Rinoceronte. Ionesco. Entrevista Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Lunes, 22 de Diciembre de 2014 19:27

RINOCERONTE
UN HÉROE ANÓNIMO

  Z5A2552 baja b
 FOTO: VALENTÍN ÁLVAREZ

Rinoceronte (Rhinocéros, título original en francés, 1959) se estrenó en España el 13 de enero de 1961, en el Teatro María Guerrero con el título El Rinoceronte, y dirigido por José Luis Alonso. Esta obra dio a conocer mundialmente el nombre de Ionesco, su autor, que desde 1950 venía escribiendo textos como La cantante calva (1950), La lección (1950), La sillas (1952), Amadeo o cómo salir del paso (1953) y El nuevo inquilino (1956). Con Rinoceronte Ionesco ingresaba en el llamado del teatro del absurdo. Le precedía la Filosofía del Absurdo, encarnada Albert Camus, Jean-Paul Sartre, y la secuela de filósofos existencialistas de los años cuarenta, golpeados por la Segunda Guerra Mundial.

  rinocerone  1961 2 b
  EL RINOCERONTE, 1961. TEATRO MARÍA GUERRERO
FOTO: GYENES

La Filosofía del Absurdo fija su atención en la imposibilidad de encontrar el significado absoluto y predeterminado del universo, puesto que existe tal significado. Ello lleva al ser humano a un escepticismo en lo referente a los principios universales de la existencia. Como salida ve el significado de la existencia, propia de cada individuo, de tal modo que él puede configurar su vida, edificándose su propio porvenir.

Deslizándose sobre estos rieles, el teatro del absurdo creó una serie de tramas aparentemente sin significado: diálogos repetitivos, onirismo y pleno de rasgos existencialistas que cuestionan la sociedad y el hombre. Una de las claves para transmitir tales conceptos es el humor. La incoherencia, lo ilógico y por ende el disparate son parte de su esencia.

El teatro de Ionesco, sobre todo a partir de su Rinoceronte, fue etiquetado como Teatro del Absurdo.

El estreno en Madrid, dos años después de su estreno en Francia, fue recibido con disparidad de opiniones. Eran años en los que, prudencialmente y bajo cuerda, iban entrando títulos de autores extranjeros puestos en entredicho. Recuerdo que la crítica celebró su llegada - menos Alfredo Marqueríe, que la vio falta de calidad literaria - pero el público, en general, menos. Hubo pateos y pitos, proveniente del patio de butacas, y bravos desde el gallinero, acusando a los de abajo de "rinocerontes". Tales improperios procedían no tanto de la temática denuncia de la pérdida del Yo en favor del gregarismo, sino porque, en el fondo, se entendía poco el significado de aquellos diálogos rápidos, movimientos acelerados de los actores, y, en general, un ritmo frenético. No hay que olvidar que el público de teatro de entonces estaba acostumbrado a la Alta Comedia, de las 19:30 horas,  o a títulos en los que al levantarse el telón, estabas seguro de comprender la historia que te contasen. Bastaba ver la escenografía. Con todo, obtuvo 17 alzadas de telón  y aplausos de una gran mayoría del público. No sé si todos esos aplausos eran respuesta a un entendimiento de la obra, o porque intuían que algo nuevo cambiaba en el panorama del Teatro en España. José Luis le cogió gusto a Ionesco y en 1964, el 26 de noviembre, estrenaba El rey se muere (1962) y El nuevo inquilino (1956)

Tras aquel estreno, Rinoceronte pasó a ser alimento para Facultades de Filosofía y Grupos te teatro independiente o de Colegios Mayores.

IONESCO B  
EUGENE IONESCO
FOTO: ARCHIVO (CDN)
 

CINCUENTA Y CUATRO AÑOS DESPUES...

Tras 54 años vuelve al Teatro María Guerrero de la mano de Ernesto Caballero.

El por qué acudir a este título es porque es

  • un clásico del teatro contemporáneo, un clásico del teatro europeo del s. XX,  y es una gran monumento a la voluntad. Yo, como creador he tenido siempre mucha querencia por Ionesco y lo he trabajado mucho en la Escuela de Arte Dramático, y tenía ganas de coger al Rino por el cuerno. Por otro lado lo vi adecuado por la vigencia de la temática que plantea: el conflicto  entre la conciencia individual y la masa o el pensamiento hegemónico, que termina abduciendo al individuo hasta diluirle en una masa, y, por tanto, despojándole de su condición de persona. Ionesco escribió este texto como una parábola muy crítica contra los totalitarismos que le tocó sufrir. En concreto el soviético en su Rumanía natal, y más tarde la ocupación nazi en Francia.

