El concierto de San Ovidio. CDN. Entrevista Imprimir

EL CONCIERTO DE SAN OVIDIO
UN MUNDO CRUEL

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 FOTO: marcosGpunto

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  PARÍS de 1771, El Hospital de los Quince Veintes.  Luis María Valindin propone a la Priora del Hospicio que por 200 libras seis mendigos ciegos puedan tocar instrumentos musicales en la fiesta de San Ovidio. Los mendigos ven en Valindin un salvador, pero en realidad es un mangante que busca aprovecharse de la ceguera y ridiculizarlos para obtener un beneficio económico

NO CONVIENE QUE SE PIERDA
LA HERENCIA IMPRESIONANTE 
DE UN DRAMATURGO COMO FUE
ANTONIO BUERO VALLEJO.

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  DISCURSO DE INGRESO de ANTONIO BUERO VALLEJO EN LA RAE
FOTO: www.madridteatro.net
DARÍO VILLANUEVA
FOTO: www.madridteatro.net

La rueda de prensa para presentar El concierto de San Ovidio ha tenido lugar en la Real Academia Española, una vez que Antonio Buero Vallejo fue elegido miembro en 1972 con un discurso que el actual director de la Real Academia Española Darío Villanueva califica de brillantísimo.

  • un discurso inolvidable, titulado  García Lorca ante  el esperpento, donde al hablar de Valle y de Lorca expone muchas de  sus ideas como creador teatral. Este  montaje  me recuerda el que en el año 2003 Juan Carlos Pérez de la Fuente hizo para el CDN: Historia de una escalera. Tengo un recuerdo agridulce de aquello. Dulce por ver otra vez la gran primera obra de Buero que puso en marcha el Teatro Español después de la postguerra, estrenada en 1949. Un tanto agrio porque ese  día el teatro estaba lleno de estudiantes que venían con los profesores de los Institutos de Madrid y del localidades cercanas. Para mi gran sorpresa, a pesar de que Historia de una escalera es un drama en el que se representa el sentido de una vida que se repite sin expectativas, generación tras generación, este drama era interpretado, aplaudido y, sobre todo, reído por los alumnos como si fuese una comedia. Me quedó grabada la escena en la que dos chicos jóvenes, los hijos de dos parejas igualmente frustradas que viven en torno a esa escalera, Fernando y Carmina, están haciendo proyectos de futuro, allí en la escalera. Carmina viene de comprar leche y el cántaro de leche, posado al lado de ellos, en un momento de euforia, Fernando, con el pie, lo tira  y la leche se desparrama. Es la vieja historia de la lechera que está contada desde Don Juan Manuel en adelante. Sin embargo este público jovencísimo rió extraordinariamente esa escena por la torpeza de Fernando y porque le parecía un "gag", y, sin embargo, era algo más trascendente. Esto quiere decir que es necesario reponer, en la medida de lo posible, pero con intensidad suficiente, los grandes textos de nuestro teatro, para que cada nueva generación conozca bien la historia, además  no conviene que se pierda la herencia impresionante  de un dramaturgo como fue Antonio Buero Vallejo.       

En todos estos años transcurridos el incidente relatado por Darío Villanueva se evita gracias a que los colegios que acuden a los espectáculos, según el subdirector del CDN Ángel Murcia, se les prepara con antelación visitando el edificio, informándose con los profesores de la obra y realizando trabajos previos.

