Grito Pelao. Rocío - Silvia. Entrevista Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Viernes, 28 de Septiembre de 2018 11:10

GRITO PELAO
DESEO, MATERNIDAD Y QUIETUD

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 ROCÍO MOLINA / SILVIA P. CRUZ
FOTO: CHRISTOPHE RAYNAUD

"Una mujer sin pareja y lesbiana quiere tener un hijo. Esa mujer quiere implantarse un óvulo propio inseminado in vitro. Esa mujer es bailaora y quiere hacer una obra que hable del anhelo de tener un hijo. En escena Lola Cruz, Rocío Molina Cruz y Sílvia Pérez Cruz. Lola es madre de Rocío, Sílvia es madre y Rocío lo desea ser".

DESEO, MATERNIDAD Y QUIETUD

Esta es la historia que Rocío Molina nos cuenta a través de la danza. La obra se estrenó Festival d’Avignon el mes de julio de 2018 y llega por primera vez a Madrid en tres únicas funciones con todas las entradas agotadas.

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  ROCÍO MOLINA
FOTO: www.madridteatro.net

Rocío Molina (Málaga 1984) posee un lenguaje coreográfico propio que va desde el cine a la literatura, pasando por la filosofía y la pintura. Grito Pelao, según sus palabras,

  • nace de un deseo personal: querer ser madre. Siempre detesté la idea de ser madre. Pero hace unos años, en un momento en que estaba estresada y triste, empecé a sentir otro tipo de amor, un deseo. Era una época de crisis y lo único que me hacía seguir ensayando era hablar a ese hijo que todavía no tengo, bailarle a él. Lo llevaba retrasando desde hacía cinco años. Es decir no nace de querer hacer una obra embarazada. Cuando me quedé embarazada pensé qué hago con mi vida. ¿Interrumpo mi carrera o no? ¿Bailo? ¿No bailo?  Como siempre  decido bailar lo que me sucede. Entonces esta obra es personal sobe mis ganas de quedarme embarazada y afortunadamente de que sucediera, y lo cuento. Aparte de que tiene un mensaje universal, cuenta mi propia experiencia.

Partiendo de esta decisión comenzó una forma de trabajo en la que Carlos Marquerie, dramaturgo de este montaje, ha tenido una gran participación. Aparte de la maternidad habla también

  • de la quietud, como es buscar otra sensibilidad diferente del cuerpo. Es decir que no esté basado todo en la energía. Esto ha sido para mí lo más complejo, incluso más que el propio embarazo. Una vez que  te quedas embarazada todo es muy fácil. El problema era cómo trabajar con el cuerpo cuando aún te sientes llena de energía. Eso ha sido lo más complejo y durante más tiempo hemos trabajado con Carlos y Elena Córdoba. Ha sido todo un año de experimentación, también con Silvia Pérez Cruz. Ahora la obra está más viva que nunca y con escucha y paciencia vas  viendo lo que tienes que hacer. 

ALQUIEN TENÍA QUE PARAR LA ENERGÍA DE ROCÍO

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 CARLOS MARQUERIE
FOTO: www.madridteatro.net
 

Carlos Maquerie que se ha encargado de la dramaturgia y también de la dirección artística junto a Rocío Molina y Silvia P. Cruz recuerda que Rocío siempre  decía

  • que alguien parara su cuerpo. Esto que  parece una metáfora poética, es algo muy real. Es decir alguien que  le agarre los pies, se los ate al suelo. El cuerpo que la ha parado ha sido su hija. Antes de empezar esto Rocío corre unos 10 kilómetros, luego la piscina y luego empezar a ensayar para  tener la energía un poquito más baja de lo que tiene normalmente, al estar cansada. Normalmente trabajar sobre la quietud, sobre esa realidad de su cuerpo que no podía actuar con la potencia que actuaba normalmente. Desde hace un año construimos un equipo fuerte con Silvia y los músicos. Una de las cosas que nos preocupaba en la dramaturgia era cómo crear una obra que girar en torno al deseo de Rocío de querer tener un hijo y no saliera un pastelillo bonito.  En ese  sentido hemos podido transcenderlo y darle universalidad como es en las mujeres que en toda la historia han tenido hijos dando continuidad.

