La monja Alférez. Domingo Miras. CDN. Entrevista Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Martes, 23 de Abril de 2013 18:37

LA MONJA ALFÉREZ
UN POLIÉDRICO PERSONAJE
 
 
 FOTO: www.madridteatro.net
  
En 1993 en Campo de Criptana (Ciudad Real, 1934), la de los Molinos de Viento cervantinos y patria chica de Domingo Miras, se estrenaba La monja Alférez (1986),- Premio Alcorcón, compartido, en 1987 - por una compañía de aficionados, grupo ASPAVIENTO. Tuvo tres representaciones y el eco de tal estreno llegó a la revista Primer Acto (NUMERO 252, PP. 35-36, ENERO-FEBRERO 1994) . En aquella ocasión una sola actriz interpretaba a Catalina de Erauso, la monja alférez.
 
·         Una chica - Juli García - intérprete muy voluntariosa, que el día del estreno se sentará a mi lado. - precisa Domingo Miras.
 
FOTO: DAVID RUANO
OCHO CATALINAS PARA LA MONJA ALFÉREZ
 
La acotación de que una sola actriz interpretara a Catalina, se destaca porque en este nuevo montaje - el primero de este título estrenado profesionalmente hablando - a la tal Catalina la encarnan ocho intérpretes: cuatro actrices - Carmen Conesa, Nuria González, Mar del Hoyo, Cristina Marcos - y cuatro actores - José Luis Martínez, Daniel Muriel, Martiño Rivas y Ángel Ruiz.
 
Este desdoblamiento poliédrico de Catalina...
 
·         ...lo decidí yo - confiesa Juan Carlos Rubio (Montilla, Córdoba), director de este montaje -al ver un personaje tan complejo. Al principio pensé sólo en actrices, y luego añadí actores, por la parte masculina de Catalina, que actúa como un hombre. Es un juego teatral, ya que, perfectamente, lo podríamos haber hacho con una sola actriz y un actor.  
 
·         Toda biografía - añade Domingo Miras - es la configuración de un personaje. Aquí viene configurado por las contradicciones de Catalina que terminan armonizándose en una biografía única.
 
DOMINGO MIRAS:
VOZ FUNDAMENTAL
EN LA ESCENA CONTEMPORÁNEA
 
En palabras de Ernesto Caballero, Domingo Miras es...
 
·         una voz fundamental en la escena contemporánea. Para mí es una alegría no tanto el rendir un homenaje, que lo es, sino el que con él se normalice una situación de justicia poética, para que la palabra de este magnífico autor pueda ser despertada.  
 
MAR DEL HOYO / CRISTINA MARCOS / NURIA GONZÁLEZ
FOTO: DAVID RUANO
 
Domingo Miras ha desarrollado su actividad literario en unas diecinueve obras dramáticas largas, incluidos Premios la mayoría de ellas, cuatro cortas y nueve versiones de obras clásicas. Por convicción no es hombre dado a explicar su obra ya que...
 
JULI GARCÍA
LA MONJA ALFÉREZ , 1993
DIRECTOR: LUIS CABAÑERO (GRUPO ASPAVIENTO)
FOTO: PRIMER ACTO / G. ASPAVIENTO
·         ...las palabras que pueda decir están sobre el escenario. No obstante por rendir a la tradición que el autor hable, hagámoslo. Poco puedo decir de mi propio texto, pero más sobre las ideas que fueron previas a la escritura. En La monja Alférez se plasma la vida cultural que se encarrila por el barroco, época importante en la historia, algo que siempre me ha seducido. El barroco es un período apasionante en la historia del mundo. A lo largo de la historiase constata una influencia y un choque brutal del cristianismo al enfrentarse con el mundo clásico. En los siglo IV y V el choque fue hostil. Se destrozan estatuas. En el Renacimiento hay un consenso al descubrir el mundo clásico. El Barroco lleva a un enriquecimiento recíproco, pero crea cierta inestabilidad que produjo un desequilibrio que yo plasmo en una línea espiral, en cuanto que es una línea ascendente que nunca se puede cerrar. En la línea escultórica tenemos el arrebato místico de Santa Teresa y el Sepulcro del papa Urbano VIII de Gian LorenzoBernini - 1628 - en la Basílica de San Pedro (Roma). Se trata de una composición piramidal con figuras alegóricas en la parte inferior: la justicia y la caridad. Después viene el sarcófago y termina con el busto del para urbano en actitud de imperio. Sobre el sepulcro hay un esqueleto levantándose y escribiendo sobre una cartela. Tal composición quiere decir, aunque lleguemos al éxito, siempre hay un esqueleto. Tal admonición es semejante a lo que En roma se recordaba al triunfador al héroe "Recuerda que eres mortal".
 