DESCRIBE EN DEFINITIVA UN MUNDO CRUEL
CON LA GENTE QUE ES
FÍSICA O PSÍQUICAMENTE DIFERENTE

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MARIO GAS
FOTO: www.madridteatro.net
JEAN-GUY LECAT
FOTO: www.madridteatro.net
 

La historia que Buero nos cuenta, según Mario Gas, director de este montaje, nos está hablando del mundo actual

  • está hablando del poder, de la humillación, de la explotación, de la alienación. Hay también una historia de amor y dominación, de búsqueda del compromiso. Describe en definitiva un mundo cruel con la gente que es física o psíquicamente diferente. De todo esto habla la obra de Buero y creo que es bueno que, como la parábola que es, conservamos la época sin caer en naturalismos expositivos, excesos tanto de escenografía como de vestuario o de luz. Antonio Buero Vallejo vuelve a tratar el tema de la ceguera como lo hizo En la ardiente  oscuridad, aunque las circunstancias son distintas. Hay un avance más: abordar explícitamente la lucha de clases, porque está ubicada en la Francia prerevolucionaria. Faltan 12 años para que le corten la cabeza a los monarcas. Es una sociedad muy dividida con una elite muy potente. Francia entera y el campo se están muriendo de hambre; hay todavía una especie  de esclavitud solapada; y los e arribano dejan que los de abajo emerjan y progresen. En medio, que es la figura de Valindin, está esa especie de aparente ganador, pero, en realidad es un perdedor. Una clase intermedia que quiere a toda costa ascender, pero, en el fondo, la gran elite lo abandona. Al final es el que paga, porque el verdadero poder no sale, pero está ahí fastidiando y sigue fastidiando ahora. Utilizarlo como parábola para ver ahora cómo estamos en esta sociedad muy moderna, en la que sigue habiendo clases, dominadores, especuladores, los grupos y las personas disminuidas lo pasan muy mal, en cambio las elites son menos y cada vez ganan más. Basta ver la televisión.  

UN TEATRO PERSONAL CON EL
LEGADO DEL TEATRO COMPROMETIDO

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  RICARDO MOYA / LANDER IGLESIAS  / MARIANA CORDERO
FOTO: marcosGpunto
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  ALBERTO IGLESIAS / ALEIX PEÑA / LUCÍA BARRADO
FOTO: marcosGpunto

Cuando Antonio Buero Vallejo estrenó Historia de una escalera, surgía un nuevo teatro alejado de la Alta Comedia, del teatro de evasión y del teatro sainetero. No obstante se vio en ese texto algo de influencia sainetera, al abordar la vida de los vecinos de un edificio. Las influencias que Buero hay podido tener de otros autores Mario Gas lo deja claro:

  • Primero es su propia personalidad, su propia esencia como dramaturgo, pero recoge todo el legado de Valle Inclán, del siglo de oro, de la tragedia griega, del teatro existencialista, del teatro político, del ideológico de compromiso social, y con todo ello emerge su teatro singular, que no es copia de nada, pero como toda persona recibe influencias, y, en concreto, tiene unos textos teóricos sobre el Esperpento  muy interesante y muy revisables en este momento     

GRANDES TEMAS QUE
NOS SIGUEN HABLANDO

Si se echa la vista atrás, salvando los estrenos de cada una de sus obras, Buero se ha repuesto con cuentagotas. Incluso este montaje de El Concierto de San Ovidio ha soportado marchas adelante y atrás en la decisión de plantarlo sobre el escenario. Según Mario ello se debe a múltiples razones.

  • No sólo Buero, pero creo que la generación teatral española de los años cuarenta y cincuenta debería ser más revisitada. Si miramos a los anglosajones junto a un producción rabiosamente contemporánea, están continuamente revisando su historia teatral, quizás aquí nos olvidamos un poco. En el caso de la obra general de  Buero no sé. Referente a este proyecto concreto, hay que tener en cuenta que los proyectos sufren muchas  vicisitudes y, a veces, cuesta llegar a buen puerto. Bien está aquello que viene acaba, como es este caso. Obras como ésta tiene una dificultad. Estamos viviendo una época recesiva, en que obras que superen los 10 actores ponen temor no solamente en la empresa privada sino en la empresa pública. Pudiera ser esto uno de los temas. No lo sé. En cualquier caso,  si queremos crear un lenguaje absolutamente contemporáneo y comprometido con el presente  y con el futuro saber de dónde  venimos y revisar constantemente con una mirada  contemporánea los textos históricos, aunque  sean tan contiguos como es el del siglo XX español. Creo que es muy importante  el teatro del siglo XX y, sobre todo. el texto que se hizo ya sea de posturas radicales dentro de la dictadura franquista en sus diferentes períodos. Cuando las observas fuera del tiempo pasado te llevas muchas sorpresas. Hay obras  que funcionaron muy bien porque supieron cómo comunicarse con el público, dentro de la censura, pero superada esa época son grandes temas que nos siguen hablando y percutando directamente, porque  mientras  la sociedad no solucione una serie de cosas, estas obras seguirán muy vivas, y hay muchas obras de esas. El concierto de San Ovidio, no cabe la menor duda, es una de ellas.  

