Goyescas - Plácido - G. Schicchi. Crítica Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Domingo, 12 de Julio de 2015 09:04

 GOYESCAS- PLÁCIDO DOMINGO - GIANNI SCHICCHI
DESIGUALES COORDENADAS EN EL GRÁFICO

  GOYESCAS GRUPO B copia copia copia 
   GOYESCAS
ANDRÉS MASPERO / ANDEKA GORROTXATEGUI / GUILLERMO GARCÍA CALVO / MARÍA BAYO / ANA IBARRA / CÉSAR SAN MARTÍN / ALBERT CASALS
FOTO: JAVIER DEL REAL
  PLACIDO MAITE B copia copia
  MINI-CONCIERTO
PLÁCIDO DOMINGO / MAITE ALBEROLA
FOTO: JAVIER DEL REAL
  GSchicchi-0861 B copia
  GIANNI SCHICCHI
FOTO: JAVIER DEL REAL

Cierra la temporada operística en el Teatro Real de Madrid un espectáculo que ha sufrido variaciones en el último momento. La oferta primera era Goyescas, que los recortes la redujeron a versión de Concierto, dirigida por el propio Plácido Domingo, y Gianni Schicchi de Giacomo Puccini con Plácido Domingo en el papel de Gianni Schicchi y bajo la  dirección escénica de Woody Allen (CLIKEAR). La agonía y muerte de la hermana de Plácido Domingo obligaron a cambiar los planes. Dada la temática de la misma obra en la que se juega con la "muerte", Plácido no se sintió capaz de abordar el personaje, así como la dirección musical pasó a Guillermo García Calvo. Para no defraudar al público, Plácido siempre es bien acogido en Madrid, propuso una solución: ofrecer un mini-concierto. Aceptada la propuesta  el espectáculo quedaba de esta forma Goyescas en versión de Concierto - Mini-concierto de Plácido Domingo, compartido con otros cantantes que posteriormente interpretarían Gianni Schicchi, y la mini-ópera propiamente dicha de Gianni Schicchi. La nueva oferta ofrecía una noche operística que pasaba de una duración de dos horas y quince minutos a tres horas y diez minutos.

Los recortes y la nueva fórmula deshacían la primigenia idea comparativa  de Goyescas y Gianni Schicchi. Dos mini-óperas, cuya composición musical data de años muy próximos: la primera es de 1916 y la segunda de 1918. Al quedar separadas por el Mini-concierto, aparecen como tres espectáculos independientes, y como tal hay que juzgarlos.

Si tuviéramos que trazar un gráfico del espectáculo, sería el de una curva de coordenadas medianamente elevadas en Goyescas que desciende a medida que la obra de Granados llega a su final; vuelve a elevarse en el mini-concierto de Plácido Domingo por el fervor que se siente entre el público, y llega a una cota más alta con Gianni Schicchi.

Goyescas es la última ópera de Enrique Granados, a la que sucedió el trágico accidente del compositor con motivo de la Primera Guerra Mundial. Es de sobras conocido el modo de su creación. A partir de una suite compone la ópera musicalmente, y luego busca un libretista para que le añade el texto. Se habla de antiteatralidad y antiópera.  De eso se resiente, si la juzgamos como ópera al uso. El libreto de Fernando Periquet es sólo un intento de buena voluntad por tratar de buscar una historia dramática, que no consigue, en un partitura estructurada de antemano sin conceder tiempos musicales para un desarrollo dramático más consistente. No hay que descartar que algún director de escena encuentre un modo de representación acorde con lo que Granados escribió, pero con el modo más tradicional de narración operística no casa mucho. Falta el "tempus" dramático que pueda desarrollar una historia, que por otro lado resulta bastante convencional, no exenta de un folklorismo tópico.

