La Villana.Vives- N. Menéndez. Crítica _ Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Domingo, 12 de Febrero de 2017 17:13

LA VILLANA
EN LOS LÍMITES DE LA ÓPERA

   LaVillana 0298 b
   NICOLA BELLER / JORGE DE LEÓN / MANUEL MAS / SANDRA FERNÁNDEZ / MILAGROS MARTÍN
 FOTO: JAVIER DEL REAL

Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, un tándem de libretistas de zarzuela de éxito, encontraron un filón literario que musicar: recurrir a los clásicos y, en concreto, a Lope de Vega. Así de La discreta enamorada nació Doña Francisquita, un gran acontecimiento musical y popular, cuyas fuentes más antiguas estaban en El Decamerón, porque La discreta enamorada procede de un tema que Lope toma del libro de Bocaccio. Francisquita puede parecer "la ingenua", pero en realidad es una "lagartona" que todo lo enreda para conseguir sus fines. No es extraño, ya que los personajes de El Decamerón son subiditos de tono y nada ingenuos. Este origen explica la procacidad de la obra de Lope en su final, que Doña Francisquita convierte en una comedia blanca.

Este éxito llevó a los libretistas a seguir tentando la suerte y robarle a Lope sus argumentos. Tropezaron con Peribáñez y el comendador de Ocaña, tragicomedia de éxito en la época de Lope, pero después olvidada y restringida al ámbito académico. En las primeras décadas del s. XX se reescribió bajo el título La mujer de Peribáñez, pero no tuvo mucha fortuna. El texto que pudieron conocer Federico y Guillermo fue el de 1899, publicado por Menéndez Pelayo, o el de 1924, una edición académica por la editorial Renacimiento, ya que el texto definitivo no llegaría hasta 1935, con motivo del cuarto centenario de la muerte de Lope de Vega. En este olvido el estreno de La Villana, colaboró para que el gran público conociera de la existencia de la obra original de Lope.

Lo mismos libretistas volvería a recurrir, en 1930, a Lope de Vega. Se trata de El perro del hortelano (CLIKEAR) - recuperada por la Compañía Nacional de Teatro Clásico en esta temporada -, que aparecía bastante enmascarada, al situarla en el campesinado de la Mancha con Ama incluida, bajo el título La Rosa del Azafrán

Las dos primeras obras las musicó Amadeo Vives, y la última Jacinto Guerrero. A nivel de adaptación Doña Francisquita y La Rosa del Azafrán, no solamente tenían un texto nuevo, sino que eran trasladas de época. La primera al Madrid Romántico de mediados del siglo XIX, y la segunda a la Mancha (La Solana) de 1860. Por el contrario, La Villana conservaba la época en la que la situó Lope y sus textos hablados seguían más el aire del original. Las dos primeras se mantuvieron, reiteradamente, en repertorio y gozaron de éxito discográfico. La Villana no tuvo la misma suerte (CLIKEAR). En esta misma página www.madridteatro.net, se pueden conocer los avatares de esta zarzuela.

Ahora el Teatro de la Zarzuela produce una versión dirigida por Natalia Menéndez, la cual también es responsable de la dramaturgia, en cuanto que ha peinado el texto hablado del original - venía a durar unos veinte minutos - reduciéndolo en gran medida, con  lo cual la parte musical si ya prevalecía antes (16 números musical de considerable duración muchos de ellos), aquí casi la convierte en ópera. Es más, si se me apura mucho, se puede afirmar que es una especie de ópera abortada. Hay momentos de la partitura de gran altura operística. En el fondo, con La Villana, da la sensación de que Amadeo Vives intentaba cumplir ese "sueño imposible" - expresión tomada de la romanza de Don Quijote en la comedia musical El hombre de la Mancha - de crear la ópera nacional. La Villana pudo serlo y, en este montaje, al reducirse el texto, es más evidente. El que Amadeo Vives no hubiera optado por la ópera para este título, no lo sabemos. Hay muchos elementos que lo empujan como es el barajar los estilos de la zarzuela grande, el aire verdiano, el verismo, entreverados con otros más ligeros como son aires de opereta, seguidillas en el preludio, jota castellana, aunque cercana a la seguidilla y es curioso como el mismo Vives advertía de esta jota: "debe bailarse y tocarse mucho más lenta que la aragonesa". De ella se encarga la bailarian y coreógrafa Mónica Runde que compone un conjunto balletístico de gran delicadeza en donde el salto y la punta se insinúa y el movimiento se ralentiza. Ella también se encarga de ciertos movimientos coreúticos, interpretados por bailarines, aquí y allá a lo largo de la narración. Un buen trabajo.