LAS OBRAS DE BUERO VALLEJO
COMO CUENTAGOTAS EN LOS ESCENARIOS

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 LUCÍA BARRADO / JOSÉ LUIS ALCOBENDAS
FOTO: marcosGpunto
 

Respecto a la exigua representación de las obras de Buero Vallejo en el siglo XXI - murió en el año 2000 - El Concierto de San Ovidio viene a paliar la ausencia de Buero en los escenarios, según Darío Villanueva.

  • Lo que sí me consta es la importancia que Buero tuvo para muchas personas, como es mi caso, ya que recuerdo que los estrenos de  Buero, cuando yo estaba en la Universidad, eran auténticos acontecimientos, aldabonazos en nuestra conciencia y en nuestra estética. De aquella yo era director  de Teatro Universitario y tenía una referencia continua en Buero, así como también su posición en la  famosa polémica del posibilismo que tanta importancia tuvo para desarrollo del teatro durante el franquismo. Me consta, también, como profesor universitario que soy, que los estudios sobre Buero Vallejo no han decrecido en modo alguno, y tampoco las ediciones comentadas, estudiadas y acompañadas de muchas reflexiones de especialistas. Pero el teatro es, sobre todo, la representación y hoy lo queremos es congratularnos que el CDN haya recuperado esa obra fundamental de Antonio Buero Vallejo, que se estrenó en el Teatro Goya en el año 1962.     

Mario es consciente de que entre todas las obras de esos años unas pueden haber quedado más obsoletas, pero

  • muchas veces hablamos con ligereza de los autores. Cuando un autor desaparece físicamente casi siempre se le condena al ostracismo. Luego están las épocas van situando a los autores en el lugar que les corresponde. Pensemos lo que ocurrió con Shakespeare. Durante más de un siglo lo tuvieron como algo superado y si Víctor Hugo no lo redescubre estaría olvidado. Algunos no, debido a una muerte traumática. ¿Qué ocurre ahora con Brecht? Murió y estuvo 20 años en vigencia. Ahora parece que a Brecht nadie lo conoce. Par mí sigue siendo uno de los pensadores dramáticos y dramaturgos más importantes del siglo XX. Y uno de  los grandes poetas, también. 

EL TEXTO ESTÁ TOCADO MUY POCO

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  JOSÉ LUIS ALCOBENDAS / JAVIVI GIL VALLE / LANDER IGLESIAS / AGUS RUIZ / RICARDO MOYA
FOTO: marcosGpunto

Entre las dificultades de reponer a Buero Vallejo, en opinión de algunos directores, está el que Buero era muy celoso de sus textos, y no llevaba bien el que se retocaran o abreviaran, lo cual no era apetecible para dichos directores. Es una verdad a medias, porque, aún en vida del propio Buero, cuando Juan Carlos Pérez de la Fuente montó La fundación en el Teatro María Guerrero pudo retocar el texto. En este montaje también. Mario afirma que

  • Está muy poco tocado. Todo texto, con el paso del tiempo, tiene partes que pertenecen a la coyuntura, y oras que no: son esenciales. Con mucho respeto y con mucho cariño, y desde la creencia absoluta del rigor del texto hemos expurgado aquellas cosas que creemos que, a lo mejor, él mismo en el año 2018 hubiera expurgado. Eso pasa con todos: Sófocles, Shakespeare, y pasa con Buero Vallejo, pero no hemos alterado lo más mínimo del desarrollo de las secuencias del conflicto, ni de la definición de los personajes, ni de la claridad expositiva de la obra, ni de los momentos dramáticos. Digamos que hemos pasado un cedazo para que la obra  viajara con más percusión, y todo eso con mucho respeto. Han sido cambios que hemos comentado con la familia, y se los hemos enviado. Nada se hace en contra de nadie.     