Esta versión de concierto  - coros y solistas sin partitura - se ha lanzado a una minúscula escenificación en la que el coro permaneció estático en sus asientos,  que permite a los solistas un discreto movimiento, aunque no se pretendía más. Dejando de lado el siempre dudoso e insulso libreto, la versión musical que ofrece el Real discurre más bien por la discreción que por la brillantez. En el primer cuadro - la pradera de San Antonio - el Coro resulta impactante y casi brillante. Es a lo largo de la representación cuando la discreción de todo el conjunto se hace patente. La música de Granados sigue emitiendo su potencial, pero a nivel interpretativo no se llega a unas cotas de brillantez. Llama la atención María Bayo con una desigual interpretación en la que las notas bajas padecen especialmente, hasta el punto de resultar apagadas por la Orquesta.  La romanza final, siempre complicada, la salva en el último momento. Es extraño que algo así suceda, una vez que la Bayo domina la obra e incluso cuenta con la grabación discográfica. Quien destaca especialmente es la mezzosoprano Ana Ibarra, con unos bajos consistentes y sonoros. Es breve su intervención tiene, pero suculenta. El tenor Andeka Gorrotxategui, como Fernando, mostró una limpieza vocal notable y agudos claros y bien colocados.  El barítono César San Martín,  como Paquiro, se mantuvo discreto, sobre todo en el énfasis interpretativo a nivel musical.

La Orquesta brilló especialmente con el ya tan aclamado y conocido Intermedio, que Guillermo García Calvo dirigió con firmeza. Asistí el 9 de julio de 2015 a la representación, y la sensación de ese día no fue especialmente exultante tanto a nivel personal, como a nivel del fervor del público. Del escenario se desprendía como cierta perplejidad, por parte de los mismos intérpretes al finalizar la representación. Tal vez, todos habíamos puesto excesivas esperanzas.

En línea de continuidad, salvo el momento para el cambio de director de orquesta y la salida del coro, venía Plácido Domingo, que, como ya es habitual, fue acogido con fervor por el público.  Cantó Nemico della Patria (Andrea Che`nier, Umberto Giordano), Pietà, rispetto, amore (Macbbeth, G. Verdi) y Madamigella Valery (La Traviata, G. Verdi). Todas ellas en la tesitura de barítono, cuerda en la que se mueve en estos últimos tiempos. Es un barítono con un baño atenorado - su tesitura primera es la de tenor -, que le resta la profundidad sonora de esos papeles. De todos modos, su voz sigue poseyendo una gran personalidad, así como su interpretación siempre llena de entusiasmo y con momentos de gran sutileza. En el dúo de La Traviata le acompañó Maite Alberola, la cual nos brindó una excelente Violetta Valery, con unos matizados agudos excelentes. Los aplausos no tuvieron en cuenta el tiempo. Sucedió algo chusco en esto de los aplausos del dúo de La Traviata. En uno de esos impases temporales de silencio, el público arrancó con aplausos. La interrupción no creo que fuera por entusiasmo, que lo hubo, sino por creer que se había terminado el dúo. Los dos cantantes, cual figuras de cera aguantaron en silencio, y la orquesta volvió a retomar la partitura. Aquellos aplausos volvieron a repetirse al final con mucho fervor y vítores. La propina final fue el Por el amor de una mujer de Luisa Fernanda. Se produjo, al menos esa es la sensación que tuve, un encuentro con lo familiar, tanto por parte de él como por parte del público.  Era como estar en casa ante una velada de amigos. Los aplausos se llenaron de afectividad.

El mini-concierto se completó con la intervención del bajo-barítono Bruno Practicò en su divertida aria Sia qualunque delle figlie (La Cenerentola, G. Rossini), en la que mostró su gran habilidad vocal con el famoso juego de precipitados vocablos. El barítono Luis Cansino cantó L'Onore (Falstaff, G. Verdi), y cumplió bien.

Si con Goyescas el público fue parco en los aplausos, casi los de rigor, con Plácido se volcó el teatro. Se  aplaudía su voluntariosa interpretación, precisa y cuidada en muchos momentos, su gesto de no dejar colgado al público, y la devoción que por él se siente. Por parte de Plácido hubo una gran entrega de cariño.