En esta línea operística destaca especialmente el concertante del cuadro tercero, en la Segunda Parte, una brillante partitura y una magistral interpretación en esta versión. Como referencia histórica es interesante la observación que Federico Romero escribe a Vives: "ayer recibimos el monstruo del concertante (…)¡Tirarle a usted las piedras de la calle de Alcalá por las dificultades del monstruo? ¡Cá! Después del quinteto de Doña Francisquita estamos entrenados para todo lo que venga". Si es cierto que el mencionado quinteto es brillante, el concertante de La Villana lo supera, al incluir más personajes y los coros. Tanto la partitura como la interpretación arrancaron un generoso y sonoro aplauso. Es lo que tienen los concertantes de agradecidos,  y sobre todo si se interpretan bien como es el caso.

Otros momentos musicales a destacar son la Plegaria de Casilda, que tanto a nivel textual como musical es de una gran delicadeza y que Nicola Beller - el reparto al que asistí - interpreta con gran sensibilidad. Salvando las diferencias, personalmente, me ha llevado al aria Vissi d'artede Tosca  (Puccini), tanto por el estilo de ruego, en el que abundan las matizaciones vocales,  como por la misma puesta en escena. Todo un acierto poético reforzado por una evocadora penumbra en la que destaca la silueta de una discreta cruz de iguales brazos en lo alto. Otra de las melodías a destacar es la romanza de la Capa de paño pardo que canta Casilda. A partir de un aire popular, Vives compone una romanza en el estilo de la tradición de la zarzuela, con cierto toque verista y un punto de fluidez más ligero. Es de una agradable vistosidad sonora. Nicola  Beller parecen encontrarse cómoda en los agudos y en la tesitura media, y estas dos romanzas las matiza y emite con delicadeza. Más vacilante está en la notas bajas, en otras ocasiones, ya que queda anulada por la orquesta.  Impacta el dúo de Don Fadrique y Peribáñez por su fuerza y conjunción de las tesituras de tenor (Don Fadrique) y de barítono (Peribáñez) que, respectivamente, Jorge de León y Ángel Ódena interpretan con la pasión requerida. Jorge de León posee una nitidez de voz encomiable. En la línea de los dúos llama la atención el de Peribáñez (barítono) y David el judío (bajo), interpretados, respectivamente, por Ángel Ódena y Rubén Amoretti. Se trata de de un momento brillante musicalmente al combinar las dos voces graves, que bebe, en cierto modo, del estilo verdiano. A destacar la Canción de las Joyas, Allá en la judería toledana, encomendada al bajo Rubén Amoretti, cuyos graves precisos le proporcionan una expresividad llamativa, que Rubén sabe  dosificar bien, ya que no es fácil, puesto que vocalmente juega con diversos cambios. También brillante ha sido el dúo de Peribáñez (Ángel Ódena) y Casilda (Nicola Beller).

La orquesta ha adolecido en algunos momentos de cierta potencia que ahogaba a los cantantes, sobre todo en las notas bajas y cuando éstos se situaban al fondo. También es verdad que el Teatro de la Zarzuela no es ejemplo de acústica perfecta, pues hay ciertos sectores espaciales en los que dicha acústica deja bastante que desear.

Nicolás Boni, el escenógrafo, ha creado un espacio escénico muy evocador en lo que se refiere el mundo de Castilla, simbolizado en las espigas que ascienden por la loma. Consigue también crear distintos planos, horizontales y verticales, que permite componer escenas simultáneas, entre las que destaca la del primer plano de los protagonistas y al fondo la intriga de Don Fadrique y el insidioso judío David.  Igualmente queda bien resuelta la acción protagonista en el primer término y los campesinos o soldados marchando a la guerra, al fondo.    

María Araujo ha creado un bello vestuario, que parte de la época en la que acaece la acción, pero ha tenido el buen gusto de aligerarlo de ese peso folklórico que llevan consigo los vestuarios regionales. Ha sabido darnos la esencia en una paleta de luz de blancos al principio  para irse oscureciendo en la gama de grises a negros.  

Natalia Menéndez, encargada de la dirección, proporciona fluidez a las transiciones de las diversas escenas, aunque adolece de cierto estatismo durante la propia escena, lo cual es comprensible, una vez que gran parte  de toda la acción narrativa transcurre con música, y no siempre es fácil el movimiento de los cantantes. No sé si es obra de Natalia o del propio libreto original. En Lope de Vega Don Fadrique es herido por Peribáñez en escena. En esta versión tal agresión se da fuera de escena. Un acierto, ya que queda en la imaginación del espectador y es muy evocadora la triple persecución que no vemos: huída de Casilda, tras ella Don Fadrique y posteriormente Peribáñez. Es una elipsis muy buena y sugerente. Ello hace que huya del peligro de convertirse en una comedia de capa y espada, y roce lo grotesco.

