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LA RESISTENCIA de LUCÍA CARBALLAL
dirección ISRAEL ELEJALDE
intérpretes MAR SODUPE FRANCESC GARRIDO
en los TEATROS DEL CANAL (SALA VERDE) de MADRID
ESTRENO ABSOLUTO
Del 31 de enero al 17 de febrero de 2019
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La resistencia de Lucía Carballal es un texto surgido de la beca para autores contemporáneos de El Pavón Teatro Kamikaze. Es un estreno absoluto y cuenta con la dirección de Israel Elejalde.
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FRANCESC GARRIDO / MAR SODUPE FOTO: www.madridteatro.net |
Un escritor, David 55 años y una escritora, Mónica 47 años, mantienen una relación en la que está por ver qué lugar ocupan la admiración, el éxito, el paternalismo o el amor. La obra es una conversación nocturna, apasionante y apasionada, que se tensa y se calma como el pecho de una bestia dormida. Cuando parece que viene el rugido, asoma el suspiro. No es que la relación íntima entre artistas sea, por definición, conflictiva, pero en ocasiones una moderada charla intelectual se convierte en una berrea cuando los sentimientos entran en juego. Y esto se complica todavía más cuando aparece la condición parasitaria de ciertos escritores.
En palabras de Natalia Álvarez Simó, directora artística de los Teatros del Canal, Lucía Carballal pertenece
- a una generación joven, pero con una escritura muy personal y comprometida con los problemas de la sociedad actual. La resistencia tiene dos particularidades respecto a los Teatros del Canal. Con ella vamos a inaugurar un teatro sensible y el programa con lectura Brayle para abrir el teatro a todos los públicos, y el 9 de febrero abrimos un encuentro de Lucía con otra escritora, Marta Sanz con la que comparte esta obsesión por la escritura.
LUCÍA CARBALLAL,
INTRODUCIRME EN EL MUNDO DE LA PAREJA
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LUCÍA CARBALLAL FOTO: www.madridteatro.net |
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Lucía Carballal (Madrid, 1984) posee ya un puesto en la dramaturgia actual. De ella son: A España no la va a conocer ni la madre que la parió (Festival Russafa Escénica, Valencia, en 2015), coescrito junto a Víctor Sánchez Rodríguez; Los temporales (Teatro María Guerrero, Madrid, en 2016), y Una vida americana (Teatro Palacio Valdés, Avilés, en 2017). Cuando le concedieron la beca no tenía ninguna idea. Por otro lado las bases eran total libertad, partir de cero, sin ningún compromiso de escenificar, ni fija el número de los actores. Lo que tenía claro por su parte era
- introducirme en el mundo de la pareja. Un universo que había tocado en mis obras anteriores, pero, realmente, no había tentado. Quería alejarme de ciertos convencionalismos. Tenía muchas ganas de hablar, como en alguna obra mía anterior, de cómo influye el universo profesional, la posición social, es decir todo es mundo externo que cada vez tenemos más integrado, en la pareja, a través de una relación de dos novelistas de mediana edad. Es una generación diferente a la mía, algo que tenía ganas de experimentar. Lo más importante es que, visto desde fuera, él es un novelista que tiene más importancia que ella. Algo que él considera más justo en lo que respecta a él, y ella considera que todavía no ha llegado a ese lugar. Entonces la obra plantea cómo ese desequilibrio que se producen en el mundo exterior, tiene un eco en la manera que tienen ellos de verse.
OBRA DE DOBLE LECTURA
LA RELACIÓN DE PAREJA
Y LA DESIGUALDAD DE LA PAREJA
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FRANCESC GARRIDO FOTO: www.madridteatro.net |
Lucía aclara que hay dos maneras de lectura de la obra.
- Una que funciona por sí misma como es aproximarse al mundo de la pareja. De cómo estos dos lidian con esta dificultad: esta diferente mirada del uno sobre el otro. Al mismo tiempo puede leerse atravesada, si se quiere, por un contexto de desigualdad. Por todo lo que está pasando fuera: el movimiento feminista, un momento en que la mujer dice "necesito ser observada de otra manera", pero esta lectura ha venido de una manera posterior a la escritura. No fue mi intención. Ceo que si hubiera querido escribir una obra sobre la desigualdad entre el hombre y la mujer hubiera hecho algo menos ambiguo, más intencionado por el mensaje, que prefiero prescindir de él. Esta doble lectura ha sido muy interesante en las reacciones con el público.