Tras el descanso venía Gianni Schicchi, que se esperaba con ansias, pues los altibajos anteriores habían dejado cierto desconcierto. Gianni Schicchi es la última ópera completa de Puccini - Turandot quedó incompleta por su fallecimiento - y pertenece al Trittico compuesto por Il Tabarro (Infierno), Suor Angélica (Purgatorio) y Gianni Schicchi (Paraíso) (CLIKEAR). Lo que atraía de esta versión es la visión que Woody Allen pudiera tener de ella. Gianni Schicchi, un pícaro florentino de finales del siglo XIII, es un personaje que aparece en el Canto XXX del Infierno de Dante. Suplantó a un muerto para testar en su propio favor. Es una comedia que Puccini y Giovacchino Forzano, el libretista, hacen de Gianni un granuja con "glamour", en la línea del Arlequín de la Commedia dell'Arte. Woody Allen da una vuelta de tuerca y lo traslada al meridión italiano, con un caro toque de neorrealismo italiano y con bastantes guiños cinematográficos. Ello le lleva a una hilarante comedia a la italiana como la de los años cuarenta y cincuenta.

La ópera de Puccini, musicalmente, es un "continuum" en el que no abundan las arias aisladas, salvo la tan conocida O mio babbino caro, que ha pasado a ser interpretada aisladamente, y la canción a Florencia cantada por Rinuccio (Albert Casals). El resto de la partitura vocal está muy ligada a la orquesta y a los diálogos entre unos y otros, de forma que tiene una gran pincelada coral. El personaje de Gianni, aunque tiene algunas intervenciones solistas, éstas se funden con la trama, de modo que no aparecen como tales. Este juego vocal lo ha aprovechado bien Woody Allen para darle un "continuum" narrativo.  En la representación del 9 de julio Lucio Gallo interpretaba a Gianni - Nicola Alaimo alternaba el personaje con él - y nos ofreció un personaje muy divertido a través del cual mostró con creces su capacidad interpretativa, así como su buena capacidad vocal. Maite Alberola como Lauretta, volvió a brillar en sus breves intervenciones y Albert Casals - en Goyescas tuvo una breve aparición como El cantante - pudo mostrar sus cualidades de tenor lírico ligero en el aria mencionada. Fue limpio en su voz, sin forzamiento, aunque posee cierto engolamiento. El resto de los intérpretes muy repartidos musicalmente se mantuvieron con cierta excelencia y con brillantez en las partes corales.

Giuliano Carella dirigió la orquesta con entusiasmo, y ésta respondió bien, consiguiendo un engarce con los cantantes en una partitura donde las frases instrumentales y vocales forman un tejido especial.

La dirección de Woody Allen es ágil, divertida, sin tiempos muertos y con muchos aciertos cómicos. Ha aplicado la técnica direccional del teatro de prosa, en la cual las canciones se engranan muy bien. Al final nos coloca una sorpresa que no conviene desvelar. Por su parte, todos los intérpretes no sólo funcionan canoramente sino que desarrollan una buena capacidad interpretativa, y todos ellos resultan divertidos, sueltos y flexibles.

La acción se desarrolla en un ático, una atractiva, barroca y sugerente escenografía y vestuario de Santo Loquasto, que completan muy bien el cuadro. Woody Allen, imagino como homenaje al cine de aquella época, le hadado un toque cinematográfico, comenzando por los títulos de crédito sobre pantalla, así como una estética en el que abunda el blanco y negro, patrimonio del cine de aquellos años en los que ha desarrollado su historia. Curiosamente esa historia medieval sigue teniendo vigencia. Los testamentos han fecundado mucho la historia de la literatura para dividir familias, e incluso para idear modos rápidos de dejar este mundo.

