Clandestina. Crítica Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Lunes, 14 de Noviembre de 2016 19:48

CLANDESTINA
CLANDESTINIDAD Y REGOCIJO

   clandestina tres
  ÁNGEL BURGOS / NACHO OJEDA/ CRISTINA BERNAL
FOTO: MARÍA G. de LAMO y EVA RUFO 

Clandestina procede de la "fiesta clandestina" que se organiza en el Teatro Colón (hoy Teatro Muñoz Seca), propiedad de La Chelito (Consuelo Portela, Cuba 1885- Madrid, 1959), cupletista de gran fama.  La Chelito se ha ausentado de Madrid, y La Bernalina, "cupletista sicalíptica y exquisita", aprovecha el teatro, sin dueña y sin haber pedido permiso, para organizar una de esas fiestas clandestinas, donde acuden ilustres personajes de los años veinte con el fin de desfogarse a muchos niveles, y en donde la palabra "prohibido" es protagonista. Estamos en los años veinte.

Cristina Bernal - intérprete de La Bernalina - y Nacho Sevilla han construido una divertida dramaturgia, con los pícaros cuplés de doble intención, propios de la época, y alguno de nueva factura, que se alternan con situaciones de lo más variopintas, barnizadas de cierta crítica referente a aquellos tiempos, pero sin perder de vista la actualidad. La gran virtud es que el hilván está muy bien trazado y evita el que simplemente sea una excusa para enchorizar cuplés. Por lo tanto, no es asistir solamente a una velada musical en la que se nos ofrecen los cuplés, sino que existe una dramaturgia bien enlazada con la parte musical, que nos llega por asociaciones de texto o de situaciones.

Una de las atracciones, a menudo presente en los espectáculos de cabaret, y éste lo es, consiste en conseguir que el público participe. En esta ocasión hay una originalidad. Resulta que los espectadores encarnan personajes de la época: los Marqueses de…, Ramón Gómez de la Serna, Margarita Xirgu…, y todos los que se les pueda ocurrir, imagino cambiantes según cada función, a tenor del parecido que le pueda sugerir el espectador concreto a La Bernalina. Ello hace que el espectáculo tenga un grado de improvisación, aunque controlada, que le proporciona frescura e hilaridad. Al ser tratada esta intervención con delicadeza, permite que el espectador no se sienta ofendido o cohibido. El resto del público, en dichas intervenciones, disfruta con regocijo.

El espectáculo se lo reparten entre La Bernalina, Agapito (el mayordomo), y el pianista Genaro. Agapito (Ángel Burgos) es quien rompe el hielo dando la bienvenida y poniéndonos en antecedentes. Ángel Burgos posee una gran vis cómica, llena de autenticidad. Su papel vendría a ser como la del Maestro de Ceremonias del famoso musical Cabaret, sólo que no ha habido tentación imitativa, sino que ofrece un personaje totalmente propio y más de nuestra tierra. Ángel es un actor metido en diversos cometidos dramáticos, diferentes a éste personaje de Agapito. Suele suceder en el mundo del teatro, que un actor tenga que interpretar un payaso o un showman, como es el caso que nos ocupa. Al no ser ni payaso ni showman, no siempre salen bien parados. Se nota que están "haciendo de…". No son creíbles. No es el caso de Ángel que domina, o al menos nos engaña, el género cabaret con naturalidad, espontaneidad e hilaridad. Nos lo creemos. Ese romper el hielo en el espectáculo es brillante, hasta tal punto que nos encontramos a gusto y divertidos con sus intervenciones. La brillantez de su actuación, que se confirmará cada vez que intervenga posteriormente, es lo que, posiblemente, haga palidecer la primera entrada de La Bernalina.

La Bernalina (Cristina Bernal, no hay que discurrir mucho para comprender que Bernalina debe venir de Bernal) comienza con cierta elegante discreción que desconcierta, sobre todo después de la bomba Ángel Burgos. No obstante, a medida que avanza el espectáculo, su personaje va tomando forma y variedad de matices con una comicidad y picaresca que llega al público, hasta explotar con desenfreno divertido en el baile a dúo con Ángel Burgos, travestido de dislocada bailarina acharlestonada.

Los cuplés son una parte importante del espectáculo que recaen sobre la voz de  Cristina Bernal. Algunos son conocidos, al menos por un público que los ha retomado a partir de Sara Montiel, Olga Ramos, Lilian de Cellis…, y otros menos. Cristina combina una discreta y elegante picaresca - posiblemente como eran en la época por aquello de mejor la "insinuación" para así desbocar la imaginación de cada espectador - con un modo de cantar propio, sin pretender, a nivel vocal, imitar la tesitura más aguda de aquellos tiempos. Los hace propios y nos llegan bien. A nivel interpretativo en su relación con los espectadores que participan, Cristina Bernal sabe llevar bien el juego y provocarlo.

Al piano, Nacho Ojeda, acompaña con desenvoltura y naturalidad todas las piezas del espectáculo.

Una gran virtud en general es que todo el espectáculo posee un buen ritmo, tanto en las partes fijadas como en las improvisadas en relación con el público. Es más, el tiempo fijado de 90 minutos (algo más) se pasa volando, y uno se queda con el deseo de seguir, aunque, posiblemente, es mejor aquello de "lo bueno si es breve, es dos veces bueno".

Esta fiesta clandestina se convierte en una fiesta de regocijo, en la que la calidad de los intérpretes cobra cotas muy altas. Sólo ha estado cinco días en la Sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán Gómez, por cuestión de programación. Merecía más jornadas para poder provocar el boca a boca.

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   NACHO OJEDA / CRISTINA BERNAL / ÁNGEL BURGOS
FOTO: MARÍA G. de LAMO Y EVA RUFO

Título: Clandestina
Creación y dramaturgia: Cristina Bernal y Nacho Sevilla
Coreografía: Luis Santamaría
Asistente de coreografía: Cárol Gómez
Diseño de iluminación: Jorge Nebreda
Arte gráfico: Rafafans
Diseño web: Lorena Madrazo
Fotografía: María G. de Lamo y Eva Rufo
Confección de vestuario: Vicenta Rodríguez
Producción: La Bernalina
Distribución: Proversus
Agradecimientos: Pepa Bas, Lorena Toré, Eva Campillo, Andrea Isasi y Pablo Baraza.
Intérpretes: Cristina Bernal (La Bernalina),  Ángel Burgos (Agapito),  Nacho Ojeda (Genaro, el pianista)
Dirección: Nacho Sevilla
Duración: 80 min.
Estreno en Madrid: Teatro Fernán Gómez (Sala Jardiel Poncela), 9 - XI- 2016

Más información
      Clandestina. Bernal. Sevilla

 

 

 

TEATRO FERNÁN GÓMEZ
Sala Jardiel Poncela
Aforo: 316
Pz/ de Colón, s/n
28001 - Madrid
Metro: Colón, Serrano
Bus: 5/14/27/45/21/53/150/1/9/19/51/74
RENFE: cercanías.

 

 

 

Última actualización el Lunes, 14 de Noviembre de 2016 20:28