En lo referente a la relación de la pareja, Lucía tenía clara que no quería acudir para desencadenar el conflicto a razones de infidelidad, perdida de la pasión o todo este tipo de desencadenantes que
- me aburrían mucho. Quería una pareja que se gustase mucho, que se quisiese mucho. Ellos tiene claro que están hechos para estar juntos. Se desean y no tienen un problema de declive de la relación o de tener que estar con otra persona. Quería que no estuviera en la estructura de la pareja o en el nivel más epidérmico, sino en algo muy profundo, que como dice Mónica "es sutil y es casi imposible en poner en palabras". En el momento en que se pone en palabras, ella hace un enorme esfuerzo para comunicar, porque es un ligero malestar que, a veces, está en las relaciones normales y no sólo de pareja. Hay que ser muy valiente para ponerla sobre la mesa, incluso sabiendo que eso puede o no ser comprendido u ocasionar una transformación muy radical de la relación.
Como personalidades no es uno el intelecto y ella la emoción. Según Lucía son dos tipos muy fuertes intelectualmente.
- Él está muy enamorado, pero menos afinado en los matices de la emoción que ella sí ve. Quizá porque no le interesa mirarlo. Si hay un papel en cada uno, Mónica es la que obliga a David a mirar con una mirada más fina aquello que siente y ser más honesto, sin tener el valor de mirar aquello que siente y exactamente lo que piensa cuando mira a su chica. En este sentido sí ella pelea con herramientas más emocionales, porque mostrar su dolor ayuda a que él haga ese esfuerzo. Él en alguna ocasión se protege del ingenio y en la destreza de las palabras para no hacer ese viaje a la emoción.
EL LENGUAJE DE DOS NOVELISTAS
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FRANCESC GARRIDO / MAR SODUPE FOTO: www.madridteatro.net |
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Al tratarse de dos novelista cabe suponer que exigía una mayor depuración en la construcción de los diálogos. Lucía apunta que no hay una gran diferencia con otros textos ya que, siempre, tiene muy en cuenta afinar el lenguaje todo lo que puede y preocuparse, hasta la obsesión, del ritmo interno y el ritmo de las propias palabras.
- Aquí tenía una excusa para escribir lo que me diese la gana porque son dos tipos muy creativos con el lenguaje. También son dos tipos muy estratégicos con el lenguaje. Entonces no tenía que disimular la capacidad verbal. Me podía permitir que hablasen con un dialecto más amplio, más ironía, giros más sutiles porque entre ellos era verosímil. Al ser una pieza aristotélica en tiempo real el propio diálogo o con sus giros sutiles fuese el que generase el propio desarrollo de la función. Pude ser más sutil con el lenguaje, algo que completé con Israel y los actores. Hablábamos mucho de qué palabras se usaban y buscar el equilibrio lingüístico entre los personajes, que cada uno tuviese su fuerza. Una fuerza más relacionada con el intelecto, una más relacionada con la emoción, el dolor, la que fuese, pero que fuesen iguales. En algunos momentos sí Israel como director veía en qué momento uno de los dos se vendía demasiado, patinaba y ahí hubo un ajuste muy exhaustivo sobre el texto que después completamos junto a los actores. Ha sido un trabajo que casi se ha prolongado hasta el final del proceso.
Israel Elejalde, perteneciente al grupo Kamikaze se ha encargado de la dirección, y por parte de Lucía manifiesta su deseo de trabajar con él porque
- es un director muy completo. Me interesa todo lo que hace en los diferentes aspectos de la escenificación, y, sobre todo, es un tipo que se interesa mucho por los actores, por lo que está pasando en el fondo de la obra y descubrirlo. Hemos trabajado juntos y ha sido la primera experiencia con él.
