninfas o reyes de leyenda. Es verano. Un gran
Silencio umbroso se extiende por la escena. Al levantarse el telón
Está la escena sola. Se oyen doblar las campanas. Sale la CRIADA.
 

ACTO SEGUNDO


BOCETO 1965
Habitación blanca del interior de la casa de Bernarda. Las puertas
De la izquierda dan a los dormitorios. Las HIJAS de Bernarda

Están sentadas en sillas bajas cosiendo. MAGDALENA borda.
         Con Ellas está PONCIA

 

ACTO TERCERO


BOCETO 1965
Cuatro paredes blancas ligeramente azuladas del patio interior
De la casa de Bernarda. Es de noche. El decorado ha de ser de una perfecta simplicidad. Las puertas iluminadas por la luz de los interiores dan un tenue fulgor a la escena

En el centro, una mesa con un quinqué, donde están comiendo
BERNARDA y sus HIJAS. LA PONCIA las sirve. PRUDENCIA está sentada aparte
Al levantarse el telón hay un gran silencio, interrumpiendo por el ruido de platos y cubiertos

  • Con estas dos premisas hemos trabajado – confirma Amelia -, y nuestra idea es dotar a la escenografía de una contundencia indiscutible y a la par de una sencillez de elementos. El color blanco, el negro y un rojo andaluz, así como nuestra chimenea y la reja son los protagonistas. La reja y la chimenea cómo el elemento sugerente por el cual las mujeres de la casa se comunican con el mundo exterior, con el amor, con lo masculino, con el deseo, con la vida. Y por otro lado el significado que tiene la reja de cárcel, de prisión, de represión y de encierro involuntario.

CONCHA HIDALGO

LA MUJER,
LA LUCHA POR SU DIGNIDAD

Las múltiples versiones, la sensibilidad de los últimos tiempos hacia la violencia de género y la integración de la mujer en la sociedad – el 15 de marzo de 2007 se aprobaba la ley de igualdad de oportunidades para todos – vuelven a poner en el candelero la obra de Lorca. No obstante, según Amelia

  • La Casa de Bernarda Alba es un claro ejemplo de cómo muchas obras maestras se acercan a los conflictos eternos y universales desde lo más cercano, lo más cotidiano y próximo. Para conseguir todo esto hemos basado nuestra puesta en huir de un realismo localista. Hemos optado por la sencillez de la puesta en escena y el mestizaje de la banda sonora (Las Voces Búlgaras, Mozart con aires egipcios y Enrique Morente). Y, sobre todo, hemos dado protagonismo a las emociones de diez mujeres encerradas y sometidas a un régimen dictatorial, ver como van evolucionando las distintas personalidades y quedarnos con las conclusiones y reflexiones de sus acciones. Para ello el reparto de actrices se ha convertido en nuestro principal objetivo.

Esas actrices son:

MARGARITA LOZANO MARÍA GALIANA

CONCHA HIDALGO

Para María Galiana su personaje de Poncia es…

  • … contradictoria. Estando chantajeada por Bernarda, que siempre le recuerda su origen: el ser hija natural de una “mujer mala” del pueblo, ha conseguido sacar adelante a sus hijos, los cuales trabajan en las tierras de Bernarda. A pesar de todo esto Bernarda y Poncia han creado una dependencia entre las dos, aunque no de tipo afectivo. Tiene una doble moral del tal manera que le ha cogido cariño a las niñas, menos a Angustias, la mayor que es la hija del primer marido.

Para esa bina Bernarda-Poncia, María Galiana encuentra el símil de…

  • ...don Quijote y Sancho. A Poncia le encantaría emular a Bernarda. También tiene sus ínfulas y Bernarda se abaja a Poncia al interesarse por lo de Paca la Roseta. Pregunta detalles “¿dónde paso?”. Me ha servido mucho para abordar el personaje el tratamiento de una persona con mala baba, la humillación a la que ha sido sometida y detalles de cierto cariño.
MÓNICA CANO

SATURNA BARRIO

Mónica Cano – habitual en teatro, cine y televisión es Premio del Espectador y la Crítica como mejor actriz en 1993 – es la criada a la que ya el muerto, Antonio María Benavides, ya

“no volverás a levantarme las enaguas detrás de la puerta de tu corrral

  • Federico era un hombre – añade Mónica con una gran sensibilidad y supo contar cosas femeninas, con lo cual no hay que subrayar el texto. Siempre me siento asombrada por el modo tan sensible como describe la maternidad en Yerma: un pequeño pajarito entre las manos. Es difícil el escribir una obra como esa y como La Casa que sea capaz de expresar el modo de sentir como el de las mujeres.
Aurora Sánchez Ruth Gabriel Palmira Ferrer Nuria Gallardo

Candela Fernández

Ruth Gabriel, acumuladora de Premios, se ha movido fundamentalmente en el cine y la televisión. El teatro le ha llamado parados montajes bien firmados: Crimen y Castigo con dirección de José Carlos Plaza y Fuenteovejuna con dirección de Emilio Hernández. Ruth es Magdalena

  • Quiero agradecer a la directora por interesarse preferentemente por presentar la historia de las hijas: una vida encerrada, encadenada. Ha sabido presentar las hijas no en bloque sino cada una de ellas sufriendo y con su propia tragedia. Empieza con un sentimiento en todas de “¡Qué horror!” y progresivamente va invadiendo en todas la dejadez, menos en Adela. Desde aquí quiero agradecer a todas las Adelas de esa época que hacen que hoy puede vivir la mujer de otra forma, más libre.