Esta inmediata exigencia de denuncia existencial se convirtió en algo más universal y Ernesto recuerda que el propio Ionesco

  • vio que la obra transcendía la primera anécdota que le impulsó a escribirla, iba más allá: escribía una reivindicación sobre la individualidad, y así lo manifestó , algo muy en boga a los finales de los años sesenta, y el debate social y cultural estaba en esa fe ciega de los movimientos de masa. Por eso Ionesco fue un verso suelto, fue polémico y poco comprendido, a pesar de que sus obras son grandes obras, y polémicas. De todos modos tuvieron gran aceptación, como fue el estreno de Rinoceronte en esta misma casa.
  rinoceronte 2 2 B
  ERNESTO CABALLERO
FOTO: www.madridteatro.net

La impronta del texto en el 1961, se vio alimentada porque en aquella época, el teatro era uno de los pocos foros donde se podía entablar un debate. Entre otras motivaciones de volver a retomar este texto, Ernesto Caballero alude a la necesidad de

  • recuperar nuestros maestros y revisar y limpiar algunos mitos. No solamente se hizo Ionesco en los años sesenta, sino que en los años cincuenta se hicieron textos crítico del gran repertorio universal del siglo XX, que actualmente lo echamos en falta. Yo me formé con los Estudios Uno y vi a Anouilh, Sartre, Pirandello..., e, a pesar de muchas dificultades, de gran represión, una sociedad devastada culturalmente por el franquismo, hubo un teatro muy bueno. El años pasado hicimos un homenaje a todos estos creadores: Luca de Tena, Luis Escobar..., porque no solamente se hizo un gran teatro en el exilio, sino los que se quedaron dentro fueron grandes maestros y, a veces, no han sido suficientemente reconocidos. José Luis Alonso clarísimamente es uno de ellos.     

Aunque catalogada como Teatro del Absurdo, Ernesto recalca que

  • en ningún momento me he referido a esta obra como Teatro del Absurdo. Uno de los personajes es la señora del gato (Mona Martínez), que todo el primer acto tiene un conflicto con el gato. Todo suena muy disparatado y absurdo. El otro día vi una señora que iba con un perrito y el perrito iba vestido exactamente igual que ella, un abriguito y una capuchita. Hablaba con las vecinas de la problemática de su mascota y vi que estaba mucho más allá de cualquier diálogo supuestamente del absurdo. Y es realismo. Una de las grandes razones por las que Ionesco ha pasado batería es porque es una obra realista, aunque con un realismo desplazado, si se me apura. Es una obra profundamente realista, porque el realismo de la época esta hiperideologizado. Los personajes realistas en la tradición ibseniana eran  portadores de un discurso, y eso, ahora mismo, les ha hecho un poquitín que el traje sea encorsetado, no respiran el humor..., pero, hoy en día, ese discurso existencialista que Ionesco toma, forma parte de nuestros disfraces. Coges un taxi y escuchas el discurso del taxista, y sabes qué emisora de radio escucha. no ha elaborado ese discurso, y de esto habla Ionesco. Los personajes cogen el discurso de un muestrario preestablecido, para ser. Eso es muy vigente. Por eso hemos rehuido la farsa guiñolesca que propone Ionesco. Él  decía vamos a teatralizar el teatro. No hemos seguido ese camino, porque la teatralización ya está instalada en la calle.            
 Z5A2367 baja b
FOTO: VALENTÍN ÁLVAREZ

En su estreno el público tuvo problemas de intelección. Medio siglo después tal dificultad o no existe o es menor. Para Ernesto la intelección es clara y lo define como

