Incendies. Entrevista. Imprimir
Escrito por Raimundo Bellas.   
Sábado, 20 de Marzo de 2010 10:56

INCENDIES
de
WAJDI MOUAWAD


FOTOS BASE: THÉÂTRE ABÉ CARRÉ CÉ CARRÉ

Llega Incendies al Teatro Español de Madrid. Un texto de Wajdi Mouawad (*) (Líbano en 1968), que se define como:
 

  • Libanés de infancia, francés de forma de pensar y québécois de su teatro.

Este “melánge” cultural se debe a que su proceso de crecimiento es…

  • … mi infancia en Beirut, mi adolescencia en París y me hago adulto en Montreal.

Wajdi Mouawad

UNA HISTORIA QUE EXPLOTA

La historia que Wajdi nos cuenta, es historia de herencia “sui generis”:

Una mujer acaba de morir. El notario que guarda su testamento abre la puerta de su silencio y sus secretos. Deja a sus hijos gemelos un traje de tela verde, un cuaderno rojo y dos sobres que son como dos cajas de Pandora de las que surgen males y maravillas, y cuyo contenido lea va a arrastrar a una fabulosa odisea, hacia un continente lejano, hacia un pasado desconocido, hacia un segundo nacimiento.

Incendies, se adentra en los traumatismos y los tormentos de las guerras contemporáneas (Oriente Medio), relacionándolos con historias muy antiguas de odiseas, de incestos y de revueltas de la conciencia individual contra las leyes humanas. En el centro está el odio que en el Líbano es el instrumento de identificación personal a través de la religión y la decadente cultura comercial americana.

Los enigmáticos inquilinos

Una imagen plástica para el autor es la “casa”, como enigma:

  • Somos casas habitadas por un inquilino del que no sabemos nada. El enlucido de nuestras fachadas es muy bonito pero ¿quién es ese loco presa del insomnio que, en el interior, pasa las horas dando vueltas, apagando y encendiendo las luces?

También la casa es un laberinto:

  • Somos casas con infinitas habitaciones, pasillos, corredores sombríos que dan a escaleras que suben y bajan. Hay allí infinitos dédalos a los que conducen ascensores que dan a sótanos, verdaderos mundos insospechados, llenos de ira, de sensualidad, de sexualidad, de fluidos, de entorpecimientos, de balbuceos. Hay, allí, un montón de chimeneas sin deshollinar, un montón de pasadizos secretos, de habitaciones líquidas, orgánicas.

Y la casa con sus salas se transforma en un agresivo microcosmos:

  • Hay allí, en lo negro de los inmuebles que somos todos, ¡salas-acuarios en las que flotan los peces más extraños, más carnívoros, más espantosos! Jardines interiores en los que viven en libertad animales salvajes, fieras magníficas: ¡pumas, leones, leopardos, caimanes y tigres con dientes como sables!

Ese mundo es ignoto y está virgen:

  • Pero todo esto, este mundo espléndido, está sin explorar, es desconocido: el inquilino que vive allí, en la casa que somos, experimenta un profundo temor ante la idea de abandonar la habitación en la que se guarnece: mundo doméstico con una calefacción agradable, salita de té protegida del dolor, pequeño interior tranquilizante que se empequeñece sin avisar porque con menos se está mal, con menos se quiere estar mal; y con menos se soporta estar mal, las cosas nos hacen estar más mal. Somos casas habitadas por un inquilino del que no sabemos nada.

El teatro, para Wajdi, viene a ser un incendio en el que el fuego obliga al inquilino que hay en cada uno de nosotros a…

  • darse a conocer, a revelar su identidad a la casa que soy yo para que, corriendo por todas partes, abra por fin las puertas en las que se encierran los tesoros más íntimos y más trastornadores de mi ser.

Y para Wajdi en esto consiste la obra de arte:

  • La obra de arte como un gesto de guerrero que libra en mí un combate en el que yo soy a la vez el terreno, el enemigo, el arma y el combatiente. Entrar en guerra para una guerra interior. Estar en guerra para liberar los buitres y las hienas que sabrán devorar la carroña que se cree viva en mí: La comodidad de mi situación bien cómoda que vive en la trasera, gracias a la sangre de los otros.

Por parte del autor lo que se pretende con cada espectáculo es…

  • Reencontrar, y gracias a los artistas, una vida a la vez sabia y salvaje.

Wajdi Mouawad pertenece a la nueva generación de figuras del teatro que están transformando la escena francófona gracias a una gran fuerza imaginativa y a una escritura de extraordinaria calidad.

LITORAL, TEATRO Y CINE

Litoral, es su obra más representada y surge según él mismo cuenta:

  • A  partir del encuentro de un grupo de gente, de amigos, de actores, de diseñadores, de gente que nos queríamos, y que al llegar a los 30 años tratamos de saber a  qué le teníamos miedo. Y resultó que nadie le tenia miedo a su propia muerte, pero si a la de aquellos que nos habían dado la vida, y también al amor, sobre todo al amor.


LITORAL (Versión Mexicana, 2007)
(La Cuarta pared, México Año 1 n. 1)

EL TEATRO:
EL DESPERTAR DE NUESTRA
VIDA ADORMECIDA

Wajdi Mouawad define su concepto del teatro:

  • En un mundo occidental donde reina una creciente irresponsabilidad ante las palabras y los símbolos, el teatro puede, como cualquier otra forma de belleza, volverse un espacio donde el despertar aún es posible, donde todavía está permitido escapar, juntos, espectadores y actores, de la somnolencia de lo cotidiano: intentar despertarnos de nuestra vida adormecida.



(*)
- Graduado por la Escuela Nacional de Teatro de Canadá ha escrito, adaptado, traducido, actuado y dirigido obras para públicos de todas las edades.
- Fundó con Isabelle Leblanc el Théâtre Ô Parleur, con el fin de celebrar el lenguaje y las ideas y mandarlos a viajar. Afirma que si tuviera un saco para golpear no escribiría más.
- 1991: dirige sus propios textos –
Con los que sueñas, Litoral, Willy Protagoras enfermo en los baños, Sueños, No es la manera que se imaginan como Claude y Jacqueline se encontraron (co-escrita con Estelle Clareton), Incendios.
- También dirige textos de otros autores, incluidos Shakespeare, Sófocles, Eurípides, Frank Wedekind, Pirandello, Chéjov o Cervantes con su Don Quijote.
- 1994: Fue descubierto internacionalmente en el Festival de Teatros francófonos de Limoges (Francia).
- 2000: Su obra
Litoral le valió el Premio del Gobernador General y el Premio Molière al mejor autor francófono.
- 2002: el gobierno francés le concedió el título de Caballero de la Orden Nacional de las Artes y de las Letras para el conjunto de su obra.
- 2000 al 2004: Director artístico del Teatro de Quat' Sous.
- 2004: dirigió la versión cinematográfica de
Litoral.
- 2005: funda en Quebec con Manuel Schwartz Abé, Carré cé carré y en Francia El Cuadrado de la hipotenusa, ambas compañías de creación, ambas estructuras que corresponden a los dos lados del Atlántico y son emblemáticas de una aventura teatral franco-québécoise.


Raimundo Bellas
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Última actualización el Martes, 22 de Agosto de 2017 17:01