VI EL MONTAJE DE  JOSÉ OSUNA
ME CAUSÓ VERDADERO IMPACTO

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JOSÉ MARÍA RODERO / LUISA SALA
FOTO: TEATRO GOYA, 1962
JOSÉ MARÍA RODERO
FOTO: TEATRO GOYA 1962
 

A nivel profesional tras el estreno, se volvió a  El Concierto de San Ovidio en 1973 en Estudio 1 (TV) y en 1986 en el Teatro Español (1). Las referencias de Mario sobre este texto como representación, fue

  • Cuando yo tenía 15 años y estudiaba en Barcelona era un forófo del teatro, aparte de que yo procedo de familia teatral, vi en el desaparecido Teatro Calderón de  Barcelona, ubicado en la Rambla de  Cataluña, donde ahora está el Hotel Calderón, vi el Montaje de  José Osuna con Pepe Calvo, Luisa Sala y José María Rodero. Una Compañía espléndida. Me causó verdadero impacto. Siendo yo director del Teatro Español he tenido muchas oportunidades de revisar el montaje  de Miguel Narros, pues en ese momento yo estaba interpretando La Ronda de Stifer y no pude ver el montaje de  Narros. Por otro lado es un texto que conozco mucho e intentado montarlo en varias ocasiones: cuando creamos un pequeño grupo a tenor del montaje de El Invernadero de Harold Pinter, pero no salió; en el Teatro Español hicimos un intento de una puesta en escena que iba a dirigir  Nacho García, que era mi ayudante y no salió. Es, pues, un texto que tengo muy presente. Lo vi cuando se hizo el Estudio Uno, con Bódalo y Rodero, y es un texto que siempre me ha gustado. Incluso a principios del 2000, hubo una persona que me propuso dirigirla cinematográficamente, proyecto que tampoco avanzó. Es un texto con el que estoy familiarizado, que llevo en mi subconsciente y de esos 150 textos que todo director tiene en el cajón desastre, y que luego va alimentando con textos que va conociendo. Están ahí. Muchos nos los llegas a hacer nunca, otros sí, pero El concierto de San Ovidio siempre me ha gustado y creo que es una obra paradigmática del teatro español del siglo XX. Una obra que tiene su absoluta vigencia, porque si aplicamos toda la anécdota, todo lo críptico que pueda tener esa relación de humillación, de  dominación, de alienación, de toma de compromiso, de sentido trágico de la vida existencial, eso lo aplicamos a una censura que amordazaba a una sociedad, y ya liberada de la mordaza lo aplicamos a una sociedad neoliberal, en la que siguen apareciendo, bajo cuerda, todas las lacras de humillación, colonización, alienación frente al compromiso y frente aquello de que quien la hace la paga y el poder oculto siempre está sin mostrar. Me parece absolutamente actual y conmovedora. Una cosa buena que tiene Buero es que siente pasión y compasión por sus criaturas.

TRAGEDIA CONTEMPORÁNEA

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  JOSÉ LUIS ALCOBENDAS / JOSÉ HERVÁS / LUCÍA BARRADO
FOTO: marcosGpunto

Con motivo de su estreno en 1962 el crítico Enrique Jovet la calificaba de casi tragedia.