  • un cuento. La obra se entiende perfectamente. En los ensayos estuvimos a punto de cambiar la palabra rinoceronte y sustituirlo por "¿vas a la calle a defender esto?" Es una pieza francesa muy bien hecha. Empieza con un gran plano general donde aparece el coro: los tenderos, la señora que pasea con el gato... Es Berenguer en la calle con la gente. Segundo Acto ,se cierra el plano: Berenguer en el trabajo, y reacciona de forma diferente según se le acerca la gente y por lo tanto la rinocerincitis. Berenguer en casa del amigo ,en la cama con su novia. Berenguer solo, primerísimo plano. Es obra que, indudablemente, se abre a muchísimos lugares y que, en absoluto, alecciona de nada y manifiesta una inquietud y suscita muchísimas preguntas. Si te vas a la vida, ves que es así. De pronto a ante una situación triste, te salta con un chiste. Por otro lado el espectador actual ya está muy ducho. Mucho más difícil y abstruso es un Auto Sacramental de Calderón
 Z5A2404 baja b
FOTO: VALENTÍN ÁLVAREZ

PERDER LA DIGNIDAD HUMANA

En este 2014/15 Ernesto ha reunido una Compañía, presidida por Pepe Viyuela como el protagonista Berenguer, el único que no se convierte en Rinoceronte.     

  • Berenguer no es un resistente  romántico o heroico, sino que es un hombre común, sin grandes convicciones. No ideologizado, el mismo dice que no tiene gran formación cultural. Es un poco desastre en su vida y un poquito aficionado a la botella. O sea, Ionesco nos está diciendo, como la película Ratatouille, que las reservas éticas están en los lugares más inopinados, no en los grandes discursos. La obra está llena de grandes personajes plagados de grandes enunciados, casi regeneracionistas a los que se les va la fuerza por la boca. Progresivamente se van convirtiendo en rinocerontes. Berenguer no tiene esa pretensión y en un momento dado dice que instintivamente sabe separar lo que es dejarse llevar por la corriente y perder la dignidad humana. Se queda más solo que la una, pero con sus convicciones.

NO REACCIONAR A TIEMPO

 Z5A2336 baja B  
PEPE VIYUELA
FOTO: VALENTÍN ÁLVAREZ
 

 Otra lectura que ofrece Ernesto es que

  • Berenguer no ha reaccionado a tiempo. Cuando aparecen los rinocerontes en la ciudad, no le da importancia a este fenómeno, hasta que los tiene en su propia casa: su amigo, su novia, en su trabajo. Así lo hemos querido ver y subrayar en esta versión. Muchos de los fenómenos rinocerónticos que nos asolan hoy en día, tal vez se deban a que se vieron venir, pero nadie, los berengueres que en el mundo son o hemos sido, no reaccionamos a tiempo. Cuando quiere reaccionar Berenguer, tiene el rinoceronte, literalmente, encima. No sé si es ya demasiado tarde o no. Por otro lado, la obra nos alerta de la facilidad con la que se prende la mecha de lo que podríamos llamar el pensamiento ardiente, no la razón. La facilidad con la que tendemos a adhesiones vehementes, temperamentales hacia causa que corren el riesgo de anularnos o anular nuestra conciencia individual. Por tanto nuestra libertad.

A pesar de estas dos interpretaciones, Ernesto cree que la obra

  • es compleja. Suscita muchas preguntas,. Nuestro objetivo ha sido suscitar todas esas preguntas, que en un juego teatral delirante, divertidísimo, el espectador salga preguntándose ¿qué parte tengo yo de Rinoceronte? ¿Dónde están los rinocerontes en la sociedad? y ¿Qué hacemos antes este fenómeno?

BERENGUER, UN HÉROE A SU PESAR

Pepe Viyuela, popular donde los haya y muy a la mano de los espectadores televisivos por su interpretación en la serie televisiva Aida, nunca olvida el teatro. Ha acumulado muchos títulos y sus últimas actuaciones fueron Los habitantes de la casa deshabitada de Enrique Jardiel Poncela, El baile de Edgar Neville (CLIKEAR) y El pisito de Rafael Azcona.

