La Cocina. Wesker-Sergio P.Mencheta Imprimir
Escrito por www.madridteatro.net   
Domingo, 20 de Noviembre de 2016 10:47

 la cocina cartel b

 

 

 

LA COCINA
de
ARNOLD WESKER

versión y dirección
SERGIO PERIS-MENCHETA

en el
TEATRO VALLE INCLÁN
(Centro Dramático Nacional)
(SALA PRINCIPAL)
de
MADRID

Del 18 de noviembre al 30 de diciembre de 2016

Una de las frases hechas es que "el trabajo dignifica al ser humano". En los austeros tiempos que corren no parece ser así pues la única razón por acceder a un empleo nada gratificante es la necesidad del dinero. Por otro lado, ésta ha sido desde siempre la razón para ciertos sectores de la sociedad,  obligados al trabajo por "mor del dinero", cumpliendo aquello de "comerás el pan con el sudor de tu frente". Arnold Wesker (Londres, 1932) plantea La cocina - a través de 35 personajes - en este contexto del trabajo como alienante y sin esperanza, que se ha cebado especialmente en el llamado "proletariado". El espacio en el que lo refleja dramáticamente es una cocina, pero  en palabras suyas "podría ser una fábrica o una oficina". La experiencia para escribir esta obra la sacó de su variopinta vida laboral: ebanista, comerciante, fontanero, repostero y cocinero.

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  XABIER MURUA / SILVIA ABASCAL
FOTO: marcosGpunto

Sergio Peris-Mencheta se ha encargado de llevar a buen puerto este multitudinario montaje, 26 actores para 28 personajes, en el que todos los actores cobran la misma nómina. El espectáculo se comenzó a pergeñar en el 2014, por parte del CDN,  en colaboración con la productora Barco Pirata y de Facyre (Federación de Asociaciones de Cocineros y Reposteros de España).  Se propuso a Sergio una serie de textos y él "erre que erre" insistió en dirigir esta producción, ya que hace 13 años la había dirigido con una Compañía Universitaria, No hay quorum, y  parte de aquellos integrantes  actúan en esta versión como son Ignacio Rengel (cocinaba debajo de las gradas), Xabier Murua y Victor Duplá. También en el equipo técnico repiten Elda Noriega (vestuario en esta versión, pero interpretó a Hettie) y Antonio Vicente (caracterización) 

Andrés Murcia, subdirector del CDN, recalca que el reparto "es el mayor reparto a tener en esta temporada y en las próximas ya veremos".

En el momento de elegir un espectáculo par el CDN, privaba el que pudieran estar representadas las diversas Comunidades Autónomas, encima del escenario, pero no que hagan de andaluces, gallegos, sino que los propios actores sean de estas Comunidades e interpreten a franceses, griego, ingleses, españoles de la obra original. Una de las dificultades, a nivel de dirección, es el poder atender a todos. No hay tiempo para finuras particulares. La solución Sergio la ha encontrado en

  • confiar en ellos y he tratado de ser lo más eficaz posible. Lo mismo con el equipo técnico, al cual me gusta más llamarle artístico, que me ha rodeado. Ha sido una red de seguridad absoluta.        

Los 28 personajes distribuidos en 26 actores se reparten entre el dueño del Restaurante Marango, el Maître, las camareras y camareros de Sala y los cocineros.

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FOTO: marcosGpunto

EXISTE TODO MENOS LA COMIDA

La trama central de la obra es la relación entre Peter (Xabier Murua)  y Monique (Silvia Abascal) y es el nervio central de la función aunque es muy coral,

  • en la que, a veces, los árboles no dejan ver el bosque, pero es así - señala Sergio. El público podrá elegir su propia aventura en distintos momentos. En esta cocina teatral existe todo menos la comida. Es el encanto de la obra, porque a pesar de que no cocinamos en escena sí huele la comida que  se va a servir. Los actores a través de gestos precisos nos hacen imaginar esos alimentos al manipularlos.  La utilería (ollas y demás enseres) es desproporcionada y Facyre ha tenido mucho que ver. También Facyre nos ha asesorado a través de varios Chefs. Comenzamos con Coldo Royo que nos puso en contacto con Facyre, y sobre todo Pepe Rodríguez, el Chef, que ha estado poniendo las líneas maestras y ya vio el ensayo del primer acto. Está muy contento del resultado.  Del movimiento escénico se ha encargado Chevy Muraday, pues hay mucha coreografía y necesitaba a alguien como él. Ha sido un trabajazo lo que ha hecho. El espacio sonoro lo hace Pablo Martín-Jones y Héctor García, y ha trabajado mucho con los actores para que se familiaricen con los aparatitos. Hemos llegado a hacer auténticas sesiones de Mayumaina.    
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FOTO: marcosGpunto