Tal consideración se puede aplicar, según Domingo Miras, a Catalina 
 
·         La figura de Urbano VIII y Catalina de Erauso tiene relación en cuanto ambos consiguen el éxito, pero podría ser ilusorio. Urbano VIII es hombre muy culto e hizo monumentos para sí aprovechando y destrozando los monumentos antiguos clásicos. Se da así pues la bina "enaltecer y destruir". La monja se alza desde los escalones más bajos de la Iglesia, pero después destruye lo enaltecido. El triunfo viene condicionado por la muerte. Es pues un texto barroco. Catalina es barroca y lo es su doble apelativo monta y alférez. Lo propio del barroco es combinar términos opuestos.
 
CATALINA DE ERAUSO: UNA DUDOSA FEMINISTA
 
Las peripecias de Catalina las conocemos por sus Memorias.
 
A principios del siglo XVII, una chica de San Sebastián llamada Catalina de Erauso decidió volverse chico, pues se negaba a aceptar su papel oscuro de mujer. Novicia en el convento, se viste de chico y durante toda su vida se comportará como un hombre.
 
·         Había hecho su elección y la sostuvo, pero podemos preguntarnos: ¿qué clase de elección había hecho? ¿podríamos llamarla feminista, puesto que probó que una mujer puede hacer lo que haga un hombre? ¿o podemos acusarla de lo contrario, puesto que ocultó cuidadosamente su condición femenina? La ambigüedad está servida, y no será la única vez que aparezca en la vida de la Monja Alférez, un personaje contradictorio que, en cuanto tal, ofrece más preguntas que respuestas, y de ahí su riqueza dramática. Junto a su desmedido orgullo, la joven Catalina tenía una voluntad de hierro, y estos dos ingredientes configuraron su vida. Consiguió ser un hombre, pero no un hombre reposado y pacífico: ella no tenía un temperamento transigente y acomodaticio, jamás permitiría la menor lesión para su orgullo, y en ello puso su punto de honra, el puntilloso honor de los hidalgos y caballeros de su época. Sus valores: la valentía, la violencia, el alarde y la jactancia, el pique con los otros valentones. Su vida, por tanto, será una sucesión de conflictos, choques y pendencias. Una vida aventurera y agitada en que la soñada libertad masculina acaba siendo una esclavitud sometida a un destino implacable y monótono de peleas, homicidios, huidas, y vuelta a empezar, una y otra vez.
 
GENTE MARGINAL EN OPOSICIÓN
A LA SOCIEDAD ESTABLECIDA.
 
Lo que atrajo a Domingo Miras del personaje es algo que está en todos los protagonistas de su obra dramática.
 
·         La Monja Alférez la escribo en 1986, pero ya desde los años setenta mis protagonistas son seres contrarios a su mundo. Ya en Las brujas de Barahona (1977 - 78) existe ese conflicto. Narro los procesos seguidos por la Inquisición de Cuenca entre los años de 1527 y 1530.
 
Un grupo de humildes monjas se dedican a la brujería para ser respetadas, y después serán ajusticiadas.
 