ISRAEL ELEJALDE
EL DOLOR DE SENTIRSE SOLO
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ISRAEL ELEJALDE FOTO: www.madridteatro.net |
En cuanto le entregaron el texto, le interesó y llamó a Lucía. Israel recuerda que toda su carrera la ha desarrollado como actor y solamente acude a la dirección cuando le apela directamente. Había algo que le interpelaba personalmente. Vio que era
- una función muy dolorosa para mí. Aparentemente son dos personas que utilizan el lenguaje y tienen, casi, esa capacidad de poder ponerle palabras a todo, y, por lo tanto, superar ese dolor, pero, en el fondo, como en las obras de Chéjov, debajo flota una corriente subterránea bastante más dolorosa. Creo que es una obra que retrata el dolor de sentirse solo. Los dos personajes hablan desde la soledad. El personaje de Ella habla desde la soledad más profunda, porque lleva tiempo y no sabe que está tan sola, y que está ahogándose en un mar, y Él empieza a sentirse que, también, está solo e intenta recuperarla desesperadamente y sacarla de esa agua. El final de algo siempre tiene que ver con el comienzo de otra cosa, que es lo mejor tenemos los seres humanos: el poder regenerarnos y volver a nacer varias veces en una sola vida. Este es uno de los temas de La resistencia.
En la dirección Israel confiesa que ha sido muy fiel al texto y dejando claro lo que es de Lucía y lo que es de él, con el fin de que el público pueda decir:
- "no me gusta lo de Israel, pero lo de Lucía sí". Esto para mí es importante. La parte de Lucía es la obra que es muy aristotélica en cuanto al mismo lugar y continuidad del tiempo. Yo he hecho algunas intervenciones dentro de eso, pero no interrumpe para nada lo que es el texto en el desarrollo normal de la obra. Ver esta diferencia es importante porque la obra de Lucía es una obra que la tiras al suelo y se levanta sola. Está muy bien escrita y es muy difícil estropearla. También esto era importante, porque desde el primer momento veía ese río subterráneo, donde hay mucho más dolor del que puede aparentar la función. Ese era mi trabajo: intentar describir que estas dos personas están sufriendo mucho.
LOS DOLORCITOS DEL SER HUMANO
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MAR SODUPE FOTO: www.madridteatro.net |
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Otro elemento que Israel tenía presente era la rutina de que cuando se va al teatro solamente conmueven los grandes temas y todo lo que tenga que ver con el amor es algo ya menor
- Sin embargo todos sufrimos como cabrones en nuestra sociedad por los que consideramos "pequeños temas". Eso dolorcitos, que dicen. Como autor me interesan muchos esos "dolorcitos", que, para mí, son los grandes dolores. Cuando miro a mi gente todos, básicamente, sufrimos por eso. Me gusta mucho retratar eso. Al final hay una frase de Chéjov que, para mí, es fundamental y, también, lo es en este montaje: "No tengo una visión religiosa, ni política, ni filosófica del mundo porque cambia cada seis meses, así que me preocupo por contar cuando se casan, descansan y se mueren mis personajes. Y, sobre todo, cómo hablan". Creo que eso es lo que ha hecho Lucía.
¿EXTENSIBLE A OTRAS CLASES SOCIALES?
Mónica y David pertenecen a lo que podría llamarse artistas o creadores y a una clase social determinada. Parece que el conflicto queda muy centrado en un tipo de personalidades y en una clase social burguesa y por lo tanto pierde un cierto sentido universal.
- Pensé en una profesión creativa. Casi toda la profesiones tienen este aspecto, por ejemplo los periodistas que conozco viven muy inmersos en su profesión. Por otro la profesión la profesión es lo que te identifica y de hecho cuando te conocen por primera vez te preguntan por ella y cómo te ganas la vida. Siento que la profesión marca la manera de ser y de estar en el mundo. Quizá no le pasa a todo el mundo en cualquier profesión, pero sí que el hecho de que fueran escritores me ayudaba a contar esta historia. No quería que fueran dramaturgos porque me daba mucha pereza entrar en un mundo autoreferencial y quedarme en mis propias sensaciones. Prefería un ejercicio de imaginación sobre una profesión que no conozco muy bien como es la de ser novelista.
