André y Dorine. T. de Máscaras. Entrevista Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Viernes, 10 de Enero de 2014 19:02

ANDRÉ Y DORINE
AMAR Y SER AMADO

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FOTO: www.madridteatro.net

 

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ANDRÉ GORZ Y DORINE
RFOTO: ARCHIVO

André Gorz (Viena, 1923) - filósofo, discípulo y amigo de Sartre, y cofundador de Le Nouvel Observateur -  escribía una carta de amor a su mujer Dorine: "Vas a cumplir 82 años. Has menguado seis centímetros, no pesas más de 45 kilos y aún eres bella, graciosa y deseable. Hace 58 años que vivimos juntos y te amo más que nunca. Siento de nuevo en lo más profundo de mi pecho un vacío devorador que sólo puede calmar el calor de tu cuerpo contra el mío..." Tal carta cobró importancia especial al encontrarse los cuerpos de ambos tendidos el uno junto al otro, con una escueta nota:"Avisen a la policía".

En 1947 André conoce a Dorine en París. Le atrae, pero en su contra está que tres pretendientes andan a la caza de Dorine y él era judío. Le invita a salir, sin muchas esperanzas, y ella acepta. A partir de entonces mantendrán una relación durante 60 años hasta ese día del suicidio, 22 de septiembre de 2007. Tal relación amorosa André la vertió en un libro de 110 páginas Carta a D. Historia de amor, escrito entre el 21 de marzo al 6 de junio de 2006. En la carta André escribía: "Nos gustaría no sobrevivir a la muerte del otro. Nos hemos dicho muchas veces que si tuviésemos que vivir otra vida, querríamos vivirla juntos, siempre juntos".

LOS ANDRÉ Y DORINE HISTÓRICOS,
LA SEMILLA PARA LOS ANDRÉ Y DORINE
DE LA FICCIÓN

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A partir de este hecho histórico la Compañía Kulunka Teatro (Euskadi) construye su versión de André y Dorine, mediante un lenguaje gestual de máscaras.

André y Dorine es una pareja de ancianos, cuya relación ha caído en la desidia, en la monotonía. Un nuevo acontecimiento irrumpe en esta monotonía: la enfermedad de Alzeimer, que aquí va a jugar un doble papel: el que le toca como enfermedad y luego  cierta paradoja, porque por culpa de esta enfermedad, ellos van a tener que reencontrarse. Crear un nuevo vínculo y obligarse a recordar: lo que fueron, cómo fueron, cómo se amaron par volver a crear una nueva relación. 

Lo que este André y Dorine tiene que ver los André y Dorine reales es

  • el punto de partida es la noticia aparecida en la prensa en 2007, que es cuando conocimos la historia real. En el escrito de André descubrimos pasajes que nos motivaron a contar una historia de amor en la ancianidad. Fue la semilla, pero en ningún caso quiere ser una biografía. Hemos mantenido los nombres como homenaje, pero tenemos nuestros propios André y Dorine - afirma Garbiñe Isausti.

  • Se puede definir como una tragicomedia de máscaras - declara José Dault, actor y fundador de la Compañía. Hemos recurrido a un lenguaje de máscaras porque nos permitía abordar una historia universal con un lenguaje universal. Así hemos conseguido una obra sin fronteras. Es una obra que divierte y emociona allá donde hemos ido.
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UNA ANDADURA UNIVERSAL

Esta peculiaridad de universalidad les ha llevado a un andadura iniciada en 2010 en el Festival Internacional de Teatro de Manizales de Colombia a 20 países en tres años: Inglaterra, Estados Unidos, Turquía, Nepal, República dominicana, Ecuador, Argentina, Cuba, China, Panamá, Rusia , Noruega, Finlandia, Chile.  En total son 193 representaciones que con la del estreno en Madrid hacen 194. De 193 unas 40 ó 50 funciones en España y el resto fuera.

  • En esta elección de lenguaje fue fundamental Familie Flöz (CLIKEAR), con su lenguaje de máscaras, con las que nos iniciamos en la formación de este lenguaje, y después que lo aprendimos, nos fuimos desvinculado en lo que se refiere a la dramaturgia del trabajo.

  • La máscara ofrece un lenguaje  muy directo y poderoso. Las máscaras las hemos hecho nosotros, y ha sido, como todo, una prueba de acierto y error. Ir probando, primero en el taller y después en la salad ensayos y ver si funciona. Si no funciona hay que hacer otra y ver de mejorar. Tenemos unas cuantas máscaras en el local - concluye Garbiñe.
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Jose Dault  añade que  todo ha sido una intuición, pues no tienen un discurso sobre la máscara ni son especialistas en máscaras. Lo que saben lo han descubierto haciendo la función.

Iñaki Rikarte junto con Garbiñe Isausti, José Dault, Rolando San Martín y Edu Cárcamo, son los autores del guión. Iñaki, también, se ha encargado de la dirección. La universalidad de la obra la han constatado en todos los países, incluso en aquellos en los que podrán tener alguna duda.

  • El segundo país al que fuimos fue Nepal - declara Iñaki -, y estábamos muy preocupados, porque era un espectáculo con una problemática del primer mundo. Pensábamos que allí el Alzeimer no estaba diagnosticado. Ocurre en la casa de una familia de la clase media, que nada tiene que ver con Nepal, donde ni hay cuarto de baño y la vida cotidiana es distinta. Soprendentemente  lo entendieron todo y comprendieron muy bien. Encontraron en el espectáculo el reflejo de sus vidas, y ello nos dio confianza en la función. Y no tenemos miedo de ir a ningún  sitio.