·         Siempre se trata de gente marginal que no está de acuerdo con la sociedad que le ha tocado vivir y quiere cambiar su vida. En el caso de Catalina, cuando, al fin, decide ser un hombre sin ocultar su sexo, saborea un éxito aparente amargado por una sensación de fracaso. Reconocido su grado de alférez, recibe rentas y honores, pero también una curiosidad que la hiere; se quejará de ser una «mona de feria», de haberse convertido en espectáculo.
 
FOTO: DAVID RUANO
Para Juan Carlos Rubio, Domingo Miras es...
 
·         ...un gran dramaturgo, aunque se presenta como enormemente modesto. Cuando me propusieron La Monja Alférez, yo sólo conocía la película de Esperanza Roy (1), con la que debuté por primera vez en el teatro. Leí el texto y me fascinó. Es una combinación de hombres y mujeres, que en l fondo no se sabe lo que es. Podría pensarse que era lesbiana. Lo que está más claro es que se trata de una mujer que quiere los derechos del hombre. Domingo recoge todos esos elementos de las diversos historias y en cada historia sigue el esquema de planteamiento, nudo y desenlace, en la que se muestra a Catalina. Comenzamos con la vuelta a América de Catalina (Carmen Conesa) en un galeón. Le entrega sus Memorias a Echazarreta (Ramón Barea) que las lee. Entonces vemos la vida de Catalina en siete cuadros. Domingo es un maestro del lenguaje y recrea el aroma del idioma de la época así como muestra su inteligencia, lo cual son muestra de su talento.
 
CATALINA: UNA ARREBATADA VASCA MÁS
 
Ramón Barea es Echazarreta, el lector de las Memorias. Una figura al margen de las escenas que se desarrollan en torno a Catalina. Ante tal despliegue de Catalinas (ocho), cómicamente, Ramón Barea espeta:
 
·         Siento pena de no poder hacer otra Catalina. Para mí es difícil estar presente durante toda la obra y solamente estar escuchando aparte. Es un reto que me llama la atención y supone un ejercicio importante. En cuanto a la figura de Catalina, la realidad es que viajó en un barco vasco. Catalina pertenece a esa casta de vascos arrebatados: jesuitas - San Ignacio -, terroristas etc... que viven en una sociedad muy pequeña. Echazarreta y Catalina eran guipuzcoanos, pero se les llamaba vizcaínos. Catalina acaba harta de estar en el convento y del rechazo de su familia, por ello quiere irse lo más lejos posible de su tierra. Al principio los actores teníamos muchas dudas sobre cómo abordar el texto. José Carlos Rubio ha optado por una puesta en escena de riesgo.  La ha tratado muy de verdad y en categorías poéticas.
 
·         El escuchar en escena siempre es difícil- insiste Juan Carlos Rubio. En el original existía el personaje que lee las Memorias, pero yo le he añadido las acotaciones que Domingo indica en el texto y las lee, que pueden agilizar la acción. Termina por ser un maestro de ceremonias, que sugiere.
 
FOTO: DAVID RUANO
 
UN CIRCO PARA LAS MEMORIAS DE CATALINA
 
La puesta en escena ha optado por el espacio de un circo. Tal idea parte
 
·         del análisis sobre el Barroco y su plasmación como una espiral que Domingo ha expuesto. Nos inventamos el "circo", porque en la historia cuando ella acude, al final, al Vaticano, la califican de "mona de feria". Cuanto más la ves la vida de ella fue un gran espectáculo y sus contradicciones que son como volteretas para los presentes. La idea del circo funciona muy bien y por ello hay peleas, magia, malabarismo, la música en vivo. Quiero resaltar el trabajo de los actores de esta compañía de circo que encarnan a todos los personajes. Ha sido un proceso muy duro.
 
FOTO: DAVID RUANO
Salvo los personajes de Echzarreta (Ramón Barea) y la Catalina al final de su vida (Carmen Conesa), el resto de los actores interpretan multitud de personajes en pequeños papeles. Algo que Domingo alaba:
 
·         Quiero destacar la humildad de estos actores, acostumbrados a papeles protagonista y más largos, no han tenido reparo en intervenir en papeles cortos y pequeños.
 