  • Desde que comenzamos los ensayos vimos que cuando más se profundiza en la función, es más rica y más sugerencias se encuentran. Es interesante porque puedes llegar a perderte en ella y tienes que elegir caminos. Ionesco no te lo da hecho. Habrá una función por cada espectador, porque la reivindicación latente del individuo en la función se plasma en ver lo que cada uno de nosotros somos dentro de ese juego que plantea Ionesco. Están los rinocerontes, la masa ,lo que no arrastra y atrae con fuerza, nos seduce y nos hace que dejemos de pensar por nosotros mismos, aprender discursos al dictado en lugar de preparar nuestras propis respuestas ante las cosas. Luego están las posiciones intermedias, en las que uno parece no ser un rinoceronte, pero lo es sin saberlo. Está esa pequeña resistencia, ya casi entregada a la corriente. Están también los berengueres, esos seres que tampoco son salvados, porque Berenguer no es un héroe. Si lo es, lo esa su pesar, porque no ha decidido ser un líder. Ni alguien que convenza. Sencillamente tiene una moral, una ética personal que choca contra aquello que parece quiera arrastrarle, Hay un momento en que duda de dejarse arrastrar por la corriente.  quizá lo que reivindique no es tanto el papel del individuo, como el papel de esa ética que a todos nos tocas insuflar a aquellas nuevas generaciones que llegan. Probablemente no son los individuos que nos salven, sino  esa sensación que hace que Berenguer no pueda verse arrastrado por la corriente que es lo que ha recibido durante toda su vida, que le ha llevado a ser un borrachín, descontento con la vida, que no sabe vivir en sociedad, pero tampoco sabe estar solo. Desde que se levanta por la mañana está descontento porque no le gusta su trabajo. Es incapaz de decir a la mujer que ama, que la quiere.
 Z5A2345 baja B
FOTO: VALENTÍN ÁLVAREZ

UN HÉROE ANÓNIMO
COMPAÑERO DE VIAJE

La conclusión de este análisis es que

  • Berenguer es un ser bastante desastroso. Ionesco parece decirnos que con ese ser desastroso, quizás la referencia más inútil, dentro de esa alma desprovista de armas está el ser más capaza de resistir, por esa virtud en no creerse nada, sino en hacerse preguntas constantemente y cuestionarlo todo. En tener una individualidad, un lugar que por muy movedizo que sea, es el suyo. No reivindica más que eso: el pensamiento libre y la capacidad para ser crítico desde el lugar que cada uno ocupa. Si ese héroe existe, probablemente sea un héroe anónimo., oculto en esos ciudadanos con los que nos cruzamos cada día y que no nos impresionan para nada, pero son realmente nuestros compañeros de viaje.                 

ESTAMOS EN UN BARCO QUE SE MUEVE

  rinoceronte 4 B
  PEPE VIYUELA
FOTO: www.madridteatro.net

En el momento de poner en pie el personaje, Pepe Viyuela se ha orientado a través de lo que ha constatado, desde el comienzo:

  • las ideas no están claras y cuesta elegir el camino adecuado. Cada día de representación pueden ir surgiendo nuevos tesoros de las palabras, las situaciones, los momentos porque es la oportunidad que nos da el teatro. Cada día se nos van a abrir nuevas puertas y ventanas, que  nos va a hacer dudar, pero que también enriquecen la función del día siguiente.Este tópico de que el teatro cada día es diferente, en este caso se produce más. Me ha gustado mucho esa sensación de que estamos en un barco que se mueve, y cada día vamos a tener el viento desde un sitio. 

INVOLUCRAR AL ESPECTADOR

El período de ensayos ha sido intenso, debido a la grandeza de la función, confiesa Pepe, y por más ensayos que se tuvieran siempre se podría profundizar más. Su opinión es que

  • va a ser un espectáculo muy interesante y va a llamar muchísimo la atención. Ojalá estuviera la sociedad preparada para que se generaran las polémicas que suscitó en año 1961. Medio siglo más tarde echamos de menos la vehemencia del espectador la de involucrarse, y no venir al teatro solamente como si fuera un acto social, sino algo que te va a remover por dentro. Hay ingredientes para conseguirlo. 