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FRANCESC GARRIDO / MARSODUPE FOTO: www.madridteatro.net |
Un carácter más universal como podría ser una extensión a una clase proletaria o a otra de menos cultura, no parece que esta historia pudiera acaecer. Lucía concede que es así, pero
- esto podría suceder entre dos dramaturgos de 30 años en un piso de estudiantes. La primera cuestión era la ambición, el amor, pero luego sentí que esta decisión sobre la profesión, la clase social, la edad ayudaba a que este tema fuese más fácil de contar.
Israel afirma con rotundidad que la historia se mueve en
- una clase social media alta. Viven bien. Nosotros mismos que vamos al teatro y ojalá cambie, pertenecemos a esa clase media alta y son los que llenan los teatros. Últimamente parece que no se puede hablar de esto, pero sí es una obra que habla de la clase media alta, que, a veces, denominamos burguesía para hablar de los otros, pero nunca de nosotros mismos. Es un tema que me interesa mucho. De todas maneras sí creo que puede pasar en el proletariado. Por ejemplo una de las frases que más se oyen en cualquier pareja: "Es que no me valora". Lo que pasa es que lo que hace Lucía es poner un profesión artística en donde esa visión de la "valoración " es mucho más importante. Es un alimento el que tu pareja no te admire, es muy difícil ponerte a escribir delante de él. Podría extrapolarse.
- Hay algo más que va más allá - añade Lucía -, que atraviesa a esta pareja de una clase social, y es el hecho de que necesitan compartir la impresión de los motivos que les ha unido. Eso se podría contar en cualquier relación. Ella necesita una admiración mutua. Necesita compartir los motivos por los que está con él. Que sean los mismos motivos. Cuando él dice "A lo mejor tengo otros motivos para estar contigo enormemente fuertes ¿hay un problema de que no sean los mismos?" Esta cuestión es extrapolable a cualquier relación, independientemente de la cuestión el trabajo.
LA ESCENOGRAFÍA DE MÓNICA BOROMELLO
UN RESTAURANTE DEL QUE HAY EMANCIPARSE
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FRANCESC GARRIDO / MAR SODUPE FOTO: www.madridteatro.net |
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El espacio escénico a para este enfrentamiento, ya que en realidad la obra es un face to face de Mónica y David, es un restaurante. En principio no parece el adecuado para un enfrentamiento de corte emocional.
- La razón es porque el restaurante es propiedad de Mónica. Pensaba que lo que está pasando en la función es porque se está produciendo una liberación de ella. De ese sustento, de esa manera de vivir, de ese restaurante heredado de sus padres, para dar ese salto al vacío, a ese éxito que quiere conquistar en la literatura. Pensé que situar la obra en este espacio iba a ayudar a contar que no sólo se trata de liberarse una imagen de sí misma, sino que esta imagen estaba encarnada en un espacio concreto. Además la función transcurre de noche cuando el restaurante ya está vacío, y me gustaba fantasear con el restaurante es el lugar de los primeros encuentros. Ellos tuvieron sus primer encuentro aquí y, quizás, ahora estos personajes asisten a primeros encuentros de otros, quizás más en un final.
LA RESISTENCIA: ¿TÍTULO BÉLICO?
El título La resistencia parece contener un cierto sentido bélico. Lucía lo ve en el espacio escénico en cuanto que ese restaurante contiene una idea de fortaleza. Hay un aislamiento de los ruidos y del exterior.