·         Es que no hay papel pequeño - remata Juan Carlos Rubio.
 
LA POLIÉDRICA CATALINA
 
Cristina Marcos es Catalina y también Doña Úrsula, El Cid y el Cardenal Magalone.
 
·         Mi Catalina está en un momento difícil, a punto de morir. yo puedo ver mi propio personajes en los otros actores que interpretan a Catalina. Por ejemplo Nuria - Nuria González - es una Catalina que se escapa, mata y miente. Es bonito ver la diferencia de todas las personalidades de Catalina. Está la novicia rebelde - Mar del Hoyo - y otras en las que hay una inclinación más hacia lo masculino o lo femenino. Todas ellas son supervivientes. Las Memorias son una crónica de sucesos, pero no manifiesta, para nada, sus emociones. Esto te lleva una incertidumbre y con tal incertidumbre hago la función. Domingo Miras ha resaltado el aspecto de "ensalzamiento y la destrucción" posterior. Esto es lo que le pasó a ella. Pasó por muchas pruebas y su obsesión era que no la descubrieran. Cuando la gente saben que es mujer pide permiso a Felipe IV y al Papa y se le califica de Mona de feria. Vuelve a América y murió entre asnos. Descubre a Echazarte, que es el hombre que, a su vez, lee las Memorias. Las distintas Catalinas viene a ser como la Matrioska, esas muñecas rusas que salen una de otra. Echazarte las va descubriendo contemporáneamente con el espectador. Una de las cosas que más me cuesta es no mirar al personaje de Echazarte, pues no tiene relación conmigo aunque está presente en la escena.
 
FOTO: DAVID RUANO
 
A Nuria González los espectadores televisivos la conocen por series populares como Los Serrano y otras. Es otra de las Catalinas, así como Aliri, Fraile y el Papa.
 
·         Me pasa lo mismo que a Cristina con respecto a Echazarte, que es invisible - corrobora Nuria. Cuesta no mirarle. Mi Catalina juega, se enamora, tontea, está a punto de morir y se come el mundo. En esa ambivalencia de lo masculino o femenino, he interpretado el cómo lo ve ella desde dentro. Era una asesina, pero, en su época, lo eran todos los hombres y ella se comporta como hombre. Debió ser difícil para ella el tener que vivir en esa ambivalencia. Hasta cosas tan sencillas como el tener que hacer pis, debería ser un problema. El resto asomaban sus cosas hacia el mar y ya estaba. Para ella todo eso debería ser un jaleo.
 
·         Es el más difícil todavía circense - interrumpe Juan Carlos Rubio.
 
·         Es una mujer que todo se lo comía y bebía ella sola y se tiraba lo que se tenía que tirar. Era una auténtica superviviente, algo que toda vía tenemos que sufrir. Nosotras ahora vivimos en "supervivencia" de muchas cosas. Basta echar una ojead al mundo donde todavía existe la esclavitud de las mujeres etc...
 
CRISTINA MARCOS
FOTO: DAVID RUANO
La construcción de su personaje ha tenido como varias etapas:
 
·         Yo tenía el texto aprendido y luego al oír a los compañeros descubres algo de Catalina, que te sirve. Ha sido un bonito proceso, pues entre todos nos hemos ayudado mucho. De ese modo se ha creado u personaje de forma natural, en modo que una Catalina no desdice la otra. Yo he cogido sensaciones que me han producido Cristina y Dani - Daniel Muriel-, y se puede decir que ha resultado un buen cocido.
 
