• Tuve la posibilidad de bailar Temas y Variaciones con Arantxa Argüelles, en la Compañía Clásica Nacional – se llamaba entonces Ballet Lírico Nacional –. La segunda es, también, en este teatro con El hombre de la Corbata Roja. Quería hacer una producción argentina, pero que no se identificase solamente con los tangos de Piazzola, sino utilizar artistas argentinos y utilizar diversas formas de arte.

• Me retiro a los cuarenta años, en el 2007. Ya me voy despidiendo poco a poco. Me he despedido de Japón, Dinamarca y Venezuela. En Enero volvemos al Teatro Albéniz con otro programa y con Tamara Rojo. Bailar con Tamara es un tena que tenía pendiente. Si no lo habíamos hecho antes, era porque no habíamos encontrado un proyecto interesante. Cuando encontrábamos el proyecto no encontrábamos las fechas. Es posible que sea el final.

• Un buen partenaire es aquel que te ayuda a volar. Es el caso de Julio Boca. Bailar con él ha sido un sueño hecho realidad

Ese Enero lo constituyeron dos programas: Don Quijote del 17 al 22 de enero, y otro segundo más variado, del 24 al 29: Tango Brujo, con música de Falla adaptada a ritmo de tango por el compositor argentino Leo Sujatovich y una serie de fragmentos: El corsario, Manón, Cisne negro, Ángeles sin alas del húngaro Attila Eherházi, dos coreografías de Óscar Araiz como son Adaggieto y Aquelarre y dos Balanchines: Tchaikowsky pas de deux y Allegro brillante. Dos estrenos de Ana  María Stekelman -  la coreógrafa de Adiós hermano cruel -. Completaban el programa: Cruz y ficción – pieza a partir del Ave María de Schubert – y el tema Crucifixión, un negro espiritual cantando por Marion Anderson.

• Me parece bien que Baryshnikov lo haga. Personalmente me gusta retirarme bien, en plenas facultades, y poder disfrutar de mi familia, mi escuela, mi Ballet Argentino. Comer y tomar lo que quiera. Hacer otras cosas. Comencé a los 14 años y estoy satisfecho de todo lo que hice. He hecho las grandes obras de clásicos y también nuevas. El Quijote lo he hecho durante 24 años y también he podido bailar para los grandes coreógrafos. Estoy satisfecho y siento que ya es justo. También es una forma de dejar libre el camino a la gente joven, en la que hay tanto talento.

• Yo no puedo decir que he tenido algún momento duro. Tengo 7 operaciones y este año – en el 2005 – me rompí la costilla del cartílago. Suspendí dos funciones y salí adelante. El ballet me ha hecho más fuerte. Siempre me he sentido tranquilo y seguro sobre el escenario. Antes si sucedía alguna cosita me ponía mal, ahora soy más tranquilo. Se cambia esto o aquello o se cambia a esa persona. No somos imprescindibles. Casi todo es puede arreglar.

• En el baile puedo decir que he hecho todo. He hecho más de lo que esperaba: comedia musical, película con Carlos Saura, Ballet, escuela y todo eso sin ayuda del gobierno sino con empresas privadas o sólo con mi dinero. Siento que he roto moldes. He salido desnudo en el Playboy. He ido más allá del ballet clásico al unirlo al tango, el mambo o el rock.

• Tal vez Manon, Romeo y Julieta, Quijote… A todas les tomas cariño y lo más sorprendente es que aunque la historia siempre la repites, en el momento de interpretarlas hace que sean diferentes. Esto es lo lindo. El lado interpretativo influye tanto que me acuerdo que en 1989 Eleonora Cassano – primera bailarina del Ballet Argentino y quien estrenó en Buenos aires Adiós hermano Cruel – y yo nos peleamos. Aquella función fue terrible y el público lo notó.

• Después de la gira por Estado Unidos, Italia y Buenos Aires hemos constatado que el público queda contento y que asisten a una obra variada teatral y entendible. Desde Estados Unidos hasta Alaska el público agradecía que no tenía que leer el programa, ya que entendía la historia a través de la propia danza y la interpretación.    

Esta preocupación porque la historia se entienda a través de la propia danza es primordial para Julio. No obstante, en los dossiers de prensa, se relata el argumento acto por acto y cuadro por cuadro.

• Conmigo ha sido simple – revela Julio. No me han cobrado caro. Yo he tragado, como bailarín, mucho Balanchine y se me respeta. Por otro lado conocen la Compañía. El proceso que se sigue es pagar los derechos durante dos o tres años. A los responsables de tales coreografías se les manda todo. Diseño de luces, vestuario etc. Luego vienen a supervisar el montaje. Gracias a eso puedes seguir pidiendo otras obras. Personalmente me importa que los chicos jóvenes puedan trabajar estos grandes estilos y por eso recurro a ellos. En un primer acercamiento a estas coreografías parecen muy simples, pero son muy complicadas. Siempre hay algún accidente. 

• Quería contar una historia de principio a fin. Quería que el público me viera en la parte más artística.

La historia va de incesto y se basa en Lástima que seas una puta (Tis Pity She's a Whore, de 1633) del inglés John Ford (1586-1640). En 1971 Giuseppe Patroni Griffi (1921-2005), filmó Addio fratello crudele protagonizada por Charlotte Rampling (Anabella), Oliver Tobias (Giovanni), Fabio Testi (Soranzo) y Antonio Falsi (Hermano Bonaventura). Elio Marchi a partir de estos materiales, pero sobre todo de la película de Frigi ha escrito el guión para ser expresado por la danza.

• Sigo ligado al mundo de la danza. Me gusta dirigir, enseñar, trabajar con profesionales, pero no coreografiar. Conozco muy bien mis límites. Lo que sí tengo es una ilusión. Quiero hacer una escuela en la que se pueda unir enseñanza y arte. En Argentina no existe y los chicos tienen que dividirse entre un lado y otro. Ir de acá para allá.