Luisa Fernanda. La del Manojo de Rosas. Crítica Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Domingo, 16 de Septiembre de 2012 17:40

LUISA  FERNANDA
y
LA DEL MANOJO DE ROSAS
 
AGRADABLE SORPRESA
 
 
 
La Compañía de Zarzuela Nieves Fernández de Sevilla ha presentado en el Teatro Compac Gran Vía, su temporada de Zarzuela. No es un huésped más, ya que su presencia en este teatro es ya un hábito. Luisa Fernanda y La del manojo de Rosas, son los títulos elegidos. Títulos recurrentes en el repertorio de las antiguas compañías de zarzuela, así como poseen una suculenta discografía - más Luisa Fernanda -, así que sus melodías se han popularizado mucho.
 
Cuando en la cartelera aparece una Compañía privada, es inevitable sentir cierto recelo. Debido al bajo presupuesto, suele haber más buena voluntad y anhelo de que el género no desaparezca, que calidad. En una época en el público se ha habituado a la voces de primer orden y orquestas sinfónicas en los discos, y a los impactantes montajes del Teatro de la Zarzuela, en la comparación siempre se sale perdiendo. También es cierto que estas Compañías suelen salvar las voces principales y ello compensa una puesta en escena más humilde en decorados, dirección escénica y coro. Los gustos y exigencias han cambiado y ello convierte en tragedia para las creaciones de bajo presupuesto.
 
Dicho esto, cuando esta Compañía levanta el telón nos sorprende agradablemente.
 
LUISA FERNANDA
 
La archiconocida Luisa Fernanda (1932)- hace una temporada representada en el Teatro de la Zarzuela con escenario Virtual (CLIKEAR) y poco antes en el Teatro Real con una original puesta en escena de Emilio Sagi -, siempre es un título agradecido.
 
El argumento, de sobras conocido, nos traslada al Madrid de finales del s. XIX. La disensión política se cuece en la calle entre el pueblo y los monárquicos que desemboca en una revuelta popular. En medio de estos agitados días discurren amores imposibles, siendo Luisa Fernanda, el emblema de la mujer fuerte capaz de rebelarse ante el don juanesco Javier, su novio, y cantarle las cuarenta a la Duquesa, símbolo de una clase social, ajena a los sinsabores del pueblo. El desengaño amoroso le lleva a aceptar los brazos de un rico y hacendado extremeño, honrado a carta cabal: Vidal Hernando. Brazos que no desea. Al final, un Javier arrepentido, que le suplica su amor, consigue llevársela de la dehesa. Un final que no gusta a gran parte del público, por eso de que "la cabra (Javier) siempre tira al monte" y barruntamos que Luisa Fernanda tiene algo de masoquista. Claro que visto con otros ojos, su decisión se disculpa por aquello de que "el amor es ciego". En alguna ocasión el final se ha cambiado y Javier tiene que marcharse sin fortuna y sin amor.
 
Musicalmente es una rica partitura que necesita de diversas tesituras: mezzosoprano o soprano dramática (Luisa Fernanda), Soprano lírica (la Duquesa), Tenor (Javier) y Barítono (Vidal). Uno de los alicientes es la combinación de estas voces en diversos dúos: Soprano/ Tenor; Soprano/Barítono; Mezzosoprano/ Tenor; Mezzosoprano/ Barítono, así como la intervención de los coros.
 
La versión que nos ofrece la Compañía de Nieves Sevilla es más que digna y sorprende favorablemente a muchos niveles. Hay un cuidado especial en las voces de los protagonistas, que, en la parte hablada, cuidan la interpretación. Cabe destacar a la soprano Hevila Cardeña (Luisa Fernanda), tanto a nivel de canto como de interpretación. Una de las piedras de toque interpretativa en este personaje es la arenga social contra la Duquesa. Un discurso dramático en verso del que sale bien parada. Eva del Moral interpreta - el día 5 de septiembre de 2012 - a la Duquesa. Soprano de corte más lírico comenzó con cierta vacilación, que fue superando a medida que la función avanzó. Algo similar sucedió con los agudos del barítono Jesús Lumbreras (Vidal), de los que se fue recuperando y al final el aplauso del público creció. Luis Alberto Giner (Javier) es un tenor de clara dicción y seguridad. A nivel interpretativo muestra cierta timidez, que le aparta del don juanesco y vivido Javier.
 
El resto del reparto alcanza un buen nivel interpretativo y, el coro no es nada despreciable. De entre todos, a nivel de característico sobresale por su interpretación el veterano tenor Enrique del Portal. Con muchas tablas pisadas años atrás, y una considerable discografía, nos traza un Don Florito - padre de Luisa Fernanda -, lleno de humor y naturalidad.
 