Carlos destaca lo que  ha sucedido ya en lugares donde se ha representado, concretamente  en Zaragoza. Al finalizar la representación en los aplausos hay mujeres que se ponen en pie. Si hay 100 personas en pie 90 son mujeres y 10 son hombres.  

  • Es pues una obra profundamente femenina, profundamente de mujeres, lo cual par mí es un orgullo importante, pues se acude a una sensibilidad.         

LA SIMPLE PRESENCIA DE LA MADRE, 
SOLIDEZ SOBRE EL ESCENARIO

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  LOLA CRUZ
FOTO: PABLO GUIDALI

Una de  las mujeres que participan es Lola Cruz, la madre de Rocío. Su presencia para Rocío, ha sido una sorpresa.

  • La fui engañando, pero tenía muy claro que estuviera ahí, porque buscábamos una presencia no profesional y que no moviera demasiado a estético y que no profesionalizara la representación. Me vino la imagen de mi madre que sólo con ponerla en escena ya dijera cosas. Fue toda una sorpresa. Mi madre no es profesional, quiso ser bailarina como tantas madres y nunca ejerció, pero muestra una solidez en el escenario que me sigue sorprendiendo. Es bonito el que al final algunas mujeres te  dicen "he llamado a mi madre" y también me pasa a mí, porque hemos vuelto a tener una reconciliación. Es pues algo que nos toca a todos y toasen las r elación con nuestros padres. Es un espectáculo muy emotivo y frágil también.

TRABAJO CON LA VOZ DESDE LA DESNUDEZ

Compañera de trabajo es Silvia Pérez Cruz  que incorpora la Voz, con la que ha trabajado más de un año para este  Grito Pelao.  

  • Me propuso trabajar desde la desnudez completa de su Voz y de mi Cuerpo. Lo hicimos así, pero desmontando nuestros personajes. Ella desmontó su voz  yo mi baile. Empezamos con una masa madre que no conocíamos. Como dos bacterias desde el suelo. Nos olvidamos de nuestras profesiones y empezamos a conocernos como humanos. Apareció que Silvia empezó desde el movimiento y empezó a sacarme a mí sonido, cuando yo soy una bailaora silenciosa y lo de hablar , sacar la voz y me vibrase la garganta me daba pánico, pues no tengo memoria. Silvia por su parte descubrió que aparte de cantar sentada podía moverse, Hacíamos improvisaciones como de dos bailarinas auténticas.

NUEVA CRIATURA COREOGRÁFICA: NI BAILE NI CANTE

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SILVIA P. CRUZ
FOTO: PABLO GUIDALI
 

Otra fase fue el trabajo con Elena Córdoba, que sirvió para una análisis de la anatomía de la mujer y de la vibración.

  • A mí me ha alterado el movimiento. Entonces Silvia yo empezamos a crear una criatura muy extraña que no sabíamos cómo llamarlo pues no era ni baile, ni cante. Llegamos a convertirnos en un único cuerpo y fue muy bonito y muy vertiginoso. A quedarte embarazada aparece otra criatura nueva y oro cuerpo nuevo. Compaginar esas dos cosas es el trabajo más difícil. Al final es una relación afectiva que queremos se mantenga en escena y que Carlos se dedica a cuidar.

Rocío advierte que se cuentan muchas cosas y, también, lo que se cuenta necesita un tiempo contemplativo.

  • Al estar embarazada no se  puede dar una energía tan explosiva y además la quietud que hemos trabajado necesita un tiempo real para que se instale en tu cuerpo y que el público se instale en esa forma de contemplar.

LA ESTRUCTURA: UN COLLAGE DE EXPERIENCIAS

Carlos precisa que toda esa investigación aparece en la obra. Han sido cantidad de improvisaciones que han ido dejando un sustrato que impregna toda la obra y la hace particular.

La estructura procede de un Diario de Rocío, en el que iba anotando lo que sucedía y hay algún texto como es el de Silvia Plaz Hijos sin padres, y poesías y pinturas relacionadas con la maternidad. Viene  a ser una especie de collages con muchos relatos sobe  la experiencia de ser madre.  En concreto Lola, Rocío y Silvia cuentan su experiencia de ser madre.  

