CABARET LÍQUIDO por la Compañía lavía e bel Cabaret Líquido ha obtenido el Premio Max al mejor espectáculo musical. [20-10-01]
Del 24 de junio al 30 de agosto de 2009
CABARET LÍQUIDO
por la
Compañía lavía e bel
en el
TEATRO MARQUINA
de
MADRID
Del 24 de junio al 30 de agosto de 2009
Cabaret Líquido ha obtenido el Premio Max al mejor espectáculo musical. Laví e Bel es la Compañía granadina, nacida en el 2000, la cual siempre ha recurrido al lenguaje del Cabaret para sus 16 espectáculos. Cabaret Caracol, Cabaret Nómada y Petit Cabaret, son los que más acudido a este lenguaje.
Cabaret Líquido fue creado para la Expo de Zaragoza y contiene muchos de los ingredientes de los espectáculos anteriores. Su autor Emilio Goyanes, en Madrid, se hizo notar en la Sala Cuarta Pared en 2000 con Cabaret Caracol. El título hacia honor al Cabaret Caracol de 1936, el cual no era sino el antiguo Teatro Varietés Tetuán, que venía a ser un cajón de sastre del espectáculo. Al pasa a ser Cabaret Caracol, cobró aires de intelectualidad, que cuando, durante la Guerra Civil lo gestiona la CNT, cobra más protagonismo la parodia política. Treinta artistas eran sus componentes, cifra que se fue mermando con motivo de los bombardeos y de los que partieron al frente. Los 30 se redujeron a 8: 3músicos y 5 actores. El documentalista Noel Mendoza había filmado unos quince minutos de una de las representaciones. Tal documento, en precario estado, cayó bajo la mirada de Emilio Goyanes, quien con la compañía Laví e Bel investigó y desarrolló una de aquellas representaciones, que no es una mera reproducción sino que cuenta con incorporaciones de otros espectáculos teatrales y cinematográficos más actuales.
Cabaret líquido lo define su creador Emilio Goyanes como:
Una mezcla de humo, alcohol. Sudor y perfume francés. Huele a humanidad perfumada este cabaret. La naftalina no tiene lugar. Este cabaret huele a vejo, a fragancia antigua. Sus canciones suenan a cuerda, a soplo, a cuero.
La obra se nutre de una serie de historias que rompen las fronteras geográficas. Nefertiti, geishas que cantan jazz, la muerte a ritmo de opereta, el circo, la magia.
La ventaja del género Cabaret – afirma Emilio Goyanes -, te permite abordar una infinidad de temas sin la obligación de contar una historia, sino la que te apetezca, mezclarlas, crear contrastes y llegar al público de una manera muy directa.
Uno de los elementos primordiales del cabaret es “que el ritmo no decaiga”.
Yo definiría el ritmo como de “loco”. La locura le viene de lo imaginativo que tiene que ser. No te permite hacer un discurso racional cuando lo ves, sino que te va introduciendo en diferentes mundos.
La opción por parte del espectador es meterse o no meterse en esa vorágine de mundos, a veces, disparatados.
Lo que no puedes es pensártelo- corrobora Emilio -, lo importante es disfrutar de lo que estás viendo. No hay que pretender una racionalidad o la lógica del día a día.
La música es en directo- piano, bajo, percusión y clarinete -, como marcan los cánones del género. Los estilos son de lo más variopinto: revista, jazz, funky, canciones japonesas…
Una base importante en cualquier espectáculo de cabaret es la música. Vamos del tango al blus, del cabaret berlinés a la copla, desde una vanguardia divertida y cacofónica a la percusión oriental– puntualiza Emilio.
Una de las características de la Compañía Laví e Bel, formada por los músicos; Oriol Boixader, Javier Viana, Miguel Pérez y Morten Jesperden, y los intérpretes: Javi Parras, Piñaki Gómez, Camino Miñana, Nerea Cordero y Larisa Ramos, es su gran entusiasmo y profesionalidad, ya demostrado en sus anteriores espectáculos. Cabaret Líquido llega a Madrid avalado no solamente por el Premio Max, sino por la crítica y la aceptación del público.
Título: Cabaret líquido.
Autor del guión: Manuel Goyanes.
Escenografía: Carlos Monzón.
Iluminación: Miguel Mimbres.
Vestuario: María Pascual, Laura Acedo y Olga Arias.
Compañía: Laví e Bel.
Músicos: Oriol Boixader, Javier Viana, Miguel Pérez y Morten Jesperden.
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