Las restantes Catalinas, las disecciona Juan Carlos:
 
·         La Catalina de Carmen Conesa es la real, la que se embarca en el galeón de vuelta a América y da a leer sus memorias. Mar del Hoyo es la novicia. Es una Catalina frágil que quiere salir y comerse al mundo. Martiño Rivas es una Catalina que se corta el pelo y es pendenciero. Cristina Martos es una Catalina al borde de la muerte en el desierto. Es una superviviente y se encuentra en el filo de la vida y la muerte. La de Nuria González decide recuperar la alegría, Se mueve entre el desenfado y la chulería. convierte cualquier cosa tremenda en cotidiano y llega al punto de asumir su personaje.  Ángel Ruiz es provocadora y desenfadada. Daniel Muriel reconoce que es mujer. José Luis Martínez es la Catalina que llega al Vaticano pidiendo humanidad y le recuerdan que es "una mona de feria".
 
La dirección de actores, en el caso de Juan Carlos, comienza, ya, en la selección del reparto.
 
·         El actor no lo sabe, pero cuando elijo el reparto ya sé lo que saldrá a la luz, pus sé lo que tienen los actores escogidos. Con Ángel y Nuria deseaba trabajar y me dio gusto que aceptaran sin saber la Catalina que iban a interpretar. Otros personaje son los cuatro marineros que no hablan pero tienen una gran acción en movimientos.
 
CARMEN CONESA
FOTO: DAVID RUANO
RAMÓN BAREA
FOTO: DAVID RUANO
Juan Carlos Rubio
declara haber vuelto a revisar la película de Javier Aguirre y Esperanza Roy , La monja Alférez, pero su fuente ha sido el texto de Domingo Miras.
 
SER UN HOMBRE MÁS
 
La razón de que Catalina de Erauso escribiera sus Memorias a pesar de ser insultada como "mona de feria", Domingo Miras lo ve como el que ella será:
 
·         Y, sin embargo, escribe sus Memorias. Así seguirá siendo un espectáculo en letra impresa divulgado, multiplicado y esparcido en el espacio y en el tiempo. De nuevo, la ambigüedad, la rica contradicción. Para establecer la verdad y salir al paso de las exageraciones y mentiras que sobre ella circulaban, Catalina tomó la pluma. Tomar la pluma era también una tarea de hombres, un tabú para el sexo femenino que muy pocas rompían, y que ella también rompió. Sin conciencia de ello, aquella chicade San Sebastián estaba preparando un orden nuevo.
 
Según María Asunción Gómez (Florida International University):
 
·         La vigencia del personaje de la Monja Alférez es innegable puesto que nos hace reflexionar sobre cuestiones de sexualidad y género que siguen teniendo hoy en día una función cultural importante. La Catalina de Miras se identifica con los hombres y también con una serie de valores que a partir del siglo XVIII han sido considerados como masculinos (valor, fuerza, violencia, rígidos códigos del honor). Al actuar como hombre, Catalina no se rebela abiertamente contra las estructuras sociales, políticas o religiosas de la época, ni denuncia las injusticias de un sistema social que trata a las mujeres como inferiores. Es más, usa «su monstruosidad» como estrategia para subir en la escala social y para conseguir prebendas, que de otra forma le hubiera resultado difícil alcanzar.
 
_____________________________________ 
(1) Título: La Monja Alférez, 1986, (Nominación a los premios Goya por la dirección).
Nacionalidad: España Dirección: Javier Aguirre Guión: Alberto S. Insua , Javier Aguirre Música: Anton Larrauri Fotografía: Domingo Solano Intérpretes: Blanca Marsillach , Conrado San Martín , Esperanza Roy , Isabel Luque , Luis Iriondo , María Silva
 
Título: La Monja Alférez, 1943
Nacionalidad: México. Dirección: Emilio Gómez Muriel. Argumento: Marco Aurelio Galindo. Guión: Eduardo Ugarte y Max Aub.  Música: Luis Hernández. Fotografía: Raúl Martínez Solares Bretón. Vestuario: Beatriz Sánchez Tello y Vicente Tostado. Montaje: Jorge Bustos. Producción: Francisco A. de Icaza. Intérpretes: María Félix, José Cibrián, Fanny Schiller, Esther Luquín.
 
 


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

 

Última actualización el Sábado, 27 de Abril de 2013 21:21