ALZEIMER DE PRETEXTO A PROTAGONISTA

El que se haya tomado como centro el Alzeimer fue posterior

  • No queríamos hacer una obra de teatro sobre el Alzeimer. Queríamos contar una historia de amor sobre la vejez. El Alzeimer apareció como pretexto para que ellos recordaran. Luego se fue convirtiendo en un protagonista más y en una base de estructura dramatúrgica muy importante en las fases de la enfermedad. Ya no hubo marcha atrás. Cuando se habla del Alzeimer hay que hacerlo con rigor, con delicadez. Y está conseguido porque  algunos espectadores con el Alzeimer en su familia se han sentido muy identificados con lo que ocurre aquí. Ha sido muy emotivo compartir con ellos. Nos han venido a contar su historia particular. Es muy purgativo para ellos ver en escena lo que ocurre en un ambiente tan doméstico, que casi siempre ocurre de puertas para dentro, y los que la padecen son los propios cuidadores más que el propio enfermo - continúa Jóse.
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El trabajo con la máscara  durante toda la función puede parecer un agobio. Según Edu Cárcamo otro de los actores

  • para mí era la primera vez. Jóse y Garbiñe ya había tenido una experiencia. Cuando nos pusimos a trabajar, para todos era un lenguaje nuevo. Eso supone un reto y al principio cuando no sabes cómo funciona, es lo apasionante de comenzar un aprendizaje y el miedo porque no sabes cómo está resultando. Ha sido como un milagro, pues todo ha fluido de una manera sorprendente y maravilloso desde el principio. Ha sido muy emocionante y divertido hasta, incluyendo los tres años en los que hemos estado girando. Ha sido una maravilla por ofrecer este espectáculo a lo ancho y largo del mundo.

NO NOS ATREVEMOS A INTERPRETAR SIN MÁSCARA

Según Edu no existe la tentación de quitarse la máscara ya que

  • la máscara proporciona una personalidad muy marcada, y ya no nos atrevemos a interpretarlo sin máscara. Nos da auténtico pudor hacerlo sin ella.

  • Una cosa muy bonita que ocurre con la máscara.  Hace que desaparezca el ego del actor y te pones al servicio de la historia. Intercambiamos personajes, compartimos máscaras. No puedes tener tus grandes momentos, tus improvisaciones y estar totalmente volcado al servicio de una historia, es bonito - concluye José Dault.

TRES ACTORES PARA 14 PERSONAJES

El recurso de las máscaras permite que con sólo tres actores se resuelvan los 14 personajes de la historia. Hay algo más, durante la representación, no siempre el mismo actor encarna al mismo personaje. Son intercambiables a tenor de la sucesión de escenas, sin que ellos se altere el perfil del personaje. El reducirlos a tres actores ha supuesto, según José Dault

  • el que ha condicionado la dramaturgia. Hay escenas o personaje que han aparecido porque no daba tiempo a que alguien se cambiase, porque tenían que dar la vuelta y que ahora nos parecen fundamentales. Han sido puro fruto de la necesidad. Ha sido un proceso profundamente colectivo de todos, incluyendo a Sama (iluminación), Laura (escenografía) y por supuesto Yayo (música). Todos somos autores desde el principio.

Yayo Cáceres, director de la Compañía de humor Ron-Lalá,  se ha encargado de la música, que juega un papel muy importante.

EN PROCESO UNA SEGUNDA OBRA
TAMBIÉN CON MÁSCARAS

En proceso de ensayos está una segunda obra, también con el lenguaje de máscaras.

  • Es algo que subyuga - advierte Garbiñe

  • y eso es lo que hace que haya ido bien el tema del Alzeimer - añade Iñaki - y podamos hablar de ese tema sin meternos en un follón. Las máscaras nos ha permitido que no nos metamos en el laberinto de las palabras y las frases, sino que nos ha obligado a ir a la esencia de las cosas, y permiten al público identificar al espectáculo con su propia vida.
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Esta historia de amor podría sonar a melodrama, si se interpretase a cara descubierta y en un tipo de teatro más convencional. Para Iñaki el concepto e "melodrama"

  • es una actitud, cuando los personajes sienten pena de sí mismos. Se puede hacer melodrama con mascaras también. Este es un espectáculo universal y costumbrista al mismo tiempo. Digamos que es un montaje realista de máscaras.  Es cierto que la máscara distancia, pero lo que se cuenta aquí está basado en la realidad
  • Cuando comenzamos - añade Edu -  teníamos las máscaras, pero no la historia exactamente. Esa fue apareciendo.

TODOS LOS SERES HUMANOS SOMOS IGUALES:
AMAR Y SER AMADO

Lo que han constatado es que, a pesar de los diverso códigos culturales de las distintas naciones para indicar los diversos sentimientos, éstos se han notado en detalles concretos, pero, en general, todos reaccionan de modo parecido.

  • Los seres humanos somos iguales y lo fundamental para ellos es el amar y ser amados. También es común la alegría y la tristeza - concluye Yayo Cáceres. 

 
 

José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Viernes, 20 de Junio de 2014 11:56