EL RINOCERONTISMO ESTÁ PRESENTE
EN TODOS LOS ÁMBITOS

Pepe Viyuela cree que en la actualidad los rinocerontes existen en cuanto que

  • el individuo sigue necesitando hacer un esfuerzo para encontrar una perspectiva personal de las cosas.Elrinocerontismo está presente en todos los ámbitos: la política, la cultura, la publicidad, en el consumo...¿Quién no tiene un teléfono móvil hoy en día? Si no lo tienes eres un bicho raro. No nos planteamos muchas de las cosas que nos pasan. Existen otros como las mayorías absolutas o vientos políticos que llegan desde cualquier sitio y no nos cuestionamos demasiado. Lo abrazamos por un pasión o necesidad de cambio. Cuando damos un paso hacia algún sitio, generalmente, no solemos pensar por qué lo damos. Nos empuja una masa o la corriente de opinión. Aquí está la grandeza de la función, porque aunque esté inspirada en un hecho histórico, medio siglo después tiene una vigencia sorprendente. Asusta, incluso. Los grandes autores tienen algo de visionarios, pues tienen una capacidad de asomarse a la conciencia humana que habla de su tiempo que lo conocen, pero también de un futuro más lejano. Lo mismo ocurre con las tragedias griegas. Creo que esto tiene una lectura: no cambiamos demasiado. El fondo del ser humano en los aspectos positivos y negativos tiene bastante parecido a lo largo de la historia, y el trato, la literatura y el arte, en general, nos sirven para mirarnos, reflexionar y darnos cuenta de que cometemos, continuamente, los mismos errores. Hoy en día todo se ha acelerado por las revoluciones tecnológicas, y el mundo se ha empequeñecido y es más fácil que el rinocerontismo nos invada de la noche a la mañana. Una imagen, que todos el mundo comenta,  se convierte en un fenómeno de masas a escala global. La capacidad para  cresar manadas hoy en día es brutal, y los medios de comunicación se renuevan cada día para crear manadas         

TRAGEDIA CON COMICIDAD DELIRANTE

rinoceronte 1 2 b  
ESTER BELLVER
FOTO: www.madridteatro.net
 

Ester Bellver es la señora Boeuf. Tiene 30 años de experiencia profesional. Uno de sus últimos montajes es Montenegro, también dirigido por Ernesto Caballero. Formó parte de la primera promoción del Teatro de la Abadía. En 2009 creó compañía propia: Rotura Producciones.  El primer espectáculoque ha dirigido, escrito y producido fue Protagonizo y posteriormente Todas a una con dramaturgia a partir de texto de Agustín García Calvo.

Rinoceronte cuenta con 14 personajes a los que dan vida 14 actores. La señora Boeuf es un personaje pequeñito, como lo son otros muchos.

  • Tiene unos 15 bocadillos (intervenciones de texto), pero es increíble cómo está definido con tanto detalle. Me ha parecido maravilloso, como actriz, cómo con tan pocas frases provoca una situación y define su postura frente al conflicto de los rinocerontes. Es una mujer de un oficinista ,que entra corriendo, porque le persigue un rinoceronte, uno de los primeros. Es un monstruo para ella. Se asoma a verlo y reconoce en él a su marido. Eso le hace tirarse a un abismo y convertirse en un rinoceronte más. En el fondo cumple con su deber de esposa, y así lo especifica otro personaje. Algo monstruoso, por esa idea de ser fiel a  su marido  o a cualquier otra idea en la que creemos, somos capaces de cambiar en un instante nuestra mente, nuestros ideales y tirarnos a un abismo y convertirnos en un monstruo. Esta experiencia como actriz de enfrentarme a un dramaturgo así me parecido maravillosa. Eso que se dice que no hay papeles pequeños, en este caso diría dramaturgos, porque es genial cómo plantea este personaje. Además es capaz de plantear una tragedia con una comicidad impresionante que no es necesario subrayarlo ni hacer parodia. Limitándote a hacer lo que pone en el texto, sin remarcarlo produce una comicidad delirante.        

EL REPARTO DE 1961

Volviendo al estreno de 1961 el reparto estaba integrado por: José Bódalo (Berenguer), María Dolores Pradera, Antonio Ferrandis (Juan), Lola Gálvez, Matilde Calvo, Tina Sains, José Manuel Prada, Pepita G. Velázquez, Adela Calderón, María Luisa Hermosa, Martí Orus, José Vivó, Manuel Tejada, Molina, Luis Morris, Celdrán, Antonio Paul, Enrique Navarro, Alonso, Del Valle y Santiago

En la iluminación estaba Mayoral; decorados de Mapaso; maquinaria, Nieto; transpunte, Mariano de las Heras; versión Trino Martínez.

 

Más información
   
Rinoceronte. Ionesco 2014 -15
 
  Rinoceronte. Ionesco. Crítica

José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

 

 

 

 

Última actualización el Martes, 06 de Enero de 2015 17:58