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      LOLA CRUZ / ROCÍO MOLINA
    FOTO: PACO LOBATO
    Mi madre,
    Silvia y yo contamos nuestra experiencia de ser  madre. En mi caso me inseminó in vitro un doctor y eso te cuestiona muchas cosas, incluso antes de  inseminarte, pues no sabes si irá bien. A veces es un poquito chocante la transparencia de la obra, e incluso un poema supercutre que digo, ante una estrella que vi,  cuando tuve que decidir si me ponían un ovulo o dos. Lo cuento tal como lo viví.

También se insertan pinturas con ese sentido de maternidad. Entre ellas La mujer barbuda. Es un tejido que impregna todo lo que ocurre en la obra  de ese espíritu de maternidad. Para Rocío el bailar esta temática a la que se añade el ser una gestación no habitual no le supone una dificultad ya que, el baile es la forma de expresarse y lo ha hecho por necesidad. Por otro lado ve importante que  alguien lo cuente, en este caso una artista. El miedo fue si no se quedaba embarazada, y cómo lo superaría.

  • En el caso de que hubiera un aborto lo bailaré también, porque es la única forma que  tengo de existir. He entendido que con el embarazo te vuelves recelosa y hay cosas que no quieres contar, pero mi forma es contarlo y bailarlo para poder llevarlo bien.

Carlos Marquerie precisa que hubo un momento de incertidumbre y parón ante la idea de no quedarse embarazada. Entonces se pensó trabajar sobre la idea del deseo de ser madre. Esto permitió continuar y profundizar y ese deseo se convirtió en algo real. Ese deseo, ahora ya es.

LA VOZ EN LAS CANCIONES DE SILVIA PÉREZ CRUZ

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SILVIA P. CRUZ
FOTO: www.madridteatro.net 

 

Silvia Pérez Cruz (Palafrugell, Girona, 1983), es una de las voces más versátiles del panorama musical actual, ha colaborado con artistas de talla.  También ha cantado en la Orquesta Nacional de España, dirigida por Josep Pons. Debutó como compositora y solista con 11 de novembre (Universal, 2012), que le valió un disco de oro. (2)

Lo primero que planteó a Rocío fue partir del Silencio, para ver cómo vas a bailar y lo que va a suceder. Era partir de cero. Pensaron mucho en la instrumentación, lo cual

  • fue difícil.  Hay una canción de punto de partida que es Grito Pelao que la compuse, andando en pelotas, en el faro de Trafalgar antes de hacer  la primera improvisación. Al principio hacíamos improvisaciones y yo cantaba canciones que ya me sabía y que proponían nuestros cuerpos. En el segundo encuentro pensé: "Tengo que escribir una especial, al menos para esta primera improvisación" que sería Grito Pelao. La compuse con la información que había, la cual estaba centrada en la madre soltera y animándola con la potencia de la mujer.

Otra canción es el Tango de la Vía Láctea, que surge de los pies de Lola, cuando en una improvisación empezó a bailar unos tangos

  • Fue una maravilla y era inevitable el no construir algo a sus pies. Estábamos en El  Escorial. En ese momento Rocío me habló que quería algo sobre la leche, el semen, el calostro..Yo le decía "¿quieres decir algo fisiológico o tabú" No estaba muy claro. Los dejé ensayando, me fi al baño y salí con una letra. Surgió ese tango. La melodía me salió en otra improvisación: estábamos parados, nos levantábamos y luego volver a lo mismo.          
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  ROCÍO MOLINA / SILVIA P. CRUZ
FOTO: PACO LOBATO

También hay una Nana, que costó bastante, y se tuvo dudas de  incorporarla o no. Desde el principio todos tenían la imagen de un Coro, pero eran palabras mayores pues un Coro es muy caro. Recurrieron al Loop, una máquina musical que  permite  diversas grabaciones.

  • Empecé a hacer capas y creé el Coro. La ida funcionó. Otro día empecé cantar como lírico y salió una composición a medias con Eduardo Trasierra que es el guitarrista que  ha compuesto la parte flamenca e hicimos una canción lírica sin texto. Mezclamos también unas Alegrías con otra idea mía.

En ese contacto artístico con Rocío, Silvia descubrió que le gustaba hablar de  las cosas bonitas y difíciles.