En este potenciar el tema de la mujer ha sido algo consciente en Amelia Ochandiano:

  • He aprovechado todas las frases sobre la condición de la mujer. No sé si el público lo va a notar o no. Frase tan tremendas como esa “haber creado a la mujer es el mayor castigo”, hay que ignorarlas. Lo que más me gusta del texto es su carpintería teatral impecable y su lenguaje poético. Eso quiero que llegue al público. He intentado no deformarlo. Al ver que los personajes evolucionan mi primera obligación es desentrañar todo esto y de una forma material y limpia. No hay necesidad de añadir nada o pretender algo más.

NURIA GALLARDO
MARGARITA LOZANO
FOTO: JESÚS VALLINAS

ALGUNOS AÑADIDOS DISCRETOS

Hay algunas variantes y añadidos. Sobre el telón de gasa, que se descorre y corre ente los tres actos, hay unas proyecciones desde el exterior.

  • Hemos añadido un concepto subjetivo – aclara Amelia -  y que consiste en utilizar los cambios de acto para recrear o mostrar nuestro punto de vista sobre la acción. Un telón sobre el que se irán proyectando distintas imágenes. Estas imágenes nos van a ir sugiriendo todo un mundo de sensaciones ocultas, de explosiones de emoción ante la represión de la escena o de homenaje al propio autor. Esos añadidos, los hemos considerado porque entran de forma natural. Hemos hecho la Bernarda que hubiéramos querer ver. 

UN ESPACIO PARA TRES ACTOS

La escenografía de Lorca apela a tres ambientes: habitación, otra habitación y patio interior de La Casa de Bernarda. Con frecuencia se han unido el primero y el segundo acto por aquello de que es una habitación, e incluso se ha trabajado sobre un escenario múltiple. Esta versión mantiene un único decorado. A primera vista hay una evocación hacia la clausura de un convento (las celosías); lo carcelario (unos sobrios barrotes en alto que sitúan el espacio como si fuera un sótano); lo sacrifical y patíbulo (una pilastra con dos brazos en alto como cruz con lucernario incluido evocando al crucifijo del Cristo de los Faroles); el encierro a cal y canto (un portón que evoca las puertas de un templo), y una limpieza de líneas y colores.

  • Es cierto que hemos recurrido a una única estancia de la casa para los tres actos.  No cambia, pero este espacio escénico gracias a la luz, va a ir haciéndose cada vez más opresivo y asfixiante.

EL LUTO
UN VESTUARIO
QUE BUSCA LA EVOCACIÓN

Hacia 1971 en Milán ya se conocía La casa de Bernarda Alba. El teatro español, en algunos ambientes, era Federico García Lorca con toda su estética. La pregunta más frecuente que me hacían era si España era de casas blancas y con mujeres enlutadas. Me sorprendió esa observación porque yo no tenía esa experiencia. Al menos en las capitales, mi asfalto habitual, no vestía el luto ni las casas se encalaban.  Y es que la Bernarda de Lorca es un encalado salpicado de fantasmas negros.

El encalado en esta versión no es fanático, pero sí el negro en el vestuario, cuyo diseño de María Luisa Engel.


AURORA SÁNCHEZ
FOTO: JESÚS VALLINAS
  • El vestuario de esta función puede parecer sencillo – precisa María Luisa. Las protagonistas de la función son diez mujeres de luto. El negro, que parece facilitar el vestuario, encierra una gran dificultad. Al no tener cambio cromático o hechura espectacular dificulta el cambio de las diversas situaciones, los cambios de día y de hora y la evolución de los personajes. La forma de vestir de cada personaje es distinta, pero todas están unidas por el hábito, por el uniforme de la represión, por la ausencia de color.

Aquí, en esta función, es cuando más que nunca se tiene que hacer patente “la máxima” de que “el mejor vestuario es el que no se ve”, pero que cuando uno se fija se nota que no le falta detalle.

  • Quisiera resaltar - advierte Amelia -,  la importancia, el protagonismo que tiene en la función “el vestido verde de Adela”, las enaguas de holanda, los trajes de cristianar, “el moaré”, los abanicos, las camisas, las puntillas, las sábanas bordadas, los pañuelos, los velos y toda una iconografía asociada a las mujeres de una época, a su circunstancia vital y en la mayoría de ocasiones al “qué dirán”.

EVITAR EL DOCUMENTALISMO REALSITA

Estos datos que aparecen como documentales no quieren dar la sensación de realismo

  • A pesar de esto, - añade Amelia - vamos a huir del documento fotográfico, del realismo a ultranza y vamos a suavizar, a simplificar las líneas, a estilizarlas y dotarlas de una unidad casi atemporal. Podríamos resumir diciendo que la puesta en escena va a tener la simplicidad del minimalismo y el sabor de lo rural. Una mezcla de contundencia con las líneas rectas (la chimenea lo masculino) y de sensualidad con las curvas (los círculos- lo femenino)

MÓNICA CANO/MARÍA GALIANA

FOTO: JESÚS VALLINAS

Amelia Ochandiano concluye manifestando su contento por actuar en Madrid:

  • Hace un año hemos estrenado en Santander y el estar en el Centro Cultural de la Villa de Madrid cuatro semanas es un lujo y un privilegio. Sobre todo con uno de los textos más importantes del s. XX de la dramaturgia española. Como apunte final, señalar que somos conscientes del enorme reto, de lo ambicioso del proyecto y del gran riesgo que significa esta empresa, pero trabajar con este material tan jugoso nos llena de ilusión y nos motiva cada día para intentarlo con todas nuestras fuerzas.


José Ramón Díaz Sande
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