  • Aunque los límites de la tragedia son un tanto procelosos, yo creo que es un tragedia contemporánea. Hay un destino, pero no son los dioses, sino la propia sociedad que estrangula e impide más allá de la utilización de este sector marginado y disminuido, representado en los ciegos. Cuando uno como David quiere hacer oposición real y quiere sentirse libre y luchar por su identidad ¿Qué ocurre? Que acaba mal. Es una tragedia moderna como lo son muchas de las obras  de Sartre y Camus.

Además de ser una tragedia, Mario subraya que es, también, una historia de amor, por lo que hay mucha ternura.

  • Es una verdadera historia de amor entre el personaje de Adriana y David. Las tragedias, dramas y comedias nunca están exentas de la ternura. Todo lo que estamos diciendo no tendría sentido, si no estuviéramos contando una historia de verdad con seres de carne y hueso. El público se sienta y ve una película o una obra de teatro y le explican una historia. Luego todo lo demás se va sumando, pero asistimos al devenir de unos personajes con sus conflictos y todo lo que les ocurre que es comedia, tragedia, drama y hay ternura, amor, desprecio, escarnio…Hay de todo. Para ello tengo una compañía magnífica que sabe trasladar todo eso sin caer en melodramas baratos, ni en exabruptos panfletarios. La historia de estos personajes es asombrosa. Aplaudo a esta compañía porque son disciplinados, brillantes, trabajadores y cada día han ido encontrando cosas y haciendo compañía. Eso es muy importante para las puestas en escena. Los actores son los que dan la cara ahí ante  el público, y, a fin de cuentas, gracias a ellos el espectáculo se vehicula bien o no.  

LOS CIEGOS:
LOS MARGINADOS, LOS EXCLUIDOS

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ALBERTO IGLESIAS  
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JAVIVI GIL VALLE  
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RICARDO MOYA
FOTOS: marcosGpunto
 

Pieza fundamental en la historia son los ciegos, de ahí que los actores han tenido la colaboración de la ONCE para conocer el mundo de los ciegos, mediante un instructor, así como un aprendizaje de la digitalización de los dedos para tocar los violines.

Para Alberto Iglesias que interpreta a David

  • Con la ceguera, para mí, se me abre, de repente, un mundo muy importante por preocuparte de escuchar, en vez de mirar. Supone un reto, pero, también, un beneficio a la hora  de trabajar. Observando a los ciegos, imaginando, probando y sacando conclusiones y confundiéndote, hasta que con el hombre que todo lo ve desde la dirección, que es Mario, llegas a crear tu personaje. En el caso de David, es un ciego, que no cree que sea ciego, y, de alguna manera, ve más allá, y según Buero "está avanzado". En seguida te conoce, enseguida se acuerda. Es listo para esto.    

Javivi Gil Valle  interpreta a Nazario, y destaca de los ciegos el que están siempre en grupo, en equipo.

  • El equipo es una de las fórmulas laborables más culpables que puede haber en cualquier colectividad, pero en el caso de los ciegos con como los dedos de una misma mano. Al saber que es un grupo hay un hermanamiento. En el caso de los ciegos ha habido ese hermanamiento y luego Mario pone la coma y el punto final. no siempre tenemos la oportunidad de trabajar desde ese sentimiento tan íntimo y tan grupal.
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   AGUS RUIZ
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   LANDER IGLESIAS
FOTOS: marcosGpunto

Ricardo Moya es Lucas.

  • Para un actor "hacer como si" que es lo que se aprende en la escuela, el hacer de ciego proviene de muchas fuentes: la intuición, los ejercicios que se hayan podido hacer, los cursos,  cursillos y cursetes sobre sensorialidad. En el caso de El Concierto hay que seguir muy de cerca el texto: las instrucciones que el autor da, las acotaciones y las palabras que emplea para construir una frase, y que es pronunciada por cualquiera de los personajes. En el caso de los ciegos no es menos importante. Personalmente me he basado más en esas instrucciones del autor que en la simulación de la ceguera, aunque es importante como grupo, pero quiero recalcar que a Lucas, mi personaje, el autor le da unas instrucciones y hay tres acotaciones que  describe a Lucas como triste, melancólico y ausente. Yo extraigo la conclusión de que es el paradigma de la alienación del ciego Lucas, porque hay dos frases del autor que lo describen: "si yo no me quejo, a mí todo me es igual", y en la última escena dice: "cuándo vas a dejar de soñar", dirigiéndose al protagonista que es David (Alberto Iglesias), que es el utopista del grupo y pretende ir más allá de lo que  las fórmulas sociales permiten a este grupo de ciegos, que son marginados, están excluidos.        