Israel precisa que la palabra
- resistencia me seduce en sí misma. Es una gran palabra en el mundo en que vivimos. Desde el principio la protagonista Mónica plantea que al estar encerrados en el restaurante golpean desde fuera de vez en cuando, mientras ellos están dentro dirimiendo cuál va a ser el futuro de su pareja, a la vez reflexionan sobre ese mundo de afuera. Una de las ideas que hablé con la escenógrafa Mónica Boromello y que luego ves que traslada, es que hay dos mundos: un mundo cerrado, parapetado y un mundo, a veces, abierto. Hay como dos triángulos y separados de alguna manera. Yo sí le dije: "Quiero quesea un espacio que los vaya expulsando de alguna forma, y terminen actuando en un espacio muy pequeño". Eso tenía que ver con la idea de "resistencia". Por otro lado es una palabra muy en boga y que lo utilizan muchos filósofos, y tiene que ver con algo que le pasa a Mónica y con la sociedad en la que vivimos, donde parece que es muy difícil cambiar las cosas. Debemos resistir y mantener esos valores dentro de nosotros para, quizás, transmitirlo a próximas generaciones, porque, a lo mejor, ellos sí pueden cambiar las cosas. Hay algo de Mónica que tiene que ver con eso, porque es una mujer que tiene 47 años y decide lanzarse a la soledad, emanciparse, hacer un viaje de búsqueda personal en una sociedad que, probablemente, le diría :"Quédate con David, con el que tienes la vida solucionada. Quédate con el restaurante, no lo vendas. Eres mayor para lanzarte". Ella decide "¡No! ,no soy mayor. Es el momento en el que estoy. Voy a hacerlo". Casi hace un viaje de una persona de 25 o 30 años. Creo que eso es, también, un acto de resistencia ante los mensajes que nos intentan mandar la sociedad de éxito, de tranquilidad, de lo que debe ser tu vida.
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FRANCESC GARRIDO / MAR SODUPE FOTO: www.madridteatro.net |
LOS ACTORES UN DESCUBRIMIENTO
David y Mónica, vienen interpretados por Francesc Garrido y Mar Sodupe, de los cuales Israel piensa que han sido un descubrimiento.
- Al final hay algo bonito de esa pareja de actores, no demasiado conocidos en Madrid, porque al final se da la feliz circunstancia que, para mí, finalmente se convierten en esos personajes. El no reconocer al actor, que tiene una carrera muy larga, aunque los dos tiene una carrera muy larga pero no en los escenarios de Madrid, permite elucubrar que ellos sean Mónica y David más que Mar y Francesc. Estoy muy feliz con su trabajo.
ENCUENTRO CON EL PÚBLICO
Intervienen Lucía Carballal (dramaturga), Israel Elejalde (director) y Marta Sanz (escritora) 9 de febrero de 2019 (al finalizar la función)
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FUNCIÓN De martes a sábados: 20:00 h Domingos: 18:30h
Teatro accesible 16 y 17 de febrero de 2019
PRECIO De 17€ a 14 €
Descuentos (varía por zonas) Mayores de 65 y desempleados* 15€ / 14€ Carné Joven y menores de 30 años* y Profesionales de las artes escénicas** 10€ / 9€ Acompañante de persona con discapacidad**
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FRANCESC GARRIDO / LUCÍA CARBALLAL / ISRAEL ELEJALDE / MAR SODUPE FOTO: www.madridteatro.net |
Título: La resistencia Texto: Lucía Carballal Género: teatro Escenografía: Mónica Boromello Iluminación: Paloma Parra Vestuario: Sandra Espinosa Vídeo: Natalia Moreno Producción Ejecutiva: Pablo Ramos Ayudante de dirección: Pilar Valenciano Ayudante de producción: Lucía Díaz-Tejeiro Coproducción: Buxman Producciones y Teatros del Canal Distribución:
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Intérpretes: Mar Sodupe (Mónica), Francesc Garrido (David) Dirección: Israel Elejalde Duración: 1h 10min País: España Idioma: español Estreno en Madrid (Estreno absoluto): Teatros del Canal (Sala Verde), 31 - I - 2019
Más información La resistencia. Carballal - Actores
José Ramón Díaz Sande Copyright©diazsande |
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TEATROS DEL CANAL DIRECTORA: NATALIA ÁLVAREZ SIMÓ SALA VERDE C/ CEA BERMÚDEZ, 1 28003 – MADRID TF. 91 308 99 99 /99 50 CAFETERÍA Y TERRAZA ABIERTA AL PÚBLICO METRO CANAL BUS: 3, 12. 37, 149 |
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