Carlos Crooke encarna a Aníbal, el clásico papel cómico de las zarzuelas. Desenvuelto en la interpretación, en esta ocasión ha dirigido con soltura y acierto la puesta en escena. Según anunció Nieves Fernández Sevilla, la dirección parte de una idea del tenor Lorenzo Moncloa. No sé exactamente a qué se refiere, a no ser por la presentación de personajes, en cuadro estático, al iniciar los preludios de los actos. Una luz les va dando vida para quedarse con el que va a iniciar la escena. Posiblemente, el movimiento de los coros, requeriría una mayor inventiva. El que más padece es el número de las sombrillas. Imagino que no es fácil en un escenario pequeño. Aunque es una minucia, tengo curiosidad por saber el criterio de vestuario en Javier , en el segundo acto. Para el número de las sombrillas- A la sombra de una sombrilla - sale vestido de húsar de la guardia, y cuando vuelve a aparecer poco más tarde, viste terno de "paisano".
 
La canción del saboyano, bien cantada por Guillermo González - un tenor que promete -, se ha interpretado coralmente. En el origen lo cantaba solamente el saboyano. Fue José Tamayo - creo que se le ocurrió a él por vez primera -, en su Antología de la Zarzuela quien dio entrada al Coro . Al fondo veíamos escenificada la coplilla sobre el soldadito y su amor abandonado, agorero vaticinio de lo que le sucederá a Luisa Fernanda. Ello daba pie a que el estribillo de la copla se cantara coralmente. En esta versión se recurre a una pequeña acertada artimaña, ya que en escena están solamente las costureras y el saboyano. Durante las primeras estrofas van entrando paulatinamente parejas,  que, llegado el momento, entonarán el conocido estribillo. Es aceptable la "artimaña", sólo que fala cierta fluidez en la salida del coro y uno siente que algo está forzado. Un problema de movimiento escénico.
 
Carlos Cuesta dirige bien la reducida orquesta, similar, en tamaño, a las que existían en épocas anteriores e incluso en las noches de estreno, cuando aún no se había incorporado la orquesta sinfónica.
 
El vestuario, firmado por N. Gutiérrez, reproducen la guardarropía de alquiler. Sus diseños recuperan la época. Sería de desear una mayor elaboración creativa y romper un poco los moldes de lo trillado. Eso no quita que resulte un vestuario vistoso y elegante.
 
La escenografía se ha diseñado en dignos decorados de volumen, de tipo figurativo, huyendo un poco del realismo total. El fondal lo ocupa la proyección de diapositivas: una calle de Madrid, el río Manzanares, una corral, la Dehesa de Extremadura. Son diapositivas que ambientan y que poseen calidad fotográfica, pero restallan con el conjunto, a nivel estético. Los decorados de volumen no se comprometen con un realismo total, mientras que las diapositivas sí. ¿No sería mejor que las tales proyecciones olvidaran la fotografía y emitieran algo de pictórico a tono con los decorados de volumen? Para eso está el "fotoshop". Tal exigencia se hace más acuciante cuando en la corrals se recurre a un elemento expresionista: un chorreo de sangre virtual tiñe el fondo de la corrala, tras el preludio. Dos estéticas diversas que habría que aunarlas.
 
Luisa Fernanda es un más que aceptable espectáculo y se ve y se oye con agrado y los aplausos fueron generosos. Era día de estreno.
 
LA DEL MANOJO DE ROSAS
 
El segundo programa lo ocupaba La del Manojo de Rosas (CLIKEAR) (CLIKEAR). El día que asistí fue el 14 de septiembre y volví a encontrarme con Hevila Cardeña, en el papel de Ascensión, la protagonista. De nuevo mostró sus buenas dotes canoras y actorales. Crea un personaje de Ascensión, lleno de vida y creíble.
 
En esta ocasión, nada más levantarse el telón y vislumbrar, a través de una transparencia y a media luz, la placita, se oye un eco: " ¡Qué bonito!" y "¡Qué teatral!". En efecto, se trata de una ambientación y construcción bien cuidada y eficaz. El desafío escenográfico surge en dos cuadros interpolados en el primer decorado. Tenemos que ir a la casa de la madre del protagonista en dos ocasiones. Primero la casa es adinerada, después es un alto, muy alto de un barrio popular, por aquello de "Está esto muy alto..." Se acierta con la transición, ya que viene ayudada por la música de Sorozábal que resuelve este paso como si de un encadenado de cine se tratara. Lo que se entiende menos es, en la casa adinerada, la inclusión de muebles que entorpecen el desarrollo escénico y rompen el ritmo visual creado por la musica. Sobran.
 
En esta ocasión el vestuario está, no solamente bien cuidado, sino que es muy evocador.
 
Carlos Crooke vuelve a dirigir la puesta en escena. Lo consigue con soltura, ritmo y naturalidad. Los actores responden bien. El propio Carlos interpreta con gracia y soltura al tenor cómico Capó. Otro de los personajes característicos a destacar es Rafael Álvarez de Luna en el papel de Espasa. Tiene su gracia.
 