Al final de Gianni Schicchi los aplausos subieron de volumen, así como los bravos. El reticente sabor de boca de la primera parte, quedaba olvidado con la brillante comedia de Woody Allen y su "troupe" de cantantes.

escanear0014 cartel b

Título: Goyescas (Ópera en tres cuadros)
Música: Enrique Granados (1867-1916)
Libreto: Fernando Periquet
Ópera en versión de concierto
Estrenada en la Metropolitan Opera House de Nueva York el 28 de enero de 1916
Intérpretes: María Bayo (Rosario (soprano)), Andeka Gorrotxategi (Fernando (tenor)), Ana Ibarra(Pepa (mezzosoprano)), César San Martín (Paquiro (barítono)),Albert Casals (El cantante (tenor))
Director del coro: Andrés Máspero
Director musical: Guillermo García Calvo

*****

Título: Concierto extraordinario protagonizado por Plácido Domingo
Umberto Giordano (1867 - (1948)
Andrea Chénier: "Nemico della patria" (Plácido Domingo)

Gioachino Rossini (1792 - 1868)
La Cenerentola: " Sia qualumque delle figle" (Bruno Praticò)

Giuseppe Verdi (1813-1901)
La traviata: "Madamigella Valery" (MaiteAlberola y Plácido Domingo)

Giuseppe Verdi (1813- 1901)
Falstaff; "LÓnore) (Luis Cansino)

Giuseppe Verdi (1813-1901)
Macbeth: "Pietà, rispetto, amore (Placido Domingo)

Orquesta Titular del Teatro Real
Director musical: Giuliano Carella.

*****

Título: Gianni Schicchi
Música: Giacomo Puccini (1858-1924) Ópera en un acto
Libreto: Giovacchino Forzano, basado en un episodio de la Divina Comedia de Dante Alighieri.
Estrenada en la Metropolitan Opera House de Nueva York el 14 de diciembre de 1918
Escenografía y figurines: Santo Loquasto
Iluminación: Mark Jonathan
Vestuario realizado por Los Angeles Opera
Escenografía realizada por Spoleto 52 Festival dei Due Mondi
Asistente del director musical: Carlos Chamorro
Asistente del director de escena: Marco Berrie
Ayudante del figurinista: Anuschka Braun
Producción: Los Ángeles Opera
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Intérpretes: Nicola Alaimo (30, 3, 6) Lucio Gallo (9, 12) (Gianni Schicchi (barítono)) / Maite Alberola (Lauretta (soprano)) / Elena Zilio  (Zitta (mezzosoprano))/ Albert Casals (Rinuccio (tenor)) / Vicente Ombuena (Gherardo (tenor)) / Bruno Praticò (Betto di Signa (bajo-barítono) / Eliana Bayón (Nella (soprano)) /Luis Cansino (Marco (barítono) / María José Suárez (La Ciesca (mezzosoprano)) / Francisco Santiago (Maestro Spinelloccio (bajo)) / Tomeu Bibiloni (Ser Amantio di Nicolao (barítono))/ Francisco Crespo (Pinellino (bajo)), Valeriano Lanchas (Simone (bajo-barítono))/ Federico de Michelis (Guccio (bajo-barítono)) / Darío Barón (Gherardino (voz blanca)) / Gabi Nicolás (Buoso (figuración) 
Director musical: Giuliano Carella
Director de escena: Woody Allen
Directora de la reposición: Kathleen Smith Belcher

Duración aproximada: Goyescas: 55 minutos / Concierto de Plácido Domingo: 25 minutos 40 minutos / Pausa de 25 minutos /Gianni Schicchi: 55 minutos
Estreno en Madrid: Teatro Real, 30 - VI- 2015 

Más información
     Goyescas- Plácido - Gianni Schicchi
     Goyescas - Plácido - G. Schicchi. Entrevista

José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

 

 

 

 


FOTO:
BOGUSŁAW TRZECIAK

Teatro Real
Director: Gerard Mortier
Plaza de oriente s/n
28013 – Madrid
Tf. 91 516 06 60
Metro: Ópera, líneas 2 y 5
Ramal Ópera-Príncipe Pío
Sol, líneas 1, 2 y 3
Autobuses: Líneas 3, 25 y 39
Parking: Plaza de Oriente
Cuesta y Plaza de Santo Domingo
Plaza mayor

www.teatro-real.com

 

Última actualización el Domingo, 12 de Julio de 2015 16:09