Para Ricardo Moya la potencia de la función, está

  • en la ceguera que viene desde Tiresias y está en las tragedias antiguas y es un síntoma de visión del futuro. Don Antonio(Buero), con esta parábola, cambia el foco en relación a las tragedias antiguas. Desde Esquilo las tragedias antiguas son la ilustración de unos poderes de los dioses que guían la conducta de los hombres y por lo tanto se producen guerras para mantener la voluntad de los dioses. En El concierto hay una guerra que está en el futuro que es una revolución. Las guerras matan jóvenes, las revoluciones matan viejos. Aquí hay una revolución que viene, 1789. Ese cambio de foco es: los acontecimientos van a transcurrir como ya sabemos, porque conocemos la historia. Hay un cambio del Ancienne Régime al estado Revolucionario y del terror. Un narrador en El Concierto lo cuenta muy bien. Cae un monarca más débil; veo como, en esa plaza, caen las cabezas de sus verdugos. Dalton Robespierre… Hay ese  curso de la historia que se puede seguir si uno tiene información y  sigue las palabras del autor. Entonces creo que Buero Vallejo, al final, con mucho cariño hacia la humanidad de su tiempo y la de siempre lanza, no una advertencia sino un consejo bien intencionado: "respetemos la dignidad de los seres humanos, porque si no iremos cambiando continuamente a peor".  Esa dignidad está en los ciegos, está en el amor de uno de los ciegos y la mujer del empresario y hay ternura. Por supuesto en la última escena del empresario también hay ternura que confiesa, de alguna manera, su debilidad como justificación por haber sido cruel. La obra rebosa de ternura y, al mismo tiempo, pone la atención sobre cosas que la historia, a veces, olvida porque estamos más ocupados en cuadrar en cajoncillos los acontecimientos y construir ese big-data (datos masivos, que, diariamente, se generan en la informática) en el que el sentido de las cosas se nos puede acabar escapando, preocupados por  almacenar nuestros asuntos. 
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FOTO: www.madridteatro.net

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(1)
1962 (16 de noviembre): Estreno (Teatro Goya), Dirección: José Osuna. Intérpretes: Alberto Fernández, Amalia Albadalejo, Antonio Puga, Araceli Carmena, Asunción Pascual, Avelino Cánovas, Beatriz Farrera, Carlos Guerrero, Elena Cozar, Emilio Menéndez, Félix Lumbreras, Francisco Merino, Jesús Caballero, José María Rodero, José Segura, Luisa Sala, Manuel Andrés, María Rus, Pedro Oliver, Pepe Calvo y Soledad Payno
1973:  TV Estudio 1, en 1973, Dirección: Pedro Amalio López. Intérpretes José María Rodero, José Bódalo, Manuel Galiana, Victoria Rodríguez, Gabriel Llopart y Jesús Puente entre otros
1986 (8 de abril) Teatro Español de Madrid, Dirección: Miguel Narros, Intérpretes: Manuel Tejada, Charo Soriano, Pedro del Río, Félix Navarro, Enrique Menéndez, Carlos Hipólito, Juan Gea, Ana Marzoa, Francisco Vidal, Carlos Marcet, Pedro Miguel Martínez, Amparo Pascual, Yolanda Porras, Miguel Foronda...

Más información
     El concierto de San Ovidio. Buero-Gas.CDN
     El concierto de San Ovidio. Reseña 1986 n. 165

José Ramón Díaz Sande
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