  • Me habían regalado un libro con muchos poemas de  Silvia Plaz y me los leí rápidamente. Soy muy visceral y las cosas o me encantan o ya no puedo con ellas y lo dejo. Había uno que era Para un hijo sin padre. Este temita es importante. empecé a musicarlo a partir de otra idea como era hacer un discoteca amniótica, en el concepto de estar dentro de la barriga como si fuera una discoteca. Se creó una base. Luego no funcionó, pero quedó la base y me inspiró esta canción, en la que las palabras son muy importantes, porque es un poema. Estoy muy contenta a nivel musical, porque ahí surgió algo nuevo. En esta obra he aprendido mucho de gesto, de estar y de acompañar. En esta canción es una de las partes donde descubro algo, y luego paso por muchos registros vocales por los que no había pasado.

EMPECÉ CANTANDO DE ESPALDAS  ENTRE LOS MÚSICOS

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ROCÍO MOLINA / SILVIA P. CRUZ
FOTO: LORENZO CARNERO
 

Otra de las experiencias nuevas de Silviaes dejar de  cantar sentada.

  • Años atrás yo empecé cantando de espaldas entre los músicos. Un año me  di la vuelta, canté con la cara y luego sumé las manos. Supe utilizarlo todo el cuerpo y luego para adelante  y para atrás formando la esfera. Hace unos años tuve una experiencia con el director teatral Julio Manrique que dirigía conciertos y me propuso "¿Qué te gustaría?" Le dije "Tocar algo cuando canto, pues canto con los ojos cerrados entre los músico y me gustaría agarrar a alguien y zarandearle". "¿Un actor?" "La verdad es que no quiero que hable". "Pues un bailarín" Y es la primera cosa que hice con una bailarina. Esto hace años. Cuando me encontré con Rocío fue tan bestia que empezamos como si ella no fuera bailaora ni yo cantante. Éramos dos cuerpos y la función era emocionarse. Recuerdo ese día. Empecé como un gusanito tumbada en el suelo y Rocío al otro lado. Fui haciendo la croqueta hasta tocarla. "Hola" Lo siguiente  fue tocar la barriga, porque me habían dicho "tu personaje puede ser como una comadrona", que es un oficio que me encanta. Empezamos a trabajar sobre todo con el cuerpo. Esto me han afectado mucho en los conciertos y, sobre todo, después de las improvisaciones llegas a los conciertos y era como un poco de risa. Era precioso porque me había ampliado el radio de acción cantando. Ahora no sólo va adelante  y atrás sino a nivel de metros. Lo que más he aprendido a estar en un sitio. Hacer sin ejecutar, sólo con el verbo estar que es como la base de todo y tiene que ver mucho con el silencio, que es la música que tenía del punto de partida.     

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(1) En sus piezas, entre las que se encuentran títulos como Cuando las piedras vuelen (2009), Afectos (2012), Bosque Ardora (2014) y Caída del Cielo (2016, se alían virtuosismo técnico, investigación contemporánea y riesgo conceptual. Una de las artistas españolas con mayor proyección internacional, es desde el año 2014 artista asociada al Teatro Nacional de Chaillot en París. Su búsqueda artística ha sido reconocida con el Premio Nacional de Danza, el Premio Mejor Bailaora de la Bienal de Sevilla, la Medalla de Oro de Málaga, el Premio Especial de los Dance National British Awards 2016 y el Premio Max 2017 a la Mejor Intérprete de Danza y a la Mejor Coreografía por Caída del Cielo, así como el Premio Max 2015 a la Mejor Coreografía por Bosque Ardora.

(2) Fue la voz de la película Blancanieves de Pablo Berger, ganadora de 10 Premios Goya en 2013, entre ellos el de Mejor Canción Original. Ha protagonizado y participado en la composición de la banda sonora de la película Cerca de tu casa, de Eduard Cortés. Este proceso cristaliza en la edición de Domus (Universal Music, 2016) con el que cosecha la Biznaga de Plata a la Mejor Música Original en el Festival de Cine de Málaga y el Premio Goya a la Mejor Canción Original por “Ai, ai, ai”, entre otros galardones. Su último trabajo discográfico es Vestida de nit(Universal Music, 2017) con el que ha girado por Argentina, Chile, Uruguay, Portugal, Turquía, Francia y España.

Más información
     Grito Pelao. Rocío Molina - Silvia P. Cruz
                

José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Viernes, 28 de Septiembre de 2018 16:06