La velocidad del padre, la velocidad de la madre. Crítica Imprimir
Escrito por Eduardo Pérez Rasilla   
Viernes, 26 de Febrero de 2010 09:48

LA VELOCIDAD DEL PADRE,
LA VELOCIDAD DE LA MADRE
Prometedor

Título: La velocidad del padre,
la velocidad de la madre.
Autores: Pablo Fidalgo y Celso Giménez.
Dirección: La tristura.
Escenografía e iluminación: Irene Cantero.
Vestuario: Irene Cantero, Libertad Correas e Iva Boytcheva.
Música en directo: Pablo Gisbert.
Coreografía: Marcos Mora.
Intérpretes: Itsaso Arana, Violeta Gil, Celso Giménez, José Zamit.
Duración: 1hora y 40 minutos
Estreno en Madrid: El Canto de la Cabra,
20 – XII - 2007.

LA MADRE
FOTO: LA TRISTURA

Dos parejas. Una mujer embarazada de su hijo a punto de nacer y un hombre que asume el papel de instructor. Un padre y una hija que viven en una iglesia abandonada, encerrados, entrenándose para el deporte y para la guerra. La madre prepara el nacimiento del niño como si este llegara a un mundo primigenio, recién inventado por la voluntad de la madre, capaz de recrear la naturaleza y las condiciones de vida, mientras el instructor insiste en las premisas para que el niño llegue a ser el hombre perfecto. El padre impone normas continuamente a su hija, cuya existencia está marcada por la ausencia de al madre, la nadadora, a quien entrenaba su padre.
 


DISTANCIA
FOTO: LA TRISTURA
La tristura es una compañía joven, formada por un grupo de actores que coincidieron en la RESAD de Madrid, donde presentaron por primera vez este trabajo a finales de 2006. Ahora, a finales de 2007, lo muestran en la Sala El canto de la cabra, atenta a las manifestaciones de teatro de innovador y de vanguardia que se produce en  diversos ámbitos.  No escapa a la mirada del observador la circunstancia de que entre los creadores más jóvenes surgen con dificultad propuestas vanguardistas o verdaderamente innovadoras, tal vez porque prefieren caminar por sendas más trilladas o porque no encuentran la oportunidad de confrontar sus trabajos con el público. También por esta razón parece estimulante este espectáculo, quizás no del todo elaborado, personal  y maduro, pero prometedor y estéticamente valiente, lo que hace pensar en ulteriores entregas por parte de esta compañía incipiente en las que se vaya conformando un lenguaje propio y las que se desarrollen los temas, motivos e intuiciones teatrales que aquí se adivinan.
 

EL NADADOR
FOTO: LA TRISTURA
Como los responsables del grupo dicen en la edición del texto, este fue escrito pensando en Bernard Marie Koltès y en Thomas Bernhard. A mi entender, más en el segundo que en el primero, con su tendencia al monólogo frente al diálogo, con su gusto por las largas tiradas rítmicas y solipsistas, su acidez no exenta de un singular humor –curiosamente ausente en esta propuesta- y su lenguaje, preciso, incisivo y hermoso, pese a su pesimismo profundo y universal. Pero hay también marcas de otros creadores españoles de vanguardia, que quizás sean sólo concomitancias y no propiamente influencias, como Angélica Lidell, con su combinación de acciones físicas elementales, pero cargadas de significación y hasta de simbolismo, con la verbosidad contundente y tenaz. Pero, sobre todo, se advierten en La velocidad del padre, la velocidad de la madre atisbos de cosas diferentes, anticipos de maneras nuevas de ver las cosas. Como figura en el programa de mano, hay pretensiones de himno generacional, todavía balbuciente, acaso por el entusiasmo excesivo de quien irrumpe en un panorama hasta ahora inédito, pero también con frescura y con audacia. La reflexión sobre los papeles del hombre y de la mujer y sobre los procesos educativos parece encontrar aquí cauces novedosos, como los encuentran las formalizaciones escénicas de estas cuestiones.

Merecen elogio el compromiso y, ahora sí, la madurez y la minuciosidad de los intérpretes, la intensidad de su trabajo y la eficiencia de su teatralidad, madurez que se extiende al no siempre fácil procedimiento de la alternancia de largos y elaborados soliloquios. Conviene seguir la trayectoria de La tristura.


Eduardo Pérez – Rasilla
Copyright©pérezrasilla


Teatro El Canto de la Cabra
Aforo: 60
C/San Gregorio, 8
28004 - Madrid
Tf.: 91 390 42 22
Metro: Chueca y Alonso Martínez
Autobuses: 3, 40 y 149
Horario de taquilla: 1 hora antes de cada función.
Telentrada: Caja de Madrid: 902 488488
Información y reservas: 91 310 42 22.
Fax: 91 308 38 68
E-mail: Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
www.elcantodelacabra.com

 

Última actualización el Martes, 04 de Mayo de 2010 11:48