Fernando Fernán Gómez nos dice adiós. Imprimir
Escrito por www.madridteatro.net   
Miércoles, 10 de Marzo de 2010 11:21

 



FERNANDO FERNÁN-GÓMEZ
NOS DICE ADIÓS DESDE EL ESCENARIO DEL TEATRO ESPAÑOL,
CONVERTIDO EN UN EVOCADOR CAFÉ DE TERTULIA.

[2007-12-14]

En La fiacca, del autor argentino Ricardo Talesnik, Néstor, el protagonista, le confiesa a su joven esposa Marta que no tiene ganas de levantarse para ir al trabajo, de modo que ha decidido quedarse en la cama.


 


FOTO DE FONDO DE FERNANDO: EMMA COHEN
ESCENARIO DEL TEATRO ESPAÑOL

FERNANDO FERNÁN-GÓMEZ

NOS DICE ADIÓS DESDE
EL ESCENARIO
DEL TEATRO ESPAÑOL,
CONVERTIDO
EN UN EVOCADOR CAFÉ
DE TERTULIA.

En La fiacca, del autor argentino Ricardo Talesnik, Néstor, el protagonista, le confiesa a su joven esposa Marta que no tiene ganas de levantarse para ir al trabajo, de modo que ha decidido quedarse en la cama. Con un

“¡No aguanto más!”,

trata de poner fin a las protestas de ella.  En 1968, la obra llegó a España y fue estrenada, con el título de La pereza, en el teatro Eslava. Fernando Fernán-Gómez era el oficinista rebelde. Nadie sospechaba entonces que el actor suscribía íntegramente aquellas palabras que el autor había puesto en boca de su personaje. Sin embargo, así era.

NIETO, NO RECONOCIDO,
DE FERNANDO DÍAZ DE MENDOZA
Y DOÑA MARÍA GUERRERO


FERNANDO DÍAZ DE MENDOZA
(1903)
Pocos lo sabían, algunos habían oído campanas y la mayoría ignoraba un dato que se acaba de conocer: que su padre se llamaba Fernando Díaz de Mendoza Guerrero y que era hijo del aristócrata y actor Fernando Díaz de Mendoza y de doña  María Guerrero. Pero este importante dato biográfico sólo sirve para que hoy podamos decir que de casta le viene al galgo (*).


MARÍA GUERRERO

UN CAFÉ DE TERTULIA
PARA SU DESPEDIDA


FERNANDO FERNÁN-GÓMEZ
Sobre el escenario del Teatro Español unas mesas de mármol, evocadoras de un café tertuliano, rodean el féretro, Un atril invita a quien quiera leer, recitar o cantar. Mirando el féretro el propio Fernando lo contempla desde una gigantesca fotografía. Emma Cohen, su viuda, repartía hojas sueltas con poemas del actor que, en su momento, han sido reunidos en el libro El Canto es vuelo. En el prólogo el propio Fernando advertía:

Si alguna vez dentro de mí hubo un poeta,
malo o mediano,
desapareció hace muchos años.
en una vieja carpeta quedaron sus restos.


(*) Indirectamente  algo se podía barruntar en las propias memorias de Fernando: El tiempo amarillo.
El escritor Marcos Ordóñez, recogiendo testimonios de amigos íntimos de Fernando, lo apuntaba veladamente en su libro
La ronda del Gijón