Se ha eliminado, como ya he anotado, bastante texto. Esta es la causa, tal vez, de que así como la Primera Parte, narrativamente, fluye progresivamente, en la Segunda Parte todo parece precipitarse, hasta el punto de que el juicio en Toledo, y por lo tanto el final, acaece casi de sorpresa. Todo parece resolverse en un plis-plás.

En resumen se puede decir que es un buen espectáculo bien servido a todos los niveles, en el que prevalece como tema central el abuso de poder, centrado en el deseo carnal por parte  de la autoridad.

   LaVillana 1497 B copia
   JORGE DE LEÓN / RUBÉN AMORETTI
FOTO: JAVIER DEL REAL

Título:La villana (inspirada en Peribáñez y el Comendador de Ocaña). Tres actos.
Estreno:Teatro de la Zarzuela,1 de octubre de 1927
Libreto:Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw
Música:Amadeo Vives
Escenografía:Nicolás Boni
Vestuario:María Araujo
Iluminación:Juan Gómez-Cornejo (AAI)
Coreografía:Mónica Runde
Realización escenografía:NEO Escenografía, SL.
Realización de vestuario:Vestir l'época
Realización del vestuario de la soldadesca:Teodora Gueorguieva
Utilería:Escenografía, SL e Hijos de Jesús Mateos, SL
Producción:Teatro de la Zarzuela
Edición crítica:Óliver Díaz
Ediciones musicales/Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 2017
Edición del texto:Javier Huerta Calvo
Orquestade la Comunidad de Madrid Titular del Teatro de la Zarzuela
CoroTitular del Teatro de la Zarzuela
Banda interna:Elías Romero, Fran Amado (percusión), Mónica Braga, Rubén Navarro (trompetas)
Bailarines:Laura Cuxart, Dácil González, Mar López, Inés Narváez, Juan Cabrera, Adrián Díaz, Javier Ferrer, Carlos Rodas, José Luis Sendarrubias, Gonzalo Simnón, Denislav Valentinov.
Intérpretes:
Casilda
: Nicola Beller Carbone (días 27, 29, 2, 4, 8, 10 y 12) / Mayte Alberola (días 28, 1, 3, 5, 9 y 11)
Juana Antonia: Milagros Martín
Blasa: Sandra Ferrández
Peribáñez:Ángel Ódena (días 27, 29, 2, 4, 8, 10 y 12) / César San Martín (días 28, 1, 3, 5, 9 y 11)
Don Fadrique: Jorge de León (días 27, 29, 2, 4, 8, 10 y 12) / Andeka Gorrotxategi (días 28, 1, 3, 5, 9 y 11)
David / Rey:Rubén Amoretti
Roque:Manuel Mas
Olmedo:Javier Tomé
Miguel Ángel:Ricardo Muñiz
Lazarillo de Olmedo:Carlos Lorenzo
Chaparro:Rodrigo García*
El Licenciado:Román Fernández-Cañadas*
Labradores:Daniel Huerta*, Francisco José Pardo*
*Miembro del Coro Titular del Teatro de la Zarzuela

Director del Coro:Antonio Fauró
Dirección musical:Miguel Ángel Gómez Martínez
Dirección de escena:Natalia Menéndez
Duración aproximada:Primera parte (Acto primero, Acto segundo: Cuadros primero y Segundo), 65 minutos / Intermedio: 20 minutos / Segunda Parte (Acto Segundo: Cuadro tercero. Acto Tercero), 55 minutos
Estreno en Madrid:Teatro de la Zarzuela, 27 - I - 2017

Más información
     La Villana. Lope-Vives. T. Zarzuela 
     La Villana. Lope-Vives. T. Z. Entrevista 

José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande



 

T ZARZUELKA MARTIRIO B

TEATRO DE LA ZARZUELA
Director: Daniel Bianco
Aforo:1.250 (1.140, visibilidad total,
108: Visibilidad media o nula)
C/ Jovellanos, 4
28024 – Madrid
Tf.: 91 480 03 00.
Metro: Banco de España y Sevilla.
Autobuses: 5-9-10-14-15-20-27-34-37-45-51-52-53-150
Parking: Las Cortes, Sevilla, Villa y Plaza del Rey
TF. 34 91 525 54 00

 

Última actualización el Lunes, 13 de Febrero de 2017 12:09