UN 8 DE AGOSTO DE 1953
LA GUERRA, LA PAZ Y EL PERDÓN

La obra está ambientada en los años 50, fecha que fijó el mismo Wesker, y Sergio la ha concretado en el 8 de agosto de 1953, que es

  • cuando se condonó parte de la deuda alemana contraída en el período de entreguerras. Suelo respetar los originales y soy reacio a transportar las obras a una época diferente a la que se ha escrito. Lo que hace que una obra sea universal es que, aun estando ubicada en una época anterior, sea vigente. En La cocina sucede esto. De todos modos he integrado el enfrentamiento Alemania-Grecia, potenciado por la quita de parte de la deuda de los Acuerdos de Londres. Comienzo la obra con el día que todos vienen a trabajar. La noche anterior, un alemán y un griego casi se matan. De hecho ya divide la cocina en dos bandos: los griegos y todos los que están con los  griegos, y los alemanes. Por otro lado, hay muchos bandos en la obra: los hombres y las mujeres etc… Me pareció maravilloso, pero rascando, rascando me encontré con los Acuerdos de Londres y bendita sea la casualidad que están firmados en el 53. Concretamente se empezaron a negociar en febrero y se firmaron el 8 de agosto de 1953. Decidí colocar ahí la función, y eso ha implicado que en la dramaturgia se hable de eso. Evidentemente en la obra original, no. Hay un poquito de sarcasmo sobre esto, pero es el contexto. No es la madre del cordero de la función. Es un contexto estupendo porque habla de la guerra, de la paz y del perdón.   
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FOTO: marcosGpunto  
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  FOTO: marcosGpunto

El texto de La cocina tiene un punto de golosina por el propio montaje en sí y, en general, muchos directores han deseado montarlo. Les ha frenado la cantidad de actores  que pueden acabar con el presupuesto. Además de este aliciente común, el interés personal de Sergio es por tener especial afecto a este texto se debe

  • a múltiples razones. La cocina es una obra que es muy difícil de leer. No se puede leer. Hay que estudiarla. Hay tantos personajes que tienes que ir continuamente al "dramatis" (personajes) para ver quién es quién y quién habla ahora. En el original hay 35. Una vez que uno ha conseguido leérsela, se ha tenido que enamorar. Lo difícil es leérsela sin haberla visto antes. Yo no lo había visto antes. Cuando terminé de leerla me enamoré primero del carácter clásico que tiene, pues sigue hablando de los temas que nos tocan aquí, ahora, mañana, pasado. Luego también lo universal que tiene: lo que representa la cocina, y más en este país: el sitio donde nos juntamos. Creo que Wesker ha pretendido, y lo ha dicho, que lo que para Shakespeare era el escenario, para él lo era la cocina del mundo. Este carácter es el que más me ha atraído siempre: el hecho de poder trabajar con mucha gente. He tratado de que no hay personajes que dicen una "comanda" y se van, que en el texto original es así, sino que he repartido un poco el juego entre todos. Ellos también se han encargado desde abril de este año hasta hoy de escribir cartas, diarios de los personajes. Un trabajo muy potente que ha nutrido la propia dramaturgia y que hace que parecen los diferentes colores. Creo que hemos creado caracteres, no sólo por lo  exterior sino en cuanto que hablan con el acento que han tenido que trabajar, así como a veces hablan en griego, en alemán, polaco, italiano y francés y el español, para nosotros, sería el inglés. Esa diferenciación hace que sea más rico pues te metes en la postguera en Londres del 1953.  
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FOTO: marcosGpunto

MULTITUD DE TEMAS

La universalidad de la obra radica en la multitud de temas que toca, según Sergio, pero la resume en una de las frase que dice uno de los personajes, aunque no es de Wesker:

  • Hay un momento en la obra en que se canta Lily Marlen que se cantaba en los dos bandos de la Primera Guerra Mundial. No está en la obra original, pero Lily Marlen se cantaba en todos los idiomas. El personaje de Gwen (Diana Palazón) dice: "el mundo ferozmente dividido y sin embargo las trincheras de uno y otro lado entonaban la misma melodía, Lily Marlen, o como el amor puede vencer al miedo". En un lugar en el que uno tiene que sobrevivir, en este caso una cocina, permanente mente he querido jugar ver cómo aparece el amor de repente en su pureza más absoluta. No necesariamente entre hombre y mujer, sino el amor entre seres humanos y cómo se puede desvanecer en cuanto aparece el miedo, asoma la patita la posibilidad de la guerra. Siempre venimos de una guerra y siempre hay una guerra a la vuelta de la esquina. Estamos permanentemente en estado de guerra tratando de convencernos de que estamos en paz, pero estamos viviendo una guerra. A lo mejor no hay fusiles en las calles, pero es una guerra. Me parecía que el microcosmos de la cocina y el texto de Wesker inspira mucho esta pugna entre miedo y amor. Creo que es la madre de la vida, básicamente, y en esta obra está latiendo ahí con fuerza.     

CACELORADA DE LOS AÑOS CINCUENTA

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FOTO: marcosGpunto  

Uno de los elementos importantes escénicos es la utilería de ollas y demás enseres

de la cocina que tienen que reflejar los años cincuenta, donde el acero inoxidable no había entrado y la estrella de la cacerolada era el aluminio o el hierro recubierto de porcelana. De ello se ha ocupado Eva que advierte

  • la cocina no ha cambiado mucho. Facyre nos ha facilitado mucho material de cocina industrial y resulta que es muy parecido al que había en aquel momento. Si es cierto que había mucha madera. No hemos tenido mucho problema en encontrarlo. Las bandejas de  camarero, son bandejas de camarero, la máquina de fichar tuvimos cierto problema pero la encontramos fácilmente… Todo está tuneado un poquitito, pero hemos encontrado también piezas antiguas  

LA ESCENOGRAFÍA : UNA OLLA A PRESIÓN

Sergio recalca que el trabajo de escenografía y utilería ha sido muy potente.

  • Lo mejor que hay es lo que aquí llamaos la "bestia", que es la cocina que fagocita un poco. Estamos un poco en el paso del carbón al gas  y el escenógrafo Curt Allen tuvo una excelente idea de representar eso escenográficamente. Es una cocina de carbón transformada a gas. Es  decir tiene las cajoneras  donde se pone el carbón. Es bastante espectacular.

De todas formas - precisa Curt - no queremos representar de una manera realista el ambiente de los años 50, ya que se convertiría en un decorado cinematográfico. Es un espacio más significante y por lo tanto tiene sus sorpresitas. La idea es que es una olla a presión. Quiero decir que ha sido un trabajo de equipo y me sentido superbien, y quiero darle mi enhorabuena a Eva porque sin ella hubiera sido imposible.

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  FOTO: marcosGpunto

El escenario es  a cuatro bandas y hay un suelo de rejilla justamente en la cocina y los territorios cocina y sala están muy marcados. Esos son otro de los bandos que se crean, junto al de las nacionalidades o mentes más abiertas de los que han viajado y más cerradas de los que no.

RITMO CRECIENTE  HACIA EL AGOBIO,
INTERLUDIO SOÑADOR,
CLÍMAX FINAL,

La obra son tres actos. El primero comienza con el sereno, uno de los pinches (Ricardo Gómez), encendiendo los fogones, hasta que se dan las comidas. Es el momento más climático a nivel de ritmo, de calor, de luz y termina el primer acto. Dura una hora y cuarto. Hay un interludio de media hora, que no es descanso, en el cual pueden soñar. En el segundo acto de media hora, hay un personaje (Xabier Murua) que está desde el principio y viene definido como "un volcán a punto de erupción" por otro personaje y el espectador percibe que ese crescendo lo vive ese personaje alemán y se llega al clímax final. Es la inercia de los dos primeros actos.