No sé si antes ya se había concebido, pero Emilio Sagi había incorporado bailes, al estilo de la comedia musical anglosajona, en el dueto cómico de Clarita y Capó. En las versiones de los años cuarenta y cincuenta, este tipo de duetos cómicos solían tener cierto movimiento bailable, discreto, pues los ritmos animaban a ello. Lo que introduce Emilio Sagi es una pequeña coreografía aprovechando los empleados del garaje. A partir de entonces las distintas versiones que he visto incorporan este bailable coral. Funciona. En esta versión se aprovechan a los citados empleados y a una pareja que pasaba en esos momentos, así por casualidad. Da un toque de vistosidad. En el baile de marras, tiene mejor hacer la pareja protagonista - Alicia Montesquiu y Carlos Crook - que el conjunto. En esta ocasión el baile se introduce en los dos duetos cómicos. Por cierto, en el programa no aparece quien o "quiena", es el artífice de tales coreografías.
 
Y ya que estamos con esto del dueto cómico, hay que resaltar la interpretación, a todos los niveles, de Alicia Montesquiu en el papel de Clarita. Satisface como cantante y como intérprete cómica. Se decía de Enriqueta Serrano, la mujer de Pablo Sorozábal, que poseía una gran atracción en escena por estas dos cualidades. Alicia Montesquiu participa de ellas.
 
Ulises Fuentes interpreta a Joaquín, el mecánico o garajista como se dice en países más allá del Atlántico. Es barítono cuya tesitura es segura y de clara dicción. El papel de Ricardo lo cantó con acierto, el tenor Lorenzo Mok.
 
De nuevo la orquesta bajo la batuta de Carlos Cuesta cumplió bien su cometido.
 
Tras todo lo dicho, si hay que destacar algo es la interpretación de todo el conjunto de cantantes y actores y el buen ritmo de la función.
 
Apostilla: Me ha llamado la atención que a la entrada no se ponga un cartel indicando los cantantes de esa función. Se anuncia de viva voz por los altavoces, pero con la luz apagada y, al no poderlo anotar en la oscuridad de la sala, hay que retenerlo en la memoria, con peligro de olvidarlo.
 
FOTO: COMPAÑÍA NIEVES FERNÁNDEZ DE SEVILLA 
 
 
Título:Luisa Fernanda
Autor:Federico romero y Guillermo Fernández Shaw
Música:Federico Moreno Torroba
Intérpretes:Hevila Cardeña (Luisa Fernanda),Eva del Moral (Duquesa Carolina), Amelia Font (Mariana), Jesús Lumbreras (Vidal Hernando), Luis Alberto Giner (Javier Moreno), Carlos Crooke (Aníbal), Enrique del Portal (Don Florito), Adolfo Pastor (Luis Nogales), Diego Falcón (Jeromo), Antonio Fernández (Bizco Porras), Sandra García/Melisa de las Heras (¿?)(Rosita la Morena), Guillermo González (El Saboyano), Alex Basi (El Cacharrero), Juan Luis G. (Niño del Saboyano).
Estreno en Madrid: Teatro Compac Gran Vía, 5 - IX - 2012
 
 
Título: La del Manojo de Rosas
Autor: Francisco Ramos de Castro y Antonio C. Carreño
Música: Pablo Sorozábal
Intérpretes: Hevila Cardeña (Ascensión), Alicia Montesquieu (Clarita), Amelia Font (Doña Mariana), Ulises Fuentes (Joaquín), Rafael Álvarez de Luna (Espasa), Lorenzo Mok (Ricardo), Carlos Crooke (Capó), Luis Bellido (Don Pedro), Adolfo Pastor (Don Daniel), Rolando Fontanillas (Un inglés), Diego Falcón (Camarero), Guillermo González (El del mantecao)
Estreno en Madrid: Teatro Compac Gran Vía, 12 - IX - 2012
Día de la representación reseñada: 14 - IX -2012
 
Maquinista y Diseño de Decorado: Mariano López
Diseño Audiovisual: Isabel García
Vestuario: N. Gutiérrez
Decorados: Readecor S.L.
Sastrería: Mariel Boce, Rolando Fontanillas y Diana Merino
Atrezzo: Mateos
Attrezzista: Esperanza Ruiz
Autocares: Salas
Transportes: José María Hernández
Maestros repasadores: Miguel Ángel Arqued, Celia Laguna
Archimagas de Orquesta: Luis Muñoz y Oscar Sanfelix
Gestoría: Estudios Guridi
Asesor Fiscal: José Ignacio Gutiérrez
Producciones: Nieves Fernández de Sevilla S.L.
Coro: Titular de la Compañía
Orquesta Titular de la Compañía
Compañía: Nieves Fernández de Sevilla
Director de Coros: Alex Guillén
Director de Orquesta: Carlos Cuesta
Director de Escena: Carlo Crooke



José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Lunes, 17 de Septiembre de 2012 07:09