El ambiente de la cocina es más bien hostil. Pepe Lorente que interpreta a Hans desvela que

  • entre los movimientos dramáticos de la obra, hay un movimiento que llamamos uno y que está al principio de la función. Es un movimiento de separación, hostil, de exclusión dentro de esa cocina que es un  microcosmos y representa a la sociedad. A este movimiento de separación se le viene a oponer un movimiento dos que es un movimiento de acercamiento y de paz, en el que los miembros buscan la pertenencia al grupo. Éste se desencadena por la pelea del día anterior entre un griego y un alemán y casi se matan. El acercamiento y pertenencia al grupo, y  el exclusión y separación es el tema fundamental. 

FUNCIÓN
De martes a sábados: 20:30 h.
Domingos: 19:30 h.

Funciones accesibles
Jueves 8 y viernes 9 de diciembre de 2016

PRECIO
De 25 € a 6 € 

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   FOTO: marcosGpunto

Título: La Cocina
Autor: Arnold Wesker
Versión: Sergio Peris-Mencheta
Escenografía: Curt Allen Wilmer (AAPEE)
Iluminación: Valentín Álvarez
Vestuario: Elda Noriega
Espacio sonoro: Pablo Martín-Jones y Héctor García
Movimiento escénico: Chevi Muraday
Maestro especializado clown: Néstor Muzo
Maestro especializado voz: Óscar Martínez
Asesores gastronómicos: Pepe Rodríguez y Nacho Rubio
Asesor de magia: Jorge Blass
Ayudante de dirección: Víctor Pedreira
Producción: Barco Pirata Nuria-Cruz Moreno y Esther Bravo
Ayudante de escenografía: Eva Ramón
Ayudante de iluminación: Braulio Blanca
Ayudante de vestuario: Antonio Vicente
Alumnos RESAD en prácticas: Daniel Heras y Encarnación Migueles
Diseño cartel: BYG / Isidro Ferrer
Fotos: MarcosGpunto
Producción: Centro Dramático Nacional en colaboración con Barco Pirata Producciones con el apoyo de Facyre
Intérpretes (por orden de intervención): Ricardo Gómez (Mangolis Pinche Chipriota),  Paloma Porcel (Bertha Cocinera Inglesa),  Javier Tolosa (Max Carnicero Inglés),  Ignacio Rengel (Winter Camarero Inglés),  Óscar Martínez (Jack Camarero Inglés),  Javivi Gil Valle (Paul Repostero Francés),  Mario Tardón (Ramone Repostero Italiano), Fátima Baeza (Hettie Camarera Inglesa),  Xenia Reguant (Violet Camarera Inglesa),  Carmen del Valle (Anne Cocinera Inglesa),  Almudena Cid (Molly Camarera Inglesa),  Marta Solaz (Daphne Camarera Inglesa),  Natalia Mateo (Cynthia Camarera Inglesa),  Diana Palazón (Gwen Camarera Inglesa),  Aitor Beltrán (Dimitris Pinche Chipriota),  Pepe Lorente (Hans Cocinero Alemán),  Silvia Abascal (Monique Camarera Francesa),  Patxi Freytez (Frank Cocinero y 2º de Cocina Inglés),  Romans Suárez-Pazos (Bertrand Maître Francés),  Nacho Rubio (Gastón Cocinero Griego),  Víctor Duplá (Nicholas Cocinero Griego),  Alejo Sauras (Kevin Cocinero Irlandés),  Xabier Murua (Peter Cocinero Alemán),  Roberto Álvarez (Robert Chef Inglés),  Luis Zahera (Marango Dueño del restaurante Italiano),  Emilio Gimeno (Mikaël Cocinero Polaco José)
Dirección: Sergio Peris-Mencheta
Duración: 2 horas y 15 minutos (aprox.)
Estreno en Madrid: Teatro Valle Inclán (Sala Principal), 18 - XI - 2016

 

Más información
       La Cocina. Wesker-Sergio Entrevista
      La cocina. Wesker -Sergio Crítica

www.madridteatro.net

 

 

 

 

 

TEATRO VALLE INCLÁN
(Polivalente)
DIRECTOR: ERNESTO CABALLERO
SALA PRINCIPAL:
Aforo: 510
SALA FRANCISCO NIEVA
Aforo: 150
PZ. DE LAVAPIÉS, S/N
28012 – MADRID
TF. 91 310 15 00
METRO: LAVAPIÉS
e-mail: 
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Última actualización el Domingo, 11 de Diciembre de 2016 21:06